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Midway: la clave del Pacífico


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Atolón de Midway; un trozo de tierra que supuso una gran victoria estadounidense

Antecedentes

La batalla de Midway se empezó a diseñar por parte del Imperio Japonés mucho antes de que se sucediesen otra serie de hechos de alta importancia, cuales son la Batalla del Mar del Coral, y el ataque del teniente coronel Doolittle a varios puntos del Japón en una arriesgada misión partiendo desde el portaaviones Hornet, escoltado por el Enterprise, y a bordo de bombarderos medios B25. Pero fue esta misión, sin duda, la que convenció al alto mando japonés de que el proyecto del almirante Yamamoto de atacar e invadir la isla de Midway era fundamental para los planes de expansión y control del Pacífico.

Existía una creencia sólida en Japón según la cual el País del Sol Naciente era invulnerable a cualquier ataque de Norteamerica y sus aliados. Esta creencia estaba basada en aspectos bastante sólidos, especialmente el fuerte control de la Marina Japonesa, la enorme área de influencia que se había ido controlando a lo largo de los cuatro primeros meses de 1942, y un sentimiento patriótico de que la patria era una fortaleza inalcanzable para el enemigo. Las tremendas derrotas en esos meses de americanos, australianos, e ingleses, reforzaban un espíritu de superioridad que no todos los implicados compartían. Uno de ellos era el almirante Yamamoto, responsable del ataque a Pearl Harbor, el cual era consciente de que en esa primera batalla la fuerza de portaaviones americana había quedado intacta, y representaba un serio peligro mientras continuase existiendo. Por lo tanto, era de vital importancia llevar a los americanos a jugar a una partida en la que expusiesen sus debilitadas pero aún peligrosas fuerzas aeronavales, con el fin de darles caza, destruirlas, y hundirlas. Midway se convertía así en un cebo, mientras que las islas Aleutianas iban a ser la carnaza. Midway es extremadamente pequeño, pero permite disponer de una pista de despegue y hangares, lo cual lo convierte en muchos aspectos en un portaaviones anclado en el mar, con la ventaja de que pueden operar aviones más grandes que los diseñados para portaaviones.

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El Hornet llega desde el Mar del Coral, para luego ir a Midway

Plan de ataque

El plan de ataque de Yamamoto constaba de tres grupos navales, dos de ellos de invasión con tropas de tierra, y un tercero aeronaval formado por cuatro portaaviones, el Kaga, Akagi, Soryu, y Hiryu. La operación estaba diseñada según el objetivo denominado "AF", nombre en clave de la isla de Midway. La base del plan consistía en que una de las flotas de invasión, dirigidas por el almirante Yamagushi, invadirían las islas Aleutianas, al noroeste de las islas Hawai y de Midway. Los americanos reaccionarían mandando sus portaaviones para repeler el ataque. Mientras, otra fuerza de invasión, comandada por el almirante Nagumo, destruiría el aeródromo de Midway y sus aviones, ya fuese en tierra o en el aire, y tomaría el pequeño atolón, haciéndose con la importante base aérea. Los americanos reaccionarían, volviendo a Midway para reconquistarla, pero esta estaría ya preparada para contrarrestar el ataque, y hacer frente a los dos portaaviones americanos, el Hornet y el Enterprise, y su escolta. Estos dos portaaviones tendrían que luchar contra los cuatro portaaviones japoneses más las fuerzas estacionadas en tierra y los grupos navales comandados por el almirante Yamamoto. Precisamente, todo el desarrollo anterior tenía como finalidad que la armada norteamericana se viese conducida a una situación tal en la que fuese directamente destruida por la brutal superioridad japonesa, dejando a Estados Unidos sin posibilidad de proteger las islas Hawai y la costa oeste de Estados Unidos, y especialmente la base naval de San Francisco. Para conseguir conocer la posición exacta de los portaaviones, se diseñó un plan de control del puerto de Pearl Harbor, en el que un hidroavión comprobaría que tanto el Hornet como el Enterprise se encontrarían fondeados en la base naval. Mientras, del portaaviones Yorktown, del cual no se sabía qué había ocurrido tras los impactos recibidos en el Mar del Coral, se podría averiguar si había logrado llegar a puerto, o se había hundido, extremo este completamente desconocido, a pesar de que la Rosa de Tokio, la propaganda radiada en inglés por los japoneses, se jactaba de ello. Esta operación se llamaría K, y tendría como soporte un submarino de abastecimiento, para que el hidro pudiese realizar su labor.

