Quo Vadis, Papi Oleg?

Recapitulemos: a finales de 2000 aparece IL-2 Sturmovik, un simulador que barre a Combat Flight Simulator de las tiendas, y se convierte en el referente de la segunda guerra mundial. Más adelante comienzan a aparecer expansiones, como Forgotten Battles o Pacific Fighters, además de una miriada de parches. Finalmente, en 2006 aparece IL-2 Sturmovik: 1946, que contiene todo el material anterior y nuevos aviones y escenarios. Y se comienza a hablar de Storm of War: Battle of Britain.

Cuatro años después, Storm of War sigue sin tener fecha de salida. Y un hilo en el foro oficial con imágenes está creando un encendido debate, con baneos y discusiones, por el poco material ofrecido, siempre imágenes fijas, sin más información de a qué nivel está el producto. Y, aunque Oleg va diciendo cosas, siempre el tiempo se encarga de desmentirlas. Un ejemplo bastante claro es leer las diversas entrevistas repartidas entre SimHQ y otras webs, cuyas traducciones y resúmenes tenemos en este portal. Y un dato concreto consiste en leer cómo el año pasado Oleg se reafirmó en que Storm Of War, que al fin y al cabo reproduce la Batalla de Inglaterra, estaría disponible para el 70 aniversario de esta batalla, que se suele celebrar el 15 de septiembre. No vamos a hacer una broma diciendo si será posible que esté para el 75 aniversario. Y no lo haremos porque, a pesar de todos estos problemas, seguimos creyendo en Oleg. Sabemos que es un hombre serio, que es amante de la perfección, y que no quiere sacar un producto a medio hacer. Pero está claro que, quizás, ha sido excesivamente ambicioso. Las especificaciones de lo que va a llevar el simulador son enormes. No sólo se trata de volar. Se trata de crear un entorno realista de combate con elementos aéreos, navales, y terrestres con unos gráficos sorprendentes, física muy realista, y meteorología real 3D con varias capas, viento, cizalladura, tormentas, etc. Mientras tanto, algunos ven lejana la salida del simulador. Otros creen que merece la pena seguir esperando. Y otros se encuentran entre alguna de los dos posturas, sin saber muy bien a qué atenerse. Lo que está claro es que IL-2 1946 sigue mejorando mediante mods y actualizaciones, y ello nos lleva a una paradoja que suele darse en este mundillo del software: la peor competencia de Storm of War es IL-2. Es curioso, pero no lo es tanto si reflexionamos: en el momento en el que salga Storm of War, todo el mundo va a compararlo inmediatamente con IL-2, un producto asentado y que rueda fino gracias a los años de mejoras. Pero Storm of War, recién salido de la caja, tiene que ser mejor de forma clara. Sino, la gente lo dejará de lado y seguirá con su viejo, estable, y seguro IL-2. Si Storm of War no da un golpe en la mesa desde el principio, y marca diferencias claras con IL-2, muchos preferirán seguir con su conocido y parcheado simulador. Al fin y al cabo, ya lo tienen controlado y dominado. Si, además, Storm of War requiere una máquina muy potente, el mercado se reducirá drásticamente.Todo esto lo sabe bien Oleg. De alguna manera, es una víctima de sus promesas. Él ha querido traernos el mejor simulador de la historia, el más ambicioso, el más grande. Y en el camino, se ha encontrado que hacer realidad todas sus promesas, y además mejorarlas con respecto al viejo IL-2, se ha convertido en una tarea gigantesca. Esperamos la salida de Battle of Britain, pero es evidente que, tras esta espera, los aficionados van a querer un producto redondo, sofisticado, y que les aporte realmente mejoras claras con respecto a IL-2. El reto es enorme. Veremos si Oleg puede con ello. Sino, viviremos situaciones como las ocurridas con otros productos de software, que son crucificados por una comparación que, quizás no sea demasiado justa a veces, pero que, en todo caso, no satisface las expectativas. Y las expectativas son muy altas. Quizás, demasiado altas.

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