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Libro "Pilotos de Combate"


jenisais

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Agrego algunas fotos enviadas para ilustrar el último capítulo:

 

Campbell, Douglas centro. Eddie Rickenbacker y Kennet Marr of the 94th_aero_sqn. con Nieuport.-

 

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Air Service poster

 

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Air_Service Recruiting Poster

 

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Campbell, Douglas, Lt centro con Lt A. Winslow y Maj J. Huffer 94 th Aero Sqn

 

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Campbell, Douglas Su libro Lets Go Where The Action Is!

 

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Buenasss

 

(Gracias, Bear, yo también estoy disfrutando lo mío con el relato. Y un poco con el suspense que dejé anoche :rolleyes: No lo haré mas. Intentaré arreglarlo...

 

Volvamos al aire... Debido a la poca autonomía de ambos aeroplanos en liza, no podemos dejarlos mucho tiempo así, en suspenso. Como en una vieja película de acción, tras una especie de pequeño salto de imágen, re-emprendemos la acción. Vuelve de golpe el bronco ruido de los dos motores forzados al máximo, y el silbido del aire en los cables tensados a romper. Simil taurino: estábamos llegando al momento de la verdad. Ambos pilotos habían perdido por completo su situación en el espacio. El tiempo, también hacía poco que lo habían olvidado. Harían bien en volver a recobrarlo.

 

Como es bien sabido, en todo el Frente Occidental, el viento era fiel aliado de la Aviación del Kaiser. Era un enemigo insidioso. A veces apenas perceptible. Otras se mostraba con fuerza. Pero siempre estaba omnipresente. Soplaba de contínuo, con mayor o menor intensidad, hacia oriente. Cuántos novatos se encontraron muy adentrados en territorio enemigo, sin percibirlo siquiera, enzarzados incluso en un trivial enfrentamiento aéreo. Y la mayoría de las veces se sentían atrapados, pues no podían romper la lucha a voluntad, presentando la popa al fuego enemigo. Ni siquiera utilizando el viejo truco de picar hacia casa. Seguían estando a merced del perseguidor. Que forzosamente sabía de las dificultades del intruso.

 

Veamos, de una vez, como se dilucida este duelo, que se aprecia mortal. Tras un simple parpadeo de ayer.

 

 

 

 

Henry, (recuerdo, el trasunto del propio Elliott W. Springs)mira a tierra por un momento. El viento lo empujaba cada vez más lejos, líneas adentro; ¡eso no era bueno¡ Todo lo que necesitaba hacer el alemán, era retenerlo en un viraje y el viento haría el resto. Debía salir de eso.

 

Henry tenía la serenidad de un jugador de ajedrez. Poseía un dominio perfecto de todas sus facultades... de todos los recursos. Se hallaban en territorio enemigo. Tenía un buen avión, pero un motor malo. Era claro que el oponente poseía un motor mejor, pues ganaba un poco de altura cada vez.

 

Henry estaba pensando calmadamente: este pájaro es demasiado bueno para mí... debo salirme de esto... no puedo correr... me derribaría a la primera descarga... no puedo continuar aquí... otros Fokkers D-VII verían el combate y descenderán sobre mí... y entonces, "fini"... está ganando 6 m. en cada vuelta... estamos a 200... me llevaría hasta tierra, a este paso... se pondrá encima de mí... y entonces me tendrá en sus manos. Puedo hacer medio tonel y un "loop", pero él me seguirá. Cualquier cosa que haga, él lo hará encima mío. Si hago ese medio tonel, lo hará también. Me derribará tarde o temprano. No hará fuego hasta que esté seguro. Si entro en barrena, hará lo mismo. Y cuando salga de ella, estará todavía tras de mi cola. Puede hacer esto durante todo el día. Es un piloto endiabladamente bueno. ¡Y lo hará¡ Bueno, tengo que derrotarlo. ¡Tengo que derribarlo¡ Solo hay una forma de hacerlo. Ahora o nunca. Correré el riesgo. Lo dejaré ponerse tras de mi cola... lo hará tarde o temprano... picaré y veré quién puede resistir más tiempo. Entonces haré la vieja jugada. Puede dar resultado. Cuando salga de la picada, él me imitará y aguardará a poder disparar. Lo haré cuando esté desprevenido... vale la pena... ¡mí única esperanza¡

 

Henry miró hacia el sol y esperó a tenerlo a su espalda. Entonces niveló el aeroplano y picó hacia las líneas.

 

¡Ven, tonto, picaré hasta ver tus trazadoras¡

 

No necesitó esperar mucho tiempo. El piloto alemán terminó su medio círculo y picó tras él. Henry tenía una ventaja de unos 150 m. sobre su enemigo.

 

El líder se acercó. Henry se volvió hasta donde se lo permitieron sus atalajes y observó... 90 m... 60m... 30 m. Debía esperar y aceptar la primera ráfaga. Sintió frio repentinamente y esperó el crujido de las Spandaus. ¿Qué tan buen tirador era el alemán? Frío y deliberado sí lo era ¿Podría tocarlo con la primera descarga? Pronto lo sabría. Tengo que esperar y recibirla.

 

Su indicador de velocidad del aire marcó 225... 240... 260... 280. ¡Crac... crac... crac...¡ Allí estaba... el alemán hacía fuego. ¡Ahora¡ Henry tenía ambas manos en el bastón y tiró de él con toda su fuerza, mientras oprimía su propio gatillo. La terrible presión lo hundió en su asiento y lo dejó sin aliento.

 

Ahora estaba mirando a través de su mira... ¡Dios, qué ruido de cables¡ Oyó romperse uno... buen tirador... ¿resistirían sus alas? Todo el mecanismo tembló convulsivamente, mientras su proa se levantaba, apuntaba al cenit y continuaba hacia atrás en un "looping" ¿Lo vería el alemán y saldría de la picada o chocarían? ¡Crac¡ Algo peforó su hombro izquierdo. ¡Otro buen disparo¡

 

Entonces vió a través de su mira lo que buscaba... la naríz blanca. Ambas ametralladoras estaban disparando y empujó el bastón hacia adelante, para mantener sus miras sobre el objetivo... solo un segundo, oh, Dios... ¡nada más un segundo¡ Ahora se encontraba invertido... con ambas ametralladoras disparando contra la naríz blanca.

 

Su proa empezó a inclinarse hacia abajo... hizo medio giro y viró rápidamente... gracias a Dios por el atalaje... ay... ¡cómo duele este hombro¡ ¿Dónde se metió el alemán? Allí va... ¡Dios mío, qué subida¡ El Fokker D-VII iba subiendo en dirección vertical como un elevador... debía ir a 400... ahora estaba haciendo medio giro... está... Una mano helada oprimió su corazón, cuando las alas se doblaron hacia atrás y el Fokker dió un bote en el aire y cayó rugiendo a menos de 15 m. de él. LO observó por un segundo y lo vió caer aleteando. Demasiado malo... perdía un amigo... un magnífico colega... ¡guerra endiablada¡

 

Ahora iba picando hacia las líneas, con todo el acelerador abierto. Debía regresar pronto. Más rápido... más rápido... más rápido... ahora nadie le puede alcanzar, excepto el ángel Gabriel. Trató de mirar hacia atrás, pero cuando se movía, el hombro lo atormentaba. El dolor le hacía sentir náuseas. ¿Cómo estaba su brazo? Podía moverlo bien... cuando menos podría aterrizar... podía operar el acelerador. ¡Dios, qué dolor¡ ¿Sangraría hasta morir antes de regresar? Probablemente. Sintió que iba a perder el conocimiento.

 

Allí se veían las líneas, 3 kms. más adelante. ¿Debía aterrizar en la línea de globos, mientras tenía conocimiento? No. Continúa... de regreso a su campo... como lo hizo Ben. Morir en su propio campo... ésa era la forma de hacerlo. Pudo sentir la sangre que bajaba por su espalda. ¿Tenía roto el omoplato? Trató de moverlo... el dolor le hizo estremecerse. ¿Y su pulmón? ¿Perforado? Lo llenó de aire. Sí, hombro y pulmón. ¡"Fini la guerre"¡ Estaba acabado. Él y Johnny... ¡acabaron de la misma forma¡ ¡Y Ben¡ ¡Buena forma de morir

 

¡Murieron con las botas puestas¡ Muy bien.

 

¿Qué objeto tiene todo? He estado combatiendo cinco meses. ¿Para qué? Para que un hombre mejor me perforase el hombro.

 

Se preguntó si habría tocado al Fokker o el aparato fue simplemente destruído por debilidad estructural. Nadie lo sabría jamás. Cuando menos estaba disparando contra el Fokker. Podría obtener el crédito por él. ¿Crédito? ¿Para qué quería ningún crédito? No podría llevárselo a donde iba.

 

Se sentía cansado, fatigado como un perro. La mente le ardía. Bueno, ahora todo había terminado... podía sentir que se debilitaba. ¿Resistiría? ¡Dios, qué dolor¡

 

Bueno, ese era el final. De pronto, se sintió atemorizado... empavorecido. No quería morir. Era joven; la riqueza de la vida lo llamaba. Nunca antes temió morir... maldita sea, no tenía miedo a la muerte... nunca lo había tenido... sabía que moriría... eso era lo que recibía como premio a su valor. Pero no se hallaba dispuesto a pagar el precio todavía. No tenía miedo... únicamente lo lamentaba. Ahora nunca disfrutaría de los frutos de su trabajo. Era apartado en el momento de la victoria. Moriría entre torturas, como Ben. Recordó sus gritos de agonía. No, él no tenía miedo a morir, pero sí al dolor. No podía resistir el dolor. Hurgarían, cortarían y coserían. ¡No podría resistirlo¡ ¿Debía picar ahora hacia tierra y terminar con todo? y no dar ocasión a que lo atormentasen.

 

Ése era el final. ¿Por qué? Había dado su vida. ¿Por qué? No podía recordarlo. ¡Guerra¡ Una buena broma a costa suya. Para que otro pudiera apoderarse del botín. Para que los hijos de los congresistas pudieran bajar los pies de sus escritorios, volver a casa y ser reelegigos eternamente. Para que Wall Street pudiera obtener el 8%. Para que pudieran enseñar a sus nietos otro puñado de mentiras. Esta era la gloria. ¡Este era el fin¡

 

¿Era eso lo que sucedía a un hombre cuando estaba ahogándose? Dios, se sentía tan solo. No quería morir. Quería gritar taan fuerte, que Johnny lo oyera y le contestara. Pensó en el vino que nunca bebería... en las muchachas a las que nuca besaría... los libros que nunca leería... ¡la música que nunca escucharía¡ Un gran monumento en casa... el toque de silencio... sintió lástima de sí mismo y surgió el llanto. No, no quería morir... ¡debía tener valor¡ Debía luchar por su vida.

 

Alí estaba el aerodromo. Cerró el acelerador y descendió deslizándose lateralmente. Aterrizó entre brumas. ¡Qué fatigado se sentía¡

 

Taxeó hasta el hangar. Muchas caras serias... su sargento en actitud marcial... ven, ayúdame a bajar... envíen a buscar un médico... el hombro atravesado... lo hizo el líder alemán... después perdió las alas. Notó que todos los cables de vuelo se encontraban flojos y oscilaban... escapé por poco de estrellarme. Muy bien, sáquenme.

 

Lo levantaron con suavidad y lo tendieron en el suelo.

 

-Allí está -exclamó el sargento-: atravesado. Miren la sangre.

 

Se sentía mareado. Le quitaron el casco, las botas y el mono de vuelo. Y después la camisa y la camiseta. ¿Por qué no se apresuraban? Allí estaba el médico. El hombre se inclinó sobre él y le puso una mano en el hombro. Le limpió la sangre...

 

Henry vió el trapo ensangrentado... sangre de su hombro... ¡su sangre vital¡ Después perdió el conocimiento.

 

Cuando volvió en sí, se hallaba tendido a la sombra. El sargento se encontraba sentado junto a él, dándole aire con su seombrero y manteniendo un pedazo de trapo húmdo contra su frente. El dolor había desaparecido y estaba cubierto con una lona.

 

-Vamos, ya está bien -lo calmó el sargento-. Esos Heinies cobardes no pueden matarlo. Derribamos diez de ellos esta mañana... cinco hombres perdidos. Descanse un minuto. Está bien. Su aparato quedó inutlizado. Tiene sueltos todos los cables... y también está lleno de agujeros.

 

Henry gimió. No supo la razón por la cual lo hizo. No sentía dolor. Únicamente fatiga.

 

-Creo que tendrá que conseguir un nuevo sargento -continuó el mecánico-. Le puse un ojo negro a ése maldito sargento médico. Rió de Vd. Y casi le pegué también al médico. ¡Maldito cortahuesos¡

 

-¿Rió de mí? -preguntó Henry, tratando de encontrar qué había hecho, que fuera gracioso-. ¿Por qué se rió de mi?

 

-Porque Vd. no estaba herido, ni lo está. Si alguien disparase contra ese médico echaría a correr hasta Calais.

 

-¿No estoy herido? ¿Y mi hombro?

 

-Debió echarse hacia atrás con bastante fuerza, porque se hundió la espiga de la hebilla del atalaje de los hombros, atravesando la ropa de vuelo y la piel. Debió quedarse en la carne, porque está rasgada. Muy bien, vamos a que el médico lo parchee. Será mejor que lo lleve otro. Yo no soy popular ahora en la tienda médica.

 

-Muy bien, muchacho- le dijo el médico, mientras trabajaba con gasa y esparadrapo -.Me alegro que no sea nada peor. Pero ha terminado aquí. No volará más por un tiempo. speraba que explotara ... cualquier máquina puede desgastarse. Sufrió un fuerte ataque de demencia. Partirá hacia Boulogne esta tarde. No sé qué le harán allí... Probablemente le darán dos semanas de licencia. Es bueno para Vd. ... gaste todo el dinero que ha ganado... muy bien... ahora, retírese.

 

 

 

 

(Y aquí termina este electrizante capítulo. Me ha recordado el lenguaje del inolvidable Pierre Clostermann.

