Jump to content

Thud Ridge (Les crêtes de la mort) by Jack Broughton


Recommended Posts

Buenasss

 

(Felices los ojos, Eomer. Y gracias por poner más claras, creo, las direcciones. Estás en todo. Mañana envío vía Rockofritz un par de fotos del libro en cuestión. Si es que lo consigo <_<.

Dejamos a los Thud desembarazándose de las bombas, eso sí, de manera algo forzada. Veamos)

 

 

-Nos pareció que los Thud saltaban de alegría al sentirse liberados de sus cargas. Nuestras post-combustiones escupieron, nuestros aparatos saltaron a la estela de las sanguijuelas que se pegaban a Magnum, y la tortilla cambió. Ahora, éramos más ligeros, más rápidos y entrábamos a las seis en relación a ellos. No era demasiado pronto pues esto se ponía mal para la patrulla (de dos) Magnum.

 

-"Dónde está... a las tres... euh... a las cuatro... euh a tres, Magnum"

 

Ruda manera de ganar su vida.

 

-"Recibido, uno detrás y el otros a las tres ¡¡¡

 

Pero ahora, nos aproximábamos y Geeno llevaba a su patrulla en el rumbo deseado, el del Norte.

 

-"Hot Dog, enciende tu post-combustión".

-"O.K. Magnum, seguimos por la línea de las Crestas"

 

-Yo deseaba que Geeno no se mostrara demasiado presuntuoso. El no estaba aún libre de este lío.

 

-"Les tienes todavía detrás, Magnum"

 

Vió que sus perseguidores no le soltaban y comprendió que había venido el momento de que el resto de su patrulla lagara las bombas.

 

-"Soltad las bombas, soltad las bombas. Subid, Magnum.

 

Las bombas cayeron miesntras que nosostros nos íbamos hacia atrás, pero no sin dificultades.

 

-"O.K., hay baterías AA AA que nos disparan desde la Cresta; a toda pastilla, los Kingpins ¡¡¡

 

Esto fue suficiente para convencer a los MiGs de que habían perdido su mañana. Aparte de las bombas que les caían en la cara, tenían que contar con una patrulla a sus espaladas que ganaba rápidamente terreno y los tipos de tierra que lanzaban salva tras salva sin saber a quien tiraban - y probablemente sin preocuparse de ello -. También, los Migs, rompieron el contacto.En un abrir y cerrar de ojos a plena potencia de sus reactores, iniciaron un viraje a la vertical , treparon y desparecieron del cielo tan rápidamente como se habían materializado.

 

-"Cactus, MiG a la vista cruzando de izquierda a derecha."

-"Dónde está él?"

-"Cactus líder, aquí Cactus 3 que no puede deshacerse del depósito de la derecha."

 

Maravilloso sistema. Sin duda alguna, Cactus devía desear que su MiG continúe su trayectoria de izquierda a derecha.

 

-"O.K. A todos los Kingpins, volved sobre la izquierda. Remontemos la línea de crestas."

 

Creía que el espectáculo había terminado, en esto me equivocaba... El más extraño drama en el que me he visto envuelto ocurrió en el curso de los instantes que siguieron. Lo he recordado innumerables veces. Muchas veces he repasado la cinta de mi pequeño magnetófono (tenía que haber indicado esto: el cnel. Broughton grababa de forma particular todas sus comunicaciones entrada/salida en todas sus misiones; de ahí la precisión de sus recuerdos de las transmisiones. Olvido del T.) a fin de reconstruir estos minutos locos. No sé lo que le pasó a Don. No sé ni lo que ha hecho ni por qué. No puedo más que informar lo que he visto y oido al intentar ajustar los elemento según lo que puedo acordarme retrospectivamente de mi amigo, doctor en filosofía, este ser nervioso de una inteligencia fuera de lo normal. Mi amigo que hubiera podido enseñar a jóvenes en las salas de la Universidad y que había preferido pilotar un monstruo de 23 toneladas en el cielo de Vietnam del Norte, a una velocidad de 600 nudos, para participar en la más sucia de las guerras...

 

Cuando comprendí que Geeno había salido del lío, conduje mi patrulla a lo largo de las montañas con la intención de virar hacia el oeste, una vez llegado a su extremo norte, a fin de colocarme sobre el rio Rojo , desd allí, poner rumbo sur en dirección del avión reavituallador y volver a la base. Rod se pegaba siempre a mi ala y se apartó al mismo tiempo que yo para evitar el fuego de una batería AA AA instalada en una colina; Dong y Bing evolucionaban a mi derecha en un perfecto dúo; todo hubiera debido ir bien. Seguíamos a toda velocidad; las baterías AA AA todavía estaban en posibilidad de alcanzarnos y sabíamos que todos los MiGs posiblemente no hubieran dicho su íltima palabra y había riesgo de darnos aún dificultades. Giré 20 grados a la izquierda, subí a la vertical unos centenares de pies, después piquéy caí girando a derecha a la vez que inclinaba el bastón para que el Thud derrapase, maniobra destinada a impedir el trabajo de los tiradores que intentaban tocarme. Rod ejecutó la misma maniobra pero cruzando sus mandos en un ángulo diferente para que el movimiento al no ser sincronizado presentaríamos blancos distintos y desordenados. Si se vuela recto o hacemos el número de la formación impecable ayudamos evidentemente a los artilleros a resolver sus problemas.

 

Lancé instintivamente una nueva mirada a la izquierda. En el oficio, se aprende muy rápido que uno no puede permitirse mantener los ojos fijos hacia delante ni de contar con el mejor alero posible que se encargue de la vigilancia. Por reflejo la cabeza se desplaza constantemente, los ojos escrutan. Mientras los míos se volvían hacia la izquierda, contemplé de repente el más bello avión que nunca había visto en mi vida. Se trataba de un MiG-21, bajando en un picado de 40 grados, precipitándose sobre mí desde las ocho. Parecía venir de muy alto, puede ser veinticinco o trinta mil pies, y su nariz apuntaba hacia la tierra en un picado gracioso y demencial... y a qué velocidad ¡¡¡. Me pasó tan rápido que hubiera poido creer que mi motor se acabara de parar y que llegaba el momento de eyectarme. Su piloto le hizo rozar levemente la extremidad de mi ala a la vez que controlaba perfectamente su maravilloso aparato y descubrí el camuflaje más insólito que se me haya dado ver. El aparato estaba pintado de un solo color, gris, pero con tonos diferentes. Estos tonos se confundían extrañamente con el cielo y las nubes; un prodigioso trabajo de camuflaje. Yo ignoraba que un ejército de aire, cualquiera que sea, hubiera recurrido a este procedimiento, pero yo encontraba la idea excelente. El tipo a los mandos era también diferente; no tenía nada del recluta clásico de Vietnam del Norte. Yo no podía evidentemente ver sus ojos, pero estoy en condiciones de apostar que eran azules y en absoluto oblicuos. Esto recordaba un poco Corea, muchos años atrás, cuando se localizaba inmediatamente al instructor que se esforzaba en conducir a sus alumnos al combate. Cuando estos no actuaban de la forma debida, se tenía casi la impresión de oirle gritar: "Idiotas ¡¡¡", y se lanzaba a una deslumbrante demostración de su propia invención.

 

Yo espero que la dirección de nuestros servicios de estadística y relaciones con la prensa cometa el error de hacer creer que que hemos luchado y siempre vencido a los mejores pilotos de caza del mundo. No es simplemente el caso, y el porcentaje de victorias de diez contra una registrado en favor de los MiG en 1968/1969 debería incitar a la reflexión. Yo no hablo de una pandilla de aturdidos a los mandos de MiG-17 y MiG-15 buenos para ser licenciados; yo hablo de buenos pilotos, a los mandos de buenos aparatos.

 

Tuvimos cantidad de adversarios muy competentes, ocultos bajo el manto de la propaganda pero se trata de un de los hechos más desagradables que la US Air Force y el Ministerio de Defensa prefieren ignorar. No nos gusta oir lo que nos molesta. (Frases como las de estos dos últimos párrafos, entre otras, le valieron posteriormente al cnel Broughton sendos Consejos de Guerra, que le impidieron entre otras consecuencias el ascender a General. Para más detalles leer su biografía en Wikipedia. N. del T.)

 

El Mig no se dignó ni preocuparse de mí. Yo había ya instintivamente encendido la post-combustión de mi reactor, me tiré en su estela tan pronto me adelantó. Me llevaba tal ventaja que mi tentativa estaba condenada al fracaso, pero tenía incluso que intentarlo. Volví la cabeza a la derecha y me quedé horrorizado por el espectáculo que se me ofrecía. En el curso de los escasos segundos trascurridos, Don había hecho dar a su reactor todo lo que tenía en el viente y acelerado hasta colocarse delante de mí y a varios miles de pies por debajo. Nuestra protección mutua había desaparecido y peor aún, me dí cuenta que continuaba picando y alejándose. Bing se esforzaba desesperadamente en conservar su posición de alero, pero Don le distanciaba. En qué pensaba? Iba derecho hacia un agujero en la capa de nubes; pero no se trataba más que de una ligera brecha y no tenía más que algunos pies de cielo claro libre entre el suelo y el techo. De repente comprendí que él era la presa elegida por el bonito MiG. Se habbía fijado en Don y en Bing y, con su velocidad y maniobrabilidad, evolucionaba con elegancia y tranquilidad para ganar una posición que le permitiera abatirles.

 

-"O.K. Kingpin 3 y 4. Tenéis uno justo detrás.

 

No recibí acuse de recepción. El intervalo entre ellos y el Mig se acortaba.

 

-Kingpins continuad a la izquierda ¡¡¡"

 

Se encontraban casi al borde del agujero, pero Don no emitía, no cambiaba de rumbo.

 

-"Cactus 3, deja ka formación y pasate atrás para juntarte a Cactus 4. Tiene un depósito atascado y no puede seguir el ritmo."

 

Magnum ganaba terreno, pero no estaba todavía fuera del lío.

 

-"Tenemos necesidad de ser ayudados, Magnum. Nuevos Migs han entrado en la danza"

 

Bing debía de ir retrsado y cuando los dos aparatos pasaron bajo las nubes comprendió que las cosas se presentaban mal.Estaba obligado a seguir en su puesto de alero y su tarea consistía en proteger a su jefe, pero este le arrastraba ciertamente a una trampa . Bing hacía rato había acelerado su reactor al máximo de potencia y pasado la velocidad del sonido. Estaba ahora a Mach 1,1.

