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El Diablo del Pacífico


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 Querida Carol:hace dos días que llegué a mi destino, en el USS Enterprise. Tuvimos un vuelo terrible, el tiempo en el Pacífico no perdona. Hubiese querido escribirte antes, pero no tuve tiempo de sentarme ni un momento desde que apontara en el barco. Las órdenes eran irnos a dormir, descansar, si eso es posible en un mar con olas de siete metros y un viento de cuarenta nudos, mientras la gente vomitaba y el olor del combustible se mezcla con la comida. Te aseguro que nunca pensé sentir mi estómago y mis intestinos como si los tuviese en la mano.

amanecer01mini.jpgSalimos al alba, en busca de un objetivo avistado por el Missouri(Pulsa en la imagen para ampliarla)

Por la mañana nos levantamos, si es que puede llamarse mañana a las cuatro y media. Recibimos órdenes de realizar un vuelo de patrulla sobre unas islas muy hermosas cuyo nombre no puedo comentarte porque todas las operaciones son un secreto total, y cualquier información al enemigo puede causar muertes. Recibimos el briefing y comenzamos los preparativos. Los F4U Corsair se están portando muy bien, excepto que debes volarlos como si de un caballo enloquecido se trataran, son terribles para pilotos inexpertos. Yo tuve la suerte de volar el Wildcat bastante tiempo y me he podido adaptar a esta bestia que es todo motor y fuerza, pero muchos vienen de volar los T6 Texan y se están volviendo locos con tanta potencia. Ni que decir tiene que manejarlo sin cuidado es sinónimo de entrar en barrena fácilmente, y no te digo aterrizarlo, más de uno se ha estrellado contra la popa o se ha ido a cien metros del punto de apontaje.

amanecer02mini.jpgEl vuelo y los nervios secan la garganta mientras esperamos el encuentro(Pulsa en la imagen para ampliarla)

Despegamos con un mar algo más tranquilo, y tomamos rumbo de interceptación de un posible grupo de aviones, posiblemente Zeros, que acababan de ser vistos desde el radar acorazado Missouri. El vuelo fue tranquilo mientras veíamos las primeras luces del amanecer, te aseguro que la belleza mortal del Pacífico es como la de ver la muerte de una forma dulce y suave, casi cálida. Algo tiene ese océano que huele bien, sabe bien, y te abraza en sus frías aguas dándote una paz que no se puede explicar, ni aun comprender.

amanecer03mini.jpgLos Zeros japoneses se aproximan, ya los vemos contra el horizonte(Pulsa en la imagen para ampliarla)

Al cabo de una hora de vuelo, recibimos un nuevo vector de ataque, y los vimos,  en formación abierta, se dirigían hacia el este, posiblemente a un objetivo terrestre cercano que acabábamos de tomar recientemente, y donde los marines estaban todavía en condiciones precarias y sin defensas antiaéreas. Ni que decir tiene que debíamos evitar que esos aviones se aproximaran a nuestros compañeros o serían un blanco tan sencillo como el tiro al blanco.

amanecer04mini.jpgComienza otra tragedia aérea sobre el frío Océano Pacífico(Pulsa en la imagen para ampliarla)

El combate comenzó, y los dos mil caballos de mi motor rugieron con fuerza. La verdad es que la potencia de este avión es como un tren de mercancias con alas. Volaba un modelo con ametralladoras, prefiero la otra versión, la de cañones, porque me gusta acercarme mucho al enemigo, donde una simple ráfaga de los cuatro cañones destroza a esos Zeros como si fuesen mantequilla.

amanecer05mini.jpgLas alas cortan el aire que se condensa por el frío, la humedad y la velocidad(Pulsa en la imagen para ampliarla)