 

Elliott White Springs,nació en Estados Unidos, y se alistó en Gran Bretaña en el Royal Flying Corps, y luego pasó a servir en el Air Service americano al entrar los EEUU en la 1ª GM en 1917. Logró en ella 11 victorias aéreas, lo que que le colocó en el 5º puesto de Ases americanos. Condecorado con la DFC británica y la DSM americana. Escribió varios libros en los años veinte y treinta. Su autobiografía "Above the Bright Blue Sky" fue muy conocida y re-editada (como de costumbre no ha sido editado en castellano). Luego se dedicó a sus negocios (era de familia adinerada en el negocio textil Fue llamado a la Reserva en la II WW, donde se retiró posteriormente con el grado de Tte. Coronell. Falleció en 1959.)

 

Saludos

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Jo, joooo, que bueno, le partió la jeta a uno que iba de bromista. Y la guerra es algo muy serio, como muestra ese suceso. Que desde ese momento no era muy popular en la tienda médica, dice... :lol::lol:

Creo que era Closterman que decía que la ventaja de pilotar un caza es que no pueden verte la cara de miedo que pones o algo así.

En la GCE, Lacalle, también fue separado del frente y destinado a formación de pilotos por estrés de combate. Estaba destrozado psiquícamente, con taquicardias y ahogos, aunque físicamente estuviera bien. Curiosamente, esa misma taquicardia hacía que estuviera bien a gran altura, lugar donde todo el mundo sufría muchísimo.

 

La I GM nos queda ya muy lejos, y parece que esté como menospreciada, pero aquello si que era volar y valor, las dos cosas en pura esencia.

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White Springs, Elliott

 

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White Springs, Elliot biografía

 

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White Springs, Elliott 1926 Above the Bright Blue Sky

 

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Elliott White Springs US Air Service

 

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White Springs, Elliott. Primer libro War Birds. The Diary of an unknow aviato.-

 

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Elliott White Springs US Air Service

 

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Buenasss

 

(Antes de que se me vuelva a olvidar:

 

Copyright del último capº subido al Foro, El señuelo, por el cap. Elliott White Springs, A. Service, EEUU:

 

Propiedad de Elliott Whithe Springs. Extracto de "Above the Bright Blue Sky", por Elliot White Springs. Reproducido con permiso de The Lancaster Trust Co. for the Estate of Elliott White Springs.

 

 

Para que no se disipe la atmósfera creada con la intervención americana en el cielo de la Primera Guerra Mundial, tras los relatos de Douglas Campbell, y de Elliott W. Springs, creo debemos recordar que antes de la entrada formal en la guerra aérea de los EEUU, un grupo signiificativo de pilotos norteamericanos ya luchaba en el Frente Occidental. Se trataba de la famosa Escadrille Lafayette. Leamos su génesis y desarrollo. No fue muy conocida, y creo que merece la pena.

 

Con este capítulo comenzaba el libro que estamos tratando: Fighter Pilot, con recopilación de S.M. Ulanoff.

 

 

 

 

Los Primeros Voluntarios Norteamericanos: Nacimiento de la Escuadrilla Lafayette , por el maj. Edmund Gros, Servicio Aéreo de los EEUU

 

 

Cuando sea escrita la historia de la participación de los EEUU en la gran guerra, el primer capº deberá ser dedicado al relatode los servicios de los voluntarios USA que vinienton a Francia cuando nuestro país era neutral todaavía. Animados por el más grande espíritu de patriotismo, creyendo con todo el corazón en la justicia de la causa aliada, muchos jóvenes se unieron a los ejércitos de Francia e Inglaterra y entre ellos, están los que se hicieron pilotos en la Escuadrilla Lafayette y en los Cuerpos Aéreos Lafayette. He estado asociado en este grupo de aviadores voluntarios. He examinado a cada candidato médica y moralmente. Después de su aceptación en los Cuerpos, he mantenido su interés de corazón y mis sentimientos hacia ellos son casi paternales. Ya se ha escrito mucho respecto a Chapman, Kiffen Rockwell, Prince, McConnell, McMonagle, Chadwick, Campbell, W. Springs, para hablar solo de aquellos que han encontrado muertes gloriosas; y de esos pilotos que aún viven y continúan particpando en batallas aéreas en el frente. Al ejemplo establecido por los voluntariosa norteamericanos, tal vez más que a ninguna otra causa, se debió al despertar del alma nacional de los EEUU, la comprensión de que esta guerra no es un conflicto local entre naciones europeas, sino mundial entre las fuerzas del bien y del mal.

 

William Thaw, Kiffen Rockwell y Victor Chapman se unieron a la Legión Extranjera al principio de la guerra. Eran infantes, antes de convertirse en aviadores al servicio de Francia. (También lo eran William Dugan, Robert Soubiran, y otros hombres, que se unieron después a los cuerpos aéreos franco-americanos.) Norman Prince ya había volado en USA.

 

Después de algunas demoras, estos 4 hombres fueron enviados a las escuelas francesas de aviación y pronto se unieron a ellos Cowdin, Bert Hall, Masson y nuestro futuro "As" Raoul Lufbery. Fueron distribuidos en varias "escadrilles" francesas.

 

Thaw y Prince soñaron con un escuadrón de pilotos norteamericanos que fueran agrupados en el frente, mas por algún tiempo, esta sugestión no halló respuesta favorable de las autoridades militares francesas.

 

Mientras tanto, los pilotos americanos estaba siendo entrenados en las escuelas de pilotaje de Francia. Llegó a nosotros la idea de que este agrupamiento de norteamercianos en el frente podía y debía realizarse.

 

M. de Sillac, cuya posición en el Ministerio de Asuntos Extrajeros lo capacitaba peculiarmente para llegar hasta el Ministerio de la Guerra, tomó disposicoones para llevarlo a cabo y al mismo tiempo, en forma bastante independiente de él, mientras ayudaba a la organización de la Ambulancia Norteamerciana, yo soñaba en una escadrille de voluntarios USA que expresaran su simpatía a Francia en una forma material. Yo creía que estos muchachos solo serían la vanguardia de otras grandes huestes que llegarían algún día de los EEUU.

 

En la primavera del año 1915, Prince, M. de Sillac y yo nos reunimos en la oficina de Sillac, y Thaw, aunque estaba de acuerdo por completo con nosotros, tuvo que permanecer de servicio en el frente. Entonces fueron trazados los planes para la futura escadrille americana.

 

Este agrupamiento de americanos en el frente, en una unidad de combate, originó una delicada cuestión de leyes sinternacionales y ante la celosa neutralidad de los EEUU, el Ministro de la Guerra de Francia no parecía inclinado a tomar en cuenta esta proposición.

 

Parecía que fracasaríamos, cuando M. de Sillac dispuso una comida en casa del senador Menier, a la cual fueron invitados: el gral. Hirschauer, entonces jefe de la Aviación Francesa; el cnel. Bouttieux, su ayudante; Leon Bourgeois, Ministro de Estado francés; nuestros ex-embajador, Robert Bacon; Dr. Willian White, de Filadelfia; M. de Sillac, y yo.

 

Robert Bacon y el gral. Hirschauer discutieron detenidamente el problema y la conclusión fue que no existía una ley internacial que prohibiera a los norteamericanos alistarse individualmente en un ejército extranjero... siempre y cuando el reclutamiento no se llevara a cabo en los EEUU.

 

El gral. Hirschauer prometió dar órdenes de inmediato, de que los aviadores que estaba ya en el ejército francés, fueran agrupadoe en una escadrille comandada por un cap. francés; iba a ser llamada la "Escadrille Américaine" (oficialmente Escadrille nº 124), un nombre que, veremos después, condujo a un incidente diplomático.

 

Ya que habíamos logrado formar un escuadrón , era necesario designar un comité y obtener los fondos necesarios para salarios mensuales, uniformes, distribución de premios, impresión de folletos, etc.

 

La cuestión económica fue resuelta con rapidez. Visité con Robert Bacon a W.K. Vanderbilt y señora. Hablamos con calor de nuestros planes. Nuestro entusiasmo debió ser contagioso, pues cuando solicité fondos, la sra. Vanderbilt caminó hacia su escritorio y extendió un cheque por 5.000 $ y volviéndose a su esposo, preguntó:

 

-Qué harás tú ahora, K?

 

El cheque de él fue por 15.000 $. ¡Con esta suma en la mano, pareció que nuestros sueños estaban haciéndose realidad¡

 

Desde entonces, esas generosas personas nunca han dejado de ser los santos patronos de los muchachos norteamericanos y han contribuído tan solo para la aviación, en forma modesta, como es su costumbre, con lo que podía considerarse una pequeña fortuna.

 

La composición de la 1ª Escadrille (Esc. Américaine)era como sigue -autoridad citada, carta del Ministro de la Guerra -14 de marzo de 1916:

 

Capitán Thenault; Tte. de Laage de Meux, Tte. William Thaw

Sargentos: Norman Prince, Elliott Cowdin, W. Bert Hall

Cabos: Victor Chapman , Kiffen Rockwell, James McConnell.

 

Raoul Lufbery llegó poco después de esto, seguido por Charles C. Johnson y Clyde Balsley, quienes por varias semanas, estuvieron agregados a la guardia aérea de París. Balsley fue herido de gravedad en un combate aéreo poco después de unirse al escuadrón. Con gran presencia de ánimo, logró planear hasta las líneas propias. Estuvo en un hospital por más de un año, durante el cual se temió con frecuencia por su vida. Después llegaron otros norteamericanos que han rendido servicios espléndidos a la causa aliada y que han aumentado sin cesar el prestigio de los Cuerpos.

 

Tan pronto como este escuadrón fue enviado al frente, tomó una participación vigorosa en las actividades aéreas, como lo revela el siguiente informe:

 

Los pilotos norteamericanos enlistados en el ejército francés ya se estan distinguiendo en una serie de hazañas. La 1ª Escadrille está compuesta de solo 7 norteamericanos y aquí damos los resultados de los últimos 7 días:

 

El sgtº Elliott Cowdin atacó 12 aviones alemanes y derribó uno en nuestras líneas (Medalla Militar)

 

El sgtº Kiffen Rockwell derribó después un aparato LVG

 

Al día siguiente, Bert Hall empleó su ametralladora contra otro aparato que cayó en llamas.

 

Dos días después, finalmente, el Tte. William Thaw destruyó un Fokker.

 

No es extraño que los pilotos de la Escadrille Américane ganaran renombre tanto en Francia como en América y que fueran odiados por los alemanes.

 

 

 

 

(Aunque algo prolijo, era necesario comprender las dificultades para la creación de algo novedoso en el panorama aéreo de la 1ª Guerra Mundial. Tampoco ayuda la veteranía de los hechos narrados, casi un siglo. Mañana leeremos narraciones de los propios pilotos de la Lafayette)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Hoy conoceremos los nombramientos formales que compusieron la primera Lista oficial de la Jefatura de la Lafayette. Todo era nuevo, se hizo con ilusión y el denominador común fue una palabra muy usada (y abusada, también): el patriotismo. Lo más importante y característico que los diferenció de los demás fue la voluntariedad de todos sus componentes. Aquí no hubo ni levas ni llamamientos a filas. Y ello acompañado del dispar orígen de cada uno de los miembros. Llegaron con todos los oficios anteriores más dispares del mundo. Y hasta su variedad racial fue muy comentada en aquella Francia de principios de la Gran Guerra.)

 

 

 

 

Mientras tanto, (sigue relatando el Dr. Edmund Gros) fue designado un comité para manejar los asuntos de los Cuerpos Aéreos Franco-Americanos, que después fueron conocidos como los Cuerpos Aéreos Lafayette.

 

Este comité estaba compuesto como sigue:

 

-Presidente Honorario, W.K. Vanderbilt.

-Presidente, J. de Sillac.

-Vicepresidente, Doctor Edmund Gros.

-Director en los EEUU, Frederick Allen.

-Representantes en los EEUU, Henry Earle, Geo F. Tyler, Philip Carroll y Frank J. McClure.

-Tesoreros, Laurence Slade, y el coronel Bently Mott.

-Tesorero ayudante, Arthur G. Evans.

-Banqueros, Bonbright & Co.

-Secretaria, señora Georgina Ovington.

 

Se decidió dar un sueldo mensual de 100 Francos, aumentado después a 200, a cada voluntario americano.

 

Los premios eran distribuídos como sigue:

1.500 Francos (300$)por la Legión de Honor (francesa)

1.000 Francos (200$) por la Medalla Militar (francesa)

500 Francos (100$)por la Cruz de guerra (francesa)

200 Francos (50$) por cada citación (Palma)

 

Esto último se convirtió en una obligacion financiera que tuvimos mucho gusto en afrontar.

 

Por ejemplo, los miembros de la Escuadrilla Lafayette han recibido más de 40 citaciones. Lufbery ha derribado 17 máquinas alemanas; ocupa el 6º lugar en la lista de los Ases vivos del ejército francés y tiene la Legión de Honor, la Medalla Militar, la Cruz de Guerra con 17 Palmas, y la Cruz Militar inglesa.

 

William Thaw tiene la Legión de Honor, la Medalla Militar y la Cruz de Guerra con 4 Palmas, etc.

 

 

El honor más grande que puede recibir un individuoo una unidad combatiente, es ser mencionado en el "Communiqué" oficial francés diario. La Escadrille Américaine ha sido mencionda varias veces y esto llevó al principio a un incidente diplomático, del que tuve conocimiento como sigue:

 

El 16 de noviembre de 11916, estaba visitando la escuadrilla, cuando el cnel Barrés, Jefe de la Aviación francesa en el cuartel gral. entró en la tienda. Dijo que lo sentía, pero, en lo futuro, la unidad ya no sería conocida como la Escadrille Américane sino, en lo sucesivo, sería designada con su nº oficial militar, la nº 124.

 

Pareció reticente a darme una explicación, pero la obtuve al día siguiente en el Ministerio de la Guerra. Supe que el Conde Bernstorff (Embajador alemán en los EEUU, aún neutrales. N. del T.) había protestado en Washington porque los norteamericanos estaban combatiendo en el frente francés y que estos americanos voluntarios llevaban su atrevimiento hasta el punto de llevar pintada en sus máquinas la cabeza de un indio sioux en pintura de guerra.

