Jump to content

Biorritmos y neurosis en las Alas de los Escuadrones (virtuales)


Guest

Desde el surgimiento de las primeras actividades online suele haber en general bastante ilusión y entrega. Luego, con el tiempo, y con la monotonía, pueden empezar algunas discusiones, malos entendidos, y una pérdida de interés. No pasa nada, es normal, y si bien no puede evitarse, sí pueden buscarse medios para no caer en el tedio. Al fin y al cabo, los seres humanos somos seres sociales, y la base de la conducta social es la diferencia de criterios y el poder desarrollar actividades conjuntas cuando hay diferentes puntos de vista. También es cierto que una actividad reiterada en el tiempo llega a perder su frescura y emoción.Al fin y al cabo, en cualquier actividad humana social, como pueda ser la actividad de un escuadrón virtual, se dan muchos de los componentes comunes a cualquier relación de grupo en los que se comparte amistad y tiempo, de forma bastante intensa en muchas ocasiones. Básicamente, este texto pretende documentar algunos de los variados problemas que se dan normalmente en un escuadrón de vuelo y, en general, en la realización de actividades online de simulación, y pretende buscar algunas soluciones. Y, como ocurre siempre, esas soluciones son las que dictan la experiencia personal y subjetiva. Lejos de un sesudo tratado de cómo actuar en cada caso, la idea es desarrollar algunos conceptos básicos que pueden ser útiles en ciertas ocasiones para todos. Sin embargo, no existe una única solución a un problema concreto, y en última instancia, es el estilo de gestión de cada grupo el que dicta la mejor forma de resolver problemas y conflictos, sean del tipo que sean. Aquí nos limitamos a presentar alguna de las muchas soluciones posibles a situaciones más o menos comunes, y el amable lector podrá estar muy o totalmente en desacuerdo. Y tendrá razón, porque probablemente existen sobre estos asuntos casi tantos puntos de vista como seres humanos que actúan ante las situaciones aquí descritas.Este texto no pretende demostrar nada ni enseñar ningún principio fundamental a nadie. Sólo es una guía orientativa que puede aportar alguna idea positiva para la búsqueda de soluciones. El lector puede tener en cuenta dichas ideas o aplicar las suyas propias; en cualquier caso, el modo y manera de gestionar un grupo es algo extremadamente complejo que no pretendemos abordar aquí, entre otras cosas por falta de espacio y de conomientos. Léase simplemente como unos consejos personales que quizás orienten en alguna ocasión al lector interesado en este tema. 

E.CazaSer pájaro de presa es bueno;pero a veces son necesarias otras cualidades 

Doctor, no sé qué me pasa, ya no me excito como antes (con los simuladores).Cuando un joven, o no tan joven, piloto se decide a entrar en un Ala de Combate Virtual o en la cabina de un poderoso vehículo para quemar rueda virtual, dentro de un grupo de personas que usan un simulador online en diferentes misiones y carreras, la ilusión es muy grande. También el deseo de participar en las distintas actividades. No hablamos, por supuesto, del que sólo merodea unos días y desaparece, algo por otro lado totalmente normal. Hablamos de aquel que, entusiasmado por el mundo de la simulación, comienza a aprender y a volar o a conducir durante decenas, incluso cientos, de horas con otras personas alrededor de las actividades que promueven los responsables del Ala Virtual.Con el paso del tiempo, esta excitación y entusiasmo van desapareciendo. Al fin y al cabo, ocurre con cualquier actividad, y esta no iba a ser menos. Las endorfinas, las llamadas hormonas del placer que se generan ante una actividad estimulante, van decreciendo conforme esa actividad se hace repetitiva, hasta que la actividad ya no genera placer. Entonces se sube la “dosis”, pero, llegado un punto, la actividad ha dejado de emocionar. Es la química del cerebro, y aunque como siempre, generalizar es malo; pero sin duda ocurre con muchas actividades humanas que, al principio, son estimulantes, para luego dejar progresivamente de serlo. 

