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Una triste despedida de un gran compañero


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Siempre es triste, y difícil, decir adiós a un amigo, a un compañero. Cuando sucede, el alma se congela, y pasan por la mente los momentos que se han vivido, tanto en el mundo real como en los cielos virtuales. Son momentos amargos, que nos enseñan el valor de la amistad, y de lo efímero que es el momento de la vida. Pero también, que ha merecido la pena compartirla con tan buenos amigos.

Nuestro compañero Black, del Ala Falcon, nos ha dicho adiós. Joven, demasiado joven como para poder entenderlo, ha alzado el vuelo por última vez. Y ha dejado un reguero de alegría, sonrisas, y buena camadarería. Pero el impacto es más grande cuando sabes que no alzará nunca más el vuelo a tu lado. 

Es nuestro más profundo deseo que descanses en paz, amigo Black, y que tu espíritu de piloto, y tu alegría eterna, sean un faro para seguir rectos el camino de este sueño que es la vida.

No alzamos el vuelo en busca de gloria, sino de sueños.No levantamos las manos sino porque con el cielo soñamos.No nacimos para ser enterrados en la tierra;nuestro hogar está en los cielos, en el viento, y no en la tierra.

No me busques en el lodo, en el fango, cuando mi cuerpo se muera;me encontrarás en los cielos, lejos, muy lejos; más allá de las estrellas.

Black

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