 

-"Kingpin 3, aquí el 4...

-"Magnum, dos aviones en altura a 300"

 

Un pensamiento me atravesó: Don no se habría equivocado en sus señales de llamada? Pero este incidente se producía muy raramente

 

-"O.K. los dos Thuds que acaban de pasar bajo las nubes... MiG en vuestra cola ... volved a tomar altura"

 

Si había un error en las señales de llamada, yo no recibí ninguna respuesta que pudiera confirmarme esta hipótesis.

 

-"Flamingo... Lanzamiento de SAM. Apártense.

-"Magnum 2, enciende tu Post combustión"

-"Kingpin lédar... aquí Chicago líder. La misión está abandonada?"

 

No me faltaba ya mas que una charleta en las ondas.

 

-"Recibido Chicago. Ha sido abandonada."

 

Nuestro Mig deslumbrante estaba todavía visible cuando se metió en el agujero de nubes y yo le seguí con la esperanza de que maniobrara suficiente para permitirme caer sobre él antes de que se colocara en buena posición apara alcanzar a Don y a Bing. Me desvié a la izquierda piqué a toda velocidad de la que mi aparato era capaz. Me alegré al comprobar que Rod (su alero) estaba siempre allí en su sitio.

 

-"O.K. Kingpin 2. Nuestro MiG está allá abajo. Vira 20 grados a la izquierda... Está justo en la base de las nubes... Acelerad a fondo ahora...

 

-"Kingpin, aquí Chicago... Repita. La misión ha sido abandonada?"

 

¿Qué le pasa a este bruto?

 

-"Abandonada... Abandonada... Abandonada ¡¡¡ grité yo.

 

-"Recibido. Debo comprender que la misión está abandonada?"I

 

Increíble.

 

-"Afirmativo"

 

Nuestro MiG se fundió en las nubes como si fuera invisible y despareció debajo. Yo sabía que no podría atraparle ni abatirle bajo el techo porque no había logrado alcanzarle cuando se metió en el agujero. Solo me quedaba esperar que no le gustara nada su incursión bajo el fuego de sus propias baterías, y que remontaría seguidamente, cruzaría la capa de nubes y yo le caería encima tan pronto emergiera.

 

 

 

(Qué barbaridad lo que les dura el carburante a estos Thud; y los tíos más sudados que un pollo. Mañana más, pues se acaba la misión, y no sé el desenlace.)

 

Saludos

Link to comment
Share on other sites

  • Replies 65
  • Created
  • Last Reply

Top Posters In This Topic

Buenasss

 

 

(Vamos a por el final del capítulo. Para ilustrarlo y celebrarlo he mandado hace un rato dos fotos del libro a rockofritz que con amabilidad habitual espero las pase al Foro. Sigo sin poder ponerlas yo :( . Exactamente donde quedamos anoche...)

 

 

 

-"O.K. Kingpin, P.C. cerrada. Permanecemos por encima, y veamos si le podemos atrapar a la salida"

-"Magnum, toma la derecha. Vira cerrado a la izquierda, Magnum. Cerrado a la izquierda ahora. Magnum 2 bate las alas.

 

Magnum estaba un poco desorientado; como de costumbre.

 

-"Flapper rumbo a 20. SAM a 300

-"Cactus 1, hacia la izquierda, postquemador ahora."

 

Yo estaba feliz de saber que Cactus seguía en buna forma pues me inquietaba el aparatoa arrastrándose con su depósito rebelde suspendido bajo el vientre. El sitio era poco conveniente para los aislados y con Don metido hasta el cuello en problemas, no podíamos permitirnos más complicaciones.

 

-"Kingpin 1, y si le doy un toque a la post-combustión? "

 

Yo abusaba de mi alero, siempre tan competente; no formulaba mas que un única queja para hacer saber que tenía necesidad de la post-combustión para conservar su posición.

 

-"Kingpin 2, aquí líder, recibido."

 

Yo tampoco sabía muy bien dónde esta yo y quería asegurarme que estaba a mi lado.

 

En este momento, necesitábamos tomar un poco de altura para virar por encima de las nubes. Así podríamos mantener nuestra velocidad y cubrir la zona donde yo esperaba ver emerger el MiG.

 

_"Vamos a subir, Kingpin. Todavía está debajo."

-"Repita."

_"Está allí, justo debajo de nosotros, pero no creo que vuelva"

 

El MiG emergió sin embargo, en el sitio exacto en que deseábamos verle. Disponíamos de mucha velocidad y de unos dos mil pies más que él. No tuve más que ejecutar un viraje de 20º oara caer sobre mi presa, aproximándome rápidamente por las siete con relación al MiG. No me vió inmediatamente e ignoro si sus controladores en el suelo se lo dijeron o si él me vio al hacer un ligero viraje de 20º sobre la izquierda. Sea lo que fuere comprendió que era preferible evitar a dos Thud bien decididos a cobrase su piel. Era tiempo pra él romper el combate y abandonar el sector. Ejecutó un invertidoa la vertical y su joya desapareció como por encanto. Yo no podía incluso esperar aproximarme , porque simplemente se desvaneció.

 

En el momento en que Bing se lanzó sobre las nubes, su aparato alcanzaba la velocidad de Mach 1,2 y él entrevió a Don; comprendió que por fin lograba aproximarse a él. Redujo a fondo al fin de evitar adelantar a su jefe cuyo comportamiento era siempre incomprensible. Solo le faltaba juntarse a él e incitarle a dejar el sector antes de que ambos se encontraran con una concesión a perpetuidad sobre esta tierra tan poco acogedora. En el momento que atravesaba la capa inferior , fue cegado por el sol. La situación era todavía peor que lo que Bing había pensado. Los dos Thud se encontraban a una altura peligrosamente baja, incluso a tiro de fusil. Con la nariz apuntando hacia los arrozales en supersónico, tenían demasiada velocidad y continuaban picando hacia el suelo. Bing no veía nada. Hizo prodigios para llegar a controlar su aparato: otro piloto menos dotado y con menos determinación se hubiera estrellado. Pero ¿dónde estaba Don?.

 

Pííííí, pííííí´, píííí

 

La señal del emisor de mergencia es el grito más desesperado y más despiadado del mundo. Petición de ayuda a la que muy a menudo no se puede responder. Es como mil gemidos de hombres y de mujeres a los que no se conoce y que os indica que su mundo acaba de romperse. No se les puede tranquilizar, no se les puede ayudar, no se les puede hacer nada, sino salvar su propia piel.

 

-"Kingpin 3... aquí Kingpin 4. Kingpin 3 estás en esta frecuencia? Kingpin 3, recibes la llamada de 4?. Kingpin 3, recibes la llamada de 4?

 

Rod continuaba volando como mi alero perfectamente, protegiéndome. Mientras que yo esperaba contra todo pronóstico que yo volvería a encontrar a Don, sabiendo que era necesario reconducir a Bing a la formación antes de volver a oir una nueva y siniestra señal.

 

-"Kingpin líder, tenemos aparatos no identificados, lejos, a las diez"

 

No tenía ni que decirle que los tuviera al ojo . Sabía que yo había bajado sobre un territorio hostil y que debía intentar controlar aquello. Era él a ocuparse de estos aparatos no identificados durante los minutos siguientes.

 

-"Kingpin, cómo vas?

 

Dios mío. Yo sabía que estaba a demasiada baja altura y que me era imposible determinar con exactitud el lugar donde nos encontrábamos. Yo había conducido a mis aparatos al otro lado del rio, por encima de Yen Bai. Baterías AA AA. Una gran cantidad de DCA... Fallaron, porque estábamos muy cerca. Un verdaderos desastre.

 

-"Nos disparan, Kingpin"

 

Cuando te metes en semejante trampa para tontos, y tu alero te previene de algo que estas viendo, estás casi tentado de responderle de forma verdaderamente idiota , algo así como: "De verdad?", pero te aguantas porque se sabe que la situación es seria. Me encontraba en un famoso avispero y que arriesgaba perder uno o dos aparatos antes de darme ni cuenta. Cuando las rojas trazadoras se elevan del suelo sacudiendo el avión y se les oye crepitar en las alas y silbar a tu alrededor no hace falta ser muy listo para comprender que has apostado todo dando un mal paso y que los minutos siguientes podrían bien ser los últimos...

 

-"O.K. Vamos a subir fuerte, P.C. encendida, mantened la velocidad. Abrid los ojosAllá sobre la izquierda, a 300, atentos ¡¡¡

-"KIngpin, nos siguen disparando""

-"Recibido. Conservad vuestra velocidad"

 

A veces se tiene la impresión de que esto no se parará nunca.

 

-"KIngpin líder, KIngpin 2 corto de carburante"

-"KIngping 4 igual"

 

Nadie se imagina a qué velocidad la aguja del keroseno cae cuando las cosas pintan mal.

La mañana había sido dura y se notaba en las conversaciones que estábamos todos hasta el límite.

 

Aun así, quise insistir con la radio.

 

_"Permaneceremos en frecuencia de urgencia hasta que abandonemos la región "

-"Allo, Kingpin 3, me recibes?Aquí Kingpin líder en el canal de urgencia, 3, me recibes?"

 

Estaba estupefacto de sentir como mi fatiga se adivinaba en mi alocución.

 

 

(Y aquí se acaba el capítulo. Con una especie de reflexión que se hace el propio Broughton para sí)

 

-Si Don hubiera sobrevivido algunas semanas más, hubiera por fin podido participar en la fase más activa de los raids llevados a cabo contra estos famosos objetivos tan esperados. No es que las condiciones atmosféricas hubieran sido particularmente clementes, simplemente nos permitían de colarnos hasta el sector fijado y hacíamos n/trabajo. Era una repetición del juego habitual: luchábamos por descender a lo largo de la línea de las Crestas a fin de encontrar un poco de techo para pasar a la acción, hacíamos un buen trabajo. Lo hacíamos en condiciones espantosas y en los mismos bordes de los santuarios que daban a nuestros adversarios todas las posibilidades de molernos. El trabajo de equipo y el entusiasmo del que dieron prueba nuestros pilotos fueron realmente maravillosos . Tuve el privilegio de conducir la mayor parte de estos asaltos en tanto que líder de escuadra y no hubiera podido soñar pilotos más abnegados para seguirme en medio de los peligros a los cuales yo les llevaba.