HarrierLas visitas a eventos aeronáuticos permiten conocerse y establecer lazos más personales

 No hablamos de pérdida de interés en la materia, sino pérdida de interés en la actividad concreta; son dos aspectos distintos del mismo tema que no deben confundirse.Por otro lado, el desarrollo, comportamiento y relaciones del grupo humano que interviene en la actividad tiene mucho que ver con el grado de implicación de cada individuo. Un escuadrón que actúa como una unidad pero es a la vez flexible y con ganas de progresar será como un organismo vivo que evoluciona, mientras que un escuadrón estático podría acabar desapareciendo o quedando limitado en su desarrollo. Biorritmos personales, biorritmos de grupo.Cualquier grupo de personas unidas en torno a una actividad desarrollan una banda de interés creciente-decreciente en torno a dicha actividad, lo que se conoce popularmente como “biorritmos”. Lejos de esos absurdos programas de cálculo de biorritmos basados en fechas o en posiciones planetarias, tanto el grupo como un todo, como el individuo por sí mismo, dispone de una oscilación de intereses en torno a su actividad. Esta oscilación es casi siempre directamente proporcional a la intensidad de la actividad y a la participación en la misma.Vamos a centrarnos en lo que comúnmente se conoce como “Ala”, siendo éste un grupo de personas que emplean un simulador concreto dentro de un escuadrón. Sin embargo algunos grupos reciben en sí el nombre de “Alas”. También tenemos grupos de competición automovilístico o de tipo naval, o de tipo ferroviario, etc. Aquí vamos a hablar de “Ala” en la acepción comentada al principio de este párrafo, pero naturalmente es extrapolable a cualquier grupo alrededor de un simulador.Hemos también de tener en cuenta que el hecho de que haya un simulador en torno al cual gira la actividad tiene sus consecuencias, a diferencia de otros grupos que desarrollan su actividad sobre otros elementos más versátiles. El hecho del simulador y del escenario virtual conllevan matices propios de estos grupos que vamos a comentar. 

CP2007Campus Party es un gran instrumento para compartir ideas entre escuadrones y dar a conocer la simulación. En la imagen, Xifu concentrado durante un vuelo

Como no vamos a extendernos en aspectos del comportamiento psicológico y sociológico relacionados con la actividad de un grupo, de los que hay estudios muy sesudos y sofisticados que puede leer el amable lector, vamos a intentar acercarnos a aspectos concretos que pueden ser útiles para comprender lo que ocurre dentro de un Ala. Son diez aspectos a destacar, y su posible solución.

Diez aspectos de las Alas de Vuelo Virtual y actividades de simulación en general.

