Una noche muy divertida. Debido a que las gallinas gabachas no se atrevieron a volar, los valientes alemanes nos tuvimos que subir a los Spad.
En primera salida nos desorientamos levemente Rober y yo, con lo cual entramos un poco rezagados sobre el enemigo. El resultado fue un desastre y solo quedé yo en el aire. Salí zumbando para nuestras líneas con los albatros pisándome los talones a reunirme de nuevo con mis compañeros. Toda una máquina el Spad.
Posteriormente estuvimos todo el tiempo agrupados jugando con los alemanes a tú me persigues y mi compañero te da por el cu….
Una noche superdivertida y me muero de ganas por empezar la campaña.