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Le Ciel et l'Enfer


jenisais

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Buenasss

 

(Cuando dije anoche que empezaría con la traducción del libro Le Ciel et l'Enfer precisamente el weekend, no me apercibí que este weekend es precisamente Nochebuena/Navidad. Así que en previsión de que mañana por la noche tras la cena de rigor no esté en las debidas condiciones, pues empiezo ahora.

 

El Topic Rag ya indica el índole de la obra; se trata de unas Memorias. Memorias de un aviador francés de 23 años, que tras la hecatombe militar francesa de 1940 que trajo consigo la ocupación alemana de Francia, no está conforme con el Armisticio que pedido por el Mariscal Petain a los alemanes, estos avinieron a concedérselo, lo que trajo consigo la presencia germana en toda la nación.

 

Algunos no estuvieron de acuerdo con este proceder del Mariscal, y buscaron la forma de continuar la lucha al lado del que había sido su aliado desde el principio del conflicto: Gran Bretaña. Allí el Gral. De Gaulle, establecido en Londres desde junio de 1940, lanzó en julio el famoso llamamiento (L'Appel) a unirse a él todos aquellos franceses que sentían que habían perdido una batalla, pero que no habían perdido la guerra. Y con estos "resistentes exteriores" se formaron las Fuerzas de la Francia Libre. Una rama de las cuales se llamó Fuerzas Aéreas de la Francia LIbre (FAFL) que agrupó a todos aquellos aviadores huidos de la Francia metropolitana para seguir luchando contra la Alemania del III Reich.

 

Y uno de ellos era el joven Jacques Andrieux, piloto civil desde que alcanzó la edad para serlo, y que enrolado en l'Armée de l'Air, fue licenciado tras la derrota de julio del 40.

 

Vamos a empezar a conocer su periplo tras llegar a Inglaterra escapado en un barco langostero desde Bretaña. El nombre de este velero parecía que ni pintado: "El Emigrante".

 

He querido comenzar respetando el Prólogo, de lo más explicativo, escrito por el muy famoso escritor y académico francés Joseph Kessel. Aviador él mismo distinguido en la 1ª GM. Escritor posteriormente de mucho prestigio. Autor, entre otras obras dedicadas a la aviación, de "L'Équipage", (La Tripulación) de gran fama en su tiempo. Repito este Prólogo explica mejor que yo lo que va a ser el libro.

 

 

 

 

Prólogo.-

Este libro relata una bella y gran aventura.

 

La evasión azarosa sobre un velero bretón hacia las últimas orillas en las que se podía luchar por la libertad...

 

Los descubrimientos y el aprendizaje que hace un piloto framcés, trasplantado de repente a tierra británica, en la aviación inglesa, aparatos, camaradas, jefes, bases... Los combates incesantes que libra en los escuadrones de la RAF, los riesgos terribles y las victorias numerosas, brillantes, que le valen su saber, su habilidad y su suerte... Combates donde, solo, un hilo ténue separa la vida de la nada... donde la rapidez prodigiosa de los movimientos , las voces al micrófono, una táctica disciplinada, el instinto de la caza y, a menudo, el miedo, forman , en un segundo, un único reflejo... Juegos de mera suerte - volviendo sobre un avión desmantelado - y juegos de placeres elementales que borran las preocupaciones, el pensamiento de la madrugada siguiente, mientras que un sitio ocupado alegremente durante la comida de mediodía en la mesa fraternal, se encuentra vacío por la noche. Pues "Mañana es otro día".

 

Sí, se encuentra todo eso en el libro del coronel Andrieux, y bien de otros elementos preciosos que se integran a la historia de un hombre, y a la Historia en corto.

 

Pero más emocionante todavía, y en mi opinión más admirable que la trama en sí tan rica de este relato, es la esencia de juventud que emana de cada página.

 

No creo que las impregne por la voluntad del autor. Él cuenta simplemente, con rapidez. Ningún rodeo ni búsqueda. La escritura es viva, dura, sin miramientos. La causa, sin duda, la edad, los sentimientos, los reflejos, los sueños que él tenía en la época en la que sus recuerdos se sitúan, no cesan de correr como una filigrana exhuberante y tierna entre las líneas que dan fe de ello 25 años más tarde.

 

 

 

Es bien envolvente el soplo que exhala, a través de un cuarto de siglo, esta primavera de una vida intrépida. Una especie de alucinación me hace medir su poder.

 

Leía un capítulo en el que el coronel Andrieux relata la alegría, el goce sus músculos, de sus nervios y de su espíritu, cuando tomaba su desayuno antes de partir en patrulla al amanecer.

 

Y de golpe, me encuentro transportado a la vez sobre un aerodromo de Inglaterra en 1942, y a la vez, en un aerodromo de Champagne en 1917. Y yo era al mismo tiempo el piloto de caza del Sqn. 91 de la RAF, y el aspirante-observador de la S.39 francesa.

 

Una madrugda de verano... Por encima del horizonte, el sol no es todavía más que una franja de fuego. Bajo sus primeros rayos, la planicie y las colinas húmedas salen lentamente de la sombra... Ni una nube... Día perfecto para el vuelo y la guerra. Un campo de aviación tapizado de hierba ... Los hombres duermen todavía en sus barracones, las máquinas reposan bajo los hangares.

 

Salvo un avión, su mecánico y una tripulación designada para la primera misión del día, la misión del amanecer.

 

El biplaza vibra y truena. El mecánico prueba el motor. El subteniente piloto y el aspirante-observador desayunan con rapidez salchichón y vino blanco.

 

Las ventanas están abiertas de par en par. En la habitación gris entran todas las frescuras y todas las fragancias del alba. El ruído del motor tiene la cadencia majestuosa y mágica del órgano y del trueno. Algunos instantes todavía y él va a transportar la tripulación dentro de las nubes en el hueco de las carlingas sin otro techo que el cielo, sobre las líneas prohibidas a todos, excepto a los guerreros alados, en la gloria de la mañana y el orgullo del desafío.

 

Y esos dos hombres se sienten los reyes audaces de la vida, y les parece que el salchichón y el vino son la sustancia y la ambrosía maravillosas.

 

 

 

1917 o 1942... Ametralladoras ligeras o cañones terroríficos... 160 kms/h o 600... Huevos con bacón y té negro o vino blanco y salchichón... Observación o caza... Poco importa. Yo sé que el subteniente Andrieux ante su desayuno, presto a saltar sobre su Spirfire, y el aspirante-observador que era yo, y que tomaba su desayuno antes de ocupar la carlinga de un "Salmson", han oído en lo más profundo de su ser, un mismo canto parecido a ningún otro: el de la mañana, el del riesgo y el de la juventud.

 

Yo creía haberlo olvidado, después de tantos y tantos años. Ha surgido en mi memoria. Yo se lo agradezco al coronel Andrieux. ¿El coronel o el sub-teniente? No lo sé muy bien.

 

Joseph Kessel, 1965.

 

 

 

 

(Tras ler los último parrafos de este estupendo Prólogo, me parece estar leyendo otra vez ese libro que he citado al principio, y que yo también creía haber olvidado: L'Équipage (La tripulación), que se desarrolla en la Primera Guerra Mundial. Este libro no se ha traducido al castellano, pero sé que se vende en librerías de viejo en España a precio más que razonable (de 6 a 8 €, envío incluído.).

 

Como anécdota, contar que Kessel es el autor del libro que inspiró a Luis Buñuel una de sus mejores películas: Belle de jour. Con la incomparable Catherine Deneuve. Yo la ví en París, creo que entera, no la copia que se exhibió luego en España, censura mediante, que nos escamoteó casi 10 minutos.

 

Mañana, Dios mediante, empezaremos con el libro en sí: desde la llegada a G. Bretaña del aviador Jacques Andrieux.)

 

Saludos

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Pues esperando estés teniendo una hermosa Navidad, agradecer a Jenisais sea nuestro Santa Claus, Papa Noel , San Nicolás, Viejito Pascuero (eso es mi país), durante todo el año con sus regalos para estos "chiquilines" soñando con aviones y aventuras.

 

Un abrazo amigo

Edited by racoon
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Buenasss

 

(Gracias inmerecidas, Racoon, por ese elogio. Me conformo con ir llegando a los Forero/lectores y alegrarles un poco la Navidad y de paso desearles, de corazón un Próspero y Feliz Año Nuevo.

 

Me adelanto un poco la labor para tener algo avanzado para esta noche. Me asusta un poco la longitud de la obra, pero su calidad es una garantía: pondré todo mi empeño en que no se haga pesada, o que decaiga el interés. Extractaré, pues, conservando lo más importante y necesario.

 

Después del acertado Prefacio de Joseph Kessel, sitúo ya al joven Andrieux (23 años) llegando en El Emigrante a las costas inglesas.)

 

 

 

 

Capº 1 Londres bajo el "Blitz".

 

No soy yo el que primero ve las costas de Inglaterra. El patrón de El Emigrante ha gritado:

 

-¡Cornualles a la vista!

 

Y de pronto el delirio. Inglaterra está allí. Es esta línea sombría en el horizonte. A bordo, nos abrazamos todos...Todos son gitos al aire. El patrón se quita su chaquetón de marino y su jersey. Da vueltas como una peonza para liberarse de la bandera tricolor que llevaba anudada a su cintura. En un instante los colores flotan en el mástil, sonando al viento. Todos lloramos.