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En el próximo simulador Pacific Fighters, la vista del atolón es de una gran calidad
(Pulsa en la imagen para ampliarla)

Es importante hacer notar que la operación de la invasión de Midway era brillante, siempre y cuando los americanos hiciesen exactamente lo que estaba planificado que ocurriera. Algunos oficiales del Alto Mando Japonés estaban preocupados por este extremo, y sin duda el propio almirante Yamamoto no descartaba que este plan tenía un gran riesgo, pero que el triunfo del mismo supondría la aniquilación total de la potencia ofensiva americana, extremo que había sido la base de la operación de ataque a Pearl Harbor, y que seguía siendo el elemento principal de la supremacía japonesa durante el resto de 1942, antes de que los americanos pudieran reponer sus mermadas fuerzas. El objetivo tras este ataque era someter a Estados Unidos a un armisticio que supusiese el fin de la actividad americana, y de este modo poder concentrarse en las operaciones contra el resto de naciones presentes en el Pacífico, especialmente El Imperio Británico y Australia.

Pero, como suele decir el dicho popular, las guerras se sabe cómo comienzan, pero nunca cómo terminan. Y añadiremos que tampoco cómo evolucionan. El servicio de inteligencia americano había estado trabajando en descodificar la clave japonesa, y se había tenido un éxito relativo en tal fin. Aproximadamente una de cada diez palabras podían ser descifradas durante los primeros meses de 1942, antes de que los japoneses, a finales de mayo, cambiasen la clave y se tuviera que volver a empezar. Sin embargo, una de cada diez palabras fueron suficientes para comprender que había un gran movimiento sobre un objetivo llamado en clave "AF". Nadie sabía exactamente qué podía ser "AF", pero era obvio que los japoneses intercambiaban mucha información. Existía otro objetivo, llamado "AO", que era también muy mencionado, pero parecía más un señuelo para despistar a los escuchas. Qué podía ser AF, era una pregunta que el responsable de inteligencia de Midway se hacía constantemente, hasta que recordó una emisión de un avión de reconocimiento japonés que se había captado y que indicaba que estaba sobrevolando "AF". Se analizó el posible vuelo que ese avión pudo realizar triangulando la emisión captada con la posición de origen y de destino, así como la cantidad de potencia de la señal recibida, la cual era indicativa de la distancia aproximada a la que se encontraba ese avión. Con estos datos, se llegó a la conclusión de que el avión sólo podía haber sobrevolado una masa apreciable de tierra, que coincidía con el atolón de Midway. Era la mejor pista que se tenía, y la actividad radiofónica creciente indicaba que algún tipo de plan se podría estar formando sobre este importante asentamiento volcánico.  

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El portaaviones japonés Soryu en una representación artística

Era necesario comprobar este extremo. De alguna forma, había que conocer si AF era Midway, o cualquier otro punto estratégico. Se diseñó así un plan por el cual cada elemento que era considerado posible objetivo de los japoneses emitiría una información sobre algún problema importante en sus instalaciones u operaciones. En el caso de Midway, se ordenó que radiara una información según la cual la potabilizadora de Midway estaba dañada y no permitía generar agua dulce. Los japoneses, que por supuesto captaron el mensaje, ya que se emitió varias veces y bien claro para que así fuese, transmitieron: "AF tiene problemas con la potabilizadora". Quedó entonces bastante claro que AF debía ser Midway. El almirante Chester Nimitz, máximo responsable en el Pacífico de las operaciones aeronavales, intuyó el plan de Yamamoto. La idea era crear una trampa en la que quedasen emboscadas sus mermadas fuerzas. Era evidente que Yamamoto quería llevarle al terreno de la superioridad, en el que caerían irremisiblemente. Se comenzó a trabajar en un plan basado en esta precaria pero concisa información, y se ordenó que el Yorktown, que tenía para tres meses de reparaciones, fuera puesto a punto y echo a la mar en cuarenta y ocho horas. El Almirante Fletcher, que acababa de llegar en el Yorktown, no se lo podía creer, pero ordenó que todos los hombres disponibles, concretamente 1400 operadores, se lanzaran contra el Yorktown y lo dejaran en un estado de situación de combate en ese tiempo. Mientras, el almirante Spruance sugirió colocar al Hornet y Enterprise y su escolta naval al noreste de Midway, por razones que veremos a continuación.