1.- Exceso o falta de entusiasmo del personal. Podríamos comenzar diciendo que habría que huir de un exceso de entusiasmo. Esto es difícil en algunas personas cuando comienzan. Exceso de entusiasmo significa exceso de expectativas, y por lo tanto, muchas probabilidades de sentirse decepcionado cuando comienza la actividad. Es mejor no esperar encontrarse en medio de la guerra del golfo o en la batalla de Midway, porque es muy probable que la intensidad no sea la misma, por mucho que los diseñadores de misiones o de una campaña virtual hayan hecho un magnífico trabajo. Además, y esto es importante, los primeros vuelos de un piloto novato suelen estar plagados de accidentes y muchos derribos (a su avión por supuesto), lo cual puede dar la falsa sensación de que se es un inútil y lo mejor va a ser dedicarse al Monopoly o al parchís. Ni mucho menos. Si hay dificultades, eso forma parte del reto. Si hay lagunas de conocimiento, lo mejor es dirigirse a la Academia de Vuelo virtual y practicar con el simulador en offline. Todo ello, más la ayuda de los compañeros, leer los manuales, e ir poco a poco y paso a paso, son la mejor receta.La falta de entusiasmo no es tan mala, porque, a las dificultades del párrafo anterior, se une el encontrar a una persona poco motivada. Normalmente una persona poco motivada saldrá huyendo al ver el nivel de dificultad inicial para aprender a volar, con lo cual enseguida desaparecerá de los vuelos. En ocasiones estas personas culpan al grupo de su fracaso, algo que comprueban es un error cuando van a otro grupo virtual y continúan sus fracasos. Muchas veces este tipo de personas simplemente desaparecen y no se vuelve a saber de ellos. Simplemente esta actividad no era su opción, y están en su perfecto derecho. Lo importante es reconocerlo pronto para no perder el tiempo y hacérselo perder a los demás. De todas formas, son pocos los casos que se dan de este tipo. O bien no llegan a volar en vuelos online, o si vuelan lo hacen durante bastante tiempo. A algunos les sucede simplemente que, por timidez o bien por el dogma “yo es que soy muy malo” tardan mucho tiempo en dar el salto, y algunos nunca llegan a hacerlo.2.- Exceso o falta de planificación.Este es un problema que podría aplicarse a los jefes de ala y en menor medida a los instructores. Pero queremos hacerlo extensivo a cualquier actividad en el ala. Supongamos que cualquier piloto decide organizar una actividad. Es muy normal que al principio desee demostrar al resto de compañeros que es un gran estratega, y organice misiones altamente complejas. El autor de estas líneas ha visto, por ejemplo, mapas de un editor de misiones plagado de objetos en una misión diseñada con mucho entusiasmo. Tantos objetos que era imposible mover medianamente aquella misión por parte de cualquier ordenador que no tuviese una potencia muy alta. Es normal, pero debe diseñarse la misión de forma que sea lógica y accesible. No sirve de nada despegar con un par de aviones de ataque con un par de escoltas para enfrentarse a la Sexta Flota de la USA y veinte SAMs y AAA por kilómetro cuadrado en la zona de combate. Tampoco merece la pena (necesariamente y en cada ocasión) escribir una novela de 30 páginas para cada misión que se vaya a volar.La falta de planificación es incluso peor. Una misión mal diseñada, o un vuelo mal gestionado, conllevan que el personal piloto se duerma durante la misión, comiencen los chistes malos por el canal de comunicación radio, por no hablar de que nadie sabe a dónde a de ir, con quién, y por qué. Estas misiones suelen acabar con cada cual haciendo su propia misión personal en la que nadie sabe nada y el jefe de ala, mientras tanto, da las órdenes de planificación que tendría que haber preparado en el briefing. Obviamente, ante tres o cuatro misiones así, cada cual busca nuevos mundos y nuevas metas.Decir todo esto es mucho más fácil que hacerlo, somos conscientes de ello. Entran en juego muchas variables y elementos que además son distintos para cada grupo de vuelo. Lo que para un grupo funciona, es posible que sea prácticamente inútil en otro grupo. El jefe de Ala tiene que conseguir desarrollar misiones que entretengan, con información completa pero no exagerada, y con una dificultad alta pero ajustada. Sin duda, es todo un reto.3.- Cualquier misión pasada fue mejor.Este es un fenómeno recurrente a cualquier persona y grupo también. En general, se tiende a aplicar un halo de entusiasmo y de admiración a pasadas misiones, especialmente tras un tiempo. Obviamente, ha habido misiones estupendas, algunas muy buenas, incluso campañas inolvidables. Esto pone el “listón” muy alto para las nuevas expectativas. Las nuevas misiones parecen ser pólvora mojada en comparación a aquellas misiones pasadas.Aunque es cierto que puede haber misiones y campañas fantásticas, estas pertenecen al pasado. Darle mil vueltas a lo bien que estuvo aquel periodo es inútil. Es mucho mejor concentrar las fuerzas en el presente y en el futuro. Además, es probable que haya misiones irrepetibles, porque las circunstancias que se dieron en aquel momento no volverán a darse nunca más. Se dan otras circunstancias, o, como suele decirse, “los tiempos cambian”. Quizás no se pueda repetir una misión como aquella que tanto se añora, pero sí podrán organizarse otras con otros alicientes. Si el grupo no es capaz de conseguirlo, el grupo debería plantearse cambiar su estrategia frente al pasado y sus logros de antaño. Nadie puede ni debe vivir de recuerdos.4.- Síndrome de las caras nuevas.En relación al punto anterior, y como elemento que muchas veces influye en la evolución de un Ala, se suele encontrar el “síndrome de las caras nuevas”. Básicamente este síndrome consiste en el hecho de que nuevas personas se incorporan al grupo sólidamente consolidado. Los militares saben mucho de esto. Un equipo de combate bien compenetrado vale su peso en oro. Son capaces de superar muchas dificultades que otros no podrían llevar a cabo. Han pasado mucho juntos y se conocen como uña y carne.Y he aquí que, pasado un tiempo, aparecen unos novatos con ideas nuevas y formas distintas de ver y hacer las cosas. Algo que aparece casi como un pecado o una infamia, o las dos. Permitir la entrada de nuevas ideas y formas de ver y hacer las cosas no sólo es importante, sino es vital. Sin que se rompa el estilo, si una unidad de combate fuese muy conservadora en su forma de mando y en la forma de trabajar, tendrían en sus manuales técnicas y tácticas de las falanges macedonias de la época de Alejandro Magno. Ciertamente, fueron un gran invento en su día, pero los tiempos cambian. Nuevas personas dispersan al grupo, es cierto, pero también le permiten evolucionar. Nuevas mentes son nuevas ideas, y nuevas ideas permiten que no se consoliden modelos que luego pueden quedar obsoletos y hacerse aburridos. El inmovilismo en las Alas es un fenómeno común, y a las nuevas caras se las somete a un tratamiento para que se adapten perfectamente a un estilo que muchas veces podría ser caduco y pasado, casi sectario. Sólo evoluciona lo que cambia, y sólo lo que no evoluciona tiene todos los números para desaparecer. Las caras nuevas son savia para el Ala, deben tener su oportunidad de intervenir en el grupo tanto como el grupo debe intervenir en la nueva cara. 