 

Se nos acoge como a héroes. Encuadrados por hombres del servicio de seguridad, partimos hacia Londres. Soy el único piloto del grupo. Pierdo rápidamente de vista a mis amigos que parten hacia diferentes depósitos. En lo que a mí concierne, puedo citar como referencia a dos pilotos (franceses) ya en operaciones. Así evito largos interrogatorios. Firmo mi alistamiento en las FAFL (Fuerzas Francesas de la Francia Libre). Primera labor: un uniforme "chez Nichols"... dinero de bolsillo y algunos días de permiso en Londres.

 

Londres está en pleno Blitz (la campaña de bombardeos nocturnos que la Luftwaffe sometió a Londres, desde finales de setiembre de 1940, después de la llamada Batalla de Inglaterra. N. del T.) Heridas abiertas en la ciudad gigante. Sobre tiendas desventradas un letrero: "Business as usual" (Atendemos como siempre) Por la noche, es terrible. Primero el black-out (Apagón) oscuridad completa. Pero apenas dura. Ruidos lejanos de motores... salvas rabiosas de la DCA... De repente la urbe se ilumina... Incendios monstruosos de la City bajo la avalancha de las bombas. En Picadilly, a medianoche, puedo leer la prensa a la luz roja de los incendios. Todo arde. Esta noche es el populoso East End el que se incendia. Las estaciones de metro están llenas a rebosar. Los londinenses han tomado la costumbre de dormir en las estaciones. La Luftwaffe puede intentar destruir Londres, pero no llegará a quebrar la resistencia de una nación famosa por ser la más tozuda del mundo. Yo quería entrar de nuevo en la guerra. Voy servido: ronroneo irregular de los Dornier y los Heinkel, las pinceladas de luz de los proyectores, las trazadoras que rayan la noche, los gruñidos de los antiaéreos y por encima de todo, los silbidos de las bombas, las explosiones, los relámpagos azulados. El olor de la bomba de fósforo que te da a la garganta... Un montón de metralla menuda cae del cielo...Parecen monedas que tintinean sobre los tejados...Suben llamas, se apoderan de todo. Es el infierno.

 

¡Se me ha prometido que yo sería presentado al general De Gaulle, jefe de los Franceses Libres! Me llega el aviso. Héme aquí en Carlton's Garden. Es el cap. Bouderie, del Ejército del Aire, el que me acoge. Con él llego un poco emocionado al despacho del Oficial de Ordenanza. La espera es breve. Me encuentro ante el general. Me pregunta acerca de mi evasión. Se lo cuento todo. Sonrie dulcemente cuando conoce el nombre del barco en que escapamos, me deja hablar. Le digo mi ardiente deseo de combatir. Me responde que debo armarme de paciencia para una lucha larga y dura. Su confianza en la victoria final es total. Todo aparece simple y claro. Nada podrá ya impedir la derrota del Eje. Ël me devuelve mi libertad tras un largo y afectuoso apretón de manos y algunas palabras de felicitación.

 

Vivo, con un camarada, mi primera Navidad inglesa en una familia que ha querido recibir dos franceses. Nuestros anfitriones no hablan nuestra lengua. Nuestro inglés se reduce a algunas palabras. Sin embargo, todo se pasará de la mejor manera.

 

 

Odiham: Esperanza

 

Odiham, 15 enero 1941... Es la base de la RAF de partida para los pilotos franceses libres... un depósito donde vamos a ser testados.

 

El sargenti Hubidos es mi vecino de litera. Jovial y lleno de humor. Al extremo del dormitorio, hay un grupo de pilotos que forman un pequeño clan al márgen: Yves Mahé, Antoine Rousselot, Le Plan, Fifres, Azard, Sabadini, Risso, Maridor, de la Poype, de Brette et Philippe Béraud. Me adoptan. Todos quieren combatir. Reina la camaradería. Perfecto.

 

Odiham es una antigua base de la RAF, en el suroeste de Londres. El camuflaje ha vuelto más siniestros todavía sus barracones ennegrecidos por los humos. Pero la esperanza hace vivir. El capitán de Rancourt manda en la Escuela. Su primera labor es la de calmar las impaciencias. Para nosotros los franceses los problemas técnicos no son lo más árduos: volar, maniobrar, tirar... No, a pesar del hecho que el mando de gases en Inglaterra va al revés; la gran diificultad, es ante todo, el empleo de la lengua inglesa que se transforma pronto en una especie de dialecto totalmente particular en la RAF.

 

La barrera es seria. Yo la aprecio en su justo valor. Las condiciones de admisión en las escuelas son formales: lo primero el conocimiento del inglés. ¡Es el abecedario de las escuelas de la RAF! Me pongo a ello: cuatro horas diarias de curso reglamentario. Aún así encuentro que esto no es suficiente. Con otros dos camaradas, frecuento una señora mayor, áspera, que nos mata a trabajar. Pertenece a la Asociación de Buenas Obras local. Los resultados que obtiene son sorprendentes. Y durante todo este tiempo las Tiger Moth revolotean por encima de nuestras cabezas. Y eso se aguanta muy mal.

 

Es en Londres donde pasamos nuestros fines de semana. Hay un cierto número de clubs donde nos re-encontramos franceses, polacos, checos, canadienses. Los visitamos con asiduidad, uno a uno. Está el Hollywood cuya jefa, Yvonne Ignatoff es una chica guapa; La Vela, el café de París que recibió una bomba, hay también el Wellington y el Studio. Y los restaurantes franceses que reciben nuestra visita... al principio de mes. Visita a "paga entera" para El Cerezo, el Caracol... Una victoria aérea vale un "diner" gratuito. En esta "tournée" general de los clubs yo perfecciono mi inglés...

 

Una tarde-noche en la que estimé un "esfuerzo complementario" en el conocimiento de la lengua de Shakespeare, invité para el "the last drink" a una joven y guapa chica del tipo ligeraamente eurasiático. El hotel, confortable, estaba situado en un traquilo rincón de Londres. El scotch disminuía. Las horas pasaban. Alerta, sirenas... cañonazos, desvestirse... explosiones. Rutinas de las noches de Londres. Yo estaba sorprendido de constatar la cantidad de ropa que la iba quitando. La joven declaró que por los agitados tiempos que corrían, era más seguro llevar puesta encima la totalidad de su guarda-ropa.

 

Al día siguiente por la mañana, a la hora sagrada del breakfast, llamé al servicio. En vano... Abro la puerta. El pasillo vacío. Ni un solo par de zapatos... Debe de ser tarde. Abro la ventana. Desde el balcón aprecio la rara calma que reina en la pequeña plaza. De repente veo una silueta con casco... El hombre, silbato en la boca me hace grandes gestos. Me señala un punto en el espacio. En una cornisa del inmueble vecino, una bomba se balancea tranquilamente de su paracaídas, suspendida en el espacio. La eurasiática y yo batimos todos los records a la hora de vestirnos aquella mañana...

 

Referente a la base, la vida allí tampoco era muy tranquila. Un Ju-88 daba una pasada con "toc-Toc sorpresa" durante nuestras clases de inglés.. Un Messerschmit 109 la tomaba con un inocente avión escuela. Así perdimos a Eno y su instructor inglés... Pero el inglés entra en nuestras cabezas. Nuestros profesores se desembarazaron de nosotros con alegría... En ruta hacia el segundo escalón...

 

En Turnhill el entrenaamiento es intenso. La jerga de la RAF reina sobre todo. Los exámenes de fin de cursillo son naturalmente en inglés. Toda la brigada teme la nota eliminatoria. Los accidentes aéreos abren anchos huecos en la promoción. El 23 de agosto de 1941, Le Bihan choca contra la montaña y se mata. El 11 de octubre, Linden entra en barrena. El 22, Delecray desaparece. Nuestros aviones son cada vez más complicados. Tenemos satisfacciones. Así, por ejemplo, mi grado y mis notas me han permiitido escoger la caza. Espero, ahora, sin paciencia ninguna, el momento de volar sobre este avión, tan manejable, tan agresivo: el Spitfire.

 

 

 

 

(Acabamos aquí el primer capítulo, que nos va situando en la vida normal de un "evadido" farncés en Inglaterra. Jacques Andrieux ha simplificado un tanto el paso por las escuelas de la RAF de todos los extranjeros que aspiraban a servir en la RAF. Pero debieron ser días de mucho trabajo y atención.

 

Lo dejo aquí, esperando reanudarlo tras la cena de Nochebuena.

 

Aprovecho, pues, para saludar a todos los Forero/lectores. Mis sinceros deseos de Paz y Prosperidad para todos. Felíz Nochebuena, Navidad y Próspero Año Nuevo.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Pues ya está. La cena ha sido en familia, y como somos pocos, hemos terminado hace un momento. Se han quedado viendo la tele.

Aprovecho hasta que me entre el sueño del champán.)

 

 

 

 

Capítulo 2 Perranporth...