En Washington la preocupación sobre el plan de Nimitz inquietaba. Se tenía el recuerdo de que durante los días previos a Pearl Harbor, los japoneses habían inundado el aire con falsa información sobre sus actividades, lo cual había llevado a una situación en la que la falta de información concreta fue una de las causas del desastre del 7 de diciembre de 1941. Ahora podía estar ocurriendo exactamente lo mismo. Quizás era cierto que AF era Midway, y quizás era una maniobra de distracción para atacar Hawai o incluso la coste oeste de Estados Unidos. Pero Nimitz, tras analizar la información recibida, creyó que el objetivo era Midway. No se trataba sólo de intuición, aunque esta por supuesto también fuese un punto importante. Nimitz creía entender que los japoneses estaban decididos a tomar la isla, porque era evidente que formaba un buen punto de apoyo para posteriores ataques a Hawai, y para ser un punto fuerte justo delante de la marina de los Estados Unidos. Las ventajas estratégicas de Midway eran claramente superiores a cualquier otro plan, por lo que Nimitz quiso creer que, efectivamente, Yamamoto quería jugar a llevarlo a un enfrentamiento a gran escala. El plan dispuesto era sorprender a Yamamoto con una maniobra que no expusiese a los portaaviones americanos a un ataque masivo, sino que el combate se desarrollase en dos o tres golpes rápidos y por sorpresa. Esta es la razón por la que el portaaviones Yorktown tenía que ser puesto a punto en cuarenta y ocho horas. Los japoneses no sabían en qué estado estaba esta nave, pero era evidente que sabían que las reparaciones durarían semanas, por lo que una rápida reparación y puesta a punto llevaría a la flota americana a contar con esta nave con la que no contaba el Imperio Japonés. Por otro lado, la idea del almirante Spruance de colocar los portaaviones en dos fuerzas, Task Force 16 a su mando con el Hornet y el Enterprise, y la Task Force 17 con el Yorktown al mando de Fletcher, a trescientos kilómetros al noreste de Midway, servía para: primero: dejar a estas dos fuerzas fuera del alcance de los aviones de reconocimiento japoneses. Segundo: poder responder rápidamente a un ataque a la isla de Midway. Tercero. Como existía la posibilidad de que Washington estuviese en lo cierto, si realmente era la costa oeste el objetivo, los portaaviones podrían cortar el avance de la flota nipona atacando desde el flanco norte de dicha flota.

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Portaaviones japonés Hiryu

El uno de junio los portaaviones Hornet y Enterprise partieron hacia su punto de destino, y cuarenta y ocho horas después lo hizo el Yorktown, con las reparaciones mínimas necesarias para ser operativo. El mando estaría a cargo del almirante Fletcher una vez se uniera a los portaaviones de Spruance, al ser el más veterano. De hecho, el almirante Spruance había sido hasta hacía poco comandante de crucero, y su ascenso había preocupado a ciertos sectores de la armada. Pero sería Spruance, hombre frío, seco, y enormemente capaz, quien acertase de pleno, aunque con una buena ración de suerte, como él mismo reconoció más adelante y como vamos a ver a continuación.