E-69Camisetas, parches, emblemas... Todo vale para hacer grupo

5.- Síndrome del jefe quemado.Cualquier persona ante una responsabilidad constante y la presión necesaria por parte de sus subordinados, dado un tiempo determinado, acabará siempre quemado. No importa cuánto entusiasmo tenga, no importa si sus cualidades son estupendas y su concentración es enorme. Al final, tirará la toalla. Esto es humano, simplemente nadie puede estar de forma indefinida en un Ala gestionando actividades constantemente. Para evitarlo, un jefe de Ala debe buscar soluciones, algunas de ellas son: incluir un segundo jefe de ala, una mano derecha podríamos decir, que se ocupe de desarrollar parte del trabajo de las actividades del grupo. O bien, trasladar parte o toda la tarea durante una temporada a pilotos expertos, normalmente instructores. O una combinación de ambas. Un buen jefe de ala puede estar muchos años como tal sin ninguna duda, pero siempre que disponga de periódicos descansos, incluso de que deje de volar y planificar y vuele como un simple piloto, o incluso estando sin volar una temporada. Luego volverá con nuevos ánimos, y además otras personas habrán aprendido “el oficio”, algo que se torna imprescindible con los años. De nuevo la “nueva savia” de la que hablábamos antes, en este caso con sus responsabilidades. Además esto provocará más variedad y estilos a la hora de planificar misiones. No es mejor el jefe de ala que más misiones organiza, sino el que planifica las actividades del Ala de tal forma que siempre haya personal dispuesto a colaborar y a organizar actividades y que anime a los demás a realizarlas.6.- Síndrome del piloto quemado.Del mismo modo que en el punto anterior, el piloto en general, sea cual sea su nivel, puede acabar, al cabo de cierto tiempo volando, bastante o totalmente quemado. Puede que ya no se entusiasme como antes, o puede que su familia empiece a hablar de él de forma preocupante cuando no está presente, o ambas. En cualquier caso, esto es un hobby, el descanso es necesario para retomar luego los vuelos. Por otro lado, algunos pilotos pueden quemarse porque no creen que se les tenga en cuenta, a pesar de colaborar activamente en el ala y de intentar demostrar sus capacidades para realizar actividades más elaboradas. Es misión de los veteranos, de los instructores, y especialmente del jefe de ala, detectar a las personas con entusiasmo que, aunque quizás no tengan mucha experiencia, desean hacer más y tener nuevas responsabilidades. A estas personas debe dárseles una atención que les permita desarrollarse poco a poco y no se sientan apartadas por su entusiasmo y ganas de ir más allá del vuelo estándar, ya que pueden ser futuros instructores y jefes de ala con gran dedicación.En general, un piloto quemado se recupera con descanso. Son bastante frecuentes los casos de pilotos que salen despavoridos tras una serie intensa de vuelos que los dejan exhaustos, para luego volver con más ganas incluso. A veces, problemas familiares y/o profesionales se suman a esa sensación de abandono. Para evitar quemarse, es mejor dosificarse cuando aparecen los primeros síntomas de agotamiento y stress. Téngase en cuenta, y no es ninguna broma, que la tensión de un piloto virtual en un vuelo, aunque no sea igual a la de un piloto real por supuesto, sí tiene muchos aspectos comunes. El rol del piloto y su misión en el vuelo virtual pueden llegar a asemejarse en varios aspectos, tanto psicológicos como fisiológicos, con vuelos reales. Cosas tan sencillas como una buena silla, una postura cómoda, y una familia comprensiva ayudan mucho a desarrollar vuelos  agradables y muy perdurables en el tiempo. Obviamente no debe descuidarse la atención propia de los asuntos personales, un tema del que ya hemos hablado y que es muy importante a tener en cuenta porque puede causar perjuicios a veces importantes. 