 

¡Dios mío qué largo es esto!El ciclo de entrenamiento se termina siempre por una suelta en solitario sobre monoplaza. Cualquiera que sea el aparato, siempre es para el piloto un momento crucial a pasar. El minuto de la verdad. Incluso cuando se conoce el material de memoria... Incluso cuando se puede hacer el "amphi-cockpit" con los ojos cerrados. La vida del cazador depende de este automatismo, depende también y sobre todo, de la rapidez de su espíritu para juzgar una situación, de su velocidad de reacción y de su dominio de sí mismo.

 

Atiborrado de Hurricane, llego un día a Cardiff, al OTU (Operational Training Unit-Unidad de Entremamiento Operacional) de LLandlow. Dos atracciones mayores: Los Spits y "Taffi" Jones el comandante de la base, DSO, MC, y DFC, un coronel con potente mostacho y fuerte personalidad. Piloto veterano, tartamudea: artículo I de su reglamento: "!No tenéis el derecho de haceros matar!". Artículo II un poco como corolario del anterior: "Está prohibido romper un avión" Solamente había en contra de este reglamento especial, la montaña, el mar y un clima de perros. Los accidentes son numerosos a pesar del valor de nuestro encuadramiento. El 31 de octubre (1941)unos pocos días antes del fin del cursillo, el sargento J.C. Berre percute la montaña. Hemos encontrado el cuerpo de nuestro camarada y el avión solo después de dos días de búsqueda, tal de inaccesible era la montaña. El cadáver del piloto fue expuesto en mitad del campo, por órden del comandante de la base, y los pilotos debieron desfilar por delante. Me acordaré de aquel momento. La experiencia del Spit se paga.

 

Yo estoy más habituado al vuelo que la mayor parte de mis camaradas. Mis notas de final de cursillo deberían permiitirme escoger mi destino. Yo queria la región de Douvres. Se me envía al fondo de Cornualles.

 

¡Perranporth! ¿Lo conocéis? Es el final del mundo. Llego de madrugada a una estación de tren que parece de juguete. El aerodromo está al borde del acantilado. El aire sopla desde todos los sentidos. El mar hace un ruido infernal a 80 m. por debajo del muro. ¡Cuando reina la tempestad, tiembla todo!. Las 3 pistas son largas, pero dos de ellas terminan en el acantilado. ..

 

Acogida muy relativa del comandante:

 

-¿Cree Vd. que faltan todavía más franceses en mi unidad?...

 

Yo acabo de pasar una mala noche en el tren y mi respuesta es rápida:

 

-Yo no lo sé, Sir... De todas formas en lo que a mí concierne, no he pedido venir aquí...

 

Por fortuna el recibimiento del Sqn es muy distinto. Dos escuadillas. Roland y yo somos de la escuadrilla B. Los antiguos son cordiales y comprenssivos. Almacén de suministros: equipo de vuelo, chaquetón de cordero de piel vuelta, amplio jersey de lana gorda, botas de cuero negro forradas, guantes y casco de cuero con máscara de oxígeno. ¡La panoplia del perfecto cazador!

 

El diario lo lleva Willy Williams, Oficial de Inteligencia del 130 Sqn. El hombre para todo. Simpatía. Enseguida un amigo. En la vida ciivil era periodista. Dinámico, hace que nos traguemos sin gran pena los Standing orders (órdenes permanentes). Estamos prestos para los vuelos de familiarización. Tras un cierto número de "amphis" (instrucciones dentro de la carlinga, pero en parado. N. del T.) dentro del Spitfire V, el comandante de escuadrilla B me designa para un vuelo. El tiempo me parece francamente malo. ¿Pero quién se preocupa a mi alrededor? Y todo se pasa bien. Llego a no preocuparme del tiempo y acumulo horas de vuelo. .. ¡Estoy presto para la 1ª operación... sobre Francia¡

 

Roland Leblond y yo hemos encontrado una habitación en casa de una señora de la región, gentil, que tiene una hija de 18 años que estudia francés. Nosotros perfeccionamos nuestro inglés de una forma más agradable que con la vieja señorita de Londres...

 

Hay también una pareja checa en la casa. El marido es piloto con nosotros en el 130 Sqn. Nos entendemos muy bien... Nuestro entrenamiento prosigue...

 

Ya está !Mañana sobrevuelo Francia!Es el comandante de vuelo Phillip Arnott el que me ha inscrito en las órdenes... "Sweep" (barrido) sobre Brest, con los 3 Sqn. del Ala. No pego el ojo en toda la noche. Tan pronto me quedo medio dormido que soy atacado por bandadas de Messerschmitt que me atacan viniendo del sol. ¿Es eso la vela de armas? Estoy de pié muy antes de la hora... En fin, desayuno. Después sala de briefing iluminada como para una fiesta. Willy "el espía" revolotea alrededor de los mapas. Trazos rojos del recorrido. En la base muy corta del triángulo, Brest a un ángulo, Morlaix al otro. Cifras rojas en un círculo indican el número de aparatos enemigos en cada aerodromo bretón. ¡Caramba!, pero si está toda la Luftwaffe. Yo tengo mariposas en el estómago. Siento esta náusea que volverá tan a menudo. Cesará cuando esté en el avión bien amarrado en mi sitio., en el momento preciso en que el mecánico levante el pulgar diciendo "OK, Sir". Pero por el instante , la pequeña bola está en la boca de mi estómago.

 

¡Mira que he conocido briefings! Pero el primero queda en la memoria. Estoy sentado como un escolar al lado del jefe de mi patrulla. ¡Todos de pié!. He aquí el Wing Commander. ¡Sit down, Chaps! La órdenes caen con precisión. Rumbo ha cia Brest, Apuntamos en el dorso de la mano izdª rumbo de vuelta así como la frecuencia de la radio de emergencia. Admiro la calma de mi jefe de patrulla. Viejo veterano, para el que este es un vuelo de rutina:

 

-Ahora son las 8h35. Ponemos los motores en marcha a y cuarenta y dos... ¿Alguna pregunta?

 

Yo tenía cantidad de ellas, pero me retuve. Vaciamos nuestros bolsillos. Recogemos nuestra bolsa de evasión. Despegue. Subo al cielo suspendido en el ala de mi líder. Todo esto como en un sueño. Ahora estoy calmado. Nada de gusto amargo en la boca, nada de estómago contraído. Mirada a los instrumentos. Todo va bien. La botella de oxígeno funciona. El motor suena redodndo mcon el depósito suplementario. Veo al líder repasar el mapa ¿Para qué, si estamos metidos dentro de esta flota? Los camaradas están alrededor de mí en formación perfecta... Nada que temer... Yo pienso en la lucha... La travesía es larga. Brest está allá abajo, como suspendida de sus globos de protección. Las órdenes en los auriculares. Yo oigo mal. Tengo confianza en mi jefe de patrulla. La formación permanece entera. La costa surgió bajo mi ala izquierda. Pero es la costa francesa. ¡Yo quiero mirarla esta Francia que yo he dejado para combatir! Al mismo tiempo, yo me acuerdo de que debo vigilar el cielo, detrás de mí. Lo intento, Lo hago muy mal. Súbitamente, hay explosiones negras delante de nuestros aviones de cabeza. Esta Francia que parecía tan pacífica. Esto no me gusta. La Flak se para, luego vuelve a tirar. No tengo el tiempo ya de soñar. El líder nos conduce en numerosas evoluciones. Escucho las órdenes. Obedezco. Pero mi inexperiencia frena todavía mis movimientos. El sweep me parece de una gran brevedad sobre Francia. La vuelta, por contra, es interminable. Tras el aterrizaje, sueño con la dicha que me ha asaltado por encima de Francia...

 

A partir de este instante, vuelo en operaciones lo más a menudo que puedo... En poco tiempo, logro ser jefe de patrulla.

 

 

 

 

(Y aquí se termina este segundo capítulo, un poco más animado que el primero. Y mañana, Navidad, como dice la canción.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(¿Día de Navidad? Prueba superada con nota. Ni grandes dispendios, ni salidas de tono familiares. ¿Hay quién dé más?

 

Volvamos a lo nuestro: con el capítulo 3 que sigue, entramos ya en harina. La guerra lo invade todo. Ya no valen ni pruebas, ni componendas (si es que las hubiera habido).

 

Dejamos al novicio en Perranporth, en el otro extremo del mundo que confesaba Jacques cuando lo vió por vez primera. Pero, quieras que no, se está haciendo un hueco. Su dedicación es premiada consiguiendo ser jefe de patrulla.)

 

 

 

 

Capítulo 3 Ambiente

 

Cuando los americanos se nos unieron en esta guerra, se asustaron de las condiciones metereológicas que los ingleses consideraban válidas. Nubes bajas, visibilidad extremadamente reducida, era necesario acomodarse a todo. Los vuelos efectuados en estas condiciones sobre las costas de Francia, eran peligrosos y delicados. Pero los alemanes utilizaban ellos también el mal tiempo.

 

Un día me poso, a la vuelta de un reconocimiento. En el momento en que corto mi motor, oigo como un gruñido que no se parecía en absoluto al ruido del Spit. El viento sopla en tempestad. Yo sitúo la "trampa" detrás de una nube. En aquel momento, sale de su nube y pica sobre mí alcanzando a los aviones en el parking. El Ju-88 pasa a ras de los edificios. La defensa del terreno no ha tenido tiempo de disparar ni las ametralladoras ni los cañones de la DCA. Yo he tenido el tiempo justo de guarecerme entre las patas de mi avión. Varios aparatos han sido alcanzados. El alemán ha desaparecido.

