La conocida revista online Gamespot ha publicado un muy interesante artículo sobre la historia del simulador Janes A-10 Warthog, un producto que se empezó a desarrollar en 1998 tras la aparición de Longbow 2 y que nunca vio la luz. Los muchos problemas que se produjeron durante el desarrollo de este producto y su posterior cancelación, son un clarísimo ejemplo de la debacle de la simulación a finales de los noventa. Curiosamente, la conclusión de Andy Hollis, un clásico de la simulación, es "construir un producto que satisfaga las muy altas expectativas significaría una gran cantidad de dinero", y el resultado es que "nadie quiere comprometerse". Estos son los conceptos prioritarios sobre el mundo de la simulación en muchas desarrolladoras occidentales. Y precisamente, las empresas del este están demostrando que este axioma es falso; simplemente, ha cambiado el mercado, y han cambiado los parámetros. Cuando las empresas occidentales lo tengan claro, otros como Eagle Dynamics y Oleg Maddox habrán dado un buen mordisco al mercado.
En definitiva, una buena lectura que demuestra las falsedades, las mentiras, las conspiraciones, y el afán lucrativo de algunas empresas, y que con ese fin destrozan interesantes proyectos que podrían haber sido un éxito. Nada nuevo, pero muy bien condensado y explicado en el artículo.
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