Mientras tanto, la flota de invasión de Nagumo se acercaba, y a una distancia prudencial una poderosa flota comandada por Yamamoto, cuyo objetivo era reforzar Midway cuando fuese tomada por Nagumo. El silencio radiofónico era un elemento fundamental, ya que la transmisión de comunicaciones habría delatado su posición. Sin embargo, la operación K, destinada a comprobar la situación de los portaaviones americanos, no había podido llevarse a cabo. En el punto de contacto entre el submarino de reconocimiento y el hidroavión había un barco americano, el hidro no pudo repostar, y tuvo que volver a su base sin poder sobrevolar Pearl Harbor y comprobar dónde estaban los portaaviones. Nagumo, preocupado por la situación de la armada enemiga, estaba tenso; no podía confirmar o desmentir si la operación K había sido fructífera, y el hecho de que no se recibiese información alguna era interpretada por sus oficiales como una buena noticia, que suponían que esto significaba que todo seguía adelante. No así Nagumo, que tomó una gran decisión, una decisión que hubiese llevado a la derrota americana, si hubiese sido correctamente aplicada. Nagumo sospechó que los americanos podían estar jugando al gato y al ratón con ellos, y organizó una serie de vuelos de reconocimiento que partirían de varios portaaviones y de los cruceros de escolta. Estos aviones se trasladarían al punto donde Nagumo colocaría sus portaaviones si fuese atacado como ellos mismos lo estaban haciendo: al noreste de Midway.

Llegados a este punto, tenemos que destacar la gran sagacidad y la completísima calidad estratégica del almirante Nagumo. De hecho, supo leer la mente de Nimitz en aquel momento, anteponiéndose a una posible trampa. Los aviones de reconocimiento le permitirían saber si tenía o no razón. Esta acción, sin duda, fue brillante, pero no fructificó, como veremos a continuación. Todos los aviones partieron. Todos, menos uno: el crucero Tone tenía problemas con la lanzadera del avión de reconocimiento, por lo que tardarían media hora en hacerlo despegar.

En el bando americano, una serie de diez hidroaviones Catalina despegaron para comprobar el mar en busca de la flota nipona. Era evidente que también Nimitz necesitaba conocer exactamente a qué se iba a enfrentar, y los Catalina cubrirían toda la zona desde el noroeste hasta el suroeste de Midway en un radio de mil millas con el fin de verificar si se acercaba la armada japonesa.

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El Aichi D3A Val atacó en Pearl Harbor y Midway con gran efectividad
Puedes ver información sobre el mismo aquí

La batalla de Midway

Finalmente, el día 4 de junio, los hidroaviones Catalina descubrieron una flota japonesa dirigiéndose hacia Midway. Aunque el hidro retransmitió la posición, velocidad y rumbo de esos buques, entre los cuales no había portaaviones, Nimitz sospechó que lo que el hidro había visto era la flota de invasión de Midway. Nimitz también sospechó que la flota con los portaaviones debía encontrarse detrás de una borrasca que no permitía que fuera avistada. Efectivamente, algo más tarde otro hidro localizó la flota con los cuatro portaaviones de Nagumo.

Este es el momento en el que se llega al cenit de la batalla, precisamente, cuando esta batalla ni siquiera ha empezado. Veámoslo: por un lado, los japoneses han sido descubiertos, sus intenciones han sido verificadas, y se conoce su posición, rumbo, y velocidad. Por otro lado, los japoneses, que saben que han sido descubiertos por un hidro de la armada americana, no sospechan de ningún modo que tienen a los portaaviones americanos mucho más cerca de lo que pudieran imaginar. Sólo Nagumo, que ha mandado los aviones de reconocimiento, excepto uno que ha salido finalmente media hora más tarde, piensa en esta posibilidad. Pero el plan sigue adelante, y los aviones japoneses se preparan para bombardear Midway, destruyendo sus defensas aéreas, así como los 20 Brewster F2F Buffalo y 6 Grumman Wildcat que protegen el atolón. La fuerza japonesa, comandada por el teniente Tomonaga, y con 72 bombarderos con escolta de 36 cazas, destruye los cazas americanos, y produce importantes daños en Midway, pero la pista aérea queda en estado operativo, lo que en principio llevaría a los japoneses a decidir un segundo ataque.

