Guest Darkness Posted May 20, 2007 Report Share Posted May 20, 2007 En mi anterior comentario sobre cine, os hablé de La Batalla de Inglaterra (Battle of Britain), a la cual no escatimé elogios. Pocas veces podremos los aficionados a la historia y a la aviación disfrutar una película con tanto lujos de detalles en cuanto al magnífico trabajo historiográfico y de guión. Afortunadamente, no es la única película a ese nivel. No, porque otra está a su altura, y en ciertos aspectos puede que la supere. Me refiero, naturalmente, a Tora Tora Tora. El día de la infamia. El siete de diciembre de 1941 será recordado como el día de la infamia en todo Estados Unidos. Tras varios meses de presiones y negociaciones infructuosas con el Imperio del Sol Naciente, Estados Unidos y Gran Bretaña habían llevado a cabo un bloqueo naval al comercio japonés por sus acciones bélicas en China, concretamente en Manchuria. Si queréis conocer algo de esta historia, no dejéis de ver El Imperio del Sol, de Steven Spielberg, que habla de tal conflicto desde los ojos de un niño (gran película que pasó sin pena ni gloria a mi modo de ver). Volviendo al Japón, las fuerzas militares habían tomado de forma completa y brutal el control del gobierno, en el que un hombre destacaba de forma clara: el General Tojo, un individuo dispuesto a llevar al Japón a una Alianza con la Alemania de Hitler y con la Italia de Benito Mussolini. El pacto, firmado a mediados 1941 en la Cancillería del Reichstag, crea una triple alianza conocida como el Eje. Según esa Alianza, el Imperio Japonés es dueña de hacerse con los tesoros de Asia, arrebatando de sus posesiones coloniales a Gran Bretaña y Holanda, y haciendo frente a Estados Unidos en competencia por el control y dominio del mercado asiático. Japón está compuesto por 100 millones de hombres y mujeres con una carencia de recursos considerable. Además el mando militar no contribuyó ni mucho menos a paliar las carencias, a lo que se sumó una economía deteriorada y empobrecida, con una importante falta de combustible por el embargo aliado. El Imperio Japonés, que en 1940 celebra su año 2600 según su calendario, no está dispuesto a ceder ante lo que consideran un chantaje por su guerra con China, que es un enemigo natural desde tiempos antiguos, y cuyos recursos son especialmente necesarios para que la economía imperial japonesa pueda desarrollarse en condiciones. Además, a mediados de 1941 los Estados Unidos trasladan la base naval del Pacífico desde San Diego hasta la isla de Oahu, en el archipiélago de las islas Hawaii. La base naval de Pearl Harbor y sus acorazados, cruceros, destructores, y portaaviones, suponen para el Japón una espada sobre el cuello del Imperio. Hay que cortar la espada, y hay que hacerlo de forma efectiva. Isoroku Yamamoto, un veterano almirante que conoce bien Estados Unidos, un hombre inteligente y culto, ha conseguido librarse de las purgas que el Alto Mando ha llevado a cabo en su propio ejército, y ha sido nombrado Comandante de la Flota Combinada, el grupo aeronaval más importante del Japón. Yamamoto es consciente de que la lucha contra Estados Unidos es imposible si se considera una guerra larga de desgaste, debido a la inmensa riqueza de materias primas y humanas del país occidental, frente a las carencias de su propio país. Por lo tanto, considera que la única posibilidad clara de obligar a Estados Unidos a un pacto que permita al Imperio tener vía libre, es eliminar su poderío aeronaval en el Pacífico. Y, visto que tal poder está concentrado en unos pocos kilòmetros cuadrados en una zona poco defendible, una idea comienza forjarse en su mente. Un torpedero Kate japonés despega para el ataque a Pearl Harbor. La Base de Pearl Harbor es, por decirlo de una forma suave, una ratonera. Con sólo 40 a 60 pies de profundidad, tiene la ventaja de que un torpedo no puede ser lanzado en sus aguas, ya que al caer de un avión torpedero golpearía el suelo. Los japoneses sin embargo han solucionado este detalle mediante una ingeniosa modificación. Claro que esto sólo lo saben ellos. El resto, es historia. Seis portaaviones lanzaron la mañana del siete de diciembre de 1941 más de 300 aviones que destruyeron gran cantidad de instalaciones, aviones, y sobre todo, barcos, entre ellos varios importantes acorazados