El F-15C no es un dogfighter puro, eso es evidente. Pero sin embargo, a pesar de su peso y tamaño, se las arregla bastante bien gracias a su potencia y a su configuración alar, que hoy en día sigue siendo de altísimo nivel. En todo caso, meterse en un dogfight es algo que debe evitarse, porque cualquier superioridad tecnológica se puede ver superada por la capacidad y entrenamiento del piloto. Incluso pilotos de MiG-21 pueden poner en apuros a un F-15C en estas situaciones. No hablemos ya de un MiG-29.
Esto lo ha experimentado en sus carnes nuestro compañero Desatino, que ha realizado un estupendo vídeo donde muestras sus vivencias, frustraciones y miedos con el dogfight. Excelente trabajo que aplaudimos desde aquí, y que nos ha provocado una gran sonrisa. Felicidades y esperamos más vídeos.
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