Otro elemento vital en este momento es la actuación del almirante Spruance, de la Task Force 16. El portaaviones Yorktown, de la Task Force 17, comandada por el almirante Fletcher, que además y como hemos comentado es el líder de ambas fuerzas al ser el más veterano, debe esperar a que vuelvan unos aviones de reconocimiento que había mandado para apoyar a los Catalinas. Por lo tanto, Fletcher, hombre conservador en el combate, permite que la Task Force 16 se dirija al combate, con Spruance al mando y dos portaaviones, el Hornet y el Enterprise, escoltados por seis cruceros y nueve destructores. Spruance es un hombre mucho más decidido, y que apuesta de forma clara por arriesgar, siempre con precaución, ir al combate. Sabe que a trescientas millas encuentra un objetivo de altísimo valor que no espera su llegada, por lo que decide mandar los aviones del Hornet y del Enterprise, aún sabiendo que la distancia va a provocar que los aviones tengan que volar de manera perfecta para poder llegar al objetivo, destruirlo, y volver, usando hasta la última gota de combustible. Pero el riesgo merece sin duda la pena, según Spruance. Esperar sólo hará que Nagumo pueda reagrupar sus fuerzas.

Poco sabía en ese momento el almirante Spruance cuán acertada era su idea. En este momento, vamos a relatar los hechos cronológicamente, para comprobar hasta qué punto las circunstancias de una batalla pueden cambiar, fruto de la capacidad, y de la fortuna y habilidad, de sus comandantes.

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CV-6 Enterprise durante la Batalla de Midway, de la que salió indemne

Día 4 de junio. Orden cronológico de los hechos.

  • 5:34: un hidroavión Catalina descubre la flota japonesa, e informa, pero no da detalles del tipo de armada, rumbo, o velocidad. Sólo transmite "descubierto el grueso de la flota". Se cree que el hidro ha sido derribado, aunque en realidad ha debido ocultarse en las nubes.
  • 5:45: el mismo hidroavión observa a los aviones japoneses rumbo a Midway. Los cazas del atolón despegan para interceptarlos.
  • 6:30: los bombarderos japoneses inician el ataque a Midway, destruyendo la base pero dejando la pista operativa. Se habían empleado a los pilotos novatos por el riesgo de que se descubriese portaaviones americanos y se necesitasen los mejores pilotos para defender los navíos japoneses.
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Depósitos de combustible arden en Midway tras el ataque japonés

  • 6:50: termina el ataque a Midway. Los aviones japoneses regresan con muy poco combustible a bordo. También a esta hora los portaaviones de la Task Force 16 navegan a toda máquina para colocarse en posición de ataque, seguidos por el Yorktown, que debe recoger primero sus aviones de reconocimiento. Y un avión de reconocimiento japonés encontró una flota americana, pero sólo informó de cruceros y acorazados, no informando de portaaviones.
  • 7:15: Nagumo, que había sospechado la presencia de portaaviones, decide ordenar que los aviones que están siendo preparados para un hipotético ataque a portaaviones americanos, cambien los torpedos por bombas, para un segundo ataque a Midway. No todos, sólo los de dos portaaviones, el resto seguiría preparado con bombas para atacar Midway, pero no despegarían hasta que los aviones de Tomonaga, casi sin combustible, apontasen en sus portaaviones.
  • 7:32: la mayoría de aviones del Enterprise y del Hornet, 67 bombarderos SBD Dauntless, 29 torpederos Devastator, y 20 F4F Wildcat vuelan hacia los portaaviones japoneses. Es curioso remarcar que estos aviones no volaban según el rumbo indicado por las instrucciones, sino el criterio del comandante del vuelo. Mientras, el Hornet y el Enterprise han sido descubiertos por otro avión japonés de reconocimiento, pero por una terrible desgracia para los japoneses, la radio no funciona, y no pueden informar a Nagumo. Téngase en cuenta que si esa radio hubiese funcionado, Nagumo se habría dado cuenta de forma completa del peligro al que estaba expuesto, y hubiese probablemente tomado decisiones alternativas que hubiesen alterado el curso de la batalla. Este es otro elemento fundamental en el que la fortuna se alió con la flota americana.
  • 7:45: todos los aviones de reconocimiento japoneses están volviendo a sus portaaviones, excepto el del Tone, que como hemos comentado, había partido media hora más tarde por problemas técnicos. Precisamente este avión descubrió un portaaviones americano e informó a Nagumo inmediatamente. El almirante japonés vio cómo sus sospechas eran fundadas, y se encontraba en un momento en el que gran parte de los aviones que iban a partir a Midway deberían atacar primero al portaaviones americano, un peligro tremendamente más inmediato, pero evidentemente, habría que cambiarles las bombas de impacto por torpedos. Más tiempo perdido. Kusaka, el segundo comandante, que había insistido en atacar Midway, se quedó helado al recibir la noticia, pero inmediatamente se sumó a la idea de destruir el portaaviones americano.
  • 08:00: bombarderos B17 lanzan su carga sobre los portaaviones japoneses sin ningún éxito. Los B17 habían sido diseñados para atacar a barcos en el mar, pero evidentemente desde mucha altura es una hazaña tocar los blancos, algo casi imposible.
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El Hiryu esquiva las bombas de los B17