y cruceros. En dos oleadas sucesivas Estados Unidos no pudo hacer prácticamente nada para repeler el ataque. La sorpresa fue total, a pesar de los muchos indicios que indicaban un ataque inminente. La clásica leyenda urbana… O marítima. Hay que hacer un muy, muy importante inciso aquí. Vemos hoy en día que Estados Unidos casi provocó el ataque, o al menos, no hizo nada para evitarlo. Algunas opiniones incluso afirman que Estados Unidos ya sabía que se esperaba el ataque a Pearl Harbor, y no se actuó con el fin de tener una excusa para el contraataque. Por eso, no había aquel día ninguna unidad aeronaval. Ningún portaaviones se encontraba en puerto, algo que desalentó al propio Yamamoto, que esperaba destruir lo que para él era el nuevo arma de combate: el portaaviones. Debe tenerse mucho cuidado con todo esto. Es un tópico, una leyenda urbana, afirmar que Estados Unidos conocía los movimientos de la Flota Japonesa camino de Pearl Harbor. No es descartable, pero no es la explicación más clara al por qué del día de la infamia. La teoría más aceptada, y que se apoya en datos y hechos contrastados, indica que Estados Unidos sí sabía que era inminente un ataque, pero no pensó nunca en la potencia del mismo ni en que fuera a un objetivo claramente estadounidense, sino alguna invasión en alguna colonia con una operación anfibia. Algo que le daría una excusa para atacar y recuperarse de esa operación. El punto de vista en 1941. Hay otro aspecto a destacar. Para cualquier interesado en el mundo naval, hoy en día es evidente la potencia ofensiva del portaaviones, como elemento estratégico de primer orden. Una flota de portaaviones es una lanza muy poderosa en cualquier conflicto, nadie lo duda. Pero, en 1941, esta idea no era ni mucho menos tan clara. Ni muchísimo menos. Muchos de los componentes del Alto Mando Imperial Japonés, así como de la Armada norteamericana, seguían pensando que el Acorazado era el buque clave en cualquier conflicto naval. En paralelo, dotaban al portaaviones como mero papel de escolta naval, como protector de la flota, y como elemento de reconocimiento. Fijaos bien que el planteamiento es el propio de la mentalidad de un militar de la Primera Guerra Mundial. Una vez más se demuestra que, como dice la frase, los militares siempre se están preparando para la última guerra acontecida. No todos, por supuesto. El propio Yamamoto era consciente de que el portaaviones podía perfectamente suplantar al acorazado como elemento ofensivo principal. En 1940, unos viejos biplanos lanzados desde un portaaviones inglés habían atacado el puerto italiano de Tarento, creando grandes daños y provocando el caos. Pocos fueron los perspicaces que se dieron cuenta de la importancia de ese hecho y de lo que demostraba a nivel operativo, como pocos fueron los que vieron que Pearl Harbor recordaba, en muchos aspectos, la situación geofísica de Tarento. El escenario está preparado, los actores listos, y el drama a punto de empezar. Perdonar el toque melodramático pero es que me quedaba perfecto en este momento :D Mapa del ataque japonés el 7 de diciembre de 1941. Una gran película. Tora Tora Tora (tora significa tigre) fue rodada en 1970. Trata con todo lujo de detalles estos acontecimientos. El nombre evoca el código a transmitir a la Flota por parte de la primera oleada de aviones. Este código indicaba que la operación era un éxito y la sorpresa total. Previamente la Flota Combinada había recibido el código para empezar las operaciones, una vez la diplomacia había fracasado. El código era "Ascenso al Monte Nitaka". Esas negociaciones diplomáticas en realidad no fueron más que una cortina de humo, sin ningún interés para el mando militar japonés por llevarlas adelante para evitar la guerra. La película "adolece" del mismo "defecto" que La Batalla de Inglaterra: su antigüedad. Obviamente el paso de los años hace mella en ciertos aspectos del tratamiento de personajes y modelo del guión. Por lo demás, intervinieron dos directores, uno japonés para las escenas japonesas (rodadas en japonés), y otro para las escenas estadounidenses. Cabe decir que la actuación del director y actores japoneses es simplemente soberbia, de un realismo inusitado. Tanto que tapa a la dirección norteamericana, que es también muy buena pero no está a la