Crónicas E69 de la Red Bull Air Race

Sábado 9:50 AM

Circulo por la C-32 dirección Barcelona. Mi destino, la torre Mapfre.

Hemos quedado allí con VATT y otros miembros del escuadrón que no conocía a las 11:00.  Estoy en el peaje de Vallcarca y creo que no me va a dar tiempo. Aún tengo que llegar y aparcar.

Salgo de la Ronda Litoral por la salida de Poblenou, justo donde está la torre de control de la carrera. ¡ Sorpresa!. En la calle paralela aparece un lugar para poder estacionar hasta 7 coches. Y lo mejor de todo, ¡ es gratis!.

Al final sí nos ha dado tiempo de llegar a la hora. Incluso demasiado pronto. Son las 10:40 cuando me presento junto con mi chica en la torre Mapfre.

A las 11:00 aparece VATT, pero nadie más. Nos presentamos, Esperamos. Llama a Manpisa, Blasito o Nazgul para ver donde están. Dicen que están llegando. Esperamos más rato.

Pilotos del Escuadrón 69, cerverceros y mujeriegos como no podia ser de otro modo

Aparece un "ciclomotor" conducido por Xavieret ( menuda R6 que tiene), el cual no nos conoce ( ni nosotors a él tampoco)y se va al bar después de hablar por teléfono.

Al cabo de unos minutos VATT decide llamar a Xavieret, a ver donde está. Localizamos el bar. Eran más de las 11:30, y ¡ el resto estaban ya desayunando sin esperarnos ni nada!.

Presentaciones de rigor y después del desayuno, nos dirigimos hacia la pista construida cerca de la playa, para visitar el paddock y los hangares.

                            Allí donde haya una cerveza, siempre habrá un piloto del E69 

Llegamos justo a las 13:00, hora que cerraban al público el acceso. Ni siquiera diciendo que eramos del 69 nos dejaron pasar....

Bueno, una caminata en balde. Eso sí, vimos la pista y el aterrizaje del helicóptero de TAF. Y algo más de propina en la playa....

Decidimos ir a comer después de reunirnos con Lasecun y Kie, y como había gente de fuera, que mejor que mostrar algún monumento de Barcelona. Le tocó a la Sagrada Familia de Gaudí.

Cogimos el metro y nos dirigimos para allí.

Supongo que no interesará mucho lo que comimos, aunque puedo deciros que hicimos honor al lema del Escuadrón 69: " Allí donde haya una cerveza...."

Hora de volver hacia el lugar de la carrera. Nos metemos en la estación del metro y.... ¡ aquello era el infierno!. Estaban los vagones hasta la bandera. En alguna estación no pudieron ni subir.

Al final lo conseguimos y llegamos sobre las 16:00 al segundo lugar de encuentro, el Instituto Meteorológico. Y claro, con 1.300.000 personas es muy fácil encontrar al personal del Escuadrón 69, máxime cuando nunca los has visto en persona....

Total, que no encontramos a nadie. Desde allí nos fuimos hacia la torre de control buscando un buen sitio. Y allí lo encontramos. En el paseo, debajo de la torre de control, desplazados cinco metros a la izquierda, delante del podium.

En pocos minutos más dió lugar el comienzo del evento.

Un helicóptero ( un Ranger) sobrevolaba nuestras cabezas a cierta altitud. En las pantallas gigantes se podía ver como había dos personas en los patines del aparato. Humo naranja. Una pequeña cuenta atrás de tres segundos, y comenzó el espectáculo. Dos paracaidistas se lanzaron desde el helicóptero, dejando tras de sí un rastro de humo naranja.

Mientras observábamos a estos osados, el Ranger inició un descenso y se colocó en estacionario a unos 300 metros o menos sobre la playa. Entonces otro paracaidista se lanzó. La gente lo vió descender rápidamente y por unos momentos todos estuvimos inquietos, puesto que no parecía que fuera a abrir el paracaidas. Al final el intrépido paracaidista abrió a unos 60 o 70 metros del suelo, provocando más de un suspiro de alivio entre los asistentes.

En una entrevista posterior, supimos que este mismo personaje llevaba mas de 12.000 saltos.

Llegó el turno de la patrulla acrobática ASPA y sus EC-120 Colibrí.