 

Toda la jornada buscamos a la tripulación de un Halifax que ha saltado en plena noche a lo largo de la costa. Mar agitado. Se rastrea de la Bretaña a Cornualles. Nada encontrado. Pobres muchachos. Los checos del 310 Sqn. caen sobre un He-111 protegido por cazas, cuando volvían de un sweep. El Heinkel es abatido cerca de nuestras costas. Un checo desaparece. Es nuestro camarada y amigo del mismo piso. Su esposa sabe cuando volvemos la desgracia que le golpea. Con gestos de autómata, ella amontona sus recuerdos de una demasiado corta dicha en un petate. Quiere volver a Londres y a sus compatriotas. .. En este siniestro y glacial invierno , yo leo y reeleo las "Cartas de mi molino"... Provenza, el sol, el calor, el optimismo... Yo no sé por qué compro un atlas... ¿Servirá tras esta guerra?

 

 

12 febrero 1942 Tiempo magnífico. Estoy en alerta de madrugada. Cielo sombrío. Ni una nube. Espesa capa de bruma sobre el mar. Mi patrulla está en stand by. Es decir en posición de despegue inmadiato. Permanecemos sentados y atados, mi wingman y yo. Todo está somnoliento a nuestro alrededor. De repente todo se anima. Scramble, claxon de alerta, dos cohetes rojos parten de la torre de control. Mi mecánico salta sobre el starter, pulgar en alto, la hélice carraspea, luego arranca. Mi nº 2 me sigue. Está a algunos metros. Entrada de pista: ¡54'' tras la alerta y estamos en el aire! Mi nº 2 me dice:

 

-¿OK Jaco? Yo respondo levantando el pulgar. Sube su tren. Llamo al controlador. Respuesta instantánea

:

-Steer 120º - angels 15 - Something for you. I will call for more info in a minute.

 

Bueno. Todo va bien. En total es el rumbo de Cherburgo. ¿Pero qué pasa? Mi tren rehusa de subir, la velocidad no sube. Jack, en mi ala, ya lo ha comprendido y se aparta. Mi temperatura motor aumenta (una pata bajada tapa parcialmente el radiador). Pruebo de nuevo a subir el tren. Nada que hacer. Con todo el dolor de mi corazón, llamo al controlador para pedirle de hacer despegar la segunda patrulla. Pero es el suelo el que habla esta vez:

 

-Jaco, aquí control. Pueden Vds. regresar. Los malos han desaparecido.

 

Me poso sin dificultad. El motor empezaba a calentarse en serio. Y no se habla más de ello. Por la tarde, sin embargo, conozco con estupor que el Scharnhorst, el Gneisenau y el Prinz Eugen haan forzado el Canal. Fue un caza recco. quien a las 11 aprox. sorprendió a las 3 "catedrales" rodeadas de barcos ligeros y de dragaminasa lo largo de Boulogne. Adivino su emoción cuando llama a su controlador para decirle lo que ve. La armada se desliza hacia un puerto alemán a favor de la bruma. Mi scramble fallido de la mañana había sido provocado por los cazas de protección.

 

 

Es solo al día siguiente que Inglaterra conoce la evasión de los tres navíos enemigos que han logrado dejar Brest sin haber sido descubiertos. Ha sido necesario un desgraciado cazador novato - acababa de ser afectado a su unidad - para descubrir los mastodontes enfrente de Boulogne. La RAF desencadenó la persecución. Seis Swordfix de la Flota atacaron a pesar de la DCA intensa y la protección de numerosos cazas. El 13 de febrero por la mañana los 3 navíos llegaban a la costa del Reich. No tenían averías mayores. Diez muertos y 70 heridos. El problema de la escolta había sido resuelto por el entonces coronel Adolf Galland con mucha minucia y habilidad. Tras él, habíamos lanzado 250 aviones contra los barcos. Nosotros perdimos 40 y los alemanes la mitad.

 

Aquella tarde nos consolamos con cerveza en Stork Club. Es la fiesta de despedida de un comandante de escuadrilla. Yo me uno con Blondy. Blondy es mi amigo Roland Leblond (por aquello del apellido en inglés) Que para más Inri tiene el pelo negrísimo. Su forma de pronunciar el inglés le juega a veces malas pasadas.

 

Entra en un colmado, el otro día, y dice: I want some matches. La empleada no comprende. Blondy insiste. Ella desaparece en la trastienda y vuelve... con un pedazo de queso. Blondy se atraganta de furor. Él habla inglés, ¿no? Entoces repite la frase insistiendo en la última palabra. Entonces la empleada un poco azorada se va y vuelve con... un trozo de queso aún más grande. Blondy va a morir de cólera. De repente él se calma, saca su paquete de cigarrillos y hace el gesto de encender un pitillo. Grito de la chica: Matches, dice, y no cheese (Cerillas, que no queso). Tal es Blondy y su pronunciación (aproximada) del inglés.

 

El 16, un Sqn. de Hurribomber se posa en nuestro terreno, con las bombas debajo de las alas. Esto huele a lío. Nos acercamos al comandante de escuadrilla, como ofreciéndonos, Blondy y yo, por lo que pueda pasar. El Teniente de Vuelo Watts comprende:

 

-Jaco, váyase. No es para hoy.

 

Blondy y yo vamos incluso al briefing. Se trata de atacar a la bomba los dragaminas en los alrededores de Paimpol (Bretaña). Nuestro Sqn. sirve de escolta. Ataque a barcos, ya se sabe lo que esto quiere decir. Los veteranos tienen mucho respeto por este género de operaciones. Blondy y yo no tenemos el valor de dejar la base antes de su regreso. En larga final yo les cuento. Vuelven todos...

 

 

 

Capítulo 4 Un "Spit bretón" sobre Morlaix (Bretaña)

 

Mal tiempo, lo que significa período de calma. Cada vez que es posible, el controlador nos envía en recco. hasta el cabo de Brest (Francia). La esperanza de descubrir un barco alemán o un Ju-88 nos empuja a volar en malas condiciones. Una mañana, en alerta de 15', con el fiel Blondy, telefoneo al sector del Grupo y reclamo al controlador de servicio. Le conozco. Nos ha dirigido hace unos días, con mucho brío, en una intercepción. Le explico que estamos ya cansados de estar sentados. ¿Se puede dar una vuelta por el otro lado? Pienso que el tiempo no es lo suficientemete bueno para despegar, les contesta. Aquí en la pista, no está del todo mal.... digo.

 

-OK, les doy la autorización . Despegue inmediato. Silencio radio. Vuelo a ras de las olas hasta la costa francesa. Volved a contactarme cuando volváis...

 

Alerto a otros 2 pilotos para que ocupen nuestro lugar. Volaremos totalmente a ras del mar para pasar bajo las ondas del radar. Sobrevuelo del mar durante 42'. ¡Esto va a ser largo!. Venimos de muy lejos. Primero deberemos luchar contra el mar y la bruma. ¿El mar? A ningún piloto le gusta acercarse demasiado. Con viento fuerte del este, nada gusta menos. Tengo un paracaídas que se hincha automáticamente al contacto con el agua. Tengo también mi chaleco salvavidas. Lleva mi nombre. No se lo presto a nadie. Menos que mi petaca de aluminio que contiene ron. ¡Nunca se sabe! Yo la relleno regularmente cada mes. Deslizo mis mapas entre la caña de las botas. Volamos todos en battle-dress gris azulado de la RAF. Reemplazamos a menudo la chaqueta por un chandal de lana gorda. Con las gafas de protección contra el fuego o los efectos de la rotura de la vidriera.

 

Los mecánicos están ya a la labor antes de haberles prevenido. Batería, armamento, control de la radio y limpieza de la vidriera. Comunicación a Willy el Espía. Es su labor tratar con las autoridades del Sqn. Llega, hace preguntas:

 

-¿Dónde c... váis? Habéis provocado esta operación cuando es facil comprobar mirando por la ventana que hace un tiempo de perros.

 

Ríe cuando le digo cuando le digo que vamos a buscar un poco de sol en Francia. Salimos. Respiro profundamente. Un viento sucio nos pega la humedad al rostro.

 

Pequeño briefing con Blondy. Vuelo a ras de las olas. Vuelo a 180º, es decir pleno sur. Distancia entre nosotros de 15 a 25 m.Cambio de depósito tras 50' de vuelo. .. En caso de emergencia, máximo de altitud y tomar la frecuencia D. Si es necesario, Mayday, Mayday. Pero sobre todo nada de radio sin necesidad absoluta. El precio del silencio es inestimable en este género de misión.