 

Pocos días después, visité el Ministerio de la Guerra y vi al cap. Berthaud, quien siempre ha sido amigo leal de los norteamericanos. Él me dijo que el nombre que habían pensado aplicar a la escuadrilla era "Escadrille de Volontaires". Esto me pareció tan incoloro que protesté, sugiriendo uno que no podía conducir a ninguna protesta diplomática. "Escuadrilla Lafayette". Tal fue el orígen del título que se hizo célebre y que será perpetuado durante toda la guerra, siendo aplicado al 1º escuadrón norteamericano de nuestro Servicio Aéreo de los EEUU.

 

Atraídos por la fama de la Escuadrilla aún antes que los EEUU entraran en guerra, más de 200 voluntarios americanos se han unido a los Cuerpos Aéreos Lafayette. Algunos se han convertido en pilotos de la Escuadrilla Lafayette, para tomar el lugar de los que han caído; otros han servido y están sirviendo con igual brillo en varias escuadrillas francesas.

 

Más de 20 han caído, la mayor parte de ellos en combate.

 

Varios estaban a punto de ser llamados por el Servicio Aéreo de su patria cuando murieron: Walcott, Spencer, Benney. Tailer y Loughran, y todavía llevabana el uniforme de Francia, al que honraron y dieron gloria.

 

Este breve bosquejo no es, de ningún modo, la historia de la Escuadrilla Lafayette y de los Cuerpos Aéreos Lafayette. Mucho podría escribirse de las hazañas de estos heróicos pilotos. Han pagado un alto precio y muchos de ellos yacen al alcance del sonido de los cañones, lado a lado con soldados franceses a quienes amaron y a quienes sirvieron.

 

No han muerto, sus espíritus viven todavía, invitándonos a seguir ideales más elevados, aspiraciones más nobles y un firme patriotismo.

 

 

París, 3 de febrero de 1918

 

Firmado: Dr. Edmund Gros

 

 

 

 

(Como prometido ayer, lo próximo a subir al Foro serán cartas autógrafas de pilotos en activo de la Lafayette. He leído las primeras y rezuman patriotismo y desinterés por el propio destino de cada piloto.

 

Acabo de acordarme, que la Lafayette también tuvo "su" película. Tiene ya unos añitos. Pero viene avalada por la excelente acogida que tuvo en ambos países implicados en la Escuadrilla Lafayette, EEUU y Francia. Tuvo la enorme suerte de tener como director a alguien que antes que cineasta fue piloto en la Escuadrilla Lafayette. Vi la película en su día. Y hoy por hoy no ha vuelto a ser re-editada en moderno soporte. Pero daré amplia noticia de ella.)

 

Saludos

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Algunas fotos relativas a los textos del libro del S.M. Ulanoff del archivo de Jenisais:

 

 

Lafayette Los primeros voluntarios en Bar-le-Duc

lafayettelosprimerosvol.jpg

 

Lafayette Norman Prince uno de los fundadores. Abogado y piloto antes de la guerra. Antes sirvió con los franceses.-

 

lafayettenormanprinceun.jpg

 

Lafayette Americans in Avord, marzo 1917

 

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Lafayette la foto más conocida. Chaudun, julio 1917

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Lafayette William Thaw uno de los fundadores y jefes

 

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Buenasss

 

(Sigamos con la Escuadrilla Lafayette. Eligió muy bien el nombre el Dr. Edmund Gros. Al igual que que el francés Lafayette desembarcó en lo que todavía era colonia británica, y se sumó a la lucha por la Independencia, así los estadounidenses devolvieron el favor a Francia, en su momento más dificil. Fue una baza más, y muy importante en el camino para involucrar a Estados Unidos en el campo de los aliados. Y aunque lo hicieron de pleno derecho y oficialmente en 1917, desde el comienzo del conflicto en Europa no cesó la afluencia de norteamericanos a las filas francesas. Que de inmediato les enroló en la Legión Extranjera, única forma legal internacionalmente, y ante la mirada desconfiada y persecutoria del Conde Bernstorff, Embajador de Alemania ante la todavía neutral USA. Luego vino la felíz idea del citado Dr. Gros (relatada in extensum en el capítulo anterior), así como del mecenas Vanderbilt, y la total simpatía y colaboración del Gobierno francés para la creación de un Cuerpo Aéreo con el alusivo nombre de Lafayette. Tuvo gran repercusión al nivel de las naciones tanto beligerantes como neutrales. Marcó, pues, la tendencia de irse alineando los países llamados occidentales y demócratas. La excepción y la nota algo pintoresca la puso Japón al declarar la guerra a los Imperios Centrales.

 

Leamos, seguidamente, cartas que a título totalmente personal escribieron pilotos de la Lafayette a sus parientes estadounidenses. Tienen un punto de ingenuidad, y siempre muestran un acendrado patriotismo. Otros, incluyen relatos más bien técnicos y descriptivos, pero muy interesantes.)

 

 

 

Un Voluntario, por el Tte. Norman Prince, S. Aéreo Francés. G.D.E. Div. Nieuport Secteur 92A. 16-2-1916

 

Querido Gobernador:

 

Incluyo una carta de Freddy. Nota que dice que la disciplina en Pau (aerodromo de entrenamiento de los voluntarios americanos).

 

Soy otra vez un escolapio. Estoy entrenando para volar el "appareil de chase",(en francés en el original; al utilizar palabras francesas en su correspondencia, los americanos deslizaban sutilmente las dificultades idiomáticas que sufrieron durante toda la campaña. N. del T.) un instrumento muy diferente del "avion canon" que pesa tres veces más que estos "appareils" cazadores.

 

Estoy ocupado, presionando las cosas respecto a la formación de la Escadrille Américaine. Existe una posibilidad de que St. Sauveur, ahora capitán de aviación, nos comande. Aunque ha pasado poco tiempo en el frente, su actuación como piloto ha sido buena. Todos estamos "disponibles" para ir al frente y únicamente estamos esperando un capitán, el personal (chóferes, secretario, cocinero, etc.), nuestros aviones y los automóviles. Espero que las órdenes para nuestra formación sean emitidas la semana próxima. El tiempo ha sido muy lluvioso y ventoso en este lugar por una semana, lo cual era de esperarse, en el mes de febrero. Sin embargo, no estamo perdiendo tiempo.

 

Esas ametralladoras Lewis, si hay alguna forma de conseguir una docena, serían muy apreciadas aquí por nosotros. Mientras más puedan conseguirnos, será meejor, pero comprendo que pueda ser imposible, aún para tí, conseguir algunas.

 

¿Cómo están los caballos? ¡No te excedas en su entrenamiento¡

 

Espero que tú y mamá estén disfrutando en Aiken. Lo principal es que cuiden su salud.

 

Con amor para mamá, quien espero que no esté demasiado ansiosa respecto a Freddy y a mí.

 

Tu hijo afectuoso, Norman

 

 

 

 

Los pingüinos aprenden a volar, por el sgtº James R. McConnell, S. Aéreo Francés

 

Francia tiene ahora miles de jóvenes para convertirse en aviadores militares y las escuelas de vuelo, de las que hay numerosas, están produciendo pilotos con una rapidez asombrosa.

 

El proceso de entrenar a un hombre para hacerlo piloto aviador varía, naturalmente, de acuerdo con el tipo de máquina en la cual toma su primera instrucción, lo mismo que los métodos de las diferentes escuelas dependen de los aparatos con lo que enseñan a avolar a un "élève pilote", como es llamado un piloto en embrión.

 

En el caso de los biplanos más grandes, un estudiante sube a un aeroplano de doble control acompañado por un piloto más antiguo, quien después de llevarlo en muchos viajes cortos, le permite primero un control parcial y después completo y corrige inmediatamente cualquier falso movimiento hecho por él. Después de eso, se hacen vuelos cortos, en línea recta, con el alumno solo en una máquina de menor potencia y luego de eso, el entrenamiento avanza por grados, hasta el punto en que se alcanza cierto dominio del aparato. Después siguen las "acrobacias" y viajes prescritos necesarios para obtener el grado militar.

 

(...)Primero que nada, el estudiante es puesto en lo que se llama un rodador. Esto es un aparato de baja potencia, con unas alas muy pequeñas. Está construiído sólidamente, para resistir el rudo trato que recibe y no importa cuánto lo intente uno, no puede abandonar el suelo. Es conocido por todos por el nombre de "pingüino", por su falta de habilidad para volar. Un estudiante hace varios viajes de un lado a otro del campo en un pingüino de doble control y aprende a conducirlo con los pies. Después sube a una monoplaza, y mientras la hélice tira de él, trata de mantener el pingüino en línea recta. El más leve error o retraso en la maniobra, envía a la máquina patinando a los lados, y algunas veces si el motor no es desconectado a tiempo, sobre un costado o de dorso. Siempre está rompiéndose algo del pingüino, por lo que se mantiene un grupo de ellos a un lado del campo, para no perder tiempo.

 

Luego se accede al pingúino "rápido", con una palanca se levanta la cola de la máquina para ir alcanzado el ángulo de despegue. Lo siguiente se le enseña cómo abandonar el suelo. El aumento de la velocidad hace que la máquina responda más y más al timón

y como resultado, los movimientos de los pies se hacen tan suaves cuando uno se eleva, que deben hacerse de forma instintiva.

 

Primero vuelos en solitario. Es dado al piloto en ciernes equipo de ropas de cuero y un casco. Los aparatos de baja potencia, tipo Bleriot. No pueden elevarse más de unos pocos metros. Solo si no está soplando el viento, solo tiene que aprender cómo levantar la máquina de suelo y mantenerla en una línea baja de vuelo por unos momentos. Es asegurado con correas al asiento. El motor es encendido y empieza a rodar rápidamente por tierra. Se levanta la cola a un ángulo algo más arriba de la línea recta. Entonces, uno espera. De pronto, el movimiento parece más suave, el motor no ruge con tanta intensidad y el suelo se desliza hacia atrás. Está volando. Uno imagina que está volando a gran altura. La leve presión hacia delante con el bastón lo ha hecho descender con un bote, a su parecer desde gran altura. Poco a poco, el estudiante se acostumbra a despegar, pues en estos saltos cortos, ha aprendido a conducir en el aire

 

Si no tiene accidentes graves, pasa a la clase en que se eleva a mayor altura y se le enseñan los rudimentos del aterrizaje (...)que deben ser perfectos, antes que siga adelante.

 

 

(Pasados esos rudimentos -los más interesantes- y por abreviar en el relato -, viene lo de la estabilidad lateral, virajes cada vez más ceñidos y "ochos". Apagar/encender motor en vuelo. Descender en espiral sin motor, etc. Luego explica las Pruebas para el Grado Militar en "écoles de perfectionenment" en aviones Morane. Y para terminar explica el Vuelo Acrobático y de Destreza.

A mí me parece todo interesante, pero debo pensar en los Foreros, que igual "pasan" y lo encuentan demasiado prolijo. N. del T.)

 

 

(...) Finalmente, el piloto recibe su llamado al frente, donde toma su puesto en alguna escuadrilla establecida o recién formada. Se le proporciona una nueva máquina, procedente del cintro de aeroplanos de reserva más cercano y entonces empieza su servicio activo en la guerra, el cual, si sobrevive al curso, es la mejor de las escuelas.

 

 

 

(Acabo aquí, resumido, el texto recogido por S.M. Ulanoff a James R. McConnell, del S. Aéreo Francés.

 

Mañana leeremos la carta que el sgtºde la Lafayette, Victor Chapman, (más tarde muy famoso) envía a su padre en junio 1916. S.M. Ulanoff la califica por anticipado: "En Acción". La he leído, previamente, -como hago con todos los textos -, y lo que tiene y en cantidades masivas es, eso, Acción. Para ayudar a "pasar" un poco el "pausado" capº de hoy.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(No contaba yo con la noticia de que hay que cambiar la hora, y encima ¡¡dormimos una hora menos¡¡ Así que seré breve; mañana me alargaré un poco para compensar. Anoche hablamos de la carta de Victor Chapman. Además de bien escrita, destila acción de la buena. Recordar que iba dirigida a su padre.)

 

 

 

 

En Acción, por el sgtº Victor Chapman, Servicio Aéreo Francés. 1º de junio de 1916

 

Esta forma de volar es demasiado romántica para ser la verdadera guerra moderna, con todos sus horrores. Hay algo tan irreal y bello en esto, que debe ser narrado y descrito por poetas, como lo fue el viaje de Jason (el Argonáuta), o ese muchacho griego que vagó por el Golfo de Corinto, al que los gigantes trataron de poner en camas demasiado pequeñas para él, etc.

