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Carta abierta a Microsoft


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Sin duda, hay que reconocer, y siempre lo he hecho, las bondades y la repercusión empresarial, e incluso social, que tus desarrollos han tenido en la industria y en la vida de millones de personas. Tu producto estrella, Windows, ha acercado el mundo de los ordenadores a cada negocio y también a cada casa. No inventaste el concepto, eso fue cosa de Rank Xerox aunque a veces se te olvide, pero sí lo hiciste fácil y accesible. Y aunque Apple también empezó incluso antes con la idea, fuiste tú la que sin duda más aportó a la expansión de la informática personal. Tú y el IBM PC con el procesador Intel 8088 y posteriores. Todos los que ya tenemos una edad recordamos esas épocas. Yo toqué el primer IBM PC en 1983 dotado de tu MSDOS, que tantos éxitos te trajo. Pero fue la salida de Windows 3.0 y luego 3.1 la que significó el comienzo de una era de facilidad a la hora de gestionar un ordenador. Naturalmente había otros productos, pero siempre reconoceré que fue Windows el que acercó más que nadie la informática al público en general. Con Flight Simulator ocurrió algo similar. Comprado el producto en 1982 a una pequeña y emprendedora empresa, Flight Simulator enseguida se convirtió en tu bandera, en tu estandarte del modernismo, demostrando que el entretenimiento sofisticado estaba íntimamente ligado a la idea de progreso que suponen los ordenadores. Yo recuerdo aquellas pruebas a ordenadores clónicos, en los que sólo superaban la prueba de compatibilidad con el IBM PC aquellos que era capaces de ejecutar Flight Simulator. Aquello ocurría en 1986, y yo, como millones de personas, vimos y entendimos que Flight Simulator tenía, como dice la canción, algo especial: era capaz de trasladarnos, con un poco de imaginación y muchos sueños, a un mundo donde era posible volar sin tener que volar, y de ser piloto sin ser piloto. La fábrica de sueños se había puesto en marcha, y muchos comenzamos a soñar. Pasaron los años, y Flight Simulator fue creciendo. Para muchos de nosotros, se convirtió en una forma de entender la vida y el entretenimiento en un PC. La compra de un nuevo ordenador llevaba siempre unida la instalación de nuestro Flight Simulator. Muchos juegos y programas iban y venían en nuestros discos duros, pero Flight Simulator siempre estaba ahí presente. La versión 4 nos sorprendió con gráficos de lujo para la época, pero fue Flight Simulator 5 y la posterior versión 95 la que nos catapultó a volar por todo el mundo. Fue el primer software que compré en CD, y podía volar de Madrid a Buenos Aires en mi propio PC. Soñar con volar era ahora más grande que nunca. Luego todos fuimos creciendo. La versión 98 fue un éxito, y la versión 2000 necesitaba una máquina muy potente para ejecutarse, algo que en realidad siempre fue una tónica con este simulador. Pero no importaba, era Flight Simulator y queríamos seguir nuestro sueño de volar por todo el mundo. Con las versiones 2002 y 2004 crecieron nuestros sueños, y la llegada de redes como IVAO y VATSIM convirtió el viejo mito del joven piloto de los ochenta en la realidad del piloto de aviación civil en casa. La versión 2004 fue un bello homenaje a los 100 años de la aviación, y muchos descubrimos cómo era volar en el Flyer I de los hermanos Wright. Luego llegó Flight Simulator X, y aunque de nuevo requería mucha máquina, fue un producto de gran éxito de ventas. Lo demuestra que estuviera entre los diez programas de videojuegos más vendidos durante mucho tiempo. En paralelo a todo ello, se creó una industria de añadidos “addons” muy fructífera, que han sido, reconócelo, una parte fundamental en el éxito de Flight Simulator. Tanto los añadidos gratuitos como los de pago, sean escenarios, aviones, y otros elementos, han permitido expandir casi hasta el infinito este longevo simulador. Pero no nos engañemos: todos estos productos de terceros no existirían tal como los conocemos sin Flight Simulator. Otros productos lo han intentado, como X-Plane, y sin duda tienen sus adeptos. Pero la gigantesca plataforma de desarrollo de añadidos para simuladores gira en torno a Flight Simulator. Son literalmente miles y miles las personas que crean y disfrutan de estas expansiones, a veces de una calidad tan sorprendente que pilotos reales los disfrutan o los usan para su entretenimiento y formación. Porque la formación de pilotos también ha subido muchos enteros con Flight Simulator (casi nada en España por supuesto, pero sí en países donde las cosas se hacen bien y se toman en serio la simulación aérea, aunque va mejorando). Escuelas