LavadoraLos comentarios y chistes sobre las parejas y lo que tienen que aguantardejan claro la pasión de muchos por la simulación

 7.- Abandonos definitivos de personal clave.Aquí hay que ser muy claros: de vez en cuando, se va de un grupo, en este caso un Ala Virtual, alguien que es clave. Imprescindible por cuanto ha sido la base del Ala durante mucho tiempo, y ha formado la forma de ser, la filosofía, y el estilo de los pilotos, las misiones, y las actividades. Pues bien, como siempre se ha demostrado en la historia, nadie, absolutamente nadie, es imprescindible. Cuando una persona clave se va, es su misión pasar el testigo de la responsabilidad y la gestión a otras personas del grupo en las que confía. Si esa persona clave es un compañero muy querido, aunque no tuviera una responsabilidad directa, dejará sin duda un vacío importante. Pero nadie es más importante que el grupo, ni más importante que las actividades y las relaciones del grupo.En ocasiones, la salida de una persona que se considera clave suele arrastrar a otros a su alrededor. Esas personas han establecido un vínculo demasiado fuerte con esa persona y la han colocado por encima del grupo. Un Ala no es una persona, ni siquiera un grupo de personas. Un ala es el grupo completo, sin excepción. Todos valen, aunque algunos sean personas con un gran peso y que han implantado su estilo y su forma de hacer a los demás. Otra cuestión es la preferencia personal de cada cual, totalmente lógica. Si se va una persona clave, es responsabilidad de quienes se quedan el mantener el grupo, y por supuesto, de aplicar un nuevo estilo. Porque muchas veces se intenta seguir con el estilo del que se fue, y eso provoca muchos problemas. Se debe buscar una nueva forma de hacer las cosas, que parta de aquellos que han tomado las riendas. Y se ha de pasar página, porque sino, el grupo puede peligrar en su estructura. A veces, la marcha de una persona provoca que otros le sigan. Quienes se van con una persona clave saben por qué lo hacen y están en su derecho; muchas veces se conoce ese fenómeno como escisión. Si esa escisión es amistosa, probablemente el nuevo grupo pueda seguir adelante. Si es por disparidad de criterios con una parte del grupo, ambas partes funcionarán mejor por separado, no pasa nada. Pero si es por rencor, o incluso para intentar demostrar algo, entonces se está preparando una tormenta. El rencor no es buena consejera para organizar un nuevo grupo, y es algo que lamentablemente suele suceder de vez en cuando. Otra cosa es marcharse porque se tienen otras ideas y deseos de hacer las cosas de otra manera (el Escuadrón 69 nació de una situación así; un deseo de hacer las cosas de otra manera). En cualquier caso, nadie tiene una varita mágica para el éxito, y es misión de todos colaborar para que el Ala funcione adecuadamente. La marcha de una persona será siempre triste y frustrante, pero es ley de vida, y hay que seguir adelante. 