Sobra decir que nos dejaron un gran sabor de boca con unas más que sorprendentes maniobras acrobáticas. Formaciones, roturas increibles, trepadas tremendas, autorrotaciones, etcétera. Y como colofón a su actuación, un espectacular tiovivo de cuatro aparatos, y el quinto pasando entre ellos en una gran trepada.

Patrulla Aspa, en una formación en diamante

Acto seguido hizo aparición una verdadera joya aeronáutica. O una cafetera como dirían los de LOMAC y Falcon... Un espléndido B-25 restaurado y en perfecto estado de vuelo.

Realizó una magnífica pasada a alta velocidad y baja cota, seguida de una rotura  ascendente a babor muy bonita. A partir de aquí realizó varias pasadas y virajes, además de algunas trepadas hasta el límite de la sustentación que nos dejaron con la boca abierta a más de uno.

El B-52 Mitchell, un bombardero mítico 

Finalizado el turno del Mitchell, hizo acto de aparación de nuevo el Ranger. Después de una nueva cuenta regresiva de tres segundos, los tres paracaidistas se lanzaron de nuevo al vacío con sus trajes especiales que otorgaban cierta capacidad de planeo.

Mientras uno bajaba en line recta, los otros se iban entrecuzando entre ellos y el primero, demostrando el alto nivel de sustentación de estos trajes.

La apertura de los paracaidas se desarrolló prácticamente sin contratiempos. Y digo prácticamente, porque uno de ellos, al abrirse el paracaidas y debido a la violencia de la desaceleración, giró sobre sus atalajes, enredando las cuerdas de control direccional, por lo que se le vió descender pataleando para poder liberarse. Sin embargo no estaba en ningún momento en peligro, puesto que la tela se abrió sin ningún tipo de problema. Al final lo consiguió y realizó un aterrizaje más que controlado.

Y entonces se anunció el plato fuerte del día. La carrera en sí. A lo que tantísima gente había venido y lo que estabamos deseando todos.

Uno tras otro los aviones iban realizando la primera manga. Algunos a la perfección. Otros penalizando al pasar las puertas demasido altas o con un ángulo incorrecto.

Espeluznantes picados, altísima velocidad a cinco metros del agua, un medio ocho cubano a altas G's para volver a otro picado brutal, unos pases a cuchillo a escasos metros de las puertas y unos virajes extremos, además de una gran trepada con dos medio toneles en la ascensión.

Maniobras aparentemente imposibles. Las fotos de los miembros del Escuadrón y los videos hablan por sí solos.

El público estaba realmente entregado ante la evolución de los pilotos, los cuales en muestra del apoyo recibido, al finalizar el trayecto y ganar altura, efectuban maniobras acrobáticas para el deleite del respetable. Toneles rápidos, vuelos invetidos, barrenas y alguna caida de ala se pudo ver en los cielos de Barcelona.

Finalizó la primera manga y nos dejó un muy buen sabor de boca. Pero la segunda nos deparó mucha más emoción, puesto que el vencedor de esta última sería el campeón en Barcelona.

El recorrido era el mismo, pero esta vez los pilotos salieron a darlo todo. Salvo alguna penalización, fue una manga muy limpia. El público realmente lo vivía y no dejaron de animar a todos los pilotos de la Red Bull Air Race.

Los resultados final están disponibles en este mismo portal, por lo que os remito a él para consultarlos.

Finalizada la segunda manga, y aterrizado todos los aviones participantes, los pilotos se dirigieron hacia el podium en helicóptero, escoltados por los miembros de la patrulla ASPA.

La entrega de premios no la vimos. Una verdadera marea humana se amontonó para lograr salir de allí. Centenares de vehículos colapsaban las calles de Barcelona ( muchos iban al Camp Nou a celebran la liga). Miles de persona caminando por las calles. Y el transporte público no quiero ni saber como iba. Habían incluso empleados del metro impidiendo la entrada de viajeros a las estaciones cual semáforo regulando el tráfico.

Pero los miembros del Escuadrón 69 que estabamos allí habíamos decidido ir a cenar, por lo que prisa no teníamos ninguna.

Después de que las aguas volvieran a su cauce, nos sentamos en una terraza de un restaurante y cenamos la mar de tranquilos. Comimos, bebimos, reimos y hablamos de aviones, simuladores y el Escuadrón. En fin, un gran final para un gran día que esperemos vuelva a repetirse.

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