Claro, claro. Es lo que suele pasar...
Me voy a un hotel e intento robar los tampones de la tías. Y cuando me pillan no sólo no me dan una bofetada o me llaman fetichista, sino que me lo meten en la mano con la que manejo la potencia, la mezcla y el pitch del avión, me dicen que nunca nada fue tan cómodo, y encima me hace un truquito de magia.
¡Ocus pocus! Desaparece el tampón.
P.D.: Eso de "Este verano mójate" no creo que se refiera precisamente a la piscina.