NazgulNuestro compañero Nazgul siendo entrevistado por TVE durante la Red Bull;Es de esos compañeros cuya presencia conforman el estilo de un escuadrón

8.- Relaciones con otras Alas del escuadrón.

Cuando un Ala evoluciona, toma para sí un estilo propio, una forma personal de hacer las cosas. Eso es bueno. Es importante que cada Ala tenga su forma de pensar y de gestionar sus vuelos, actividades, etc. Pero en ocasiones el trabajo se duplica, y esto se da en muchas ocasiones. Por ejemplo, el roster es un tablón de pilotos en los que se suele incluir el nick, horas de vuelo, medallas, derribos, etc. Es muy común que cada Ala mantenga su propio roster, cuando, en realidad, sería mucho más útil que existiese un roster base para todas las alas. No queremos decir que todas las Alas deban usar el mismo roster, por supuesto. Lo que queremos decir es que se puede partir de una base común ya existente, para luego adaptar ese roster a cada Ala. Otro ejemplo sería la documentación. Dos Alas que vuelan reactores probablemente tengan documentación sobre técnicas de uso de misiles, de maniobras de combate aéreo, de técnicas de ataque con bombas guiadas por laser, etc etc. Mucha de esa documentación podría ser usada por ambas alas, ya que la mayor parte de la misma hablará de los mismos problemas, se vuele con un reactor o con otro. Ejemplos generales de técnicas de navegación, de despegue, de aterrizaje, de formación, etc, también pueden compartirse. Ciertas técnicas de vuelo y de combate se pueden compartir por Alas que vuelan reactores y molinillos. Sólo es necesario especificar diferencias en cada caso para los aviones concretos y sus propios sistemas de vuelo, una vez vistos los aspectos generales que todo piloto ha de conocer. En todo caso, es interesante establecer una base de documentos genéricos y comunes que puedan ser aprovechados y adaptados luego a diferentes alas. 

AvionetaA veces un comentario simple genera una nuevaterminología jocosa durante meses o años

9.- Relaciones con el Escuadrón.

También relacionado con el punto anterior, las Alas son, y forman parte, de un Escuadrón. Dicho de un modo más general, cada sección de una web forma parte de la web. Es importante recalcar que ambos elementos, Ala y Escuadrón, son elementos fundamentales para el desarrollo de un grupo de simulación. En ocasiones, un Escuadrón puede estar formado por una sola Ala. En este caso, ambos elementos son el mismo. Cuando no es así, las Alas forman cada una de ellas un subconjunto del total de la web. Es muy importante que exista una información fluida entre los responsables de las Alas y los responsables del Escuadrón. Es tan importante como difícil en muchas ocasiones, sin duda. Cuando un Ala funciona bien, los jefes del Escuadrón pueden tender a olvidar el Ala. De la misma forma, cuando un Ala se desarrolla correctamente, sus responsables pueden dejar de lado el Escuadrón. No es algo consciente ni se hace a propósito, pero con el tiempo se crea una distancia. Puede llegar un momento en que ambas partes comiencen a tomar decisiones independientes, y a trabajar en sentidos contrarios.De hecho, es relativamente frecuente que, con el paso del tiempo, un Ala se escinda de un escuadrón y se convierta en una unidad independiente. Esto conecta con lo que hablábamos en el punto 7. Esto no es raro, ni es malo, todo lo contrario. Muchos grupos de simulación actuales son resultado de escisiones. Pero, por supuesto, si la escisión se ha producido por una falta de comunicación y de criterios, muchas veces hay que buscar este problema en los canales establecidos, poco usados y menos puestos a punto. Una reunión periódica es muy importante. Puede ser cada tres meses, simplemente, para poner al día ideas, criterios, y objetivos. Si ocurre cualquier evento importante, sea algo que afecte al Escuadrón o en un Ala, es importante comunicar al resto dicho evento. Si no se da una comunicación correcta, se pueden comenzar a producir islas que acaben abandonando el barco. En general, todos pierden con esta situación, aunque insistimos: también es muy bueno que, en un ambiente de buena comunicación, algunos decidan crear nuevas webs de simulación. Es importante porque ayuda a crear nuevas formas de hacer y actuar. Pero, siempre, debería evitarse que la falta de comunicación sea la causa. 

