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La simulación, al rescate de los grandes eventos


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Es una paradoja. Llevo muchos años detrás del mundo de la simulación, y siempre he visto que hemos ido un poco a rastras de los grandes acontecimientos aeronáuticos. Que nadie me malinterprete (soy muuuuy malo, ya lo sabéis, pero no llego a tanto). Lo que quiero decir, es que donde esté una buena corrida, que se quite el fútbol (y los toros).

 

¿A qué me refiero? Es sencillo. La simulación aérea y la aviación real tienen muchas cosas en común, pero es evidente que la gracia del tema está en volar en aviones reales. También está claro que la mayoría de nosotros nunca volaremos pilotando un Ka-50, un 737, un F-16 o en un Su-27, por lo que los simuladores de vuelo nos ayudan a hacernos una idea de lo que son estas increíbles máquinas. Sin embargo, algunos aficionados a la aeronáutica pasan al mundo de la aviación real, y en el E-69 y otros escuadrones virtuales ha habido casos, algunos muy llamativos. Gente que empezó volando en casa y ha terminado volando en una aeronave real. Eso es grande, es fantástico. Y es lo que muchos querríamos hacer (envidia sana, bueno, no tan sana, malditos roedores).

 

He conocido a pilotos veteranos que miraban con extrañeza, a veces con un poco de desdén, y muchas veces con sorpresa, la simulación aérea en PC. Conforme esta disciplina ha ido evolucionando, nos hemos ido encontrando simuladores de una calidad impresionante. No solo las maravillas de addons para Flight Simulator, sino también joyas como Falcon 4 BMS o DCS: Ka-50 y por supuesto DCS: A-10C. Simulaciones de nivel profesional en muchos casos (dentro de las lógicas limitaciones de un PC) que asombran a cualquier profesional que desconoce estos productos.

 

Y ahora, se da la paradoja de que la simulación está sirviendo de soporte, incluso de reclamo, de dos grandes eventos aeronáuticos de España.

 

Uno de ellos, la actividad mensual de la Fundación Infante de Orleans (FIO), que, debido a un desgraciado accidente, ha debido dejar las exhibiciones aéreas, pudiendo solo realizar presentaciones estáticas, hasta bien se resuelva el proceso de análisis del accidente y se tomen las pertinentes acciones correctoras que se estimen oportunas (y esperemos que no sirva de excusa para una prohibición total porque simplemente, no ha lugar, por muchos y variados motivos en los que no entraré ahora).

 

El segundo es la Festa al Cel, que después de 21 años ha tenido que dejar su exhibición por unos motivos cuando menos cuestionables y cuestionados. Si en el primer caso hay un protocolo en marcha, en el segundo hablamos simple y llanamente de un atentado a la aeronáutica de la ciudad de Barcelona, de Cataluña, de España, y de Europa. Ya que a todos los niveles, personas de muchos países se han visto afectadas por esta incongruencia.

 

Pero volvamos a lo nuestro. ¿Qué ha hecho la simulación aérea en estos dos casos?

 

En el primero, el E-69 está colaborando activamente con la FIO para montar stands con simuladores y presentaciones del mundo de la simulación aérea, con el fin de que la gente, ya que no tiene aviones reales que ver volar, pueda probar en un PC qué es eso del vuelo virtual. Mucha gente ha disfrutado en las dos sesiones que se han celebrado (y se prepara una tercera).

 

Por otro lado, se ha organizado la Festa al Cel Virtual, que, en muchos aspectos, es la Festa al Cel trasladada al mundo de la memoria de unos PCs. Con el mismo escenario, distintos grupos de vuelo virtual van a llevar a cabo, a la misma hora que estaba prevista, la actividad real, diferentes exhibiciones, que se podrán ver por streaming, para disfrute de todos los aficionados. En el aeropuerto de Sabadell (LELL) se podrá contemplar también mientras se disfruta de una butifarrada para festejar el evento y para animarnos unos a otros a trabajar por una Festa al Cel real en 2014.

 

En ambos casos, la simulación aérea ha venido al rescate de la aviación real. No es lo mismo, no hay aviones en el aire, pero hay un deseo de volar, y de soñar. En la FIO, mucha gente ha podido ver que en su casa puede cumplir su fantasía de volar en un 737 camino de Londres, o en un F-16C en un arriesgado dogfight, o esconderse entre las dunas con un Ka-50. En la Festa al Cel, mucha gente va a ver a verdaderos expertos volando en increíbles formaciones de gran nivel, de una calidad muy superior a lo que muchos puedan llegar a imaginar (solo hay que ver el streaming para comprobarlo, os animo a hacerlo, en el E-69 daremos más información).

 

¿Qué podemos resumir de todo esto? Dos cosas: primero, que la simulación aérea también es una fábrica de sueños, como se ha visto en la FIO. Y segundo, que nadie puede cortarle las alas a la Festa al Cel Virtual. Y, mucho más importante, que estos dos eventos nos permiten, mediante la simulación aérea, y junto a todos los aficionados y profesionales, tener un punto de apoyo para reivindicar nuestro derecho, y el deber de las autoridades, a cuidar la aeronáutica española de la misma forma que se hace en los países de nuestro entorno. Es un deber que todos debemos defender, y un sueño que nunca se podrá borrar de nuestras mentes y de las de los miles de jóvenes que hoy día sueñan con el sueño de la aeronáutica.

 

Queremos desde el E-69 agradecer a la FIO y a la Festa al Cel el apoyo enorme que brindan a la simulación aérea. Juntos, se está demostrando, podemos hacer grandes cosas. Juntos, no podrán con nosotros. Nunca.

 

¡Felices vuelos virtuales y reales!

 

Darkness.


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