Yo antes no pensaba esto, pero como estoy hasta los huevos de tener una aleta del coche reventada por culpa de la puerta del coche de la plaza de al lado, ahora trato a su coche como el trata al mío, es decir, como si fuera un obstáculo, así que si llego del super y no tengo sitio para poner las bolsas, pues el capó es un buen sitio. Que tengo que sacar la bicicleta y no pasa, si toca su coche, mala suerte, la mochila y la tabla de snowboard, maletas, ya apoyo hasta las herramientas en su maletero si le tengo que hacer alguna ñapa al coche.
El tío nunca me ha pillado, pero estoy deseando que lo haga para decirle cuatro cosas y quedarme más feliz que un regaliz. Y ya luego si quiere, damos parte al seguro o vamos a los juzgados. Me da igual incluso hasta tener que pagarle reparaciones. Así que fijaros como tengo que tener de hinchadas las pelotas.
A día de hoy, la verdad es que no me he fijado si esto ha ido haciendo arañazos o he aboyado algo, me imagino que si, porque vamos no tengo ningún miramiento, pero ni me interesa, la verdad, simplemente me da igual ese coche.