virtuales y reales se han creado por todo el mundo que emplean Flight Simulator para enseñar a sus alumnos. ¿Te haces una idea de cuántos pilotos reales han pasado por Flight Simulator? Lo sabes bien: cientos de miles. Dos o tres generaciones de pilotos, desde los años ochenta, comenzaron probando Flight Simulator, o lo usaron, para luego dar paso a una vida de piloto real, sea como piloto privado o comercial. Actualmente Flight Simulator es la fuente de entretenimiento, y de entrenamiento, de miles y miles de pilotos en todo el mundo. Es también la base de la creación de miles de añadidos creados por docenas de empresas y miles de aficionados. Y es el núcleo principal de las redes IVAO y VATSIM. Es también el primer contacto que muchos jóvenes tienen con la aviación. Y es fuente de inspiración y de sueños diarios de muchos enamorados de la aeronáutica que jamás pudieron, y quizás nunca puedan, ser pilotos reales.  Todo ello gracias a Flight Simulator, ese sueño que empezó en 1982 y con el que has decidido acabar, quizás para siempre, pero de forma y de manera contundente, despidiendo a todo el equipo de desarrollo. La excusa es la crisis. Por supuesto, la crisis, qué iba a ser sino. Permíteme que no lo crea en absoluto, y que te dé mis razones para no creerte. La crisis es una buena excusa, porque una crisis siempre es motivo de excusas para realizar cambios estructurales en grandes empresas. Las razones son desde mi punto de vista otras, especialmente dos, y las numeraré a continuación. 1- Falta de implicación. Hace un tiempo, cuando sacaste Flight Simulator 2004, se cumplían veinticinco años de este producto, coincidiendo aproximadamente con el centenario del primer vuelo de los hermanos Wright. Entonces hablaste de lo grande que era Flight Simulator, del símbolo que significaba este producto para Microsoft, y del honor y orgullo de tener a miles de aficionados volando este producto estrella. Flight Simulator era ante todo y sobre todo un superviviente de los primeros tiempos de Microsoft, y seguiría adelante por muchos años. Obviamente, todo esto no eran más que palabras. Sin duda puedo comprenderlo (no compartirlo), porque he trabajado para multinacionales y he aprendido que cualquier aspecto sentimental y emotivo queda completamente fuera de este tipo de macroempresas. Entiendo y sé que todo es marketing del caro, y que te importaba tanto Flight Simulator como a un lobo la comida vegetariana. Esos viejos tiempos de empresa emprendedora han quedado para el recuerdo, y ya no eres más que una multinacional más. Incluso ahora Apple, el sistema Linux, los Mozilla Firefox, Google, y otras empresas comienzan a demostrarte que un gigante puede temblar si se le encuentran los puntos débiles que toda estructura tiene. Has perdido inocencia, y has perdido carácter, el carácter que te hizo grande. Es normal, no se puede ser joven siempre; tus tiempos de inocencia y de apoyar productos míticos han quedado para el olvido. Ahora eres grande, fuerte, y responsable, ya no eres un niño. No lo eres, como sí lo son los miles y miles de adultos que a diario disfrutan de Flight Simulator. No lo eres, como sí lo son las generaciones que hemos crecido volando en casa con tu simulador. No lo eres, como sí lo son aquellas pequeñas empresas, e incluso personas independientes, que han crecido y se han labrado un porvenir creando productos para Flight Simulator. No lo eres, como sí lo es el sueño de ser piloto, cuando vimos nuestra Cessna posarse en el suelo por primera vez. Todo era mentira. Y todo era un sueño. Un sueño del que nos has hecho despertar. ¿Y por qué? 2.- Las verdaderas razones. Por supuesto no has cerrado el estudio de desarrollo de Flight Simulator por la crisis. El producto era un mito, daba dinero (las ventas eran elevadas y se mantenían en los primeros puestos) y era una bandera desde 1982. Pero tú no entiendes ya de banderas ni de mitos. El motivo principal se llama XBOX 360, tu consola de videojuegos. Conozco bien el tema. Porque también soy usuario de consolas. Después de vender la PS2, adquirí una XBOX, la original. Una gran consola, aunque tuviese poco éxito. Luego me hice con una XBOX 360, que se quemó al cabo de un tiempo por un fallo de diseño de la placa reconocido por ti, lo que me llevó a cambiar la XBOX 360 por una PS3, que de paso me ofrece un reproductor Blu-Ray (me encanta el cine con calidad). Con todo esto quiero decir que soy aficionado de consolas y sé de tus movimientos en este sector de negocio. Has hecho un gran trabajo comprando a base de billetero muchas exclusivas de la Playstation, y has conseguido desbancar  a la consola de Sony. Buen trabajo, ahora Sony