 

La tarde de ayer fue brillante, pero estaba llena de esas nubes muy densas y vellosas, como espuma imaginaria creada por dioses o genios. Salimos todos. Todos, excepto yo y el capitán, se perdieron y regresaron, así que nosotros volamos sobre motañas de nieve plumosa, llenas de brumas y sombras. Mientras seguía su negra silueta, me recordó la historia del último vuelo en una expedición polar. Descendí a un campo cercano al frente y despegué otra vez a las cinco. Entonces fue maravilloso. A 3.000 m. uno flotaba seguro en un mar de niebla purpúrea. Subí, atravesándolo y aquí y allá, nubes voluminosas que nos rodeaban semejantes a esas densas plantas acuáticas que crecen en los estanques, y muy arriba de este océano, había otras, blancas y redondeadas, como lenguas salientes de un continente distante. Algunas veces podía distinguir abajo de mí, parte suficiente de tierra, para saber mis paraderos: el Mosa serpenteante con sus vegas verdes, o ése Etna humeante, Fort Douaumont, en Verdún (qué simil tan acertado... N. del T.)Pero al norte, revoloteando como gaviotas sobre una de las lenguas de coral blanqueado... ¡seguramente no eran Nieuports¡ Eran las harpías modernas: lás máquinas alemanas de caza. Abajo, en la bruma todavía gris, avistaba un Farman o un Caudron franceses, picando sobre el márgen de las líneas y atrayendo el fuego de alguna batería. Pero al atisbar hacia abajo, un objeto blanco lívido se movió debajo de mí hacia el sur, con la cola como patín. "Ése es mi pez y mi presa", pensé mientras apuntaba la proa hacia el avión alemán de "reglage" (de artillería. N. del T.), pero la prudencia es lo primero. Así que busqué entre las nubes como plantas acuáticas. Sí, seguro, las criaturas venenosas están allí, como puntos oscuros semejantes a las larvas que ve uno en el agua salobre... tres de ellos, volando en la misma dirección. ¡Esos son los Fokkers¡ ¡No quería tenerlos cayendo sobre mi cuello, cuando picara sobre el boche gordo y grasoso¡

 

Esta mañana, todos salimos a las tres y no habiendo tomado disposiciones lo bastante concísas, nos separamos en la bruma de la mañana. Sin embargo, hallé a Prince (Norman) y fuimos a Fort Douaumont, Verdún, donde encontramos dos máquinas alemanas de "reglage" sin protección y caímos sobre ellas. Una escaramuza, una descarga de ametralladoras y nos retiramos. ¡Esa maniobra había sido mal ejecutada¡ ¡Pero oh¡ ¡Un boche más volando hacia Verdun¡ Tomé el baston de mando entre las rodillas y luché con la "mitrailleuse" y finalmente cargué el "rouleau" (cargador circular de la Lewis, semejante en la forma a un queso. N. del T.), sin perder de vista a mi boche y volando a través de Vaux hacia Etain. No tenía altura para superarlo, pero sí un poco más de velocidad. Así que me puse detrás de su cola y disparé hasta que picó en su propio territorio. Habiendo perdido a Norman, fuí hasta la Argona y en el camino de regreso vi otro boche gordo. "No hay máquina de protección a la vista". Me lancé sobre él, viré a la derecha y luego a la izquierda, casi lo perdí y luego subí bajo su quilla, de sotavento, a popa. Es la única posición contra la cual no pueden disparar. Yo parecía un bote al costado de una goleta. Levanté la proa para darle lo suyo. Crr-Crr-Crr- un cartucho atascado en el cañón. Saltó como una rana y huyó a su campo. Después, esa mañana, hice otro paseo a lo largo de las líneas. Encontré un enjambre de Nieuports franceses y vi al otro lado un escuadrón de LGV alemanes con sus alas blancas. ¡Cuán semejante es esto a un juego¡ Salgo en compañía y ellos huyen. Entran en mi territorio y yo, si estoy solo, vuelvo la espalda. ¡Y una vez también me persiguieron¡ Son más rápidos pero yo tenía altura, así que solo pudieron mostrarme los dientes como tiburones, con sus alas blancas y sus cruces negras y regresaron a sus dominios.

 

Esta tarde salimos juntos, a las 12h 30, para nuestra ronda por las líneas. Las nubes de lana de algodón eran rollizas y densas otra vez. Al entrar y salir entre ellas, me encontré con algunas borlas azules, como las que ve uno cuando la artillería ha estado disparando contra aeroplanos. "Extraños fenómenos, tal vez existan nubes azules como éstas" Ayer vole infructuosamente tras ellas, tratando de encontrar los aviones. ¡Más nubes de humo¡ ¡Allí, arriba de mí, como un escarabajo negro, estaba el boche¡. Pero muy arriba de mí y volando hacia sus líneas.Seguí a ese aeroplano durante 20 minutos, siempre delante de mí y centímetro a centímetro, en forma casi imperceptible, gané en altura y en distancia. Viró para lanzarme una andanada; lo esquivé, poniéndome bajo su cola; viró otra vez, repetí la maniobra, pero no tenía la velocidad sufuciente para acercarse a mí, aunque, por el momento, le corté la retirada. Después de tres "passages-at-arms", escapó. Después fui como una liebre a Verdún y no encontré a nadie. ¡Qué relatos se hicieron a mi regreso¡ Los Boches había llegado sobre Bar-le-Duc (al sureste de Verdun, en territorio francés. N. del T.) y bombardearon a placer; los tanques de dos de nuestros pilotos fueron perforados y uno no regeresó. La ciudad, la estación, el campo de aviación, todo fue bombardeado: 40 víctimas , incluyendo 10 niños de escuela. Y esa mañana, habíamos recibido la noticia de que Poincaré (Presidente de Francia. N. del T.) prohibió los bombardeos de toda clase, aún a fábricas de armas... podrían morir civiles. Sí, esto esto es lo que resulta de hacerse notorio. Hace dos días, salieron en los periódicos noticias desagradables referentes a nosotros... inclusive ayer. Me avergüenza dejarme ver hoy en la ciudad, si nuestra presencia aquí ha causado la muerte y la destrucción de personas inocentes. Así parecería. Ese Boche de Luxeuil, (aerodromo de la Lafayette. N. del T.)a propósito, regresó después de que nos alejamos, en el día y a la hora en que se estaban realizando los servicios fúnebres. Pero llamaron por telefono a una "escadrille" de Nieuports y le cortaron la retirada, derribándolo sobre las líneas francesas. Por los papeles que llevaba encima, fue identificado como un ex-camarero del "Lion Vert", ahora, por supuesto, un oficial alemán.

 

 

 

 

(Aquí termina la carta del 1º de junio de 1916 Victor Chpaman, en plena batalla de Verdún. Mañana, leeremos las cartas que dirigió a su padre los días, 2 y 5 de junio. Siguen en la misma línea de expresividad e impavidez.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Hoy tengo poco tiempo para escribir. Justo para esas dos cartas que Victor Chapman dirigió a su padre al día siguiente , repito en plena Batalla de Verdún. La de tres días más tarde, tiene como destinataria una desconocida Alice, de la que se despide con una fórmula más convencional: "Afectuosamente".)

 

 

 

 

2 de junio de 1916

 

Fue exagerar un poco nuestra importancia, decir que los Boches (alemanes) vinieron por nosotros. El E.Mayor Gral. del gral. Petain había llegado y además también fueron bombardeadas Amiens, Chalons, Epernay. Es una lástima que algunos de nosotrosno hayamos tenido uno de esos cerdos bajo nuestras miras, en nuestro terreno. Norman Prince dice que tenía uno, pero al atacar girando, cortó el contacto con un codo y descendió, creyendo que era una "panne" (calarse un motor. N. del T.). McConnell, que estaba perdido (llegó a la ahaora de comeruna hora antes, sin haber visto un Boche), taambién tenía uno en sus manos, pero finalmente, se escapó. Así que voló hacia el sur, muy lejos de su mapa y por último atwrrizóen un campo engañoso, destruyendo la máquina.

 

Cariño de,

Victor

 

 

5 de junio de 1916

 

Querida Alice: A partir de ahora, no debes creer demasiado de lo que dicen los periódicos; cometimos el error de permitir que --- hiciera un poco de publicidad y él tiene muy mal gusto. Los periodistas que están en la ciudad ven su oportunidad de obtener noticias; y pronto nos tendrán derribando un alemán diario cada uno y muriendo gloriosamente cada semana. Ya han dado la noticia de mi muerte un par de veces y más de uno de nosotros ha sido herido de gravedad en varias oportunidades. No ha sucedido mucho; hemos tenido tiempo lluvioso intermitentemente. Oliver Wolcott, Carlton Burr y un par de otros muchachos de Harvard a quienes conocí en el Colegio, están aquí en las ambulancias. Se han comportado todos muy bien y recogieron de las calles los muertos y los heridos, en la ocasión del bombardeo. Ayer tuvimos otra "alerte"; pero los Boches no llegaron. Hall(James Norman)sorprendió uno más al norte y cree que lo derribó; pero el aroplano alemán cayó entre las nubes y Hall no pudo ver si cayó a tierra o no. Yo tropecé ayer en la mañana con dos, en unión de Prince, pero no tuvimos suficiente unidad o concentración de ataque para derribarlos...

 

Afectuosamente,

Victor

 

 

 

 

(Aprovecho la parquedad de ambas cartas de Chapman, para recuperar la hora, o más, de sueño con que el cambio de horario me sorprendió ayer.

 

Mañana será un día duro; no lo olvidarán los componentes de la Lafayette. El título del relato, a dos manos, por pilotos de la Escadrille tiene un significativo título: La Primera Sangre.)

 

Saludos

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Algunas fotos de la famosa escuadrilla Lafayette:

 

Lafayette James Norman Hall.

 

lafayettejamesnormanhal.jpg

 

Lafayette Charles-Nordhoff

 

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Lafayette en el funeral de Norman Prince. En el centro sentados Cap. Thenault y William Thaw.

 

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Lafayette Revista con ambas banderas

 

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Lafayette James Norman Hall y Charles Nordhoff, postguerra.-

 

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Buenasss

 

(Antes de que se me vuelva a olvidar. Copyright del último texto: Propiedad de John Jay Chapman. Extracto de "Victor Chapman's. Letters from France", editadas por John Jay Chapman. Reproducido con permiso de Chanler A. Chapman, albacea literario de la propiedad de John Jay Chapman.

 

Como siempre tan oportuno Rockofritz subiendo las fotos que le envié. Por cierto, la última es de lo más pertinente: se puede ver a James Norman Hall y a Charles Nordhoff, en la postguerra justo en el tiempo en que estaban escribiendo al alimón la Trilogía de la Bounty, tal como indicaba el pié de la foto. Esta Trilogía, de lo más famoso en su época, comprendía tres títulos: Rebelión a bordo; Hombres contra el mar; y La isla de Pitcairn.

 

Volvamos unos años atrás. Nordhoff y Hall escribieron un magnífico relato acerca del paso de ambos por la Escadrille Lafayette. Leamos el emocionante texto recogido por S.M. Ulanoff. Es algo más extenso del normal de los fragmentos que conforman el libro "Fighter Pilot".)

 

 

 

 

La Primera Sangre, Charles Nordhoff y James Norman Hall capts. SºAéreo Francés, y de los EEUU respect.

 

...no tuve noción de que algunos visitantes se aproximaban a mi cama, hasta que oí que cierto murmullo de interés recorría el dormitorio. Levanté la mirada. Un aviador estaba parado junto a mi lecho, mostrando sus brillantes dientes de oro y con el lado izquierdo del pecho cubierto de condecoraciones. Era Nungesser y Lufbery se encontraba con él, casi igual de resplandeciente con cruces y medallas. Un murmullo recorría todo el dormitorio y oí que un viejo nativo susurraba:

 

-¡Quienesquiera que sean, no son bananas las que les faltan¡

 

"Bananas" es la palabra con que desigan los soldados franceses a las condecoraciones.

 

-Bueno ¿cómo está el cazador de Rumplers? (Rumplers, un tipo de avión aleman. N. del T.)preguntó Lufbery

 

-Oímos que estabas aquí -dijo Nungesser-. ¡Mala suerte, Selden ¿Ya estás mejor? Yo sé lo que es eso... ¡Siempre estoy deteniendo las balas¡ ¡Si las heridas fueran ascensos, sería Mariscal de Francia¡

 

-¿Tienes todo lo que quieres? -continuó Lufbery-. Estaré en París por 48 horas y tengo bastante tiempo.

 

Vestía un uniforme nuevo, de mayor del Sº Aéreo Norteamericano y ¡oh¡ ¡tan util¡ Primero lo enviaron a una escuela de vuelo... le dieron una oficina, un bello escritorio de cortina, un lápiz y un block de papel. ¡Todo lo que tenía que hacer, era afilar su lápiz y dibujar en su block¡ Le encantó eso... ¿no es cierto, Luf? Después lo enviaron a Villeneuve, en la Champagne, como jefe de un par de nuevos escuadrones de caza. Allí es donde está ahora. Tiene pilotos, mecánicos y aviones... una unidad de primera clase. ¡Lo único malo es que no tienen ametralladoras¡ ¿Qué sucede con tus paisanos, Selden? ¿No son suficientes esos 600 millones de dólares que los EEUU asignaron a la aviación, para comprar ametralladoras para un par de docenas de aeroplanos? ¡Cuándo menos debían comprar una para Luf¡

 

Lufbery sonrió, lúgubremente.

 

-Supongo que llegarán algún día, pero estamos enfermando de esperar. Todas las mañanas, llevo a los muchachos en esos malditos Nieuports sin cuernos, a echar un vistazo a las líneas. Somos el 94º y el 95 de Caza... los únicos escuadrones norteamericanos en el frente, excepto la Lafayette. ¡Caza, un demonio¡ ¡Caza, hacia atrás¡ ¡Tenemos el grupo de pilotos más vivos en el frente¡ ¡Si tuvieran algo con qué disparar, estos muchachos estarían derribando Boches a diestro y siniestro¡

 

-Bueno, te enviarán tus ametralladoras uno de estos días -dijo Nungesser - y habrá bastante acción esta primavera. Una cosa es segura: los Boches van a hacer una tremenda demostración en algún lado. ¡Apresúrate a recuperarte, Selden¡ ¡Necesitaremos todos los pilotos cuando empiece la diversión¡ -se levantó y tomó mi mano herida-. Vamos, Luf, debemos retirarnos. Au revoir.

 

Permanecí pensando en sus palabras, después de que se retiraron. Francia estaba llena de rumores en aquellos días, porque era obvio que se aproximaba el momento del gran esfuerzo final de Alemania para ganar la guerra. Con las tropas norteamericanas empezando a volcarse sobre Francia, era ahora o nunca para las Potencias Centrales. La pregunta que tenían todos en la mente, era cuándo y dónde atacarían.

 

 

...pasaron abril y la primera mitad de mayo, mientras convalecía, saliendo del hospital por la mañana y regresando por la noche, después de un prolonagdo día en lugares de serena belleza, como los Jardines de Luxemburgo o el Bois de Boulogne. Fue entonces cuando supe la muerte de Raoul Lufbery... cómo había sido derribado en llamas en Lorena. Su pérdida fue un golpe para todo el Servicio Aéreo Francés, particularmente triste para los pilotos de los Cuerpos Aéreos Lafayette. El 20 de mayo, al día siguiente de la muerte de Lufbery, me reincorporé a mi Escuadrón en Villeneuve, en Champagne. Ahora llevaba el uniforme de oficial norteamericano.

 

Villeneuve está al sureste de Épernay... en una región de suaves colinas, viñedos y parches de bosques de pinos y extensos trigales. Vertus, una aldea famosa por su delicioso vino rosado, está cerca. El aerodromo donde encontré instalado al Grupo 31, era uno de los más grandes de Francia.

 

Flingot fue a mi encuentro a Épernay, con el auto del capitán. Experimenté una sensación de bienvenida al ver su sonrisa y sentir el apretón cordial de su mano. Viajamos a su velocidad espeluznante de costumbre y habló con tanta rapidéz como conducía.