 

 

(He leído esta tarde lo que sigue, y puedo asegurar que es bastante más interesante y técnico (y llevadero) que lo anterior, que ha sido algo abtruso y denso. En fin, todo mejora.)

 

Saludos

Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

 

(Tras un día vacación, reanudo mi contacto: Empezamos el capº 4, titulado Los Hombres; le leí antes de ayer por la tarde y le he acabado hoy. Va similar al anterior, pero algo más técnico, y sin esas conversaciones, que si bien tienen el mérito de ser fieles trascripciones literales, a mí en particular me cansan y me rompen el ritmo. Espero que lo que viene os sea, también, llevadero)

 

 

 

Una de las primeras veces en que nos fue posible penetrar nos debía reservar un trayecto particularmente dificil durante la bajada a lo largo de las Crestas de la Muerte. Al contornear el extremo norte, los MiG se manifestaron y nos cayeron encima. Una capa de nubes aparententemente densa se encontraba debajo de nsotros, pero un chispazo de intuición heredada de mi madre, me incitó a pensar que la nubosidad no era tan espera como parecía y que descubriríamos probablemente un agujero un poco más abajo a lo largo del río que nos permiriía completar la misión. Quería atacar unos grandes depósitos de material militar y civil que constituían un objetivo matyor en los alrededores de Hanoi y si la menor ocasión se nos presentaba, estaba dispuesto a cojerla y aprovecharla ya que mis pilotos habían hecho un trayecto tan largo inutilmente.

 

En el momento que puse rumbo al sur, los MiGs aparecieron y me pareció que el instante era propicio para desconcertarles y ver qué cosas había debajo de las nubes. Piqué, seguido de todos mis aviones y me metí en la niebla mientras que el blanco no se encontraba más que a pocos kilómetros de nsostros. Puede ser que a fin de cuentas la perforación no nos diera resultado, pero yo había ya puesto en marcha la tentativa de ataque. Me dí cuenta también que los artilleros antiaéreos habían estimado bien la altura del techo pues todas la bterías situadas al norte y al oeste de Yen Bai se pusieron a tirar todas a la vez. Manifiestamente no podíamos permanecer tan bajos e hice subir para poner todos los aparatos al abrigo de la capa de lluvia. Ibamos a cerca de seiscientos nudos cuando mi fiel Doppler de navegación juzgó, como de costumbre, que le sometía a demasiadas sacudidas y protestó descomponiéndose. Yo sabía mal que bien como manejarme en los minutos que iban a seguir, pero no poseía ningún instrumento que me permitiera registrar mi progresión y nio podía guiarme sobre los puntos de referencia en el suelo. Llamé enseguida a mi amigo Geeno.

_"Mi Doppler se ha caído. Guíame, Geeno"

Los Migs que habían preferido permanecer por encima de la capa nubosa esperaban que apareceríamos. Entraron inmediatamente en la danza. Las cosas se presentaban más bien mal. Los Migs me impedían permanecers a esta altitud y, dada nuestra velocidad, yo esperaba haber ya pasado la fuerte concentración de baterías en el suelo que nos había acogido unos segundos antes. De nuevo piqué. Esta vez pasando bajo el techo, me encontré en medio de una luvia intensa hasta el norte del santuario de MiD de Phuc Yen de donde despegaban un gran número de aparatos teniendo sin duda la intencion de lanzarse tras de nosotros y de las escuadrillas que debían suceder a la mía en el sector. Pasé a todo gas la pista de aterrizaje y evité varios Migs despegando. Si no hubiera estado cargado de bombas y si no hubiera tenido que guiar mis hombres hacia el objetivo, hubiera podido derribar un o dos antes de que hubieran teido tiempo de meter el tren de aterrizaje. Hubiera podido también bombardar su aerodromo y desencadenar allí un bonito infierno, pero ¡ay¡ este aerodromo era tabú, como los Migs en tanto no hubieran tomado el aire ¡¡¡

 

Yo sabía que los Migs que me cruzaaba no tenían más que armar sus cañones y realizar un invertido para atacarnos, pero yo no podía hacer nada. Me pregunté simplemente por qué no habíamos limpiado el rincón tras un año. Descendía unos centebnares de pies para esquivar un frente lluvioso. Un sucio velo gris, a ratos negro, borraba en efecto todo el valle. Vimos un hueco y subimos, era necesario si no nos veríamos obligados a abandonar pues los segundos pasaban y el objetivo debía estar allí. Geeno me indicó algunas modificaciones de rumbo. y llegamos, del lado derecho del objetivo en vez del izquierdo previsto. En el momento en que iniciaba un viraje a la vertical para ponerme en posición de bombardeo, uno de los Migs que creíamos haber despistado en la niebla seúía mi trayectoria. El misil de cabeza buscadora que me lanzó me pasó bajo la nariz y explotó a corta distancia. Esto me convenció de dos cosas. La primera que el piloto de este MiG 21, era o muy resuelto, o muy estúpido para meterse en medio de la corrida (textual en castellano) mientras la batería antiaéreas que defendían el objetivo escupían desde todos los lados y, por otra parte, que haría bien en aumentar el viraje si quería acabar la misión. Sin embargo, lo logré y la salida a través del delta se reveló particularmente ruidosa aquel día. Me impuso entre otras cosas una serie de virajes a la vertical, pues cada vez que yo nivelaba, las baterías me atrapaaban y, cada vez que ganaba altura, un SAM tomaba el relevo y explotaba cer a en mi rumbo y a la misma altitud. Sin embargo logré salir de todo esto.

 

El hombre que ocupaba la posición 3 en la última de mis patrullas tuvo menos suerte. Los Migs que se me cruzaron despegando de Phuc Yen, la tomaron con mi elemento de retaguardia. Esperaron que subieran encima de las nubes después de haber soltados sus bombas. Habiendo elegido la presa buena, maniobraron correctamente, le dieron caza, tiraron con todo el conocimiento e hicieron blanco.

 

Slade solo comprendió que había sido tocado, cuando se encontró empujado contra lo que quedaba del parabrisas blindado, sin otra cosa que la manecilla de los gases que apretaba con su mano izquierda y el asiento sobre el que estaba sentado. Su patrulla que se había batido contra los Migs todo a lo largo de la línea de las crestas había logrado llegar al objetivo, lanzando su carga de bombas. Se encontraba en el camino de vuelta pero siempre expuesta. El alero, número 4, debía trasportar una molesta cámara que tomaba bellos clichés en color destinados al servicio de documentación, pero que aumentaba el peso y ralentizaba considerablemente al aparato. Este pobre no podía simplemente seguir a ala patrulla tras el lanzamiento de las bombas cuando los Thud salieron de la zona. Este incidente nos permitió más tarde convencer por fin a nuestro QG que el servisdio de documentación era muy gentil, pero que no podíamos permitirnos el acarrear cámaras exteriores monstruosas hasta Hanoi . El hecho de que el nº 4 experimentaba dificultades no pasó desapercibido a uno de los Migs un poco apartado hasta ahora. Este se colocó entre los dos Thuds, por debajo de llos, y lanzó sus dos misiles aire-aire, con el nom,bre de Slade grabado encima. Este último no los vio venir y cuando se encontró en el vacio, sin ningún medio visible de sustentación, soltó la manecilla de gases de 20 cm de larga, último vestigio de su avión de varios millones de dólares, y tiró de la anilla. El paracaías se abrió y aterrizó a 50 kms de Hanoi con la columna vertebral ya rota, si bien no se dió cuenta en el momento, desde el impacto de los misiles.

 

Nuestros aparatos están equipados de un paracaídas de cola que se despliega en el momento que tocamos la pista para ralentizar nuestro aterrizaje. El hombre en 4ª posición vio sin duda el paracaídas de cola accidentalmente abierto cuando el Thud se desintegró y, poco después, descubrió el de Slade. Dedujo inmediatamente que dos pilotos iban enseguida a tocar el suelo y lo anunció por la radio. Solo una vez llegados a la base que se supo que solo faltaba un hombre.

 

Dado el sector que que había saltado Slade, le creímos perdido. El estado de su aparato en el momento de la eyección no dejaba ninguna esperanza y además había aterrizado en los aledaños de la ciudad y nunca habíamos recuperado a nadie tan lejos. Pero los Spad y los helicópteros debían escribir aquel día una nueva página en la historia del salvamento. La señal de emergencia de Slade y las llamadas de los otros miembros de la patrulla desencadenaron la operación de socorro; los hombres afectados a estas misiones estaban prestos a pasar a la acción cuando nuestro piloto aterrizó en un pequeña eminencia que coronaban unas rocas. El hecho de que había saltado en la proximidad del objetivo mientras que las oleadas de asalto se sucedían, el ruido de los cañones y de las bombas les resonaban en los oidos, los milicianos locales se habían puesto en marcha, escalando el flanco de la colina para ir a recogerle. Para su gran estupor, él logró establecer contacto con los servicios de socorro que llegaron en un tiempo record. El comandante de la patrulla de Spad le dió órden de disimularse entre las rocas y esperar. LO hizo a pesar de las fracturas de su espalda y de otras heridas.

 

Los Spad son aparatos relativamente lentos, pero capaces de descender al nivel de las margaritas para buscar a los compañeros. Tienen una resistencia notable a la D.C.A. y su construcción menos elaborada permite a sus motores continuar volando en condiciones las más dificiles. Se les asignan misiones imposibles en razón de su fiabilidad y una de sus funciones consiste en trabajar conjuntamente con los helicópteros durante las misiones de salvamento. No solo son capaces de descubrir una atripulación en tierra, sino que pueden también maniobraren un pañuelo, lo que le permite permanecer sobre los sitios para suprimir todo movimiento enemigo en el suelo uando sus cohetes y sus armas autmáticas.