 

La torre lo sabe y nos da el fuego verde sin necesidad de llamar. Nos balanceamos primero sobre el suelo. Después el deslizamiento habitual. Rumbo al sur. Nubes muy bajas. Campesinos ya en el trabajo. El mar. Ojeada al altímetro. ¡Caramba!Las nubes sombrías se confunden con el mar, Atención a las crestas de las olas. Blondy se coloca solo un poco más alto. Misión posible. Y se continúa. 35' casi sin ver nada más que estas olas blanquecinas a unos metros debajo de nosotros. Una línea sombría delante. La Bretaña. Debemos superar el borde. Voy entonces a virar a la izquierda hasta la embocadura del río de Morlaix. Las órdenes son: "No sobrevoléis la costa, salvo si veis un avión". Es tentador. Está ahí, sombría y baja, con su sembrado de escollos. Blondy pasa a mi derecha para viigilar mejorel sector. Vamos a ras de las olas. Más bajos que los acantliados. La presencia de Blondy me da más confianza. Subamos un poco. Blondy reacciona. Yo estoy ahora justo encima de la costa. Presto a la pelea. Cuerpo y espíritu en tensión. Quitamos el seguro de nuestras armas. .. Una pacífica misión meteo se transforma para dos Free French, en misión de combate. ¡Atención chicos, vamos a pelear!La tierra sube bajo mis alas. Es el momento de buscar un objetivo. Diviso un par de granjas bretonas unidas entre sí por un murete en forma de U. En medio hay un disco negro, bastante plano, parecido a una paellera... ¡Una antena de radar en medio de su estación! Mi decisión está tomada. ¡Volarla! Instintivamente meto la cabeza entre los hombros. Acabo de acordarme de los trazos rojos en el mapa de Willy el Espía. Nos van a disparar.

 

Dejo el avión sobre su trayectoria. Un pequeño batir de alas, Blondy comprende. Ancho viraje al interior de las tierras, Morlaix está allí, en el agujero de su río. Vuelvo sobre el objetivo. Las referencias son buenas.

 

-¡OK, Blondy, el objetivo derecho delante!

 

 

 

 

(No es`por crear suspense, pero creo que ya he escrito bastante. Me tira la espalda. Mañana es fiesta en mi ciudad. Prometo volver dos veces al teclado. Y de verdad, la antena de radar ésta, no se va a escapar. Palabra.)

 

Saludos

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(Buenasss)

 

Ya estoy aquí, Bear I, "el impaciente". Voy a aplicar el título de mi peli de guerra favorita: "También somos seres humanos" (The Story of G.I. Joe) de la que Eisenhower llegó a decir que era el mejor film bélico que había visto. En fin, que yo también soy ser humano. Como estamos en período navideño haré una concesión. Intentaré aplicar aquel dicho de "Año Nuevo, vida nueva"...

 

Y sin más, descongelamos la imágen. Jacques y el "Rubio" están ante el objetivo...)

 

 

 

 

Acelero. El avión responde. Tengo a la gran sartén en el círculo luminoso de mi colimador. Empiezo a disparar. Mis disparos tocan el ojo del Cíclope. A ras de tierra, gases a fondo, me lanzo hacia el mar. Las balas de Blondy aciertan como las mías. Ahí queda una instalación indisponible por una buena temporada. De repente, es el infierno. Toda la DCA se desata. Las trazadoras rodean de muy cerca nuestros aviones. Me acurruco en el habitáculo. Ametralladoras pesadas, despues los 88 que levantan gruesos plouf en el agua. Mal amomento. Trepo un poco para salir de su reglaje:

 

-¿OK, Blondy?

 

-Al pelo, Jaco.

 

Les hemos dado... El recorrido de la vuelta nos parece increíblemente largo. Volamos "en patrulla abierta" para una mejor vigilancia de nuestra retaguardia... Es que ellos tienen cazas en Morlaix, Brest y Cherburgo... Por fortuna, la meteo no ha mejorado. He aquí al fin la costa de Inglaterra con la línea blanca de la resaca sobre las rocas. Llamo al controlador. Me da un rumbo hacia la base. Experimento una sensación de bienestar. La meteo está tan fea que el controlador debe llevarnos "de la mano" hasta colocarnos en la vertical de la base.

 

Por el tono de mi voz, se da cuenta de que algo ha pasado:

 

-Rumbo 335, diez millas de la base. ¿Algo especial, Jaco?

 

-Ok, rumbo 335, diez millas... Hemos disparado...

 

- Good show, Jaco.

 

Circuito. Ruedas abajo. Nos deslizamos hacia la pista. Aire a favor. Rodaje ahora hacia el dispersal. El ojo de Stuffy (el mecánico) es infalible. Ya se ha dado cuenta que la funda de tela pegada en el ala que cubre el borde de ataque de las ametralladores esta quemada y en jirones. Los otros mecánicos también. Stuffy se desliza bajo el Spitfire y pone el seguro a las armas. Después salta sobre el ala:

 

-¿Qué hay de nuevo, Sir?

 

-Le hemos dado a una antena de radar.

 

-Buen trabajo, Sir.

 

Willi El Espía llega a su vez.

 

-¿Qué es esto? Pero yo pensaba que no teníais el derecho de sobrevolar la costa?

 

Y rompe a reir. ¡Ay va! Se me había olvidado por completo esta consigna imperativa. Ni habíamos preparado ninguna disculpa.

 

-OK, telefonearé al controlador para rendir cuentas de que los dos Free French cayeron "por casualidad" sobre una antena de radar.

 

En los días que siguieron, tuvimos que efectuar numerosas misiones por encima del agua en labor de protección de convoyes que navegaban en dos filas. Es pesado. Y eso no presenta ningún interés para los cazadores.

 

Blondy y yo esperamos nuestro salario para marchar de permiso. Corto sueldo... Apenas con qué pasar algunos días en Londres. Pienso, no sin cólera en la emisión de la radio de Vichy. Para ellos, nosotros somos "un hatajo de judíos, de mercenarios, de aventureros ávidos de de ascensos y de sueldos". Salimos de permiso sin alegría ya que el tiempo ha mejorado notablemente. Y las horas de vuelo de operaciones van a aumentar. Si no hubiéramos tenido tanto sentido del ridículo, nos habríamos quedado en la base.

 

 

 

Capítulo 5 British only...

 

No estoy nada contento de mis 5 días de permiso. Londres, una curiosa mezcla de uniformes, cines abarrotados, tiendas llenas, una vida intensa, bulliciosa que el "Blitz" no ha logrado atenuar. Letreros pidiendo a las amas de casa donar sus viejas cacerolas de aluminio para hacer aviones. Solo la estátua de Picadilly está en guerra, bajo unos andamios de protección y sacos de arena. ¿Pero quién puede decir que el amor ha dejado Londres? Envidio un poco a los Free French que se encuentran en las unidades de la RAF en la periferia de Londres, en Biggin Hill, North-Wield, Hornchurch, West Malling y Tangmere. Volvemos a coger el tren en Paddington, agotados y sin un penique...

 

Recobramos nuestros Spits con alegría. Nada más llegar, ejercicio de combate aéreo. Nunca hacemos los suficientes. Es también la opinión de Leblond. Es mi mejor adversario. Los dogfights a golpe de cámara contra él son sensacionales. Hacemos nuestro el adagio inglés: La tenacidad es un arma tan mortal como un cañón. Tiempo malo. Aún así despegamos en alerta. Llegamos a ponernos en el aire en menos de un minuto.

 

El 14 de marzo, estoy en alerta desde antes de amanecer.

 

-Scramble sección amarilla, rumbo uno cuatro cero, altitud 5000. A todo gas.

 

Experimento siempre el mismo shock. No llego a desbloquear mi cerebro. Mi estómago bascula en el vacío. Mi respiración es entrecortada. Todo se acaba desde que me instalo en el Spit. El oxígeno de la máscara me devuelve el equilibrio total. Estamos en subida rápida por encima del mar. Las nubes forma una pantalla:

 

-Hello Jaco, el enemigo está muy abajo a las dos, volando hacia el este.

 

Viraje hacia la izquierda. Sospecho que los malos han venido a husmear los convoyes a lo largo de la costa. Espero atraparlo entre la costa y nosotros. Es diificil localizar un avión volando bajo por encima del agua. La excitación está en su punto más alto cuando oigo:

 

-Jaco, mira a las diez. Cinco millas.

 

Está claro que están a mi izquierda. My nº 2 pasa a mi derecha. Dos pares de ojos escudriñan el cielo. El mar. Nada. El controlador debe tener una alucinación.

 

Hello, Jaco, vira seco a la izquierda, rumbo 215, 8000 pies, el enemigo sube.

 

Ah el bribón. Nos pasa por la espalda. Sube y busca el abrigo de las nubes. Comprendo que se trata de un Ju-88 llegado para hacer cosquillas a un convoy. Reacción:

 

-OK, Amarillo 2, mete la sobrepotencia. Subimos.

 

Mi Spit da un salto. Sobrepotencia encendida. De una ojeada controlo a mi wingman:

 

-Mira afuera, Jaco. El enemigo se eclipsa.

 

Digo un taco muy francés. No es posible...

 

-Enemigo sobre rumbo 170. A la una respecto a vosotros, no lejos, 2 millas.

 

Entonces, debería verle. ¿Qué hace mi nº 2? ¿Por qué no le ve? Me pego bajo las nubes, para ver mejor.

 

-¿Nada nuevo, Jaco?

 

Hay una mezcla de desesperación y de rabia en mi respuesta:

 

-Nada que hacer.