 

-La hemos pasado dura, Selden¡ A propósito, supongo que ahora tendré que llamarte "mon lieutenant"... tendrás que excusarme si lo olvido algunas veces. Muchos cambios en el Grupo... nuevas caras y los viejos se han ido. Fontana está prisionero... ¡ja-ja¡ ¡es la única risa que he gozado por dos meses¡ Vino un Boche, fue bastante decente de su parte, en tiempos como estos, y dejó caer una nota, diciendo que el viejo Fontana descendió sin un rasguño. Dejaron que Fontana escribiera un mensaje debajo de la nota escrita a máquina. ¿Cuál supones que fue? "¡Envíenme ajos¡" Le enviaron un paquete de 10 kgs... Cuando lo reciba probablemente los Heinies lo dejarán escapar... estarán contentos de librarse de él. ¿Recuerdas a Masson y a du Marmier? Amboss murieron y De Chalais fue derribado en llamas sobre nuestro campo en Picardía. ¡Eran un grupo mordaz¡ Nos bombardeaban todas las noches claras y sus aviones de caza venían hasta el campo en grupos de 15 ó 20 y nos ametrallaban . ¡Llegan demasiado lejos, malditos sean¡ ¡No pedí mi cambio desde la infantería para ser ametrallado a 20 kms. atrás de la línea del frente¡ Golasse es el único de tus compañeros que queda entre los pilotos. Nunca derribarán a ese pájaro ... es demasiado rudo. El capitán está con nosotros todavía... ahora comerás con él... y el Tte. Weiler, el alsaciano. ¿Cómo se siente ser oficial? ¿Recuerdas ese tonel de vino que nos obsequiaste para rociar tus cintas? Al principio pensamos que habías muerto, así que cambiamos la celebración en un velorio, hasta que llegó un mensaje telefónico. Para entonces, ya nada más quedaba medio tonel. Cuando supimos que estabas vivo, decidimos continuar el buen trabajo. ¡Fue un vino de primera¡ ¡Al día siguiente, tenía la cabeza como una calabaza y el viejo Cartier enfermó¡ Él no bebe con frecuencia. ¡Señor¡ ¡Parecen haber pasado años¡

 

Volamos por el camino blanco y polvoriento, pasamos Cramant y Avize y al fin vi los hangares del aerodromo. Flingot, el piloto de caza sobre ruedas, pasó una línea de barracas a una velocidad que hizo que asomaran cabezas por todas partes y llegó a un alto sensacional ante el bar.

 

-Lo imaginaba -dijo-. Allí está el capitán, jugando bridge.

 

Se había producido una pausa en la lucha y el bar estaba lleno de hombres cansados. La cordialidad de la bievenida del capitán me conmovió.

 

-¡"Eh bien", Selden¡ ¡Me alegra tenerle de regreso¡

 

Su cara, rubicunda y llena la última vez que lo ví, se veía gris y tenía círculos oscuros debajo de sus ojos. Su pequeño fox-terrier, un buen amigo mío, saltaba en torno a mis piernas.

 

Forbes, Golasse y otros amigos estaban allí para darme la bienvenida, pero, como dijo Flingot, había muchas caras nuevas. Y las caras viejas que quedaban se veían cambiadas, porque en 1918, el volar no era una fuente de la juventud.

 

El capitán me dijo que podía tener conmigo a Cartier y a Vigneau, así que después de ser presentado a una multitud alegre de jóvenes y nuevos pilotos, fui con Forbes a saludar a mis mecánicos.

 

 

 

 

(Es uno, quizá, de los relatos que más me han gustado hasta ahora. ¡Con qué sencillez están contadas las sensaciones que llegan a Selden¡ El saludo sencillo pero cordial de los dos Ases en el hospital. Su sensación de que algo iba a ocurrir en breves fechas. La sentida pérdida del americano Raoul Lufbery, una verdadera institución en la Lafayette, piloto de los primeros días... El viaje de vuelta al Escuadrón volviendo a recordar las sensaciones según iba llegando al aerodromo. El felíz re-encuentro con el chófer del Escuadrón. Parecía que nada había cambiado. Solo la letanía de los camaradas caídos le hizo volver a la realidad. Refrendada al observar el cansancio vital de los viejos compañeros. ¡Si ya casi no conocía a nadie¡ Solo la cordialidad de la acogida le hizo acordarse de los buenos tiempos. ¡Qué bien descrito¡ Me dan ganas de leer ésa Trilogía de la Bounty... (Esta pareja de escritores, promete).

 

Saludos

 

 

 

 

-

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", porque en 1918, el volar no era una fuente de la juventud."

 

Que gran frase. Estoy leyendo algunos libros sobre la ofensiva del Mando de Bombarderos británico, y hay que decir que, si me permitis la grosería, tenían unos cojones como el peñón de Gibraltar. La mente es la que manda, y las horas de tensión en vuelos donde murió el 50% de los participantes (atención: con treinta misiones de vuelo a lo sumo, 1-2 años como máximo), debían de ser insoportables.

 

En la I GM se puso de manifiesto algo que me dijeron hace tiempo: ¿"Porque te crees que se crea esa aura de gloria y triunfo alrededor de un piloto caza y no sobre otro tipo de combatiente?... Porque de alguna manera hay que darles algún reconocimiento que les haga llevadero lo que les espera... ya que de esos jóvenes muy pocos verán el final del conflicto."

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Buenasss

 

(Dejamos ayer el texto en el felíz regreso de Selden, alter ego de Charles Nordhoff, al aerodromo de Villeneuve, y la cálida acogida dispensada. Tras los saludos de rigor en el bar, no demora ir a ver a sus mecánicos.

 

Tras punto y seguido.)

 

 

 

 

Cuando pasábamos por las barracas de los Spad597, vi al viejo Félix parado ante una puerta, haraganeando bajo el sol, con una tolla sobre el brzo. Su barba, si acaso, había creciedo y se veía más espléndida; era soberbia y pensé que, a ese paso, pronto llegaría a sus rodillas. Avanzo ansiosamente, dejando caer su toalla.

 

-"¡Mon lieutenant¡" Me alegra verlo... no tenía idea...

 

Me estrechó ambas manos y creo que estaba tan contento de verme, como yo de verlo a él.

 

-Usted y Golasse -mumuró-, los únicos que quedan de los viejos... los viejos se van... los nuevos vienen...

 

Cartier se encontraba trabajando ante un hangar cubriendo orificios de balas en las alas de un Spad con pequeños parches redondos, cada uno decorado con una cruz de hierro en miniatura. Levantó la mirada de su trabajo, tomó mi mano extendida y sonrió debilmente, sin una señal de emoción en su cara picada de viruela.

 

-Hola, Selden. ¿Le alegra regresar? Este es su nuevo taxi... no es muy bueno, pero en estos días, tenemos que tomar lo que nos dan.

 

Vigneau salió del hangar con una lata de aceite y estrechó mi mano tímidamente.

 

El Spad era uno de los nuevos de 220 h.p., con dos ametralladoras y un motor que hacía que la hélice girase hacia la izquierda, en lugar de hacia la derecha. Eran muy rápidos y tenían un alto techo, pero eran menos operables y de menos confianza que los 180 a los que estaba acostumbrado. Muchas de esas máquinas solo duraron 12 ó 15 horas en el frente.

 

Forbes obtuvo el grado de sous-lieutenant durante la 3ª semana de mayo. Había derribado y confirmado 6 aeroplanos alemanes y varios otros, demasiado adentro de sus líneas para poder ser confirmados. Sabía que era considerado uno de los mejores hombres del grupo. He tenido poco que decir de sus hazañas, porque él mismo rara vez hablaba de ellas, no tanto por modestia, como por el hecho de que odiaba tanto matar. Pero creía, igual que tantos otros en aquellos días, que ésta era una guerra para acabar con las guerras y resuelto en su creencia, seguía adelante. En cuando a hablar de lo que había hecho, allí trazaba una línea de alto. Aún cuando hubiera sido un piloto indiferente, Gordon probablemente habría sido hecho oficial, pues agradaba al capitán St. Cyr y deseaba tenerlo en el comedor de oficiales.

 

Por una semana después de mi llegada a Villeneeuve, llevamos una vida apacible. Hacíamos patrullas de rutina a ambos lados de Reims, pero el enemigo parecía haber abandonado el aire. Ésos fueron días prolongados, cálidos, somnolientos, de haraganear y dormir. Las codornices llamban desde sus nidos en el trigo; el verde pálido de los viñedos estaba haciéndose más profundo; la paz y la belleza del campo francés hacía que la guerra pareciera lejana. Pero en primer lugar en la mente de cada hombre, se hallaba el pensamiento: "¿Dónde atacarán después los alemanes?". Algunos decían que en Bélfort, en la frontera suiza; otros creían que el ataque ocurriría en Lorena; pero la mayor parte de nosotros pensaba que Ludendorff intentaría avanzar a través de Amiens hasta el mar, cortando a los británicos en el Pas-de-Calais. Los fatigados pilotos del Grupo 31 se felicitaban de estar en la quieta Champagne. Ningún hombre soñaba que nuestro tramo de frente sería teatro de un ataque y el estado mayor compartía nuestra creencia, pues las líneas eran sostenidas únicamente por 6 divisiones francesas, más o menos desgastadas y dos divisiones del 5º Ejército británico, que había sido tratado en forma tan ruda hacía menos de 2 meses.

 

Mi nuevo Spad S.XIII, era un pequeño monstruo formidable, bajo y de alas anchas, armado perfectamente con dos Lewis de 7,7 mm. y con la potencia de 220 c.v. salvajes, que bramaban a través de sus escapes. Sentí decididas trepidaciones internas cuando despegué por primera vez, pues la nave era desconocida para mí y tenía mucho tiempo de no volar. Se lanzó al aire rugiendo, resoplando y temblando con exceso de poder y su velocidad en una picada me dejó sin aliento. Pero logré aterrizarlo sin estrellarme y después del primer par de horas me acostumbré a él, aunque nunca sentí por ese Spad el mismo afecto que tenía por el 180... mi primer amor.

 

Entonces llegó el 27 de mayo de 1918. Este no es lugar para describir detalladamente ese gran ataque, ni estoy capacitado para hacerlo. Todo lo que sé es lo que vimos desde el aire. Toda la región, al sur y al oeste de Reims ardía, humeaaba y relampageaba con la explosión de las granadas, a medida que el enemigo avanzaba hacia el río Marne. Llegaron al río la noche del cuarto día, pero la infantería francesa, ya con efectivos de cuarenta divisiones, reforzadas por tropas noteamericanas cuya conducta me hizo más orgulloso que nunca del uniforme que portaba, las contuvieron allí.

 

El ataque se produjo como una sorpresa completa. Recuerdo bien esa mañana. Me levanté antes del alba, pues había dormido profundamente esa noche. El capitán Clermont y yo fuimos al comedor de oficiales para tomar nuestro chocolate. Weiler, el teniente alsaciano, se levantó cuando entrábamos, limpiándose los bigotes. Era un hombre pacífico, de ojos azules, que había estado gozando de la tranquilidad de Villeneuve. Estiró los brazos, bostezó y comentó:

 

-Esto es casi tan bueno como Luneville. Casi estoy decidido a volverme a la cama.

 

En ese momento, el pequeño perro del capitán empezó a ladrar. La puerta se abrió y me asombró ver al mayor Beaumont, con la respiración alterada. Habló sin ceremonias.

 

-Quiero que todos los pilotos del grupo se hagan al aire inmediatamente -ordenó al capitán-. Los Boches han atacado... están irrumpiendo con todo lo que tienen a lo largo del Chemin des Dames y se informa que su aviación es muy poderosa. Diga a sus mecánicos que tengan todo listo para reabastecer cuando regresen las patrullas.

 

Y desapareció en un momento.

 

El capitán Clermont no perdió tiempo. Llamó a Carnot y le dictó viva y claramente las órdenes para la formación de las patrullas. El ordenanza fue hacia el alojamiento de los pilotos y Clermont y yo cruzamos el campo con rapidez. Algo, en la actitud del mayor, nos impresionó todavía más que sus palabras... creo que ambos comprendimos la gravedad de la situación. Los mecánicos ya habían sido notificados; estaban sacando nuestros Spads y empezando a calentarlos. El mayor Beaumont tenía su nave en el mismo hangar en que guardaba la mía y conociéndolo, no me soprendió ver que se hallaba afuera, con el motor funcionando al ralentí. Había hecho su aprendizaje con Dorme, Heurteaux y Guynemer en las Cigüeñas y el fuselaje de su Spad S.XIII llevaba la famosa cigüeña, el emblema más orgulloso de Francia.

 

-Haremos 2 patrullas -estaba diciendo el capitán-. Yo conduciré una y Weiler la otra. Usted puede venir conmigo.

 

Fueron las últimas palabras que me dijo René Clermont.

 

Dos Spads S.XIII, pocos dignos de confianza, estaban descompuestos ese día y tres de nuestros pilotos ya se encontraban sobre la líneas. Pudimos formar dos patrullas, de cinco cada una, más o menos el número promedio de los otros tres escuadrones del grupo. El campo zumbaba como un colmenar recién perturbado. Despegó una patrulla... y otra y otra. Weiler condujo su formación hacia la Montaña de Reims... nuestro turno había llegado. Las nubes eran bajas esa mañana y bajo su techo gris, volamos una vez en torno al campo, apiñándonos como un puñado de halcones. Clermont se volvió hacia atrás, después abrió el acelarador y se dirigió hacia las líneas, volando bajo y en línea recta. Cruzamos el río Marne un poco al este de Épernay y descendimos sobre la Montaña de Reims, una meseta escabrosa, con riscos al lado occidental y bosque en la parte superior. Después, con la ciudad y su derruida catedral a nuestra derecha, pasamos sobre el río Vesle.

 

Las casas dejaron de tener techo, las granadas explotaban y guiñaban allá abajo, el humo se elevaba de las aldeas y el aire era estremecido y desgarrado por los proyectiles que pasaba en torno nuestro. Parches negros aparecían por todas partes, con las toses roncas de los 105mm. , pero estábamos demasiado bajos y nuestra velocidad era demasiado alta para ellos. Era mi primera visión de una gran batalla y observé, fascinado, aunque no vi nada que pueda describir con certeza. Un Spad se puso a mi lado y vi la cigueña del comandante Beaumont. El no era un hombre que fuera a quedarse en tierra ese día. Las nubes empezaban a apartarse un poco y no se veía ningún aeroplano enemigo a ala vista.