 

El comandante de los Spad llamó a los helicópteros para que vinieran has las puertas mismas de Hanoi, y el piloto herido contempló la más perfecta de las demostraciones de cobertura aérea. Los Spad organizaron un fuego rodante de ametrallamiento alrededor de la fortaleza rocosa a fin de impedir a los norvietnamitas aproximarse, mientras llegaban los helicos. Los Spad lanzaban cohetes y tiroteaban en todas direcciones a la altura de las copas de los árboles. Oprabana a tal baja altitud que pasaban por debajo de la eminencia rocosa donde se ocultaba Slade para patrullar los valles que rodeaban la colina. Inutil decir que el piloto herido y los Spad constituían blancos perfectos para los habitantes del sector que apuntaban toda suerte de armas sobre el quinteto de invasores que habían tenido el descaro de llegar hasta su patio trasero. Una pequeña escuadra de norvietnamitas escapó de la atención de los Spads y llegó a una quincena de metros de la cumbre rocosa, cuando dejaron la protección del monte bajo. El herido lanzó frenéticos mensajes por la radio dado la posición de los asaltantes y por un momento se creyó que era el fin de este valerosos rescate. Uno de los Spad localizó al grupo en el último segundo, pero cómo parar a esos hombres? Llamó al herido por radio.

-"Sobre todo no te muevas . Va a ir un poco justo, pero les tengo bien apuntados"

 

El aparato bramó y lanzó una salva entera de varios cohetes a solo unos metros del fuerte rocoso donde estaba parapetado Slade. La tierra tembló; llamas, ruido y humo se desencadenaron pero, cuando todo se apaciguó y que el avión se hubo alejado, los perseguidores estaban fuera de combate.

 

Los helicos llegaron sin problemas hasta este infierno, y para consternación del comandante de la guardia local, Slade fue izado a bordo, alejado de Hanoi y llevado hacia la seguridad.

 

Estaba de vuelta a la base al día siguiente, y aunque en estado lamentable, verle instalado en su cama de hospital nos causó inmensa alegría. Solo estuvo provisional en espera de ganar los EEUU donde atender debidamente sus heridas. Durante el poco tiempo que pasé con él, me encogió el corazón: me pedía lo excusase de no poder subir a un avión y volar. Incluso se inquietaba por mi suerte.

-"Mi coronel, por qué participa en todas esas misiones peligrosas? No nos faltan tipos que son capaces de encontrar el objetivo y de recibir los palos. Tenemos necesidad de Vd. aquí para dirigir las operaciones"

 

Yo no podía compartirsus ideas. Yo tenía las ideas bien interiorizadas sobre los deberes de un jefe de escuadra y el pensamiento del afecto que mis muchachos demostraban hasta el punto de considerar sus vidas como menos preciosas que la mía me reenfozaban en mis resoluciones. La última noticia que tuve de él es que se esforzaba en volver al Sudeste Asiático para reemprender la lucha. Figura en lugar privilegiado en mi lista de hombres de valor.

 

 

(Queda un poco del capítulo para mañana. Será otra aventura parecida, pero interesante, no?)

 

Saludos

Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

 

(Acaba aquí este 4º capº, siempre con Las Crestas de la Muerte de teatro de operaciones por medio

 

 

 

-A algunos días de aquello, (lo traducido anoche) en este mismo sector pero un poco más al norte, Joe salió peor parado que Slade. Él también figura en cabeza de mi lista pues hizo prueba de una calma y de una presencia de espíritu asombrosas. Este asalto se reveló desde el principiocomo una misión dificil para todos. El objetivo quenos habíamos fijado no había dejado nunca de plantearnos problemas y aquel día no fue excepción a la regla puesto que nos costó tres aviones y tres pilotos. En camino, los aparatos volvieron a encontrar un tiempo podrido y las patrullas sufrieron dificultades al reavituallarse en vuelo. Esta región del globopuede presentar las peores condicionea atmosféricas que me haya sido dado conocer y cuando se encuentra uno atrapado en una destas vilentas tormentas, que engendran horribles corrientes que te abaten, se está sacudido seriamente. La mayor parte de las nubes a través de las cuales se vuela tienen su parte de turbulencias pero en el interiorla visibilidad es suficentemente buena para permitir ver la punta del ala del otro aparato y mantener su sitio en la formación. Uno se contenta con mantener su posición y cuando el otro vira o pica se sigue el movimiento. No se tiene ninguna idea del sitio en que uno se encuentra cuando se es alero (punto), pues de eso se ocupa el avión de cabeza. Por contra, un alero se encuentra con graves problemas cuando vuela en patrulla cerrada intentando anticiparse a las intenciones de su líder. Esto acaba por generalmente en un fenómeno de desorientación espacial, comunmente llamado vértigo. En un caso de estos, se puede volar perfectamente a la horizontal y tener la impresión que el avión registra una inclinación de 60º o viceversa. Es una situación que particularmente desorienta de la cual a veces es imposible abstraerse. Por más que sacudas la cabeza, que te amonestes, la aimpresión persiste y sus consecuencias pueden ser fatales. En el meollo de la mayor parte de las formaciones nubosas, cuando todos los aparatos han encendido sus luces de posición, se puede al menos distinguir la luz de la extremidad del ala del avión más próximo y, cuando las cosas se ponene mal se pilota según esta luz. Las nubes que atravesçabamos en esta región eran diferentes y y se podían clasificar entre las más densas que haya en el mundo. A veces, mientras que nos manteníamos en una posición perfecta, se veía desvanecerse al aparato de cabeza sin ni siquiera distinguir sus luces ni incluso la naríz de tu propio avión. La situación era ya desagradable cuando conducías la patrulla, pero se tornaba desesperada cuando ocupabas la posición de alero.Sufríamos siemepre numerosos baches de aire que, añadidos a los problemas de visibilidad, a la velocidad, al peso y a la sobrecarga de nuestros aparatos exigían un pilotje de gran precisión.

 

Yo recomiendo este género de vuelo en noche negra a los amantes de las sensaciones fuertes.

 

Joe, aunque muy sacudido durante el reavituallamiento en vuelo, logró permacer en la proximidad de su líder. Por desgracia su alero, el nº 4, tuvo menos suerte. Cayó en fuerte bache de aire tras reavituallarse y no pudo volver a encontrar la patrulla en la aniebla. En consecuencia el aparato nº 3 debió efectuar el trayecto hasta el objetivo sin beneficiarse del sostén de su alero.

 

Los Migs estaban evidentemente en la cita, pero la patrulla logró llegar al blanco y el nº3 evitó el fuego de las baterías del suelo. DEjando la zona de objetivo, a unos siete mil pies, fue sin embargo alcanzado por un SAM. Nadie había advertido el misil ni lanzado llamadas de radio.; en este momento nosotros contáabamos ya con dos aparatos abatidos, las estridente señales de emergencia nos ensordecían y los acontecimientos comenzaron a desarrollarse a toda velocidad. Rl primer índice de problemas nos apareció bajo la forma de una gran bola de humo color rojizo que envolvió al aparato de Joe. Al salir de esta extraña esfera, el Thud parecía aún en buen estado, pero se embarcó en un picado brutal hacia la izquierda. El único mensaje de Joe se resumió así:

-"Es preciso que yo salga de aquí. Hasta uno de estos días, chicos"

 

Tras lo cual, tiró de la cortinilla de eyección, salió, ví su paracaídas y oí su señal de emergencia mientras se dirigía hacia Hanoi, sostenido por la cúpula de nylon...

 

 

(Sigue comentando el coronel)

 

Estas rampas de lanzamiento de misiles , una de las cuales había abatido a Joe, no deberían encontrarse allí; pero nuestros Estados Mayores habían permitido que estuvier ahí. Por qué?. En tanto que pilotos de caza, ninguno de nosotros podía comprender ni aceptar la decisión gubernamental que permitía a los SAM de actuar con total impunidad. Puede ser que los cazadores tengamos una mentalidad diferente?

 

Sí, con probabilidad los cazados pertenecen a una raza diferente. El verdadero piloto de caza está obligado a adoptar una actitud que le hace inediatamente sospechoso a sus superiores. Es imposible obtener el máximo de sus hombres, de sí mismo y del material disfrutando de una gran popularidad. Es imposible evitar altercados con los superiores que supervisan las cosas desde lejos y con eel presonal de tierra que no tendrían trabajo sin los pilotos. A menudo, los que permanecen en tierra no lo comprenden y los piltos de caza no pueden admitir su incomprensión.

 

Los buenos cazadores tiene los reflejos rápidos y ponen todo de su parte para que la labor sea realizada. Tienen tendencia a no observar el reglamentoal pie de la letra cuando este entra en conflicto con lo real o lo humano. Eso no les hace ser los favoritos del ministerio de Defensa. Sin embargo, en toda la historia de los conflictos aéreos son siempre los cazadores los que han realizado la tarea pues la guerra es la finalidad de nuestro oficio.

 

Una de las restricciones más dificiles de admitir fue la que se impuso a los pilotos cuando las rampas de lanzamiento de SAM empezaron a mostrar sus siniestras narices en Vietnam del Norte. Los emplazamientos fueron facilmente detectados y no hacía falta ser un gran sabio para comprender lo que tramaba el adversarioDado que los pilotos estaban personalmente concernidospor estas rampas pues sabían que lo que llas soltaran les era exlusivamente destinado, deseaban ardientemente destruirlas antes de que su construcción estuviera acabada. Pero, éramos idiotas... no teníamos ni idea del conjunto de la cosa, no éramos aptos para comprender el interés superior que tenía el dejar circular libremente material y hombres enemigos, que nivelaban el terreno y amontonaban equipo y misiles. No lográbamos percibir la lógica que quería que se autorizarauna completa libertad al adversario hasta que las 6 primeras rampas estuvieran acabadas y prestas a abrir el fuego antes de ser consideradas como objetivos militares. Nos fué también dificil de comprender por qué los nuevos emplazamientos que se estaban levantando beneficiarían de la misma impunidad que los 6 primeros mientras que estos nos reservaban ya un caluroso recibimiento. Tal vez debería comprender toda la importancia que había en proteger los expertos en misiles rubios y de ojos azules (se refiere a los "consejeros" rusos), que nos tomaban ya por objetivos. Lo siento, pero yo no llegué a eso nunca. Sin embargo "ellos" disfrutaban de esta extraña impunidad y fué dada una orden formal de no atacar estos emplazamientos. Punto. Es todo. Nada de preguntas, por favor. (Repito, que estas ideas críticas y estas broncas con sus superiores impidieron al cnel. Broughton llegar al generalato)

 

(Hace ahora una evocación real o ficticia, pero facilmente comprensible. Leamos)

 

El hombre que evoco aceptaba estos diktats, efectuaba una misión muy arriba, hacia el norte. Las condiciones se detrioraron en el curso del bombardeo, como de costumbre. Tras haber soltado las bombas sufrió un fuego de la DCA particularmente nutrido y al ejecutar una maniobra para evitar esta lluvia de proyectiles , se encontró justo encima de una de las 6 rampas parcialmente acabadas. Hombres se afanaban en apilar el material instalandolo para estar en condicones de tirar sobre los Thud lo antes posible. No parecía haber problemas de retraso pues de veían misiles SAM casi a punto. Las batería DCA de protección ellas si estaban acabadas y le estaban poniendo lleno de agujeros. Las patrullas que le seguían recibirían el mismo tratamiento y los riesgos de pérdidas en hombres y aparatos parecían elevados.