SpotterNo lo mencionamos directamente, pero elTerritorio Spotter tiene mucho de social también en el E-69

10. Niveles o categorías en el Ala.

Cuando se reúnen un grupo de novatos en una web de simulación, no existe disparidad de criterios: nadie sabe nada, y todo el mundo tiene la misma idea de aviación, o de cualquier otro tipo de simulación. Pero esta situación ideal de desconocimiento general y perfecto está lejos de ser habitual. Es mucho más normal que una web sea creada por una o más personas con conocimientos específicos de aquello que están creando. Durante los primeros tiempos de un escuadrón, incluso así se establecen vuelos y actividades básicas. Pero por supuesto estas actividades básicas terminan cansando a algunos de los pilotos, lo que conlleva actividades más elaboradas. Entonces se produce una situación muy específica: ¿quién va a participar en dichas actividades? El problema es que una actividad compleja conlleva la necesidad de conocimientos complejos. Y esos conocimientos requieren disciplina, estudio, y mucha práctica. Cuando personal de muy distintos niveles participan en una actividad compleja, el resultado suele ser caótico. Pensémoslo. Imaginemos a un catedrático de física examinando a un grupo de personas sobre mecánica cuántica avanzada. Por mucho que algunos lo intenten, quienes tienen un nivel básico en física no podrán sencillamente seguir el ejercicio, ni siquiera muchas veces comprenderlo. Del mismo modo, si un ejercicio dispone de un lenguaje elaborado aeronáutico, una trama compleja, y la necesidad de actividades aire-aire y aire-tierra complejas, pocas personas van a poder estar a la altura de las circunstancias si antes no han aprendido a conocer todos los elementos clave para dicha actividad.Para evitar estos problemas, muchas Alas establecen una estructura por niveles. Estos niveles no quitan ni dan derechos y deberes a los pilotos, pero sí les habilitan para volar en actividades que requieren una preparación. En general, los Jefes de Ala suelen establecer varios niveles con nombres diversos, aunque suele usarse, en ocasiones, la terminología americana de CRx, donde x es un número, y CR un acrónimo que atiende a “Combat Ready”. Así, una persona con nivel CR1 tendría en general una habilitación básica general para el vuelo. CR2 y posteriores tendrían exigencias mayores, e incluso un nivel podría tener subniveles, a criterio del Jefe del Ala. Lo importante aquí es que esos niveles estén bien diseñados y estructurados, y que quienes impartan los conocimientos a los pilotos, es decir, los instructores, trabajen dando todos la misma información y sean igualitarios en la medida de lo posible.Podríamos preguntarnos si este asunto de los niveles es importante. Sí lo es, especialmente por dos razones: 1- permite que accedan a actividades complejas quienes se han formado correctamente en los requerimientos de la actividad. 2- Es un aliciente para un piloto ambicioso y con ganas de aprender el ir superando los niveles, hasta convertirse en un piloto experto en la materia. Puede que no sea un excelente piloto. Eso no importa. Pocas veces encontraremos excelentes pilotos. Lo importante es actuar en cada momento en el vuelo de forma coordinada con el resto, realizando las actividades que tenemos asignadas, y comprendiendo el lenguaje e instrucciones del briefing y de la misión en curso. No se deben buscar genios, sino personas que se tomen en serio el estudio y obtener el nivel, y luego llevarlo a cabo de forma eficiente.Dándole la vuelta, podríamos preguntarnos si es necesario, incluso obligatorio, que todo el piloto que entra en un Ala deba pasar estos niveles. Creemos que no. Debería de haber actividades para todos los niveles, incluidas las básicas que permitan a nuevos pilotos poder volar, o, simplemente, a pilotos que no desean realizar exámenes y les parece bien volar de forma relajada en misiones sencillas. Esto no es malo, ni quiere decir que esos pilotos deban ser denostados. Antes al contrario, la libertad de poder elegir es lo que hace que un Ala pueda ser atractiva para todos, tanto quienes quieren volar por volar sin complejidades, como aquellos que gustan de elaborar hasta el más mínimo detalle en cada vuelo. Todas las opciones son buenas, lo malo es mezclarlas de forma desordenada. 