 

La patrulla de Fokkers debió caer de las nubes; de cualquier modo, el aire, vacío un momento antes, se llenó repentinamente de pequeñas naves de aspecto torpe, con riostras en forma de N y cruces negras en las alas. Eran Fokkers D-VII, los mejores aviones de caza producidos durante la guerra y los primeros que veíamos cualquiera de nosotros, tan rápidos como los Spad y mucho más manejables; y estaban pilotados por la crema del Servicio Aéreo alemán, seleccionados para este ataque, la banda de asesinos más formidable que tuve jamás la desgracia de arrostrar. Debía haber 18 ó 20 de ellos en esa patrulla y volaban juntos con la fácil elasticidad de aves migratorias.

 

En un momento, como dije, el aire estaba vacío de enemigos. Un instante después, los Fokkers empezaron a surgir como llevados por un huracán... pasaron, viraron verticalmente y se lanzaron contra nosotros como una manada de lobos. La proporción era de 3 a 1 y tenían la ventaja de la altura. Pensé: "Serás muy afortunado si sales vivo de esta". Pero imagino que su mismo número, bajo aquel techo de nubes a poca altura, debió salvar las vidas de algunos de nosotros, en el fantástico combate que siguió. Treinta segundos después de ver por primera vez al enemigo, el aire se hallaba entrecruzado por lineas de humo y las ametralladoras tartamudeaban de un lado y otro.

 

Dos Fokkers se pusieron de inmediato en mi cola, con persistencia asesina, pero los hice errar con un brusco viraje ascendente y logré tocar con una ráfaga a uno de los 3 atacantes del capitán. Pero en el momento siguiente, las llamas empezaron a brotar del Spad de Clermont; inclinó la proa y picó a tierra a toda velocidad, dejando una estela de denso humo negro.

 

Yo había decidido no perder un metro de altura, sabiendo que estaría perdido si me obligaban a descender; pero al esforzarme por sacudirme de mis perseguidores, o de uno de ellos, me veía obstaculizado en cada viraje. El aire estaba tan denso con aeroplanos virando, picando, ascendiendo, que me hallé tan ocupado como un juglar manco. Varias veces tuve un Fokker en mis miras el tiempo suficiente para disparar una ráfaga y con la misma frecuencia escapé por poco de ser derribado; y la mera cuestión de evitar choques con amigos o enemigos, era en sí misma una ocupación. El mayor Beaumont se encontraba en lo más denso de la pelea; manejaba su Spad verdaderamente como una cigüeña y una vez, mientras pasaba a toda velocidad con 3 Fokkers pegados a su cola, lo vi derribar con una descarga a un cuarto, enviando al Boche planeando hacia tierra. En ese momento empezó a fallar mi motor y comprendí que si iba a volver a casa alguna vez, ése era el momento de hacerlo. Pero los alemanes, que eran todavaía tres, no estaban dispuestos a dejarme retirar.

 

Hice un viraje a romper, ascendiendo tan vertical como pude, mientras el motor fallaba de modo alarmante, con trazadoras pasando en torrente a los lados de mi fuselaje y me zambullí en una nube baja conveniente Tenía bien grabada en la mente mi situación cuando me envolvió la bruma gris y otro viraje dirigió mi Spad hacia Reims. Después volé con la cola levantada. Los escapes del gran motor rugían a ritmo intermitente, muy diferente al canto del Spad saludable. Volé a toda la velocidad posible a través de una faja de luz solar, volviéndome a mirar hacia atrás y me zambullí en una segunda nube. Cuando salí me encontraba sobre el río Vesle y no había más nubes entre mi aparato y la Montaña de Reims. Unos 800 m. detrás de mí, al oeste, vi tres Fokkers, fáciles de reconocer por su corta ala inferior. Me había descubierto otra vez y estaban tras mi pista.

 

Algunas veces, por un corto período, los 8 cilindros de mi motor en V Hispano Suiza funcionaban y aunque los alemanes iban acercándose, todavía se encontraban demasiado lejos para dispararme, cuando llegué al lado occidental de la meseta boscosa. Dos de ellos viraron y renunciaron a la caza, pero el tercero prosigió con un aire de determinación que no me gustó nada. Cerca del Marne, entre St. Imoge y Hautvillers, empezó a disparar cortas rafagas tentativas contra mí, aunque todavía seguía demasiado lejos para disparar con precisión. Iba llegando a Épernay y comprendí con tristeza que miles de ojos debían estar observando desde abajo mi huída poco gloriosa. Sin embargo, sabía que si intentaba volverme contra el Fokker, me deslizaría sobre un ala y sería derribado al primer viraje brusco. "¡Maldito sea este motor¡", pensé amargamente. "¡Si solo funcionara bien durante dos minutos, enseñaría al Fritz hacia dónde volar¡". Fue bastante extraño, pero en ese momento, mi Spad dejó de estremecerse y el motor volvió a rugir con regularidad.

 

Emprendí un duro viraje ascendente que tomó al alemán totalmente por sorpresa. Un segundo después, lo tenía en el centro de mis miras y le disparé una prologada ráfaga de mis dos Vickers, que funcionaron en forma tersa como un par de máquinas de coser y proporcionaron satisfación a mi alma. El Fokker pareció detenerse, cuando el huracán de plomo le tomó por la mitad; subió la naríz y una de sus alas inferiores se desprendió. El piloto alemán, acribillado, no tuvo ocasión ni de cerrar el acelerador y el avión cayó girando a velocidad vertiginosa, para estrellarse en un campo a cerca de Épernay. Docenas de pequeñas figuras corrieron hacia los despojos y después que el Fokker tocó tierra, vi que su ala inferior desprendida bajaba flotando como una hoja en otoño.

 

Sentí una alegría gloriosa, sin la mancha del menor remordimiento por haber matado un hombre y allí, sobre la ciudad, hice rizos y barrenas hasta que mi motor empezó a fallar nuevamente, esta vez en tal forma, que me dirigí al aerodromo en línea recta y volando bajo, a 30 kms. de distancia. La falla se hizo peor y empecé a buscar con ansiedsd lugares dónde aterrizar, delante de mí. Cuando llegué a Villeneuve, apenas pude deslizarme sobre los árboles del lado meridional del campo.

 

 

 

(He aguantado un poco más para no dejar el relato a medias. Creo ha merecido la pena. Es una prosa muy bien ajustada a la acción. Al ver el Copyright he comprendido por qué. Esta escrito conjuntamente por Nordhoff y Hall, formando parte de su obra "Halcones de Francia", escrita en 1929. He logrado encontrar la portada del libro, la subirá (con otras fotos alusivas) Rockofritz. Me reitero en que intentaré lograr la Trilogía de la Bounty, y espero disfrutar tanto como con este corto relato, sabiamente recogido por S.M. Ulanoff.

 

Copyright: Little, Brown & Co.. Extracto de "Faalcons of France", por Charle Nordhoff y James N. Hall. Copyright, 1929, por Little, Brown &Co. Reproducido con permiso de Little, Brown & Co.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Seguimos la interesante estela de la Escadrille Lafayette. Eran todos norteamericanos, y a pesar del foso que para ellos era el idioma francés, supieron integrarse con rapidez. Fueron muy apreciados por sus homólogos aviadores franceses que admiraban en ellos su patriotismo y su sentido práctico de la vida. Intentaron adoptar su pragmatismo y su eficiencia. Con pocos medios lograron, los americanos, poner a punto sus escuadrillas y llegar al mismo nivel que los demás aliados que les llevaban ya más de dos años de veteranía en el frente.)

 

 

 

 

La Muerte del Héroe, por el sgtº James R. McConnell, Servicio Aéreo Francés

 

La espera incierta en Luxeuil llegó por último a un fin el 12 de octubre. La tarde de ese día, los britániicos nos dijeron: "Vengan, yanquis, suspendamos la guerra y tomemos el té", como era su costumbre, pues el bombardeo de Oberndorf estaba en marcha. Las máquinas británicas y francesas habían sido preparadas. Los pilotos recibieron sus órdenes un momento antes de subir a sus aeroplanos. Los ingleses fueron los primeros en partir, en sus Sopwiths Camel, que llevaban cuatro bombas cada uno. Después se llevaron los grandes Breguets y Farman franceses, con sus toneladas de explosivos, destinados a las fábricas Mauser. Los aviones de caza que iban a escoltarlos hasta el Rhin, tomaron altura rapidamente y volaron en círculos sobre sus cargos. Cuatro de los aviones de caza era de la escuadrilla norteamericana. Eran pilotados por el teniente de Laage, Lufbery, Norman Prince y Masson, respectivamente.

 

Los alemanes fueron tomados por sorpresa y como consecuencia pocas de sus máquinas estaban en el aire. La flota de bombardeo fue atacada de cualquier manera y seis de sus aeroplanos derribados, cayendo algunos de ellos en llamas. Baron el famoso bombardero nocturno francés, perdió la vida en uno de los Farmans. Dos alemanes fueron derribados por aviones a los que atacaron y los cuatro pilotos de la escuadrilla norteamericana se anotaron uno cada uno. El teniente de Laage derribó su Boche cuando este atacaba a otra máquina francesa y Masson hizo lo mismo. En su explicación posterior dijo:

 

"De pronto, vi que un Boche se interponía entre mi aeroplano y un Breguet que yo iba siguiendo. Nada más empecé a disparar y que me cuelguen si no cayó".

 

Como la capacidad de combustible de un Nieuport solo le permite estar en el aire poco más de dos horas, los aviones de caza debieron regresar a cargar más gasolina, mientras los aparatos de bombardeo continuaban penetrando en Alemania. Los Sopwiths llegaron primero a Oberndof. Descendieron sobre las fábricas Mauser, descargaron sus bombas y regresaron hacia casa. Todos llegaron, excepto uno, cuyo piloto perdió el camino y aterrizó en Suiza. Cuando las grandes máquinas llegaron a Oberndorf, vieron únicamente llamas y humo donde estuvo una vez la fábrica de fusiles. Descargaron sus explosivos sobre la masa ardiente.

 

Después de reabastecer sus tanques, los Nieuport regresaron a limpiar el aire de alemanes que pudieran estar revoloteando en espera del regreso de los incursores. Prince halló uno y lo derribó rápidamente. Lufbery encontró tres. Atacó a uno, haciéndolo caer bajolos otros, forzó a descender a un segundo y atacó al que permanecía arriba. El combate fue breve y al final, el alemán cayó a tierra. Esta fue la quinta máquina eneemiga acreditada a Lufbery en forma oficial. Cuando un piloto ha dado cuenta de cinco Boches, su nomnbre es mencionado en el comunicado oficial y se habla de él como un "As", lo cual, en el argot aéreo francés, significa un superpiloto. Se permite que los periódicos llamen a un "as" por su nombre, y publiquen su fotografía y un artículo respecto a él. Este aviador triunfante se convierte en un héroe nacional. Cuando Lufbery llegó a esta categoría, los periódicos le hicieron objeto de titulares. El "as" americano, con su sarta de medallas, sufrió entonces las molestias de un héroe de "matinée". Lo mejor de la colección fue una carta de Wallingford, Connecticut, su pueblo natal, agradeciéndole haberles puesto en el mapa.

 

La oscuridad descendía rápidamente, pero Prince y Lufbery permanecieron en el aire, para proteger a la flota de bombardeo. Poco antes del anochecer, Lufbery se dirigió a un pequeño campo de aviación cercano a las líneas, conocido como Corcieux. Las máquinas lentas, con gran capacidad de planeamiento, pueden ser aterrizadas en la oscuridad, pero tratar de hacerlo palpando el terreno en un Nieuport, que desciende a alrededor de 160 kms/h, es buscar el desastre. Diez minutos después de que aterrizó Lufbery, Prince decidió dirigirse al campo. Descendió en espiral entre el aire de la noche y pasó rozando rápidamente sobre los árboles que rodean el campo de Corcieux. En la oscuridad, no vió un cable de alta tensión tendido un poco más arriba de las copas de los árboles. El tren de aterrizaje de su avión chocó con él. La máquina picó y tocó tierra con la naríz. Se volcó sobre sí misma. El cinturón que sujetaba a Prince se rompió y él fue arrojado lejos del avión averiado. Se rompió ambas piernas y naturalmente, sufrió heridas internas. A pesar del choque terrible y del dolor intenso, Prince no perdió la consciencias. Aún conservó su presencia de mente y dió órdenes a los hombres que corrieron a recogerlo. Oyó el zumbido de un motor, comprendió que una máquina estaba en el aire todavía y les dijo que encendieran fuegos de gasolina en el campo.

 

-Vds. no desearían que baje otro compañero y se estrelle como me sucedió a mí -les dijo.

 

Lufbery acompañó a Prince al hospital Gerardmer. Mientras la ambulancia viajaba, Prince cantó para conservar su ánimo. Habló de sanar pronto y regresar al servicio. Así era Norman. Siempre fue enérgico respecto al vuelo. Aun cuando pasó por la experiencia inquietante de que le destrozaran un ala, lo primero que hizo tras aterrizar, fue ocuparse en que le pusieran otra y al día siguiente, estaba de nuevo en el aire.

 

Nadie pensaba que Prince estuviera herido mortalmente, pero al día siguient entró en coma. Un coágulo de sangre se había formado en su cerebro. El capitán Norman Hall, comandante de los grupos aéreos de Luxeuil, fue a toda prisa a Gerardmer, acompañado de cuatro oficiales. Prince, tendido en cama, incosciente, fue nombrado subteniente y condecorado con la Legión de Honor. Ya poseía la Medaille Militaire y la Croix de Guerre. Norman Prince murió el 15 de octubre. Fue llevado de regreso a Luxeuil y se le hicieron funerales similares a los de Rockwell. Era dificil comprender que el pobre Norman había muerto. Era fundador de la escuadrilla norteamericana y todos confiábamos en él. Nunca dejó que su ánimo decayera y siempre tenía aliento para los otros. No creo que a Prince le haya importado morir. Quería hacer su parte antes y la hizo con creces. Libró las líneas de alemanes día tras día, imposibilitándolos pra cumplir con su trabajo y derribó a tres de ellos.