El momento parecia propicio a la acción; encendió su P.C. retomó altitud y atacó las instalaciones al cañón, el único armamaneto de que disponía ahora. Sembró la confusión. Hizo saltar material de construcción y se siguió un incendio. Destruyó varias rampas causándolas tales daños que tardarían mucho tiempo en tomarnos como blancos. Hizo explotar en el suelo numerosos misiles sembrando el pánico y ametralló las piezas de DCA que le disparaban.

 

DE vuelta a la base, le hicieron la pregunta ritual:

-"Vió alguna cosa rara?

-"Ya lo creo"

 

Y dió a sus jefes un informe completo de la destrucción de la rampa. Su informe siguió la via jerárquica hasta las más altas instancias. Como no disponía más que unas pocas horas antes de volver de misión al amanecer siguiente, comió rapidamente algo, reposó un poco y volvió a salir de misión.

 

Despegó a la hora prevista, muy temprano. Sobrevolaba ya la zona del objetivo en Hanoi antes incluso de que llegaran frenéticas llamadas telefónicas siguiendo ellas también la via jerárquica pero en sentido inverso. Las órdenes exigían que permaneciera en tierra mientras que se sustanciaba un dosier para que compareciera ante un tribunal militar para responder de la destrucción operada sobre un objetivo no autorizado. Decisión puramente formal. Antes siquiera de que el telefono fuera colgado y que, pasmado, el jefe de escuadra tuviera el tiempo de tomar la menor decisión, este chico era derribado. ¿Ironía del destino?. Bien más que eso. Repugnante.

 

 

(Se veía reflejado el cnel. Broughton en este piloto? ¿Era imaginario o era él? Repito que así vió frenada su carrera militar)

 

(Pues no se ha acabdo el capítulo en cuestión, mañana sí, Dios mediante. Hasta entonces)

 

Saludos

 

 

 

 

Buenasss

 

 

(Acaba aquí este 4º capº, siempre con Las Crestas de la Muerte de teatro de operaciones por medio

 

 

 

-A algunos días de aquello, (lo traducido anoche) en este mismo sector pero un poco más al norte, Joe salió peor parado que Slade. Él también figura en cabeza de mi lista pues hizo prueba de una calma y de una presencia de espíritu asombrosas. Este asalto se reveló desde el principiocomo una misión dificil para todos. El objetivo quenos habíamos fijado no había dejado nunca de plantearnos problemas y aquel día no fue excepción a la regla puesto que nos costó tres aviones y tres pilotos. En camino, los aparatos volvieron a encontrar un tiempo podrido y las patrullas sufrieron dificultades al reavituallarse en vuelo. Esta región del globopuede presentar las peores condicionea atmosféricas que me haya sido dado conocer y cuando se encuentra uno atrapado en una destas vilentas tormentas, que engendran horribles corrientes que te abaten, se está sacudido seriamente. La mayor parte de las nubes a través de las cuales se vuela tienen su parte de turbulencias pero en el interiorla visibilidad es suficentemente buena para permitir ver la punta del ala del otro aparato y mantener su sitio en la formación. Uno se contenta con mantener su posición y cuando el otro vira o pica se sigue el movimiento. No se tiene ninguna idea del sitio en que uno se encuentra cuando se es alero (punto), pues de eso se ocupa el avión de cabeza. Por contra, un alero se encuentra con graves problemas cuando vuela en patrulla cerrada intentando anticiparse a las intenciones de su líder. Esto acaba por generalmente en un fenómeno de desorientación espacial, comunmente llamado vértigo. En un caso de estos, se puede volar perfectamente a la horizontal y tener la impresión que el avión registra una inclinación de 60º o viceversa. Es una situación que particularmente desorienta de la cual a veces es imposible abstraerse. Por más que sacudas la cabeza, que te amonestes, la aimpresión persiste y sus consecuencias pueden ser fatales. En el meollo de la mayor parte de las formaciones nubosas, cuando todos los aparatos han encendido sus luces de posición, se puede al menos distinguir la luz de la extremidad del ala del avión más próximo y, cuando las cosas se ponene mal se pilota según esta luz. Las nubes que atravesçabamos en esta región eran diferentes y y se podían clasificar entre las más densas que haya en el mundo. A veces, mientras que nos manteníamos en una posición perfecta, se veía desvanecerse al aparato de cabeza sin ni siquiera distinguir sus luces ni incluso la naríz de tu propio avión. La situación era ya desagradable cuando conducías la patrulla, pero se tornaba desesperada cuando ocupabas la posición de alero.Sufríamos siemepre numerosos baches de aire que, añadidos a los problemas de visibilidad, a la velocidad, al peso y a la sobrecarga de nuestros aparatos exigían un pilotje de gran precisión.

 

Yo recomiendo este género de vuelo en noche negra a los amantes de las sensaciones fuertes.

 

Joe, aunque muy sacudido durante el reavituallamiento en vuelo, logró permacer en la proximidad de su líder. Por desgracia su alero, el nº 4, tuvo menos suerte. Cayó en fuerte bache de aire tras reavituallarse y no pudo volver a encontrar la patrulla en la aniebla. En consecuencia el aparato nº 3 debió efectuar el trayecto hasta el objetivo sin beneficiarse del sostén de su alero.

 

Los Migs estaban evidentemente en la cita, pero la patrulla logró llegar al blanco y el nº3 evitó el fuego de las baterías del suelo. DEjando la zona de objetivo, a unos siete mil pies, fue sin embargo alcanzado por un SAM. Nadie había advertido el misil ni lanzado llamadas de radio.; en este momento nosotros contáabamos ya con dos aparatos abatidos, las estridente señales de emergencia nos ensordecían y los acontecimientos comenzaron a desarrollarse a toda velocidad. Rl primer índice de problemas nos apareció bajo la forma de una gran bola de humo color rojizo que envolvió al aparato de Joe. Al salir de esta extraña esfera, el Thud parecía aún en buen estado, pero se embarcó en un picado brutal hacia la izquierda. El único mensaje de Joe se resumió así:

-"Es preciso que yo salga de aquí. Hasta uno de estos días, chicos"

 

Tras lo cual, tiró de la cortinilla de eyección, salió, ví su paracaídas y oí su señal de emergencia mientras se dirigía hacia Hanoi, sostenido por la cúpula de nylon...

 

 

(Sigue comentando el coronel)

 

Estas rampas de lanzamiento de misiles , una de las cuales había abatido a Joe, no deberían encontrarse allí; pero nuestros Estados Mayores habían permitido que estuvier ahí. Por qué?. En tanto que pilotos de caza, ninguno de nosotros podía comprender ni aceptar la decisión gubernamental que permitía a los SAM de actuar con total impunidad. Puede ser que los cazadores tengamos una mentalidad diferente?

 

Sí, con probabilidad los cazados pertenecen a una raza diferente. El verdadero piloto de caza está obligado a adoptar una actitud que le hace inediatamente sospechoso a sus superiores. Es imposible obtener el máximo de sus hombres, de sí mismo y del material disfrutando de una gran popularidad. Es imposible evitar altercados con los superiores que supervisan las cosas desde lejos y con eel presonal de tierra que no tendrían trabajo sin los pilotos. A menudo, los que permanecen en tierra no lo comprenden y los piltos de caza no pueden admitir su incomprensión.

 

Los buenos cazadores tiene los reflejos rápidos y ponen todo de su parte para que la labor sea realizada. Tienen tendencia a no observar el reglamentoal pie de la letra cuando este entra en conflicto con lo real o lo humano. Eso no les hace ser los favoritos del ministerio de Defensa. Sin embargo, en toda la historia de los conflictos aéreos son siempre los cazadores los que han realizado la tarea pues la guerra es la finalidad de nuestro oficio.

 

Una de las restricciones más dificiles de admitir fue la que se impuso a los pilotos cuando las rampas de lanzamiento de SAM empezaron a mostrar sus siniestras narices en Vietnam del Norte. Los emplazamientos fueron facilmente detectados y no hacía falta ser un gran sabio para comprender lo que tramaba el adversarioDado que los pilotos estaban personalmente concernidospor estas rampas pues sabían que lo que llas soltaran les era exlusivamente destinado, deseaban ardientemente destruirlas antes de que su construcción estuviera acabada. Pero, éramos idiotas... no teníamos ni idea del conjunto de la cosa, no éramos aptos para comprender el interés superior que tenía el dejar circular libremente material y hombres enemigos, que nivelaban el terreno y amontonaban equipo y misiles. No lográbamos percibir la lógica que quería que se autorizarauna completa libertad al adversario hasta que las 6 primeras rampas estuvieran acabadas y prestas a abrir el fuego antes de ser consideradas como objetivos militares. Nos fué también dificil de comprender por qué los nuevos emplazamientos que se estaban levantando beneficiarían de la misma impunidad que los 6 primeros mientras que estos nos reservaban ya un caluroso recibimiento. Tal vez debería comprender toda la importancia que había en proteger los expertos en misiles rubios y de ojos azules (se refiere a los "consejeros" rusos), que nos tomaban ya por objetivos. Lo siento, pero yo no llegué a eso nunca. Sin embargo "ellos" disfrutaban de esta extraña impunidad y fué dada una orden formal de no atacar estos emplazamientos. Punto. Es todo. Nada de preguntas, por favor. (Repito, que estas ideas críticas y estas broncas con sus superiores impidieron al cnel. Broughton llegar al generalato)

 

(Hace ahora una evocación real o ficticia, pero facilmente comprensible. Leamos)

 

El hombre que evoco aceptaba estos diktats, efectuaba una misión muy arriba, hacia el norte. Las condiciones se detrioraron en el curso del bombardeo, como de costumbre. Tras haber soltado las bombas sufrió un fuego de la DCA particularmente nutrido y al ejecutar una maniobra para evitar esta lluvia de proyectiles , se encontró justo encima de una de las 6 rampas parcialmente acabadas. Hombres se afanaban en apilar el material instalandolo para estar en condicones de tirar sobre los Thud lo antes posible. No parecía haber problemas de retraso pues de veían misiles SAM casi a punto. Las batería DCA de protección ellas si estaban acabadas y le estaban poniendo lleno de agujeros. Las patrullas que le seguían recibirían el mismo tratamiento y los riesgos de pérdidas en hombres y aparatos parecían elevados.

