Estoy un poco con Stalker. Acabo de hablar con mi padre, que es médico y master en valoración del daño corporal (vamos, que perita bajas laborales y tal) y me ha dicho, que, al menos en España, en el caso de una baja que no sea laboral (el caso que nos ocupa, al menos hasta donde he leído y entendido) la compañía sólo sabe de ella si es el propio trabajador la presenta a la compañía. Por lo tanto, o puede no enterarse o enterarse tarde, que ya sabemos que las cosas de palacio van despacio. Lo sé, suena alucinante pero así está montado el sistema. Las únicas bajas de las que una empresa tiene plena constancia son las laborales (accidente laboral, bajas por stress, etc), para una baja médica pedida en el hospital, las cosas van por otro lado.
Si en este caso se han cumplido las mismas premisas, está claro que la negligencia está en el reglamento (que no exija a las compañías e instituciones intercambiar esos datos y bajas de manera inmediata) porque está claro que pedir a un enfermo mental que él mismo se incapacite para su trabajo (un trabajo que además le gusta) es pedir algo que obviamente no se va a cumplir siempre. No sé, como todo, es una parte del problema, pero en este caso creo que la cosa es fácilmente atajable... al menos sobre el papel.