Bueno, bueno: Pedazo de misión!!.
En primer lugar por el soberbio trabajo del diseñador, que consiguió meternos en el ambiente desde el primer momento; y en segundo, por los excelentes compañeros con los que he volado.
Me lo he pasado de de p.m. viendo como se creaba un espíritu de equipo al más puro estilo nipón, aportando todos ideas y sugerencias que consiguieron que nos sintieramos tan seguros de nuestros papeles que, por los comentarios que se oían por la radio, creo que ninguno de nosotros nos sentíamos un equipo en inferioridad de condiciones.
No creo que hubiera decisiones erróneas durante el vuelo. Lo que se dijo y se hizo en cada momento nos pareció a todos lo más acertado con la información que teníamos en ese momento y que se había estudiado concienzudamente en los días anteriores. Creo que con los medios que teníamos no se podía conseguir mucho más. Acertamos en lo fundamental, aunque la suerte no nos fue propicia en algunos momentos. Y aunque no salvamos al crucero salimos de la misión con una sensación de triunfo.
En la primera misión, después de amerizar no pude poner el motor en marcha a tiempo y ví con desesperación como la oleada de yankis se nos echaban encima sin poder hacer nada. Despegué y perseguí junto con otro compañero a un rezagado que, perdido entre las nubes en dirección sur, no pudimos alcanzar.
En la segunda misión aun pude derribar un caza americano.
Ahora el Pacífico vuelve a hacer honor a su nombre .... por poco tiempo.