El momento parecia propicio a la acción; encendió su P.C. retomó altitud y atacó las instalaciones al cañón, el único armamaneto de que disponía ahora. Sembró la confusión. Hizo saltar material de construcción y se siguió un incendio. Destruyó varias rampas causándolas tales daños que tardarían mucho tiempo en tomarnos como blancos. Hizo explotar en el suelo numerosos misiles sembrando el pánico y ametralló las piezas de DCA que le disparaban.

 

DE vuelta a la base, le hicieron la pregunta ritual:

-"Vió alguna cosa rara?

-"Ya lo creo"

 

Y dió a sus jefes un informe completo de la destrucción de la rampa. Su informe siguió la via jerárquica hasta las más altas instancias. Como no disponía más que unas pocas horas antes de volver de misión al amanecer siguiente, comió rapidamente algo, reposó un poco y volvió a salir de misión.

 

Despegó a la hora prevista, muy temprano. Sobrevolaba ya la zona del objetivo en Hanoi antes incluso de que llegaran frenéticas llamadas telefónicas siguiendo ellas también la via jerárquica pero en sentido inverso. Las órdenes exigían que permaneciera en tierra mientras que se sustanciaba un dosier para que compareciera ante un tribunal militar para responder de la destrucción operada sobre un objetivo no autorizado. Decisión puramente formal. Antes siquiera de que el telefono fuera colgado y que, pasmado, el jefe de escuadra tuviera el tiempo de tomar la menor decisión, este chico era derribado. ¿Ironía del destino?. Bien más que eso. Repugnante.

 

 

(Se veía reflejado el cnel. Broughton en este piloto? ¿Era imaginario o era él? Repito que así vió frenada su carrera militar)

 

(Pues no se ha acabdo el capítulo en cuestión, mañana sí, Dios mediante. Hasta entonces)

 

Saludos

Link to comment
Share on other sites

(Se veía reflejado el cnel. Broughton en este piloto? ¿Era imaginario o era él? Repito que así vió frenada su carrera militar)

 

 

Es evidente que tras la prohibición de atacar ciertos objetivos se escondian intereses políticos al más alto nivel. Pero los soldados no entienden de política (ni deben). Ellos sólo saben que la guillotina que amenaza con cortarles el pescuezo debe ser eliminada, sólo tratan de asegurar su supervivencia en la medida que un conflicto bélico lo permite, que es más bien escasa.

Es la misma historia que se repite una y otra vez, a los de arriba sólo les importan sus intereses e ignoran deliberadamente las consecuencias y dificultades que sus decisiones provocan a los están por debajo.

Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

 

(Para intentar, como siempre, evitar que se haga algo pesada la traducción, intercalo alguna foto. En este caso acabo de enviar al sufridor Rockofritz un par de fotos, muy interesantes, del SAM que tanto cita el cnel. No me extraña, yo los seguiría viendo aún en sueños. Así como un par de mapas tanto del Sudeste asiático, como de la zona concreta de Las Crestas de la Muerte. Todo extraído del libro que nos ocupa. Tan pronto las "coloque" traduciré el texto.

 

Y seguimos acabando el capº. Solo nos separa de anoche un punto y aparte)

 

 

-Era descorazonador porque nosotros mismos nos atábamos las manos.

 

Nosotros sufrimos en los EEUU (tener en cuenta que el libro se escribió en 1969, con la guerra en todo su auge) primeramente un exceso de supervisión y parecemos admitir que generales de 4 estrellas jueguen a comandantes de escuadrillay dicten los detalles del pilotaje de una máquina que ellos no conocen. Seguido, hemos perdidotodo sentido estratégico y desperdiciamos la sorpresa táctica al exigir raids repetidos sin la menor variante. Tercero, nuestros servicios de informaciónla interpretación y las comunicaciones de estos se han quedado en la edad de piedra. Cuarto, nuestras municiones convencionales casi no han sido mejoradas desde 1941y los que imponen su uso hasta en los menores detalles no están en aptitud de comprender lo que implican sus diktats,. Quinto, no hemos progresado convenientemente en el dominio de la metereologíapara prever el tiempo que tendremos una hora más tarde sobre el aeródromo de la base. Sufrimos de una imprevisión aflictiva en materia de detalles vitales tales como velocidad y direccion de los vientos por encima del objetivo a bombardear. Sexto, cantidad de nuestros jefes al más alto nivel rehusan escuchar las críticas constructivas de hombres que hacen su oficio. Rehusar tomar en consideración todo lo que no alabe nuestro sistema nos cuesta hombres y aparatos. Evidentemente, debo añadir que sucede a los pilotos de fallar su blanco, pero cuando esto se produce, es que la partida es por demás desigual; en todo casono lo fallan voluntariamente. Cuando se tiene la cabeza en el tajo del verdugo, no se ahorra sus esfuerzos en vista de acabar su tarea correctamente puesto que sabe, que en caso contrario, será preciso volver otra vez y empezar de nuevo.

 

Nuestros enemigos estiman que si los americanos tienden a volver constantemente al mismo sitio, ellos tienen todo el interés en colocar allí baterías de DCA bien surtidas con el fin de abatir el máximo número de aviones posibles. La gran ventaja de un cazador durante un combate aire-suelo reside en el elemento de sorpresa y de la flexibilidad táctica durante el ataque. Cuando se le priva al piloto de estos factores, se le pone en una posición que le obliga a batirse contra una plataforma fija y estable contra una desde una plataforma en movimiento e inestable; la ventaja la tiene pues el cañón. Una abuena defensa antiaérea está constituída de varias piezas o baterías apoyándose mutuamente. No es suficiente con sobrevolar el terreno y elegir un sitiio específico, bien definido, diciendo: Si toco este punto, reduciré los cañones al silencio".

 

La mejor manera de luchar contra estas baterías consiste en no bombardearlas más que una vez un dispositivo de defensa, acabar el trabajo y salir pitando. Tales coyunturas no se producen a menudo y cuando un asalto es coronado con el éxito, la alegría estalla. Cuando no se colocan las bombas allí donde es necesarioes necesario volver a la base. Si los daños causados por el bombardeo, evaluados por uno de los numerosos aviones de reconocimiento disponibles, no satisfacen a todos los servicios concernidos, es preciso volver. Uno de las más importantes fuentes de irritación es la inter`pretación de las fotos conseguidas por el avión recco. Se pueden cosechar tantas evaluaciones de los daños como de informadores que vean las pruebas. Por desgracia los expertos en materia de interpretación de las fotos dan prueba de una pésima competencia y de una experiencia insuficiente. Me ha pasado de bombardear con mi patrulla blancos específicos en los que he visto caer rosarios de bolbas, saltar el objetivo, salir volando muros y estructuras y ser obligado a volver para entregarnos a la misma operación únicamente porque el teniente encargado de examinar las fotos no distinguía sobre los clichés los daños que estábamos seguros de haber causado. Volví sobre estos objetivos, y he perdidos hombres y aparatos mientras que los blancos estaban exactamente como yo esperaba verles, aniquilados. Pero, quién prestaría atención a un piloto de caza, ese corto de inteligencia?

 

Habíamos inventado este juego en los alrededores de Pyongyang durante la guerra de Corea, y estábamos estupefactos de constatar hasta qué punto un cierto depósito ferroviario se revelaba coriáceo. Evidentemente, hacíamos el mismp recorrido cada día, siguiendo rutas inmutables a lo largo de las cuales pasábamos como un tren exprés a la misma hora, cada día.Bien entendido, nos laban todas en el mismo carrillo. Hubiera sido extraño efectuar el camino a la inversa o incluso con una hora de retraso o de adelanto. En Vietnam del norte caímos en la misma trampa con un enemigo infinitamente más determinado y a escala mucho mayor. La flexibilidad en la maniobra siempre ignorada cuesta cara.

 

Y qué decir de los detonadores de nuestras bombas? Esta cuestión, añadida al calibre de los proyectiles que utilizamos, merece algunas consideraciones fundamentales; arma la bomba justo antes de que alcance el suelo, la fragmentación que resulta de ello, añadida a la explosión aniquila el objetivo, tales como las baterías antiaéreas. Otro sistema hace explotar la bomba al tocar el suelo, lo que hace eficaz contra hombres, y materiales relativamente ligeros. El tercer dispositivo retarda la explosión de la bomba hasta que se hunda en el suelo; es particularmente eficaz para hacer saltar superficies duras o formar cráteres. El calibre de la bomba es otro factor que pesa sobre los resultados de una misión dada. Simplificando, digamos que podemos transportar varias bombas pequeñas o un número más restringido de grandes.

 

Un día nos pasó de encontrarnos sobre una importante acería con un viento que, según las previsiones, debía soplar del sur a veinte nudos que; es esa una velocidad importantecomplicando seriamente los problemas del bombardeo. El blanco que me había asignado se encontraba en la extremidad norte del complejo siderúrgico, comportando tres grandes edificios cuyo eje era prácticamente orientado este/oeste. Mi trayectoria era excelente y yo apreté el boton de lanzar las bombas exactamente en el momento que había elegido. Los informes posteriores nos causaron una viva sorpresa. El viento estaba exactitud , pero soplaba del norte, no del surAfortunadamente para mi amor propio Ho-Chi Minh había tenido el detalle de disponer un edificio más al sur exactamente debajo de mis dos bombas de mil quinentos kilos, y yo le alcancé salvando así mi reputación de precisión, pero no gracias a nuestro servicio méteó.