 

Brúscamente, veo un ligero trazo negro, un reguero de humo que sube al bies hacia las nubes, a unos 2 kms. Nunca le hubiera alcanzado antes de su entrada en los cúmulos. Ya lo creo que es un Ju-88. Ahora le veo mejor.

 

-Tally-ho, tally-ho, Ataco, ataco. El Ju-88 se cuela hacia la nube.

 

Intento ponerme ya desde lejos en posición de tiro esperando que no me haya visto. Gano terreno. 1500 m. todavía. Las nubes van a absorber a mi presa. Rabioso, disparo justo en el momento en que desaparece en la masa sombría sabiendo pertinentemente que yo no le tocaría.

 

 

Pasan los días. A menudo tengo la impresión de que todo esto no va acabar nunca. Cuando se pone mal, Blondy yo nos vamos al Stork Club donde las chicas de aquí nos esperan para la lección de inglés.

 

Le Poulennec se mata despegando. No ha podido controlar su Spit que impacta de lleno en un refugio de cemento. Un camarada que desaparece, pleno de entusiasmo y de juventud. El P. Goddard, nuestro pater, único representante de nuestro Estado Mayor de Londrees, viene a oficiar el funeral. El com. Claisse del 66 Sqn al que pertenecía nuestro amigo asiste junto a Leblond y yo. Es emocionante y simple. Seis pilotos le conducimos a su última morada. En este 1º día de primavera, el pequeño cementerio tiene un aspecto totalmente nuevo bajo un rayo de sol... La serie negra continúa. Todavía dos pilotos del 72 Sqn... ¡un total de siete en 10 días! Velada en el Stork más larga de lo normal. Dos chicas nuevas.

 

El 25 de marzo, Un Ju-88 se escapa gracias al bajo techo de nubes. El 29, scramble... siempre para un Junkers. Su sobrevuelo de la costa ha llegado a ser tan regular que acabamos llamándole "el tren de la leche". El sol golpea el mar. La reverberación hace perder el sentido de la horizontalidad. Y hace mucho daño a los ojos. Los barcos de los convoyes tienen el aire de juguetes posados en una placa de mercurio. Subo detrás de mi líder en una nube. Me aparto un poco de él pues está oscuro dentro. Continúo mi subida según las instrucciones que llegan del suelo... Rumbo, altitud, velocidad. Es lo que me han enseñado. La nube sigue densa. Oigo al controlador lanzar a otra sección. 20' minutos de nube... Es nulo para nosotros. El enemigo está seguramente a ras del agua. Los tripulantes del convoy seguro estarán maldiciéndonos. El controlador me prepara para la perforación. Me llevará a cielo claro. Todavía en el algodón, escucho la conversación de 2 compañeros de la otra sección. Me pongo furioso.:.

 

 

El 31 de marzo, es el golpe duro. Se rumoreaba que había algo en camino desde hacía 2 días. Willy el Espía habia consentido mostrarnos una circular. Malta necesita pilotos... ¡Malta! ¡El sol, el mar y el cielo azules.! Y todo el día pensando en montones de victorias posibles. Todos nos hacíamos sueños. Blondy y yo. Primero sonó la partida de la unidad al completo. Después, que solamente 16 pilotos de los 30 del Sqn. Vamos a intentar colarnos al menos dos plazas... En el último momento, mensaje...

 

-Sorry, chaps... but British only. (Lo siento, chicos, pero solo para los británicos.) (De ahí el título del capítulo... N. del T.)

 

Catástrofe. Combatir y morir por Malta se convierte en un privilegio "british"... ¡Después de todo, el Sqn con sus pilotos y sus mecánicos, es también para nosotros nuestra familia!. Se conocen las designaciones. Para nuestra consolación conservamos nuestro Flight Commander, y a nuestro amigo Tim Saunders para reformar el Sqn. A las primeras luces del alba que apunta a través de los cristales del Stork Club, los 16 muchachos "British only" esperan la señal de partida para Malta, el sol, los combates en el cielo azul y... su destino.

 

No os oculto que Blondy y yo hacemos todo lo que podemos para dejar el Sqn que, amputado de sus mejores elementos, nos parece ahora una unidad operacional irrisoria. Intentamos volver a la región de Londres. ¿El Estado Mayor?. Una pared. Llamamos desesperadamente al Comando de la Caza. Querriamos volver con Jean Maridor y Charles Demozay en el 91 Sqn. en Hawkinge, en el otro extremo de Inglaterra. Nada que hacer. Formamos parte de la armadura de la nueva formación. En fin, seremos los veteranos... con posibiliddes de misiones suplementarias.

 

¿Pascuas? Parece que era ayer. Eso me recuerda los años felices de mi juventud, las campanas, la solemnidad de la fiesta religiosa, después los regalos colgados de los árboles del jardin.

 

Pruebo los nuevos alerones de mi avión. A 20.000 pies, me coloco en invertido. Y pico teniendo la precaución de conservar una trayectoria rectilínea. La velocidad sube al mismo tiempo que la tierra: 300 millas, 350, 400, luego 440 millas (más de 800 Kms/h) Todo va bien. Aprovecho de mi velocidad para hacer un par de tirabuzones y toneles:

 

-Hello Perranporth, Jaco llama. Deseo aterrizar.

 

Test de alerones OK.. El tiempo se gafa. Hay como parches en los agujeros del cielo azul. Es tiempo de volver. Por la tarde en el Stork, hay veraneantes en vacaciones de Pascuas. Placeres de una tarde/noche...

 

 

 

 

(Ya estará contento Bear I "el impaciente". Sigue la vida de Jacques en el 130 Sqn. en esta primavera de 1942. De la ida a Malta, que cita, en la palabra "British" me figuro que entrarían ingleses y pilotos de la Commonwealth. Por ejempo, me acuerdo de Beurling, canadiense él, As de Ases de la caza en Malta. Estaba en un Sqn. de Spits en la metrópoli, y aprovechando un convoy desde Gibraltar fue catapultado a mitad de camino junto con otros desde el portaviones USA Wasp. Y creo recordar que también había neozelandeses y australianos ya en la isla. Estos ingleses siempre tan suyos.)

 

Saludos

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Por supuesto que estoy contento, compañero. Y espero contar siempre con tu sentido del humor. ;)

Aunque si le preguntas a mi corazón, igual no está tan contento contigo... :whistling:

 

He disfrutado un montón con este libro. Comparto tu decisión de escoger éste para traducirlo.

Sólo este párrafo ya me deja boquiabierto:

 

"Experimento siempre el mismo shock. No llego a desbloquear mi cerebro. Mi estómago bascula en el vacío. Mi respiración es entrecortada. Todo se acaba desde que me instalo en el Spit. El oxígeno de la máscara me devuelve el equilibrio total. Estamos en subida rápida por encima del mar. Las nubes forma una pantalla"

 

Como siempre :aplauso-6:

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Andrieux, Jacques Todos, pilotos y no pilotos franceses, debieron pasar por la Tiger Moth. Aquí una de escuela de la RAF.

 

 

andrieuxjacquestodospil.jpg

 

Andrieux, Jacques, Harvard, Avión de entrenamiento de la RAF

 

andrieuxjacquesharvarda.jpg

 

Andrieux, Jacques Dibujo en su Spitfire.

 

 

andrieuxjacquesdibujoen.jpg

 

Geoffre, François de Normandie-Niemen. 13€ + 6€ Iberlibro, en francés.j

 

geoffrefranoisdenormand.jpg

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Buenasss

 

(Seguidamente afrontamos el capítulo 6. Jacques Andrieux aunque sigue adscrito a un Sqn. "British", ansía desde que mayoría del 310 marchó a Malta, a reunirse (él y Lebond "el Rubio") con sus camaradas franceses integrados en Sqns. cercanos a la capital, Londres. Pero como fueron declarados "intransferibles" siguen acumulando horas y experiencias en este refundado 130 Sqn. de la RAF.Leámoslas.)

 

 

 

 

Capítulo 6 Los signos del destino

 

Me acordaré del domingo 12 de abril de 1942. Cuatro accidentes. Dos mortales. Yo por poco completo la lista haciendo el nº 5. Dos pilotos del 310 Sqn. entran en colisión. Uno de los aviones, gobiernos seccionados, se estrella en el suelo. Piloto muerto. El otro piloto se juzga demasiado bajo para saltar. Intenta el aterrizaje sobre la playa. Que está encajada, en el borde de la ciudad. El pobre muchacho intenta en vano presentarse por la parte más larga. Decisión desesperada, Desde lo alto del acantilado, le veo hacer su aproximación. El avión semeja un juguete en el aire calmo. Las gaviotas, molestas, se arremolinan gritando. El piloto entra "demasiado largo". Ninguna oportunidad de posarse sobre la playa. Ninguna de volver a repetir. El mar sucede a la arena fina. El Spit se perfila magníficamente sobre el agua verde, después parece detenerse al borde de la sustenctación. Aureola de espuma blanca. Después más nada. Al día siguiente, el océano devuelve a los humanos piloto y Spitfire y, para más burla, las olas sujetan arrinconado el bello avión y su infortunado piloto en una falla enorme del acantilado, justo al pié del "mess" de oficiales.