  • 8:37: los portaaviones japoneses reciben a los aviones que vuelven de Midway. Mientras, los aviones que se preparan para atacar están siendo cargados de combustible, y las bombas se apilan en cubierta de los cuatro portaaviones japoneses. Todo está listo para el desastre japonés.
  • 9:25: atacan los aviones americanos, que son destruidos por las defensas antiaéreas japonesas de la escolta naval, así como por los cazas zero que están protegiendo a la flota.
  • 10:26: el punto crítico, el momento de la verdad. Los anteriores ataques han dejado a los cazas japoneses a baja altura y casi sin munición. En este momento, 35 bombarderos americanos Dauntless que vuelan a gran altura, atacan a la flota japonesa. Los cazas japoneses no pueden hacer nada, están a baja altura y no pueden impedir el ataque. En este ataque, el Akagi y el Kaga reciben varios impactos de bombas, cuyas explosiones se ven reforzadas por los aviones y bombas en cubierta. Paralelamente, aparecen casi a la vez 17 aviones Dauntless del Yorktown que atacan al Soryu. Este ataque, aunque para los japoneses pareciera estar coordinado perfectamente, era fruto de una casualidad increíble, pero que sirvió para atrapar a los japoneses en medio del ataque.
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SBD Dauntless, responsables del éxito en Midway, siguen el día 6 su trabajo
dos días después de la fase crítica de los combates

  • 10:28: tres bombas hacen volar al Soryu, que también estaba repleto de aviones. Otro portaaviones perdido por la flota japonesa en cuestión de minutos.
  • 10:50: el Soryu es abandonado, y poco después se hunde con ayuda de torpedos de un submarino norteamericano. Todos los aviones americanos, muy faltos de combustible, intentan volver a sus portaaviones o a Midway. La maniobra de Spruance de atacar rápidamente había sido tremendamente efectiva, y el riesgo había tenido como recompensa tres portaaviones japoneses ardiendo y a punto de hundirse. Pero varios de estos aviones tuvieron que amerizar en el mar, y muchos de ellos fueron rescatados por hidroaviones o por submarinos. Algunos consiguieron regresar a Midway, y otros aterrizaban en cualquier portaaviones que viesen, fuese o no el suyo. Las pérdidas americanas fueron por supuesto muy altas: 14 Dauntless del Enterprise, 10 Devastator y un Wildcat El Hornet absolutamente todos los torpederos, y 5 Wildcat, y el Yorktown todos los torpederos menos uno, 2 Dauntless y un Wildcat. A pesar de estas importantes pérdidas, fue un gran triunfo, los tres portaaviones americanos seguían intactos. Pero la fiesta no había acabado todavía. Quedaba un cuarto portaaviones japonés indemne: el Hiryu.
  • 11:00: despegan del Hiryu los restos de la fuerza japonesa: 18 bombarderos y 6 Zeros.
  • 13:31: despegan del mismo portaaviones 10 torpederos Kate y 6 Zeros para apoyar a la fuerza anterior. Todos se dirigen al Yorktown gracias a la ayuda de aviones de reconocimiento.
  • 14:00: la primera fuerza japonesa ataca al Yorktown, que recibe varios impactos que lo dejan fuera de control y casi sin capacidad de navegación.
  • 14:30: llega la segunda oleada japonesa con los torpederos.
  • 14:42: dos torpedos japoneses impactan en el Yorktown, lo que provoca que se escore a babor 26 grados. El barco está ardiendo fuera de control. Uno de los aviones japoneses se ha lanzado al estilo que luego se llamaría kamikaze provocando muchos daños en cubierta.
  • 15:00: el Yorktown debe ser abandonado. Dos días después un submarino japonés le da el toque de gracia con dos torpedos, y se hunde para siempre en el fondo del océano. El Yorktown, que aparentemente estaba fuera de combate desde la batalla del Mar del Coral, ha demostrado una capacidad de combate y de supervivencia impresionante y hasta el final.
  • 15:30: Spruance recibe la orden de Nimitz de acabar con el portaaviones superviviente, que ha destruido el Yorktown. Spruance lanza desde el Hornet y el Enterprise todo lo que le queda: 24 bombarderos Dauntless, que se tendrán que arriesgar sin protección de ningún tipo, no hay cazas para darles cobertura. Estos aviones consiguen colocar cuatro bombas en el portaaviones japonés, que queda completamente fuera de combate, y será hundido posteriormente por los propios japoneses.
  • 02:55 del 5 de junio: el almirante Yamamoto decide retirarse y da órdenes de dar la vuelta al Japón a la flota restante. La invasión de Midway queda cancelada.
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El Yorktown arde tras recibir impactos de los Aichi D3A Val