 

 

 

(Hasta mañana, espero de vuestra atención. Saludos)

Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

 

(Este capº 5 tiene el títulode Lo mejor de la juventud americana (sic). Veremos. Entresaco lo que me parece más significativo)

 

 

Desde hace un mes nos aproximamos cada vez más del centro de Hanoi. La DCA se ha intensificado y parece furiosa. Las baterías antiaéreas se despliegan sobre todo el sector. Las piezas de artillería no faltan y los rusos procuran a los norvietnamitas todos los SAM que puedan lanzar. Se benefician ahora de sistemas completos de radar, rampas de lanzamiento de misiles y de baterías bien coordinadas, la defensa ha logrado un alto nivel y muestraun máximo de eficacia, reforzado incluso por los MiG-21 particularmente activos. Estos patrullan el sector avanzado y nosostros debemos combatirles para pasar antes de toparnos con los SAM. Los aviones se dispersan suficientemente para no arriesgar ser tocados por un SAM.

 

Los Mig se dieron cuenta rápido que una vez que nos desembaarazamos de nuestras bombas, la velocidad y la potencia de la que disponíamos nos volvían peligrosos y que no debían jugar con nosotros a baja altitud. Cosbntataron a su pesar que una vez librados de su carga los Thud podían dominarlos a este nivel mientras que nuestros camaradas que pilotaban los Phantom les preparaban peligrosas sorpresas a alta altitud. Me acuerdo de una ocasión en que las cosas iban bien mientras me alejaba del objetivo a lo largo del Rio Rojo, llevando la patrulla de cabeza. Una vez las bombas arrojadas, mis aparatos tomaron altura rápidamente mientras que seguíamos acordándonos de los Migs que habíamos encontrado a lo largo de la línea de las crestas. La formación Avis evolucionaba del otro lado de la cadena montañosa al mismo tiempo que nosotros, perseguida también por los MiG. que giraban en redondo al oeste de n/posición. Cuando subía dejando la zona de ataque, rumbo al norte, entreví un MiG-21que bajaba hacia mí en pasada frontal y su maniobra me parecíó mal asegurada. Él no había considerado su velocidad y cuando trató de colocarse en una posición de tiro favorable, había ya perdido su oportunidad: tendría que haber buscado romper su pasada. No tuve oportunidad de dispararle; la forma en que se abalnzó sobre mí en invertido me hizo temer en una colisión, y si hubiera tenido el menor buen sentido, hubiera debido tener miedo. Nuestros dos aparatos se cruzaron, cabina contra cabina a una velocidad acumulada debía de pasar de los mil doscientos nudos.

 

Justo en ese instante, Paul, mi nº 2 al oeste en relación a mí y un poco más alto, entró en mi campo de visión. Le volvía a ver por primera vez desde que habíamos dejado el objetivoy yo viera impactar justo al final de su tobera. Gracias a Dios el misil venía en ángulo recto, tiro particularmente dificil de conseguir, si no mi alero no hubiera salido de esta. El proyectil estalló exactamente al final de la tobera y recubrió la mitad trasera de una horrible mancha de humo naranja; después ví el Thud emerger de la explisión en una pieza. Una parte de sus instrumentos estaba fuera de uso y, sabiendo que los sirvientes de los misiles conocían su altura y rumbo, no tenía elección. Lo hizo bascular y picar. Se ponía así aal abrigo de la línea de las crestas antes que un nuevo misil estuvo presto en la rampa. Claro está, me quedé sin alero, lo que es una situación particularmente desagradable. Miraando a la derecha ví que mi rumbo me llevaba sobre el aerodromo de Phuc Yen; en realidad me encontraba exactamente alineado con las pistas de aterrizaje de los tipos que yo combatía. Las baterías en el suelo escupían a mansalva, desde los alrededores de los hangares y yo pude responder con la ayuda de mi fiel cañón Vulcan. Puede que no sea el género de duelo que se deba prolongar si se quiere vivir para contarlo, pero no por ello es menos satisfactorio largar algunas ráfagas en el comedor del adversario.

 

Descubrí dos Mig-17 en una formación bastante discutible que les colocaba cerca uno del otro. Se encontraban encima de mi virando traquilamente hacia el sur para alejarse de su campo. Yo disponía aún de una gran reserva de potencia, tenía mi cañón y un misil de cabeza buscadora que exigela puesta en marcha de numerosos interruptores antes de poderse disparar - no es dificil pero lleva tiempo y yo no lo podía perder. Si hubiera tenido una mano de más hubiera recurrido al misil, pero no era el caso. Aceleré pues sobre los 2 Migs que seguían virandolentamente, no parecían haberme visto. Consideré otra vez lo del misil, pwero en ese caso debía frenar mi carrera lo que permitiría tal vez que me vieran y se apartaran. En ese caso no les podría tocar pues viran mucho más cerrado que yo. Como era un goloso quería a los dos.. Manija de gases a fondo me coloqué en el interior de su viraje. Como había maniobrado suavemente me encontré en una posición ideal.

 

Abrí el fuego cuando aún volaba a unos centenares de metros del segundo MiG. Salió bastante bien pues comenzo a caer hacia la derecha como un pez enfermo. Estimé haberle herido de muerte y ralenticé para atacar a su pequeño camarada. En este instante, mi alero, que hubiera podido vigilar el sector y protegerme me faltó cruelmente. Menos mal que el resto de mi patrulla se encontraba ahora en una buena posición, y John, el comandante que volaba como nº 3, me gritó de repente por la radio que tenía que romper inmediatamente. Aparentemete, otro MiG había entrado en liza. Venido desde lo alto, maniobraba para cortar mi viraje desde arriba, lo que iba a hacer de mí unapresa fácil. Yo permanecí en mi trayectoria el tiempo que estimé razonable, después efectué un medio tonel subiendo hacia la derecha, y al acabar la maniobra me encontré en una posición que me desembarazó del tercer MiG que evolucionaba en lo más alto.

 

Durante ese tiempo mi alero volvió a tomar altura después de haber dejalado plantados a sus SAM. Después fué el gran circo porque los Phantoms que se encontraba con nosotros en el sector quisieron participar y aparecieron a nuestro nivel. En este instante descubrí un MiG en barrena, descendido por uno de nuestros muchachos. Yo no he visto nunca abrirse un paracaídas cuando hemos derribado un Mig. El resultado del encuentro que no había durado que algunos minutos se saldaba con seis MiGs abatidos, dos dañados.

 

Los pilotos de los Phantom solamente se empezaron a inquietar cuando nuestros chicos lanzaron sus cohetes Sidewinder.Tan pronto como nuestros cohetes comenzaron a cruzar el aire, en todo el sector, uno de los pilotos de Phantom lanzó:

-"Eh, jefe, estos vietnamitas lanzan cohetes de cabeza buscadora. Salgamos por pies"

¡¡ Los vietnamitas eran nuestros pilotos ¡¡

 

Tras lo cual, encendieron sus P.C., tomaron altura y nos dejaron en plan de acabar el trabajo.

La avelocidad de la que el Thud es capaz a baja altura le permite escapar de sus perseguidores.

Fue un encuentro particularmente espectacular, que más que otra cosa, enseñó a los pilotos de Mig a respetar a nuestras fuerzas combinadas.

 

 

(Mañana más, amigos. Con el agrado de siempre

Saludos)

Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

 

(De nuevo gracias a Rockofritz por colocar aquí las fotos del libro Les Crêtes de la Mort que premiosamente le voy enviando.

 

-La primera foto la difunde la agencia soviética Tass. En ambas instántaneas me sorprende sobre todo su longitud. Creía que eran más menudos. La segunda foto proviene de la revista aeronáutica Air & Cosmos. En lengua francesa y de aparición semanal.

De estilo muy americano. Compré varios números durante mi estancia en Francia. Seguía muy de cerca la actualidad mundial en el campo aeronáutico.

 

He aquí la traducción: ·El temible SAM-2, cuyo nombre oficial es V-750-SM, es un misil antiaéreo guiado por radar. Largo de más de 10 m. Pesa casi 3 toneladas, tiene una velocidad de tres veces y nedia la del sonido, o sea casi 4.000 km/h con un alcance de 40 km y un techo práctico a la vertical de 18.300 metros. Los Norvietnamitas hab desplegado 300 baterías de SAM-2 mientras que por ejemploen el momento de la guerra del Kipur los egipcios no poseían más que 26. El radar movil del tipo FAN SONG trabaja en adquisición sobre frecuencias de 100 a 250 MHz y para ell tracking del misil sobre una longitud de onda de 10 bandas E 15-10 cm. Una vez disparado, el haz de radar debe adquirir el objetivo en los 6 segundos siguientes, y le guiará hasta el avión. Toda una panoplia de espoletas: de percusión simple; de proximidad, de auto-destrucción, etc. En el periodo 1966-68,(únicamente, pues, lo citado en este libro. Y la guerra aérea en lo que se refiere a los USA duró hasta 1972 inc.), los norvietnamitas dispararon alrededor de 14.000 SAM-2 que abatieron 1.120 aviones americanos, lo que es severo sin llegar a ser extraordinario. Los pilotos americanos temían casi tanto a los SAM como a la DCA automática de pequeño calibre, con muy alta velocidad de tiro - 1000 a 2000 disparos/minuto por tubo, de fabricación soviética, guiada por radar"

 

Seguimos traduciendo. Otro enfrentamiento parecido, pero siempre diferente.)

 

 

-Fué en un ambiente similar en el que se desarrolló la misión de la patrulla Crab en la que Bob ocupaba la posición nº 2, todo a lo largo de la línea de las crestas, desde el bombardeo hasta la media vuelta hacia el camino de vuelta. Con los depósitos exteriores agotados, decidieron arrojarlos porque los MiG se manifestabn prestos a entablar combate. En configuración lisa tomaron más velocidad y descendieron la línea de crestas a unos 580 nudos. La escuadrilla Knife precedía a la de Crab y fue la primera en enrollarse con los MiG. Cuando Knife descubrió un grupo de cuatro aparatos enemigos a las diez y por encima, los MoG ya largaban sus depósitos, y Knife empezó un viraje lento en su dirección.No tuvo que efectuar un cambio de rumbo importante que le habría alejado demasiado del blanco, comprometiendo entonces su misión. Que era uno de los objetivos de los MiG; si estos lograban a hacernos desviar de nuestra ruta o nos obligaban a largar nuestras bombas, lograban su objetivo. Pero Knife ejecutó este leento viraje hacia los MiG para tenerlos a la vista e impedir que se colocaran en posición peligrosa respecto a nueatras unidades antes o durante el bombardeo. Crabdescubrió también a los MiG pero, constatando que la apatrulla de Knife les vigilaba, anunció a sus hombres que los aviones en cuestión no les amenazaban directamente.