altura. Tora Tora Tora es una película lenta, excepto en la parte final del ataque, y que no recurre a florituras sobre escenas de amor o personajes secundarios superfluos. Va directamente al grano, sin florituras, evitando personajes ficticios prácticamente en su totalidad (como ocurrió con La Batalla de Midway, de la que hablaré pronto). Tora Tora Tora narra los hechos como fueron según la interpretación del director y el guionista. Esa interpretación deja claro que hay flecos, dudas, opiniones abiertas, sobre lo que ocurrió, pero también que esos flecos son pequeños, y no dan para imaginar toda una trama por la cual se sacrificó Pearl Harbor para comenzar una guerra con el Imperio Japonés. A nivel técnico, se usaron películas reales sobre el ataque, y se emplearon aviones de la época para las escenas aéreas, con unos efectos especiales del ataque propios de la época: sobrios, pero que resultan convincentes. Por supuesto, aunque no se usan ordenadores lógicamente, el resultado es bueno, cumple perfectamente el objetivo de crear la atmósfera de lo que ocurrió. Téngase en cuenta que el ataque en sí sólo cubre la parte final de la película, desarrollando anteriormente toda la trama hasta ese momento. Obviamente tengo que hacer referencia a otra película (por llamarla de alguna manera) Pearl Harbor, que es una vergüenza a nivel histórico, con fallos tan tremendos y de proporciones bíblicas que cualquier aficionado podrá apreciar perfectamente si conoce un poco la historia de los hechos. Afortunadamente Pearl Harbor se ha llevado uno de los records de más fallos y anacronísmos históricos, lo cual deja claro el poco empeño en su realización. Por no hablar de la infumable historia del clásico triángulo amoroso, que si tuviese cierta sustancia podría verse, pero que es menos creíble que ver a un político cumpliendo una promesa electoral. En definitiva, una de las mejores películas bélicas que podemos ver en nuestras casas, y una buena lección de historia. Efectos especiales propios de la época lógicamente, pero muy logrados. Los elementos historiográficos son correctos y las aeronaves y buques que aparecen tienen su sentido de forma completa y detallada. Una gran película de la que ha salido una edición especial. No te la pierdas, si te gusta este tema te encantará. TITULO ORIGINAL Tora! Tora! Tora! AÑO 1970 DURACIÓN 143 min. PAÍS Estados Unidos DIRECTOR Richard Fleischer GUIÓN Larry Forrester, Hideo Oguni, Ryuzo Kikushima MÚSICA Jerry Goldsmith FOTOGRAFÍA Charles F. Wheeler REPARTO Jason Robards, Martin Balsam, Soh Yamamura, Tatsuya Mihashi, E.G. Marshall, Joseph Cotten, James Whitmore, George Macready, Neville Brand PRODUCTORA 20th Century-Fox Tuvo el Oscar a: efectos visuales. Link to comment Share on other sites More sharing options...
Komet Posted May 20, 2007 Report Share Posted May 20, 2007 Lastima que los seis portaaviones japoneses se hayan hundido. Hubiera sido fantástico poder tener uno en un museo naval actualmente, aunque sea reflotado. Link to comment Share on other sites More sharing options...
Guest Darkness Posted May 20, 2007 Report Share Posted May 20, 2007 Lastima que los seis portaaviones japoneses se hayan hundido. Hubiera sido fantástico poder tener uno en un museo naval actualmente, aunque sea reflotado. Hombre sí pero en aquel momento no los usaban para ser visitados, por eso los hundieron :D Link to comment Share on other sites More sharing options...
Komet Posted May 20, 2007 Report Share Posted May 20, 2007 Hombre sí pero en aquel momento no los usaban para ser visitados, por eso los hundieron :D Creo que epecifique reflotar… Link to comment Share on other sites More sharing options...
Guest Darkness Posted May 20, 2007 Report Share Posted May 20, 2007 Hombre sí pero en aquel momento no los usaban para ser visitados, por eso los hundieron Creo que epecifique reflotar… Sí hombre sí que era una broma, joert qué susceptibles estáis hoy madre mía, esta juventud no aguanta nada Link to comment Share on other sites More sharing options...
jorgeid Posted May 20, 2007 Report Share Posted May 20, 2007 La trilogía perfecta: La batalla de inglaterra, Tora Tora Tora y la Batalla de Midway. Saludos. Link to comment Share on other sites More sharing options...
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