 

En cuanto a mí, aquel día, mi nombre no está en el Gran Libro del buen S. Pedro. Vuelvo de misión con mi wingman. Le pido de posarse el primero. Yo, tengo todavía el suficiente combustible como para irme a ocultar en un rincón del cielo y entrenarme con mi Spitfire: un tonel y varios looping. Después vuelvo. Se me da el fuego verde. Abro mi cabina antes de realizar mi último viraje. Reduzco lentamente. Bajo el interruptor del tren. ¡Curiosamente flojo! El avión se ladea peligrosamente. Las lámparas testigo del tren son una verde y la otra roja. ¡Que si quieres! no tengo más que una rueda fuera... La otra está bajada a medias. Y obstruye la entrada de aire del radiador. Llamada a la torre:

 

-Hello Control, Jaco calling. Problemas de tren. Pata derecha trabada a mitad de la salida. Pronto sin combustible...

 

-Hello Jaco. Control calling. Stand by... (Espere)

 

Esta si que es buena: stand by. ¿Se creen que eso va a poder durar mucho con esta temperatura motor que sube, 100, después 110 luego 120º? Y naturalmente mi presión de aceite que desciende. El tramo rojo está alcanzado. Es preciso actuar antes del incendio. Sacudo el avión en todos los sentidos para intentar hacer descender la pata. Nada que hacer. Ya sale una pequeña humareda vaporosa de la 1ª pipa de de escape. Vuelvo al interruptor que acciona, en principio, la salida mecánica del tren... Está como muerto, sin fuerza. El humo blanco aumenta. En el suelo creo que he desatado la gran alerta. El Flying Control ha prevenido a los bomberos, la ambulancia, el médico, mi comandante de escuadron ... y:

 

-Hello Jaco. Intente posarse sobre el vientre tan suavemente como pueda. Corte en el último momento. Aterrice sobre la hierba. Le esperamos.

 

Comienzo a tener francamente calor en los pies. Vamos allá.

 

-Hello Control. Jaco calling. Bajo con una rueda a medio salir. Aterrizaje sobre la hierba. Terminado.

 

Desconecto el enchufe de la radio pues quiero salir a toda velocidad si logro que el avión quede en posición normal. Verifico la seguridad de la vidriera corrediza. Desciendo mi asiento al máximo para evitar romperme la cara con el colimador. Aprieto a fondo mis ataduras. Mis suelas están que arden. Pruebo a dominarme. Pero el fuego siempre me ha dado miedo. Los vapores de glicol del radiado me hacen llorar. Durante mi último viraje veo a los bomberos que se agitan. Distingo el vehículo del Group Captain. Eso me reconforta. Todo este circo para mí. Todos los consejos se me agolpan de repente. Flaps bajados, velocidad de aproximación 160, al paso por las balizas 140, mantener el avión al pié, cortar los contactos, cerrar la gasolina.. Gracias al entrenamiento. La pista se aproxima. El avión está bien horizontal, muy bajo con respecto al suelo. La velocidad cae muy rápida. Tengo la impresión que mi fondo de pantalón roza el césped. Brutalmente, el choque. Mi rueda derecha ha tocado. Embarque hacia la derecha. La hélice vuela en pedazos arrancando motas de hierba. La naríz del Spit se clava en el suelo. El ala izquierda vira sobre la hierba . Soy violentamnete proyectado hacia delante. Me acuerdo haber pensado "¡colimador, atención, el colimador!". La cola se levanta detrás mío. Me encuentro como de pié, los pies apretando los pedales. Me doy cuenta que si el movimiento se acentúa, es la muerte pues el avión va a caer sobre el dorso. Un sudor frío me corre por el cuello... El avión permanece en equilibrio al menos un segundo... Un siglo... Vuelve a caer... hacia atrás. Choque terrible... patadón detrás... Silencio,. El humo sube de las planchas dislocadas del motor... Haya como un chirrido de huevos en la sartén. Pero ya soy izado por el equipo de socorro sin haber tenido ni tiempo de decir ni una palabra. Se me extiende sobre la camilla de la ambulancia. Ultima visión: mi Spit tragando una enorme ración de nieve carbónica. Todo el equipo médico la emprende conmigo, Las enfermeras tienen su mejor sonrisa. Pero el actor está intacto. Radiografía de la pelvis y mercurocromo en las rodillas... Sí, esto no estaba inscrito aquel día.

 

Al día siguiente, lunes 13 de abril de 1942, el golpe duro no es para Perranporth. Hurricanes, 24 en total, armados cada uno de 4 cañones, deben hacer una demostración de tiro, cerca de Salesbury. El Alto Mando de la RAF ha pedido a un cierto número de oficiales generales y superiores, escogidos al azar, de asistir a esta maniobra. Es solo para indicar la cantidad de peces gordos que había en la tribuna. ¿Los blancos? Tanques viejos y camiones fuera de uso.

 

Los Hurricane despegan. El tiempo es francamente mediocre, techo bajo, mala visibilidad. Los aviones desembocan en la llanura y, uno tras otro, hacen su pasada, destruyen los blancos... El último va un poco retrasado. El piloto busca los blancos. Con la mala visibilidad, adivina una masa sombría.. y efectúa su descarga en la tribuna, sembrando la carnicería. Terrible suma: 40 oficiales generales o superiores han encontrado la muerte. Hay 50 heridos...

 

 

 

 

(Así de trágico acaba este 6º capítulo. La descripción del aterrizaje forzoso de Jacques Andrieux es perfecta. Nos parece estar viéndolo en directo. Parece que el libro está alcanzando buen tono descriptivo. Y me alegro por los Forero-lectores. Y por mí que también disfruto re-leyendo las aventuras y desventuras del piloto Free French Jacques Andrieux en el seno de la RAF).

 

Saludos

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Buenasss

 

(Sin más presentaciones pasamos al capº siguiente. He pre-leído solo su comienzo y ya trollaco me ha hecho falta más. Es de un emocionante subido. Otra gran aventura en las que se ve envuelto troll intrépìdo Jacques Andrieux, que recuerdo que cuando esto sucede trollaco tiene más que 23 años...)

 

 

 

 

Capítulo 7 Combate a cuchillo.

 

 

 

 

Esta mañana está gafada, me dice Blondy fumando con voluptuosidad su cigarrillo. Yo trollaco sé troll esto te gustará, viejo.

 

En efecto, trollaco acaba de gustarme. Y trollaco soy troll único. Las frentes de los pilotos más duros, los más decididos, se fruncen cuando se anuncia la misión las más ingrata y la más peligrosa para un cazador.

 

 

(Atención tengo alguna dificultad con troll ordenador. Cierro. Y sigo.)

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Malasss

 

(No entiendo nada. Anoche, y tal como aparece en mi interbención, empezaron a salir colores raros en la pagª del Foro. Y como a perder impresión el troll texto del Foro. Presentí algo , y por eso corté, y subí lo escrito por mí. Para mi estupefacción, 1º bí como una especie de letrero con una foto de un perro seguida de un letrero que decía textualmente: You had been trolled.

 

Y la consternación fue total cuando bi que mi texto salía cambiado en el troll Foro. Cada cuatro palabras aparecía una que yo no había escrito: "trollaco". Y también alguna más: troll. bisto que no podía hacer nada, apagué el troll ordenador y me fue al catre francamente cabreado: estaba empezando quizá el troll mejor de los caps. de Le ciel et l'enfer.

 

Hoy intento entrar en el troll Foro y sigue el troll mismo perro con la misma frase You had been trolled. Y persisten los colorines en la pagª.

 

bear, ¿tú sabes algo de lo que pasa? Lo digo por tu mensaje de las 8h 35'.

 

Yo que me las prometía felices con este más que interesante capº.

 

Mando este mensaje no sabiendo chi se ba a repetir la gamberrada de anoche.

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Bueno, amigo, como puedes ver, ha sido la inocentada del día.

El tal Herodes ese, el amigo de los niños, que ese día se podía haber dedicado a aprender a cocinar la tortilla de patatas en vez de liar la que lió.

Tranquilo, descarto que haya habido mala intención en esto, aunque a ti por lo que cuentas si que te ha fastidiado.

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Buenasss

 

(Bear, no me ha fastidiado, solo me ha molestado en la inercia de la traducción. Una vez que tuviste la amabilidad de recordarme que día era, "me" se ha pasado. La técnica es la siguiente: Justo antes de la traducción leo/traduzco a la vez y lo mentalizao. Luego ya me pongo al teclado y sale todo seguido. Así que lo de ayer, que encima, creo, es uno de los mejores caps., quedó truncado. ¡Y para más INRI salía con faltas de ortografía...!

 

Pero no importa. Hoy sigo con los bríos de siempre.)

 

 

 

 

Capítulo 7 Combate a cuchillo

 

Esta mañana está gafada, me dice Blondy fumando voluptuosamente un cigarrillo. No sé si a tí te gustará esto.

 

En efecto no me gusta en absoluto. Y no soy el único. Las frentes de los pilotos más endurecidos, los más aguerridos, se fruncen cuando se anuncia la misión la más ingrata y la más peligrosa para un cazador.

 

-Come on. Hurry up. Ataque a destructores alemanes a lo largo de las Siete Islas. Briefing ahora.