AVE-69La Academia es y debe ser un soporte a las Alas

Debriefing: Escuadrones Virtuales, más complejo de lo que parece.

Finalmente, y a modo personal, me encantaría relatar anécdotas que este humilde gestor ha encontrado en los años de actividad de este escuadrón. Pero para ello necesitaríamos incluir un disco duro nuevo en el servidor. Las anécdotas son constantes, casi diarias. Muchas de ellas son curiosas, amenas, divertidas. Algunas son tristes, y las menos, lamentables. Pero casi todas son muy enriquecedoras.En la trastienda de cualquier web con cierta actividad se esconden muchos dimes y diretes, conversaciones privadas, comentarios, chascarrillos, rumores, pensamientos... El propio Teamspeak, software de comunicación verbal, es todo un foro de sonidos del que se puede aprender mucho, tanto del mundo de los simuladores como del corazón del ser humano. Es, al fin y al cabo, lo que sucede en cualquier grupo de actividad social, y un escuadrón es una actividad netamente social. La gestión diaria conlleva lidiar con muchas personas, y las decisiones son a veces muy difíciles. Agradar al cien por cien del personal es simplemente imposible. Siempre que se toma una decisión, se está produciendo una ruptura por parte de alguien, porque nunca el 100% de las personas ven con buenos ojos esa decisión. Forma parte del juego de quien asume responsabilidades.En todo ese maremagnum de idas y venidas de personas, actividades, y movimiento social, las Alas son sin duda un pilar básico. Por mucho que nos esforcemos, un Escuadrón sin al menos un Ala no tiene sentido (o, como hemos dicho antes, un Ala única). Cuando el grupo es reducido, y además se conoce, los problemas son relativamente controlables. Pero llegado un punto de desarrollo, el barco se hace completamente ingobernable si no es con la ayuda desinteresada de todos. Y es tarea de los responsables del Escuadrón que las Alas funcionen con todo aquello que necesitan, así como es tarea de los Jefes de Ala que sus actividades sean amenas, completas, variadas, y satisfagan a la mayoría (imposible a todos). También es necesario que se hable. Una conversación antes es mejor que mil interpretaciones luego. Todo ello aderezado por algunas relaciones sociales personales, como comidas, visitas, etc.El otro pilar de un Escuadrón debería ser una Academia. Y aquí entramos en algo bastante personal pero que este gestor cree es de primerísima categoría. La Academia no como un ente desconectado con el resto, pero sí como una entidad viva que funciona al servicio de las Alas. Una Academia nutre a las Alas de personal con la formación básica, de tal modo que ahorra gran cantidad de trabajo a los instructores de dichas Alas. Y con una formación que esté consensuada con el Jefe de cada Ala para que, cuando reciban un nuevo piloto, sepan qué nivel tiene. Pero este tema es, como suele decirse, material para otro artículo.En resumen, se puede decir que no se pueden establecer reglas fijas, porque lo que funciona bien en un grupo de personas, falla en otro grupo. Pero sí es evidente que ciertos aspectos básicos, del estilo de los aquí descritos, o quizás muchos otros que puedan surgir, suelen demostrar un correcto desarrollo en el grupo si se llevan a cabo de forma consensuada y se aplican siempre teniendo en cuenta la situación y los requerimientos del grupo. Es complejo, sin duda, pero merece la pena intentarlo. Los resultados suelen acompañar y permitir un grupo cohesionado con actividades que satisfacen a la gran mayoría. Es mucho mejor que el golpe en la mesa y el “por que yo lo valgo” que no sirve más que para demostrar la incompetencia del que emplea dichos métodos y provoca la huida de la mayoría. 


Puedes dejar tus comentarios, ideas, o cualquier cosa que se te ocurra sobre este artículo en este enlace del foro.

 

 

 


User Feedback

Recommended Comments

There are no comments to display.


×
×
  • Create New...

Important Information

Some pretty cookies are used in this website