Mis primeros vuelos fueron en clase de informática, con el f29 retaliator que alguien dejó instalado en los ordenadores. No entendíamos nada pero no dejábamos de ponerlo siempre que podíamos. Años después dejé la infancia atrás cuando aparté mi vieja megadrive por la llegada de mi primer ordenador, que compré en parte por una obsesión que no me dejaba en paz, el EF2000 de DID. Me pasé un mes volando sin sonido porque no era compatible con mi tarjeta, y 6 meses manejándolo con teclado hasta que conseguí mi primer joystick. Ese sim fue mi verdadero bautismo como piloto.