 

Dos días después de la muerte de Prince, la escuadrilla recibió órdenes de trasladarse al Somme. Una noche antes de la partida, los británicos ofrecieron a los pilotos norteamericanos un banquete de despedida y brindaron con ellos, llamándoles sus "Angeles Guardianes". Apreciaron el hecho de que cuatro hombres de la escuadrilla norteamericana hubieran derribado a cuatro alemanes y hubiesen abierto el camino para que su escuadron regresara a Oberndorf. Cuando salió en tren al día siguiente, la plataforma de la estación estaba llena de pilotos uniformados de kaki, despidiendo a sus amigos, los "yanquis".

 

 

 

 

(Aquí acaba el emocionado relato escrito por su compañero McConnell, de la desparición de Norman Prince. Veterano y Co-fundador de la Escuadrilla Lafayette. Se iban aclarando las filas de los primeros que llegaron y tuvieron el honor de ser los primeros Lafayette. Dejaron el camino a seguir ya trazado para los futuros pilotos de la "Escadrille".)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Si no aparece nada más, este es el último capítulo referido a la Escuadrilla Lafayette. Me tomará dos noches, pues quiero acabar el tema citando la única película que tiene como título La Escuadrilla Lafayette. Ya lo anuncié al empezar a escribir sobre la Escadrille.)

 

 

 

 

La Muerte del Héroe (2) por el sgtº Kiffin Rockwell, Servicio Aéreo Francés.

 

(Palabras escritas por el recopilador del libro S.M. Ulanoff previamente a propósito de este relato:De todos los hombres a quienes conoció Victor Chapman en los Cuerpos de Aviación, Kiffin Rockwell fue el más querido para él. Envidiaba a Rockwell por haber estado en la gran carga hecha por la Legión en mayo; y adporaba el valor y el espíritu romántico de Kiffin. Cuando cayó Rockwell (23-9-11916. N. del T.), poco después de la muerte de Victor, sentí como si el alma de éste se hallara solo un poco más arriba de la cabeza de Kiffin y "permaneciera allí para hacerle compañía".

 

 

Escadrille nº 124, Secteur 24

 

10 agosto de 1916

 

Mi querida señora Chapman:

 

Recibí su carta esta mañana. Me sentí mortificado porque hubiera tenido que escribirme sin haberlo hecho yo anteriormente, cuando Victor fue el mejor amigo que jamás he tenido. Quería escribirle de inmediato a Vd. y al padre de él e intenté hacerlo varias veces. Pero encontré imposible hacer justicia completa a Victor o expresar en realidad mi simpatía a Vd. Todo lo que intentaba decirle me parecía tan debil. Así que, por último, dije: "Nada más seguiré adelante y trabajaré duro, haré lo mejor que pueda y entonces, si he logrado mucho o he muerto al tratar de hacerlo, sabrán que no había olvidado a Victor y que parte de su fuerza de caracter siguió viviendo". No hay nada que pueda decir a Vd. o a nadie que le dé completo crédito a él. Para empezar, Victor tenía un caracter tan fuerte. Creo que todos tenemos nuestros ideales cuando empezamos, pero, por desgracia, habemos tan pocos que los conservamos; y algunas veces los perdemos a una edad muy temprana y después de eso, la vida parece estar arruinada. Pero Victor era uno de los pocos que tenían los ideales más fuertes y además, el carácter para resistir cualquier cosa que tratara de intervenir en su vida y matarlos. Era un hombre grande y saludable, lleno de vida y de bondad hacia ella y solo podía ver los puntos buenos y verdaderos en la vida y en otras personas. Y no era de los que absorben a otras personas, sino de los que dan. Todos habíamos sentido su influencia y el ver en él un hombre, nos hacía sentir ánimo para tratar de ser hombres nosotros mismos.

 

Cuando voy a París me alojo con la sra. Weeks, cuyo hijo fue mi amigo y murió en la Legión. Bueno, Victor llegaba algunas veces a cenar con nosotros. La sra. Weeks siempre me decía: "Trae a Victor, me hace tanto bien. Me gusta su risa y el sonido de su voz. Cuando entra, el cuarto siempre parece mucho más brillante". Bueno, ésa era la forma en que sucedía aquí, en la Escadrille.

 

En cuanto al trabajo en la Escuadrilla, Victor trabajaba duramente, siempre queriendo volar. ¡Y valor¡, era demasiado valeroso, todos le pedíamos algunas veces que fuera más despacio. Aquí hablamos de él todos los días y hemos dicho muchas veces con sinceridad entre nosotros mismos, que Victor tenía más valor que el resto de la Escuadrilla juntos. Siempre atacaba a los alemanes sin importarle cuáles fueran las condiciones o la proporción numérica. El día que fue herido, cuatro o cinco de nuestra escuadrilla habían salido y vuelto a la hora regular. Bueno, Victor atacó a una máquina y la averió de importancia, pero el enemigo logró regresar a las líneas alemanas. Después de eso, Victor no regresó a casa con el resto, siguio buscando otra máquina. Encontró cinco de ellas dentro de nuestras líneas. A ninguno de nosotros nos gusta ver un avión alemán dentro de nuestras líneas, sin atacarles. Así, aunque Victor estaba solo, observó los 5 aeroplanos y finalmente, uno de ellos descendió y quedó bajo él. Picó de inmediato sobre este. El resultado fue que los otros picaron sobre Victor. Uno e ellos, era un Fokker, pintado como el avión del famoso capitán Oskar Boelcke y puede haber sido él. Este Fokker se colocó en posición sobre Victor y fue un milagro que no muriera entonces. Disparó bala tras bala en torno a la cabeza de Victor, dañando la máquina, cortando en dos parte de los mandos y una bala rozó su cuero cabelludo como Vd. sabe. Bueno, Victor escapó y mantuvo unidos los mandos con una mano, en la parte en que habían sido seccionados. Y aterrizó en Froids donde tenía amigos en una escuadrilla francesa. Allí comió y su herida fue vendada y repararon un poco su aeroplano. Esta tarde, regresó a casa volando con la cabeza vendada. Sin embargo, no se quejó de eso, únicmanete sonrió y lo consideró un evento interesante. Quiso continuar su trabajo de inmediato, como si nada hubiera sucedido. Tratamos de hacerlo ir al hospital, o ir a París por unos días, a descansar; pero se negó a hacerlo. Después dijimos: "Bueno, tienes que descansar, aunque permanezcas aquí". El capitán le informó que pediría una máquina nueva y mejor para él y que podía descansar mientras esperaba que estuviera lista y entonces podía ver si debía volver a volar o no. Eso fue el 17 de junio.

 

 

 

 

(Dejo el resto de la emotiva carta para mañana. Se observa sin dificultad la enorme influencia que ejerció la personalidad de Victor Chapman sobre el conjunto de camaradas aviadores. Ejerció, sin proponérselo, de líder de la formación. Su pérdida fue muy sentida a todos los niveles. Y se dice que el comportamiento posterior de la Escadrille, hasta su fusión con el Servicio Aéreo Americano ya en 1917, nunca fue el mismo.)

 

Saludos

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Antes del cierre del capítulo, agrego unas fotos del archvio de jenisais:

 

 

Rockwell, Kiffin julio 1916.

rockwellkiffinjulio1916.jpg

 

Rockwell, Kiffin 1º izdª J McConnell anteultimo x derª y Victor Chapman ultimo derª.

 

rockwellkiffin1izdjmcco.jpg

 

Lafayette otoño 1916 J McConnell, W Thaw, Lufbery, Kiffin detrás, D. Masson, Norman Prince y Bert Hall.-

 

lafayetteotoo1916jmccon.jpg

 

Lafayette Victor Chapman, Norman Prince, E Cowdin, de Laage, W Thaw, Bert Hall, Kiffin Rockwell y James McConnell. Mayo 1916 Tomada por el Capt Thénault.-

 

lafayettevictorchapmann.jpg

 

Lufbery, Raoul con su Nieuport 28 del 94th Sqn..

 

lufberyraoulconsunieupo.jpg

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Buenasss

 

(Dejamos a Victor Chapman que tras un combate en solitario contra cinco Fokkers, entre los que se encontraba sin duda el As germano Boelcke. Solo la suerte permitió a Chapman por vez postrera salir solamente con un avión averiado y una herida superficial en la cabeza, que fue curada en el cercano campo de Froids, donde fue vendado (atención, he enviado a Rockofritz la última foto de Chapman en que se le ve con la venda. N. del T.) y su avión someramente reparado. Tras comer con sus amigos pilotos francese, ésa misma tarde regresó al aerodromo de la Lafayette. Nada más llegar insistió en seguir volando. Su capitán, con el fin de retenerle en tierra, le comunicó que había pedido un avión nuevo para él. Todo esto sucedió el 17 de junio de 1916. Volvamos para finalizar la carta que dirigió posteriormente su compañero Kiffin Rockwell a la madre de Chapman)

 

 

 

 

A la mañana siguiente, fue herido Horace C. Balsley. Esas primeras mañanas Victor durmió hasta tarde, un privilegio que no había disfrutado desde que estaba con la escuadrilla, teniendo que levantarse al amanecer. Durante el día permanecía en el campo viendo su aeroplano, o subía en él e iba a ver a Balsley. Al principio Balsley no comía ni bebía nada. Pero después de unos días, se le permitió beber un poco de champán y comer naranjas. Bueno, tan pronto como lo supo Victor, dispuso que le fuera enviado champán a Balsley y le llevaba naranjas. Cuando menos una vez al día y a veces dos volaba a verlo para alentarlo. Mientras tanto no dejaba que nadie hablara de su herida como tal y estaba impaciente por recibir su nuevo avión. Lo recibió el 21 y lo hizo revisar. El 22, reguló la ametralladora y siendo tan malo el tiempo para volar sobre las líneas, lo hizo alrededor de aquí, para acostumbrse a él. Todavía llevaba vendada la cabeza, pero decía que eso no era nada. Muy avanzada la tarde, fueron anunciadas algunas máquinas alemanas y fue con el resto de nosotros a buscarlas, pero había sido una falsa alarma. A la mañana siguiente, el tiempo fue bueno e insistió en salir a la hora normal con los otros. No encontramos aviones sobre las líneas, así que la incursión terminó sin eventos. Llegó y a la hora de la comida, preparó un cesto con naranjas, que dijo llevaría a Balsley. Fuimos al campo y nuestro capitán el francés Thénault, Norman Prince y Raoul Lufbery estába preparandose para volar sobre las líneas. Víctor puso las naranjas en su aeroplano y dijo que seguiría a los otros hasta las líneas por un tiempo y luego aterrizaría en el hospital. El capitáan, Prince y Lufbery salieron primero. Al llegar al frente vieron dos aviones alemanes y picaron sobre ellos. Cuando llegaron en medio de los aeroplanos , hallaron que otros dos o tres aviones alemanes habían llegado también. Como la ventaja estaba contra ellos, no lucharon, sino regresaron inmediatamente hacia nuestras líneas sin llegar a ver a Victor Chapman. Cuando regresaron, pensaron que Victor se encontraría en el hospital de campaña. Pero, después, por la tarde, el piloto de un Farman y su pasajero enviaron un informe. Era que vieron 3 Nieuports 17 que atacaban a cinco aviones alemanes y que en ese momento descubrieron un cuarto Nieuport que llegó a toda velocidad y picó en medio de los alemanes, que dos de estos picaron hacia su campo y que el Nieuport cayó, ya no controlado por el piloto. En un combate, es de todo hecho imposible ver qué hacen las otras máquinas, ya que todo sucede tan rápido y lo único que se puede ver es el principio de una pelea, y después en unos segundos, el final. Ése cuatro Nieuport era el de Victor y debido al hecho de queel motor iba a toda velocidad cuando cayó, debió morir de inmediato.

 

Tuvo la más hermosa de las muertes y en el momento de la vida más glorioso para morir, especialmente, para él, con sus ideales. Ni una vez lo he lamentado por él, ya que se que estaba dispuesto y satisfecho con ofrendar su vida en esa forma si era necesario, y que no temía a la muerte y no hay nada que temer en ella. Es por Vd., por su padre, sus familiares, por mí mismo y por todos los que le conocieron y los que le hubieran conocido y por el mundo entero, por lo que lamento su muerte. Sin embargo, él no ha muerto, vive para siempre en todo lugar en que ha estado y en todos los que le conocieron y algunos pequeños puntos de su carácter serán pasado será pasados a las generaciones futuras. Él vive cada día en esta escuadrilla y tiene una influencia tremenda en nuestras acciones. Hasta los mecánicos hacen su trabajo mejor y más conscientemente. Y muchas veces he visto a los mecánicos de Victor parados (cuando no hay trabajo que hacer) y mirando en la dirección en que vieron partir a Victor por última vez hacia el frente.

 

Como las promociones y las condecoraciones se mueven lentamente en el

Ejército, después de que hayan pasado por todas las oficinas, tomará algún tiempo para que lleguen hasta Vd. Victor fue propuesto para sargento y para La Croix de Guerre el 24 de mayo. Esto pasó a través de todas las oficinas y fue firmado por el General, pero los papeles no llegaron aquí hasta el 25 de junio. Sin embargo Victor supo el 23 que habían pasado y que solo eran cuestión de un día, más o menos. También se le prometió, después de que fue herido, la Medalla Militar, que habría recibido algún dia de julio. Quisiera pudieran mandársela a Vd., pues la ganó y se la hubieran concedido. Pero está contra las reglas otorgar la Medalla Militar, a menos que todo esté firmado antes de que el titular muera.

 

Debo concluir. No debe sentir dolor, sino orgullo y dicha.

 

Firmado: Kiffin Rockwell

 

 

 

 

(Verdadero panegírico este de Kiffin hacia su recién desaparecido amigo Victor Chapman. He leído algo más acerca de Chapman. Y todos coinciden en el carisma y dotes de mando que poseía Victor Chapman. Tardó la Escadrille en reponerse de su desaparición.

 

Con esta carta terminan los relatos que Stanley M. Ulanoff recogió acerca de la Lafayette propiamente dicha. Queda por mostrar la meritoria actuación de los pilotos americanos supervivientes cuando al entrar los EEUU en la guerra en 1917 fueron reconvertidos en el 103rd Aero Squadron norteamericano. Son solo los relatos de dos pilotos, ¡pero qué pilotos¡

 

Y para terminar con la intervención USA desde el aire en la Gran Guerra, solon. falta subir al Foro, las dos películas que tratan sobre la Escuadrilla Lafayette. Tema interesante, también. Eso será al final.)

