Das Boot fue una obra maestra. Greyhood no va a serlo, ni lo pretende. Insignias en las velas –aunque no históricas -, torpedos que no detonan –por proximidad, impacto en ángulo muy cerrado, etc, etc-, radar “vitaminado” –aunque ya en ese año su presencia es más determinante-, algún ataque en superficie –precisamente frustrado por el uso del radar-. Bueno, todo dentro de lo que sucedió o pudo suceder. Entretenimiento asegurado. Solo eso.