Normalmente los combates contra los Zeros son fáciles en este año de 1944, no porque el Zero sea malo, al contrario, pero nuestros Corsair son superiores, si se les sabe saca el provecho de la tremenda potencia y velocidad. Sólo si te dejas llevar a un combate de vuelo lento en círculos los Zeros se convierten en una gran amenaza, ya que giran mejor que nuestros Corsairs. En esas circunstancias, únicamente el Hellcat es adecuado. Pero estos pilotos japoneses son buenos, y han derribado a dos compañeros, dos buenos amigos. Les conozco, les conocía, y conozco a la esposa de uno de ellos, una chica muy guapa y simpática. No comprendo esto, querida Carol, no comprendo por qué los seres humanos nos hacemos esto. Sólo espero volver a tu lado, y dejar que este vacío se desprenda de mí para siempre, aunque no creo que lo consiga nunca.

amanecer06mini.jpgEste Zero está obligándonos a trabajar de firme, su piloto es muy peligroso(Pulsa en la imagen para ampliarla)

El combate continuó durante media hora, no es mucho, sí lo suficiente como para que finalmente cayeran varios de esos buenos pilotos japoneses. Uno de ellos, tocado y humeando, ha intentado estrellarse contra nuestro líder, el comandante Taylor, pero no lo ha conseguido. Los japoneses no llevan en muchas ocasiones paracaídas, porque es un deshonor pensar en protegerse para no morir. Es terrible, no lo entiendo, pero espero entender algún día sus motivaciones. Comprenderlas, porque no creo que pueda compartirlas. Son otra cultura, y aunque muchos les odian, yo sólo creo que han sido llevados a una guerra que no tenía pasado, presente, ni futuro. Cuando les veo en ocasiones, no veo más que a pobres muchachos desesperados, como nosotros. La mayoría no quiere morir, pero la influencia que sobre ellos ejerce el Imperio Japonés es muy fuerte. Quizás próximas generaciones puedan explicar este comportamiento, el por qué de estas batallas, y el por qué de esta necesidad de morir en combate. Yo no puedo hacerlo, ni creo que pueda nunca.

amanecer07mini.jpgEl lider se libra por poco de ser impactado por un Zero tocado(Pulsa en la imagen para ampliarla)

Al fin tuve suerte, no caí en combate, pero sí lo hizo nuestro comandante, que aunque esquivó ese caza averiado, fue alcanzado por los cañones de un piloto que realmente era un experto. Logramos alejarlo pero fue demasiado tarde, y encima el japonés se escapó. Creo que quien vuelva a encontrarse a ese piloto tendrá trabajo extra para derribarlo. Era excelente con el Zero, muchos más como ese y estaríamos sufriendo ahora.

amanecer08mini.jpgFinalmente el líder es alcanzado por ese piloto japonés, no puedo hacer nada(Pulsa en la imagen para ampliarla)

amanecer09mini.jpgHemos conseguido dañar al piloto japonés en un ala, y consigue escabullirse(Pulsa en la imagen para ampliarla)

Te dejo ya, amor mío, con el deseo de volver a reunirnos pronto. Seguimos adelante, intentando olvidar cada batalla anterior, e intentando no pensar que la próxima será la última. Pero realmente se hace difícil, cada nuevo vuelo es como empezar de nuevo. La experiencia sirve por supuesto, pero al final cada combate es como sentir que estás ahí por primera vez, y el miedo llega a agarrotar los músculos. Los novatos creen que los veteranos no tenemos miedo. No tienen ni idea de lo que se lleva por dentro.

amanecer10mini.jpgIntento por todos los medios alcanzarle, pero debo volver por falta de combustible(Pulsa en la imagen para ampliarla)

Cuídate, y espero volver a verte pronto. Siento no poder explicarte más, el servicio de correo lee todas las cartas por seguridad, y no se puede dar más información, ni sé cuándo te llegará esta carta, ni sé cuándo podrá salir la próxima. En el portaaviones todo está limitado, hasta el aire que se respira. Pero esta guerra debería acabar pronto, y volveremos a vernos.

Tuyo siempre: Karl.

 

amanecer11mini.jpgOtra compañero observa a un Zero caer al mar mientras él mismo está tocado(Pulsa en la imagen para ampliarla)

amanecer12mini.jpgNuestro compañero ha de lanzarse, afortunadamente un submarino lo recogerá(Pulsa en la imagen para ampliarla)


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