Lider Blanco 1 reportándose.
Ha sido una larga caminata desde el frente hasta la base. Por el camino tuve que evitar un par de patrullas comunistas, los comisarios políticos invitaban a los pilotos alemanes derribados a un buen tazón de chocolate caliente y cigarrillos, mal debo andar, porque me lo estuve planteando.
En los límites de nuestro territorio me encontré con el relevo de las AAA del frente y me subí al carro. Tampoco ellos habían tenido un buen día, aunque el mío había sido terrible, no los aburrí con mi charla y me conformé con la historieta, probablemente falsa, de uno de ellos que afirmaba haber echado cinco polvos esa noche y que por ello estaba tan cansado que no vió pasar a los rusiskis.
He vuelto a base, a pie, pero he vuelto.
Esperaré a que pongan a punto los nuevos aparatos y volveré a volar, afortunadamente no tengo ninguna lesión que me aleje de los mandos del avión.
La próxima vez seré yo el que vea caer a los Kammaraden Komunist envueltos en llamas.
Pásame el cigarrillo de la risa, Jericó.