tiene en la PS3 un producto del que muchos dudan, caro y que va a la cola del negocio. Pero no es bastante. Nintendo lleva una gran ventaja, aunque digas que juega en otra liga, y Sony puede y tiene capacidad de recuperarse. Las ventas de juegos suponen un 75% en consola y un 25% en PC, y el PC sigue perdiendo adeptos. Es un proceso que se inició hace años pero que sigue evolucionando. Y sabes muy bien que si quieres ganar, tienes que dedicar gran cantidad de recursos. Todo el dinero que estaba implicado en Flight Simulator puede ahora dirigirse a desarrollos en la XBOX 360, para intentar rematar a tu rival Sony. Luego vendrá Nintendo, y probablemente ya estés pensando en cómo abordar su terreno. La conclusión es clara y evidente: Flight Simulator era un símbolo para todos, pero no para ti. Para ti el símbolo es alcanzar el liderazgo en el mundo de las consolas, y lo que antes era un mito, ahora es moneda de cambio en tu guerra con Sony.  Somos, los aficionados a la simulación, un grupo pequeño, sobre todo si nos comparamos con las mareantes cifras que mueven las consolas. Las minorías somos sacrificables en aras del consumismo de una masa de gente mucho mayor. Antes Ubi Soft, y antes Electronic Arts, ya hicieron lo mismo; abandonaron el mundo de la simulación porque somos un grupo pequeño, minoritario, y que pide software de alta complejidad y de altos costes de desarrollo. Con lo que vale producir  una versión de Flight Simulator puedes crear fácilmente ocho o diez juegos de alto nivel para tu XBOX 360. Juegos que duran 15-20 horas y de consumo rápido, y no simuladores que tienen un tiempo de vida que se mide en años. Ganarás mucho más dinero en mucho menos tiempo, porque habrá un público objetivo mucho mayor, y además seguirás obteniendo una posición de mayor poder en esta guerra de las consolas. Es fácil entonces comprender por qué se sacrifica Flight Simulator: simplemente, no merece la pena trabajar en un producto de alto coste para miles de usuarios, cuando puedes ganar diez veces más en un producto de coste medio para millones de usuarios. Así pues, no trates de engañarnos, por favor. Somos niños mayores, pero tenemos ya cierta experiencia de cómo funcionan las cosas en el mercado de las multinacionales. XBOX 360 es tu objetivo prioritario, y todo lo demás es sacrificable. Incluso ese símbolo de estilo y clase que era Flight Simulator. Pierdes clase, subes en la bolsa, pero pierdes aquello que te dio la fama: una forma de entender el software de entretenimiento que estaba perfectamente representado en Flight Simulator. Eras la última abanderada de un estilo de hacer las cosas en las que importa el público no por su cantidad, sino por su calidad. Ahora has olvidado ese parámetro fundamental en toda empresa. Tú sabrás por qué lo haces. En fin, no voy a extenderme más. Ya he dado mi personal punto de vista sobre este tema, y he expresado lo que tenía que expresar. Sólo quiero terminar diciendo que, como empresa, ganarás mucho dinero, y la jugada es buena desde un punto de vista comercial sin duda. Pero estás dejando en la cuneta a muchos miles de aficionados, y a cientos de empresas de software y hardware que vivían alrededor de Flight Simulator.  Sólo espero que recapacites, y que, de algún modo, hagas o consigas que Flight Simulator siga adelante, bien cediendo los derechos a otra empresa, o con cualquier otra acción que permita que podamos seguir teniendo Flight Simulator muchos años. En tu mano está no dejar tirados a miles y miles de usuarios. En todo caso, lo más importante es que has demostrado tu nulo interés por un producto estrella, mítico y que era tu bandera, como tantas veces declaraste. Has entrado en una guerra de consolas, y en las guerras la razón es lo primero que se pierde. Te deseo mucha suerte, pero no esperes que me sorprenda si tu falta de tacto hacia los miles de aficionados de Flight Simulator no se torna en ira y rabia por haberles dejado en la cuneta. Puede que no te importe, pero ese es el detalle más importante; antes sí te importaba, cuando eras algo más que una máquina de hacer dinero. Ahora sólo te importa trasladar tu mensaje a los usuarios de tu consola, ahora son ellos el objetivo de tus campañas de marketing hablando de las bondades de tu forma de entender el software de entretenimiento. Hasta que salga algo mejor claro. Conmigo, por supuesto, no cuentes. Me despido ya. Y, como se decía en el antiguo Imperio Romano: larga y próspera vida, y sensatez para vivirla. Aunque confundas sensatez con mercado. Nosotros, los aficionados, no lo hacemos. Un afectuoso saludo, Darkness. Piloto virtual.


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