 

Es el combate a cuchillo, tan mortal para el avión como para el barco. Sobre el mapa, al final de los trazos rojos que indican nuestras rutas teóricas, hay 4 barcos cuya posición en el mar es cambiada cada 30 minutos. Van en formación de combate. Es decir en línea de frente. Es un avión de vigilancia el que los ha señalado por radio. Eso significa que los alemanes que están también a la escucha, se saben descubiertos. Se nos espera. Y hay también posibilidad de protección aérea. Estupendo. Todo al mismo tiempo. Se trata de gruesos dragaminas o de destructores en patrulla...

 

El tiempo es perfecto, tipo "tempestad de cielo azul". El Wing Commander concreta:

 

-Time is short, chaps, es preciso llegar rápido. Están a lo largo de las Siete Islas. Intentaremos pincharles.

 

Seis Hurribomber nos esperan en Preddanaek. Yo volaré con el Sqn 130. Hora de despegue de Preddanaek: 9h30 para el 130 y 9h37 para el 234. Efectuaré un amplio viraje sobre la izquierda, a baja altitud para que el 234 pueda colocarse, Altitud cero durante todo el recorrido. Silencio radio...

 

Todo se pasa con rapidez. El asunto es serio. Mientras repostamos pienso en el briefing. En esos 8 barcos, hay Flak-ships. Un Flak-ship es, como una potencia de tiro, algo enorme: 4 ó 6 afustes cuádruples de cañones de 20 mm y de 6 a 8 piezas automáticas de 37 mm... Muchos cañones que harán mucha chatarra.

 

Stuffy, el mecánico, que sabe de qué se trata la operación ha redoblado sus cuidados previos, me ha dejado la vidirera impecable. Soy el nº 2 del WingCo. Me gusta volar con él. Vuela estupendamente, excelente líder, buen maniobrero. No persigue las victorias. Ayuda a sus pilotos.

 

Calor en la cara, venas del cuello que se hinchan. Y otra vez este gusto amargo en la boca... Y la hebilla del paracaídas que me pesa en el nudo de la boca del estómago. Y todo eso desaparece al primer gesto del WingCo...

 

El agua verde desfila bajo nuestras alas. Blake lleva su circo al combate. Cómo traducir la potencia y elegancia que se desprende de una formación en vuelo... Los Hurricane está ligramente tras de nosotros. Blake ha decidido que él atacará el primero con su escuadrón. Un "gran Señor" este Blake...

 

Me aferro a su ala, mi avión se desliza hasta casi tocar el suyo. Desde que su ala tenga un estremecimiento, eso querrá decir: "Apártese ligeramente. Ataco" Entonces él y yo tendremos el honor de tirar los primeros de la formación. De encajar los primeros también. Vigilo mi depósito auxiliar que se vacía. Prohibido lanzarlos a menos de ser alcanzados. Esto nos podría hacer descubrir. Los remolinos de las hélices hacen temblar el mar de lo bajo que vamos. 35 minutos. El objetivo ya no puede estar lejos. Golpe seco sobre la palanca. Ojo, el líder "ha sentido" algo. En el momento en que iba a apretar el botón de la radio, veo también los barcos: ocho en dos formaciones de 4, respaldados por los Flak-ships. Y me parecen bien grandes. Distingo con facilidad, bien destacadas en las superestructuras, las torres de proa y popa de los barcos Flak. Son torreones, plagados de cañones, que es necesario neutralizar...

 

Armas montadas. El círculo de mi colimador brilla ya sobre un casco camuflado... Estoy presto a atacar...

 

-Look out, chaps, ships ahead. Atención muchchos, los barcos derecho delante. Derecho debajo. A toda velocidad. Viraje a la izquierda tras el ataque. Y por el amor de Dios apartáos lo más rapido tras haber tirado...

 

La formación cambia de aspecto. Pierde su simetría de vuelo. Nos convertimos ahora en locos rabiosos arrojándose sobre el enemigo. Rabioso, pero yo le sigo... Tiro abriendo el fuego desde bastante lejos. Veo con claridad mis obuses alcanzar su objetivo... Que se aproxima, este blanco, de manera vertiginosa. Sigo tirando, sobre la pasarela... Es en este momento que descubro las llamaradas de los disparos de los dos Flak-ship en el flanco de la formación. Tengo la clara impresión que mis tiros han hecho blanco y reducido la cadencia del fuego adversario... Los Hurricane saldrán con bien, espero. Sigo pegado a mi líder. Con él, paso a través del telón de metralla, a ras de los mástiles de los barcos. Tengo el tiempo justo de apercibir a los artilleros afanándose alrededor de sus piezas. ¡Brroum! un acierto directo gracias a la bomba de un Hurriboy. Me entran ganas de aplaudir pero verdaderamente tengo las manos ocupadas. Después mi alegría se apaga. La punta del ala del Hurricane toca la extremidad de un mástil. El avión acusa el golpe. ¿Va a percutir en el agua verde? Lo temo por un instante. Entonces el bravo Hurriboy recupera su equilibrio. Vuela con un trozo de ala de menos... Lo celebro...

 

Un ruido terrible en mi fuselaje La palanca se me escapa de las manos...¡Oh, là! Salto en el corazón. No oigo nada, como si de golpe estuviera en otro universo... Un obus me ha tocado. Mirada a las alas. No hay agujeros. ¿Temperauras? Normales. Con un batido de alas prevengo a mi líder. Ha comprendido. Los obuses enemigos hacen agujeros en el agua alrededor de nosotros. Demasiado cerca. Tomo un poco de altura probando suavemente, tímidamente, los mandos. Responden. Detrás de mí las Siete Islas se alejan. Los barcos han perdido su formación impecable. Un humo opaco sube de dos de entre ellos. Detrás de nosotros, más arriba, el 234 vigila atento... La posibilidad de un ataque aéreo ahora que mi Spit está estropeado, no me place. El WingCo está a mi lado. Me hace el clásico gesto de confianza, Pulgar arriba... En cinco minutos la tierra firme... El cielo es ahora más azul, el mar menos hostil. De todas formas tengo la espalda empapada de sudor...

 

Alegría de aterrizar. Todos los aviones han regresado. Dos duramente tocados, el mío uno de ellos. Un boquete en el fusleje que ha dañado el puesto radio y la botella del oxígeno... ¡Lío esta tarde en el Stork Club! Un buen party en perspectiva.

 

Las emociones dan apetito. Es sabido. Blondy y yo no pensamos más que en desayunar. Y así todos los demás, por lo que veo. Briefing a las 13h45'. Se trata de acompañar esta vez a cuatro Whirlwind por encima del aerodromo de Lannion... Bueno, esto no parece para tanto. La Flak allí no es tan densa. Pero está la caza enemiga y montones de sopresas imprevistas... Me doy prisa en localizar mi avión y mi mecánico. Meteo, sigue excelente. Briefing

 

Me vuelvo a encontrar en el ala de WingCo. 22.000 pies. Hace tanto frío allá arriba que el el líder vuelve a los 18.000 pies. Un cielo límpido increíble. Mis ojos pestañean para resistir el deslumbramiento. Calma. Controlador mudo. Lo que no quiere decir nada. Tal vez los alemanes nos esperan en un rincón del cielo, Su posición en defensa les permite escoger el momento y el lugar de ataque...

 

El mar, muy lejos por debajo, parece helado tal es el tremeno frío que tenemos. Blake desciende... Tomamos velocidad... La isla Brehat aparece a nuestra izquierda, como una moneda de plata sobre el verde esmeralda del mar. Aerodromo de Lannion a la vista. No es momento de soñar. La tierra de Francia es bella, llena de luz. Lannion allá abajo... El campanario se eleva como un dedo... Me dice: Atención vigila el aire, desconfía. Y estos alemanes que no parecen en absoluto interesarse por nosotros.

 

Voz del WingCo: Look out, Flak coming up.

 

Miro. Sí, las primeras nubecillas negras aparecen. Los bombarderos pican en fila india hacia los objetivos. Las nubecillas se aproximan más. Las bombas "trabajan" el aerodromo. Sigue la Flak encuadrádonos pero sin alcanzarnos. Oigo una gran detonación abajo. Los Whirlwind, seguidos de cerca por la Flak, huyen ahora sobre su rumbo de vuelta como una bandada de pájaros de presa después de una rapiña...

 

Rodando hacia mi dispersal, mi mecanico me guía. Me ayuda a desembarazarme de las ataduras. Salto del avión, con las piernas un poco flojas...

 

Creo que no olvidaré jamás las imágenes que Francia me acaba de ofrecer.

 

 

 

 

(He recordado según iba traduciendo que este, creo, era uno de los mejores capítulos del libro. Pero a "Jaco" Andrieux le quedan todavía muchas aventuras hasta que logre poner los pies en su dulce Francia.)

 

Saludos

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Malasss

 

(Cuando tenía escrito todo el capº 8, sin ningún aviso, se me ha borrado por completo. No me merezco esto.

 

Anoche tuve dificultades con el ordenador. Total, que dos noches sin contacto con los Forero-lectores precisamente cuando estaba el relato en su mejor momento.

 

Si tengo humor seguiré esta noche.

 

Saludos

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