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Buenasss

 

(Alegría Racoon por tu vuelta al redil. Vuelta más que necesaria. Mientras te pones al día de todas las peripecias de estas noches, atento: Hoy vamos a comentar las pelis dedicadas concretemanete al tema en que hemos estados metidos: La Escadrille Americaine. Y dado que Rockofritz ya ha subido las fotos pendientes, terminar el tema Lafayette.

 

La película que precedió en la fama a "Escadrille Lafayette", se tituló "Wings". Fue dirigida en 1927 por William A. Wellman. Ganó con ella el 1º Premio de la Academia, en su primer año de existencia. Luego estos premios pasaron a ser conocidos como Premios Oscar.

 

Wellman sabía lo que se traía entre manos: combatió en la Primera Guerra Mundial como piloto en la Lafayette. Con solo 21 años fue conocido como "Wild Bill" en el seno de la Escuadrilla,; y no sería por ser un pacato... Seguía así de osado cuando se atrevió a gastarse 2,000.000 de $ ¡de la época¡ haciendo "Wings". Cierto que contó con el mejor guionista de Hollywood, John Monk Saunders. Que presentó una historia de corte clásico: Dos amigos, uno rico y el otro de clase media, tras la entrada de los EEUU en guerra (aquí Wellman no quiso meterse, todavía, en honduras y eligió verles a ambos con uniforme norteamericano, es decir, a partir de 1917; y sin mentar en absoluto a la Lafayette) se alistan en el Air Service, y llegan a la misma escuadrilla. Se crea una competencia que queda solo en el aire; en tierra permanece fuerte su amistad. Pero ésta comienza a agrietarse cuando ambos se enamoran de la misma joven. Que en realidad está enamorada de otro compañero. El drama es que uno de los dos futuros ases, dejó en los EEUU una silente enamorada. Que por rara casualidad, tras alistarse, llega a la unidad en que ambos combatían en Europa. No contaré el desenlace, pues todavía es una peli que se puede encontrar en páginas web dedicadas a la venta de estas películas clásicas. "Wings" contó con la presencia de Clara Bow, la top de Hollywood en aquellas fechas en el rol de la enfermera.

 

Aprovechando el éxito de "Wings", Wellman siguió insistiendo en el tema. Al año siguiente firmó La Legión de los condenados. Con el mismo guionista de Wings, y con parecido tema. Supuso el primer éxito para un principiante Gary Cooper.

 

En su larga carrera cinematográfica, que comentaré al final, siguió con su afición a películas con tema aeronáutico: Young Eagles (1930); Soldiers of the Air (1942); y en 1953 Island in the Sky, que aquí se tituló El Infierno blanco, y que pude en ver en la televisión hace unos años. Se trata de un DC-3 de transporte que sufre un aterrizaje forzoso en pleno invierno en la peninsula de Labrador. Se les van acabando las provisiones y la batería de la radio. Tiene un final felíz. Como siempre John Wayne lleva la voz cantante.

 

Para despedirse como director, William A. Wellman volvió a sus orígenes. En 1958 filmó "Escadrille Lafayette". Puede ser que influyera en la fecha el que su hijo William A. Wellman Jr. que entonces tenía 21 años, hiciera de "alter ego" en esta película, ya que él ingresó en la Escuadrilla precisamente con ésa edad. La rodó en Blanco y Negro, quizá como se filmaba en aquellas fechas de la guerra en Europa. Se nota la autobiografía del guión por la cuidada descripción de cada compañero piloto. Puede que cargue un poco la mano en la historia sentimental, tal vez impuesta por motivos comerciales. Capta a la perfección el ambiente dentro de la Escuadrilla, desde la Escuela de Vuelo al frente de combate. El protagonista iba a ser Paul Newman, pero prefirió rodar "La gata sobre el tejado de cinc". Wellman eligió para encarnar a Duke Sinclair, su mejor amigo en la Lafayette al después muy conocido David Janssen. Y apenas se reconoce a un Clint Eastwood de unos 27 ó 28 años. El propio Wellman se reservó el papel de Narrador. En cuanto a la forma, hay quien la compara con "Hells Angels" (Los ángeles del infierno) de Howard Hughes, 1930. Aquí esta vez los enfrentados eran dos hermanos pilotos.

 

Yo solo he visto una vez este film sobre la Lafayette. Hace un montón de años en la televisión. Y por desgracia no tenía, aún, magnetoscópio. No pierdo la esperanza de que se vuelva a poner en el mercado ahora en CD.

 

Envío unas fotos que tenía en mi Archivo a Rockofritz.

 

Solo recordar que en 2006 apareció el remake, o versión moderna: "Flyboys" dirigida por Tony Bill. Mañana la comentaremos.

 

 

Saludos

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Buenasss

 

(Dije anoche que al final comentaría la filmografía de William A. Wellman. Al final, lo que pasó es que se me olvidó. Ahí va una escogida selección de sus numerosos, variados e importantes films.

 

Tocó la más variada temática. Y tuvo sonados éxitos:

 

A Star is Born (1937) Ha nacido una estrella. Logró un Oscar, y tuvo 6 Nominaciones.

 

Beau Geste (1939) Nominada para el Oscar dos veces. Con Gary Cooper de legionario francés en el Sahara

 

Las Aventuras de Buffalo Bill (1944)

 

Yellow Sky (1948) ´Cielo amarillo, western con Gregory Peck y Richard Widmark.

 

Battleground (1949) Aquí "Fuego en la nieve" (La 101st Airborne Division en Bastogne-Las Ardenas) 2 Oscars y 4 Nominaciones.

 

Más allá del Missouri (1951) Western con Clark Gable

 

Caravana de mujeres (1951)Western con Robert Taylor

 

 

He querido dejar para el final la peli que más me ha gustado de Wellman: Story of G.I. Joe (1945) Aquí se estrenó con el equívoco título de "También somos seres humanos". Tuvo 4 Nominaciones a los Oscar. Narra las aventuras de un famoso corresponsal de guerra, Ernie Pyle, que existió en la realidad, que acompañaba a los soldados norteamericanos en la guerra. En la jerga militar actual: un periodista "incrustado" entre las tropas. De este film dijo el Gral. Eisenhower, que era la mejor película de guerra que había visto. Sirvió de lanzamiento al protagonista, un jóven Robert Mitchum, que encarnaba a un Teniente de Infantería, comprensivo y muy querido por sus soldados. Es facil de encontrar el DVD, pues ha sido puesto a la venta recientemente. Realmente recomendable.

 

 

Y cumplido lo que me olvidé, que aunque no tiene mucho de aeronáutico me he permitido la disgresión ya que nos habrá recordado, seguro, estupendas pelis que habremos visto (o deberemos ver), vayamos con la película considerada como remake de la comentada anoche, Escadrille Lafayette.

 

Han tenido que pasar nada menos que 48 años para que alguien volviera a mentar a la "Escadrille" en la pantalla. Y fue precisamente un hombre proveniente del mundo de la televisión. Tony Bill, nacido en 1940, piloto de avión, y ocasionalmente actor de cine, se enfrentó a la enorme dificultad de que nadie había llevado a la Lafayette aal cine desde hacía mucho tiempo. Tuvo, pues, que re-inventar cómo hacer frente a la falta de información sobre el citado tema. y arriesgó su nombre y su carrera, pues el film "Flyboys" costó la friolera de 60.000.000 de dólares. Es verdad que la informática le ayudo enormemente. Los exteriores se encontraron en una base de la RAF en Halton. Y los interiores, que fueron mayoría, por aquello de utilizar tratamiento por ordenador se rodó e los estudios británicos de Elstree. Se hizo rodear de expertos pilotos , sobre todo de monoplazas, y también de conocidos maquetistas, para la posterior confección de modelos a diferentes escalas. Se dice que una gran parte del presupuesto se lo lleváron los técnicos en infografía. Se da el caso de

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Las fotografías realativas a los dos últimos post:

 

 

Wings, de William a Wellman.-

 

wingsdewilliamawellman.jpg

 

wings, el trío.

 

wingseltro.jpg

 

Escadrille Laafayette poster.-

 

escadrillelaafayettepos.jpg

 

Escadrille Lafayette fotograma.-

 

escadrillelafayettefoto.jpg

 

Escadrille Lafayette fotograma del entrenamiento en Avord

 

escadrillelafayettefoto.jpg

 

Wellman, William A en la Escadrille Lafayette

 

wellmanwilliamaenlaesca.jpg

 

Wellman, William A en el rodaje de Wings.

 

wellmanwilliamaenelroda.jpg

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Buenasss, por decir algo.

 

(Esta es la 3ª noche que intento poder acabar lo que estaba escribiendo de la peli Flyboys. Estaba en ello, hace ya dos o tres noches, ni sé... cuando por las buenas (?) el texto se subió solito al Foro, dejándome a medias. Y no solo eso, sino que me impidió volver a entrar en la pagª. Y eso se repitió también anoche. ¡¡Como para aborrecer el anís¡¡ Total que me fuí al catre solo... solo pensando en mi mala suerte. Y no pude recuperar nada de lo escrito... ni de mi cabeza, pues el cabr...o me borró las ideas y la memoria. En fin, por respeto al Foro, vuelvo a hacer un esfuerzo y a repetir, aunque me dá que va a salir un churro.

 

Tal y como quedó el texto cortado...

 

 

...su protagonista, James Franco, durante el rodaje de Flyboys empezó a reciibir clases de Vuelo, y que al poco tiempo logró su título de Piloto Privado de Avión. El Director del film, Tony Bill, piloto él, por aquello de "crear ambiente" invitó a los actores, tanto individualmente como colectivamente a volar en su avión. Solo hubo un actor que se negó en redondo, y fué el único francés del casting: Jean Reno, que además encarnaba el papel del capitán Georges Thenault, precisamente el que guió al grupo inicial de jóvenes norteamericanos en la compleja instrucción y enseñanza (los voluntarios no entendían, al llegar, nada de francés; y los textos de instrucciones no estaban traducidos) e incluso fué él el que les condujo al combate. Reno alegó en su negativa, "fobia a volar".

 

Vi el trailer del film de Flyboys, y quedé desagradaablemente sorprendido. Desde mis (modestos) conocimientos aeronáuticos no podía entender lo que veía en la pantalla: bandadas de aviones volando y entrecruzándose en todas direcciones ¡¡sin chocarse entre ellos¡¡. Aquello era el imperio del 3D. Total, que pensé que la peli debía de ser como un Video-Clip, como esos que promocionan canciones "modelnas" en la tele. Menos mal que tuve paciencia hasta ver la película en su totalidad.

 

Me lo tomé con calma e intenté hacer abstracción del trailer. Nada más acabar se me vino a la cabeza la similitud con Top Gun. Igual de espectacular, magníficas vistas de combates aéreos. Se veía todo y desde todos los ángulos. Ambas tenían guiones endebles. Historia sentimental amable: no quiero desvelar su desenlace, pues igual hay algún Forero que aún no la ha visto. Compañerismo a tope. Sonido y música, sobre todo en Top Gun, tirando a estridente. Simpatía y savoir faire de los protagonistas. Pero ahí se acaban las semejanzas.

 

Flyboys, aunque solo sea por la época que refleja, tiene un trasfondo más claro. Y visible. En Europa llevaban ya unos años desangrándose, en lo que ya se llamba la Gran Guerra. Y aparecián aquellos jóvenes voluntarios que, anticipándose a su patria, venían a luchar por la libertad. La media de edad: 24 años. Acertaron hasta en el nombre: Lafayette fue un noble francés que en la Guerra de la Independecia americana, al márgen de Francia, se embarcó y voluntariamente y a título personal luchó junto a George Washington. En la película se hace hincapié en su patriotismo, y sobre todo en el altruismo demostrado (ni se habla en el film de la soldada que recibían). Tal vez se pasa de puntillas sobre su Instrucción de Vuelo: media docena de maquetas 1:1 para salir del paso. La incursion sentimental no interfiere para nada en la creada atmósfera bélica. Aunque no se hace mención de buenos y malos, se advierte subliminalmente en la crueldad del enemigo: ametrallan en tierra a un piloto americano derribado. Siendo un poco purista y desde el punto de vista real, las acrobacías que se ven no podrían llevarse a cabo con aquellos aviones de madera y tela, y con aquellos motores, rotativos. Se hubieran roto desde la primera figura. Se tiende, pues, a lo espectacular en detrimento de la realidad, ya desde las primeras escenas. Por cierto, los interiores se rodaron en los Estudios británicos Elstree, y los de vuelo en la base de la RAF de Halton.

 

Solo en el combate final la cosa se pone algo más seria. Alemania inicia lo que creía sería la Ofensiva final que le permitiría ganar la guerra antes de la masiva llegada de los soldados USA. Los americanos de la Lafayette, aqui´y en toda la película personalizados en media docena de pilotos, son llamados a defender Francia. Este combate aéreo resume, digamos, el conjunto de combates anteriores apenas mostrados. Son tan interesantes y conseguidas las imágenes, que apenas piensas que son fruto del 3D. Te sumerges por completo en el vaivén de la lucha, que vuelves a olvidar, incluso, que no llevaban ni paracaídas. Y que se desconocía aquello del blindaje dorsal. Una sola bala certera y ...

 

El final es felíz, aunque con un bagaje pesado a pagar. Y sales del cine lamentando no se sigan haciendo películas así. Y no puedes por menos que recordar la última que ví, hace poco, la del Barón Rojo. Esta me pareció más introspectiva, y Flyboys más extrovertida y luminosa. La interpretación de James Franco es de elogiar. Está en la línea de su trabajo en Spiderman 2. Franco acaba de ganar un Globo de Oro por su interpretación protagonista en el biopic "James Dean".

 

Posiblemente, (seguro), me dejo algo de lo que escribí las otras dos noches anteriores... pero eso es lo que tiene estar en el teclado a horas nocturnas tan intempestivas. Mando a Rockofritz, para subir, unas fotos que tenía archivadas sobre Flyboys. No sé ni cómo me aguanta ...

 

 

Saludos

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