más que despiste es empanada mental de cuidado.
Recuerdo que hace años ocurrió algo de la misma índole en Cuatro Vientos. En una mañana fría de invierno, con el prearranque hecho, una Archer creo que era, no arrancaba. El mayestático piloto no tuvo otra ocurrencia que bajarse, y con el master encendido, los magnetos metidos y los gases abiertos, le metió un empujón a la hélice a brazo partido. Ocurrió lo que os podéis imaginar, el avión salió echando chispas yéndose a estampar sobre otros que estaban aparcados por allí cerca. Suerte que no hubo desgracias personales.
Debtodas formas mejor no hablar mucho, el que esté libre de empanadas que tire la primera piedra.