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Carta abierta al Presidente de la Real Federación Aeronáutica Española (RFAE)


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El motivo de esta carta abierta es solicitarle, no, mejor, rogarle encarecidamente, que cambie usted de actitud. Me refiero, sabrá usted, a la hostilidad evidente con la que está tratando a los pilotos de vuelo acrobático de nuestro país. Estas personas, lo sabe usted mucho mejor que yo, sacrifican gran parte de su vida, a nivel personal, económico y profesional, por darlo todo para estar en lo más alto de este bellísimo deporte que es la acrobacia aérea. No lo tienen fácil; deben superar mil y un obstáculos como todos los pilotos de todos los países, pero, viviendo en España, se encuentran con enormes dificultades añadidas de todo tipo: legal, económica, jurídica, e incluso de soporte. La imagen de este deporte como algo elitista, que lo es, no debe hacernos olvidar que, a diferencia de otros deportes, no dispone prácticamente de soporte alguno. No son jugadores de fútbol con fichas millonarias, ni pilotos de Fórmula 1 con el soporte de bancos internacionales. Son pilotos que vuelan porque es su vida y su pasión, y que, si racionalizasen su esfuerzo versus sus resultados, dejarían esta práctica para dedicarse a algo con más futuro profesional. Pero la pasión por el vuelo es algo que rompe cualquier barrera, racional o no, y les lleva a subirse a sus cabinas, a conseguir ese logro no alcanzado antes, incluso arriesgando sus vidas, como recientemente hemos tenido que ver y sufrir con la muerte de un estimado piloto.Ellos no esperan mucho de las instituciones y empresas. Están acostumbrados a luchar contra viento y marea. Soportan la indiferencia de aquellos que deberían darles soporte y apoyo como soportan las Gs cuando vuelan. Pero, a diferencia de las Gs, que siguen unos principios y unas reglas, las instituciones españolas son erráticas, decadentes, incoherentes, y sin un rumbo fijo. Es como si el compás de estas entidades se hubiera destrozado hace años, y nadie se atreviese a repararlo o cambiarlo. Y, sin rumbo, no hay destino ni objetivos.Usted, como máximo responsable de la RFAE, es sin duda un ejemplo perfecto de esta actitud. Con su carta de antes del verano acusando de una serie de incongruencias a los pilotos, parece demostrar que no merece el cargo que tiene, cuya finalidad primera es la defender, escuchar, atender, y recibir, a los pilotos que pertenenecen a su Federación. Con su negativa reciente a que los pilotos participen en competiciones internacionales de forma oficial, no sólo menoscaba la labor de estos pilotos y su continuo esfuerzo por dejar la aeronáutica española en lo más alto; menosprecia usted a todos los amantes de la aviación de España, incluyéndome a mí, que, como aficionado, asisto con asombro, como otros miles de aficionados, a su nefasta actuación al frente de una entidad que debería salvaguardar los derechos y el futuro de los pilotos, y no denigrarlos y enterrarlos en el exilio. Porque eso es lo que ha hecho usted con ellos: obligarlos a exiliarse y a participar como si fuesen mercenarios del aire, sin poder tomar el puesto que les corresponde a sus actuaciones como pilotos dentro y fuera de España.No me malinterprete. Sé que puedo sonar un poco exagerado. Pero no lo soy tanto como lo está siendo usted con sus pilotos. Repito: sus pilotos. Son su gente, son el equipo que usted dirige como Presidente de la Federación. Y usted los ha abandonado a su suerte. Sólo es necesario leer sus últimos documentos en relación a este tema para demostrar que, sin duda, usted ha perdido el norte en este asunto. Las razones de su actitud las desconozco, y las desconoce todo el mundo. Usted sabrá por qué lo hace, aunque ni siquiera responda a otras Federaciones de otros países y a sus preguntas de por qué está tratando así a su propia gente. Es probable que no tenga usted una respuesta adecuada, o que su incompetencia no le permita ir más allá de argumentos personales sin ningún sentido ni peso.Yo, desde este modesto portal de aficionados a la aviación, le ruego que recapacite. No solamente por los pilotos, que son naturalmente los primeros afectados. También por todos los miles y miles de aficionados que asistimos asombrados a su comportamiento incoherente e irracional. Porque su actitud es irracional, y por ese motivo, le animo a que recapacite y reflexione.No deje usted a estos pilotos de lado. Ellos nos representan a todos. Incluso a usted. Cuando vuelan, todos volamos con ellos. Cuando triunfan, todos nos sentimos triunfadores. Y, cuando son menospreciados, todos los aficionados, yo también, nos sentimos menospreciados. Dirige usted una institución que debe velar por los derechos de los pilotos. Haga honor a su puesto como Presidente y al sentir general de todos, y recapacite. O, sino, explique sus motivos. Pero no siga en esta actitud, porque no conduce a nada. Y ya no se trata de que se le tenga en muy baja estima, que eso es secundario; lo peor es que está usted dañando de forma sistemática el prestigio de la aeronáutica española y de la acrobacia aérea de este país. Eso es algo que no debería usted consentir. Cambie su actitud, y todos, empezando por los propios pilotos, y acabando por todos los aficionados, se lo agradeceremos.Aprovecho la presente para enviarle un cordial Saludo.Fdo: Iñaki C. Aficionado a la Aeronáutica.


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