Conclusiones

Son muchas las conclusiones que pueden sacarse. Los puntos principales han sido ya descritos en este documento, pero hay un hecho irrefutable: la falta de previsión japonesa, a pesar de las sospechas del almirante Nagumo, junto con la valiente decisión de Spruance de lanzar al ataque a sus aviones contra la flota japonesa, a pesar de la distancia a la que se encontraban, y el hecho de que los aviones japoneses y las bombas estuviesen en cubierta repostando justo cuando llegaron estas fuerzas, todo ello contribuyó a cambiar la guerra.

Se dijo después que todo había sido una fantástica maniobra de Spruance, que había calculado todas las variables hasta el último segundo. Pero en conversación con Spruance tras su retiro (no quiso dar entrevistas antes), el almirante confirmó que ya le hubiese gustado a él tener un control tan alto de todo el combate; simplemente, comentó, se limitó a atacar de la forma más rápida posible, sabiendo que la sorpresa iba a ser mayor cuanto antes atacase, y por supuesto, cuando aún no había sido descubierto. Spruance simplemente tuvo la suerte de los atrevidos, y realmente fue una casualidad que la situación de los portaaviones japoneses fuera la de tener todas las cubiertas llenas de aviones y bombas justo cuando llegaron las fuerzas americanas.

En Pearl Harbor, Nimitz comprobó que su plan había sido un éxito, y tuvo desde entonces un fuerte respaldo del gobierno de la Casa Blanca, presidido por el carismático Franklin Delano roosevelt. Los japoneses habían sido rechazados 3000 millas hasta sus posiciones en las islas Gilbert, Wake, y Salomon. Precisamente, en una isla de las Salomon, Guadalcanal, se libraría la siguiente batalla. De momento, el Imperio Japonés había recibido su primer revés, y desde entonces, los Estados Unidos llevarían cada vez más la iniciativa. Quedaban muchas y terribles batallas, pero el primer y más definitivo paso se había dado ya, en Midway. Fuentes:

Las fuentes sobre la batalla de Midway se miden por centenares. Para este artículo, hemos usado el libro "Grandes Batallas de la Segunda Guerra Mundial" de John Macdonald y publicado en España por Editorial Optima. Hemos usado también la prestigiosa página web de la US Navy, de donde hemos tomado fotos oficiales para ilustrar las imágenes. También hemos empleado la documentación de horas críticas que nos ha pasado nuestro buen amigo y compañero Tuckie, viejo piloto virtual conocido por muchos (y temido por otros) ;), al cual le agradecemos esta fuente. Otra fuente muy interesante es la Wikipedia, que tiene amplia información detallada sobre esta y otras batallas. También está disponible, en esta web, una visión general de la guerra del Pacífico. Por último, mencionar la fuente de información de la película La Batalla de Midway, modesta en producción, pero muy reveladora en contenido.


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