 

Crab ordenó: "Postcombustión", y picó en direccion a una capa nubosa a unos cuatro mil pies del suelo. Se colocaría en una posición mejor para el bombardeo que tenía que cumplir a pesar de las condiciones metereológicas poco propicias. El objetivo en sí era particularmente dificil de descubrir, un miserable blanco pequeño que se confundía con el terreno y con las construcciones que lo rodeaban.

 

El charloteo radio empezó a llenar las ondas - en realidad, con las advertencias lloviendo en todos los sentidospara poner en guardia contara MiG y SAM, y cada uno gritando directivas y órdenes, era prácticamente imposible de comprender lo que pasaba. Es siempre un problema arduo y desde que la cosa empieza, se amplifica cosntantemente y llega a ser dificil terminarlo. En el momento en que los cuatro aparatos de la patrulla Crab pasaban a post-combustión , Crab 3 divisó un SAM que se dirigía hacia ellos a las siete y gritó en su micro:

-"Apartáos, apartáos hacia abajo ¡¡¡

Se crea una situación espinosa cuando de repentese ve un cohete y se debe advertir a los otros a todo correr a fin de protegerles y de protegerse uno mismo y que en el azoramiento se olvida el indicativo radio. El resultado es que cada piloto cae en la confusión y el miedo, preguntándose quién habla y a quien.

 

La pregunta desesperada: "¿A quién se dirige la llamada?" desencadena siempre respuestas que amplifican aún el enredo incomprensible de gritos en la frecuencia radio.

 

Crab 3 estimó que él había alertado a la formación y, con el fin de protegerse, picó rápidamente y se encontró debajo del nº 4. En este momento, este último, que no debía de preocuparse más que permanecer a la vista de su líder, experimentó un a cierta nerviosidad con la idea de que un SAM venía hacia él ¡¡¡. Empujó vigorosamente la palanca . Taal maniobra, sobre todo a una veloicidad de unos seiscientos nudos, lleva al aparato a reaccionar violentamente. Todos los mapas y check-lists e incluso la manecilla del selector de depósitos de petroleo que formaba parte del tablero de a bordo, volaron por la cabina y fueron a colocarse en la cúpula. Todo lo que no estaba sujeto voló en el interior. El reflejo del nº 4 consistió entonces en tiar hacia sí de la palanca de mando para restablecer las cosas y se colocó en un "pompage gratiné" (no puedo traducirlo literalmente; se trata de argot aeronáutico francés; debería ver su original en inglés. Pero lo explica a seguido y creo se entenderá. N. del T.) Es una ondulación vertical que impide al piloto controlar su aparato, y cada tentativa para controlarlo no hace más que amplificar el movimiento. En otras palabras, cuando se pica de morro se tiene la tendencia a tirar exageradamente de la palanca. Es posible que lo haya ya encabritado (enderezado) suficientemente pero, antes de que el efecto se haga sentir, se ha ido probablemente demasiado lejos y es necesario empezar la maniobra contraria; así el proceso se repite, cada vez más violento hasta tal punto que no se sabe ya dónde se va ni lo que se hace. La maniobra es más conocida bajo el nombre de Recurso al Niño Jesús. La mejor manera de salir de esto es soltar todo y decir: "O.K. Niño Jesús, toma los mandos. Me los devuelves cuando hayas restablecido la situación". Esta situación, con la pérdida de control a lo que se juntaban los "pompages" violentos, la visibilidad limitada por el hecho de que todo volaba por la cabina y fuera, la proximidad del suelo, un MiG que le perseguía y un SAM viniendo en su dirección, se volvió aún más precario cuando todas las baterías de Phuc Yen se pusieron a escupir. Y había muchas, muchas baterías en Phuc Yen ¡¡¡Todo esto presagiaba ya serios contratiempos cuando todavía no estaba más que al comienzo de su misión.

 

El nº 4 soltó al fin la palanca, que era la mejor solución para salir del follón pues nunca hubiera logrado controlar su aparato, sobre todo con su cargamento de bombas. Tras haber efectuado algunos saltos violentos, el avión se estabilizó y el piloto tuvo mandos de nuevo. Cuando las cosas comenzaron a tomar forma para el nº 4, localizó al aparato de cabeza, es decir al nº 1, y el nº 2 muy alto y a su derecha. Gritó para prevenirles que los SAM se aproximaban a ellos peligrosamente viniendo a la vez de las nueve y de la una. Los misiles rozaron la delantera del avión de cabeza pero a una distancia suficiente para no explotar. El jefe de la patrulla Crab a la vez que esquivaba los SAM, vio entonces tres MiG que llegaban por las tres. Parece que el ritmo se acelera, pero el lector debe darse cuenta que todo esto se pasaba en el espacio de algunos minutos. Los tres MiG de las tres se lanzaban al ataque cuando otra llamada surgió , una vez sin indicativo o identificación. Se dirigía a Crab para prevenirle que otros MiG picando sobre él se encontraban a sus seis y por encima. Para añadir más confusión , Crab líder acababa de perder el sistema de amortiguamiento de oscilación del mando del avión. Se trata de un dispositivo que amortigua las presiones y oscilaciones sobre los mandos, y permite volar con una estabilidad relativa incluso a gran velocidad. Sin ese sistema, es casi imposible mantener una trayectoria en línea recta y a altitud constante. (algo así como si a un coche con dirección asistida, en marcha, de repente se le priva de esa ayuda, más o menos. N. del T.) Cuando esta llamada le anunció que que tenía MiG a las seis, Crab no tuvo elección pues en algunos segundos,desprovisto del dispositivo amortiguador , se encontró él también en "pompage", agravado por su velocidad. Con esta marcha, y con su cargamento de bombas, Crab, entonces muy próximo del objetivo había prácticamente perdido el control de su aparato. En nº 2, Bob se encontraba también en una situación dificil para mantener su sitio de alero, no atreviéndose a separarse de su jefe y sin embargo no pudiendo conservar su posición.

 

 

(Siento parar en medio del "ajo", pero me pican los ojos cosa mala. A pesar de lo que disfruto con ello, empiezo a no controlar la traducción. Es el sueño. Mañana más, y mejor.

Saludos a todos)

Link to comment
Share on other sites

(Siento parar en medio del "ajo", pero me pican los ojos cosa mala. A pesar de lo que disfruto con ello, empiezo a no controlar la traducción. Es el sueño. Mañana más, y mejor.

Saludos a todos)

 

 

Eso tiene arreglo, un poco de suero fisiológico y grandes dosis de café. :lol:

Se agradecen los planos de la zona, hacen más comprensible la lectura.

Edited by Eomer
Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

 

(Gracias Eomer por tus remedios caseros. Lo arreglaré con un par de siestas.

Acabamos el capº. Así que re-leer las últimas líneas. Y considerar Punto y seguido)

 

 

El debía evitar una colisión y también encarar todos los otros problemas que se presentaban. Esforzándose en seguirle en sus evoluciones, cayó igualmente en "pompage" (re-leer significado), pero desincronizado en relación a su líder. Mientras que procedía por saltos sucesivosa proximidad del avión de cabeza, remontó brúscamente quinientos pies, y, de reprente su aparaó picó con violencia de morro hacia la izquierda. Dicho de otra forma, este movimiento le hizo pasar de la posición de alero derecho a la de alero izquierdo, esto en razón de su trayectoria en montañas rusas y por debajo de los aparatos nº 3 y nº 4. En este momento él no controlaba ya el Thud. A esta enorme velocidad y con un tal peso, los aparatos eran proyectados en manaiobras que rozaban los límites de resistencia de las células y fuera de proporción con las posibilidades tanto de hombres como de máquinas. Mientras que las defensas antiaéreas escupían todas a la vez en la zona de Phuc Yen (ver ahora sí el mapa), que misiles SAM eran lanzados en todos los sectores , sobre todo del corazón de la ciudad, se puede decir sin exgarerarque la situación de Crab se ponía crítica, incluso aunque los MiG se retiraron momentáneamente para dejar su momento a las defensas en el suelo.

 

El nº 2 picó brutalmente de morro, luego niveló y cesó sus movimientosde pitch-up como si hubiera re-encontrado el control de su aparato. En realidad había sido tocado durante sus saltos sucesivos, con toda posibilidad al pasar por debajo del avión de cabeza, encajando un golpe fatal que obligó a su aparato a picar. El picado coincidió en el momento en que tomaba provisionalment el control del Thud. Mientras que se nivelaba, sus bombas y depósitos se separaron del aparato, indicando que había sido tocado gravemente, que no lograba hacerse con el aparato, y que debía desembarazarse de tanto peso muerto que pudiera, epulsando el botón llamado de "pánico" que larga electricamente todas las cargas exteriores. Esperaba que así liberado y equilibrado, volvería a lograr el control de su avión. Pero le faltaba sitio para maniobrar, sobre todo con un avión en tan mala posición como el suyo. Si se alejaba solo tomando altura, sería indudablemente engullido por los MiG que esperaban precisamente que un retrasado abandonara la formación, a menos que no se tocado por los SAM que revoloteaban en todos los sentidos en este sector tan próximo del centro de Hanoi. Si por contra perdía altura, debía enfrentarse al tiro nutrido de armas automáticas y de pequeño calibre de la DCA, incluídas las pistolas, que podían perfectamente abatir un avión grande si les alcanzaban en un sitio vital. Cuando la trompeta suena y millares de hombres se tumban de espalfas y disparan con armas de pequeño calibre, que Dios guarde al piloto que se aventure en esos parajes.

 

Sin libertad de maniobra, cayó en la trampa. Bob lanzó una llamada por radio diciendo simplemente.

-"Crab 2 tocado".

Evidentemente, esto alertó a todo el mundo e hizo comprender que un compañero tenía graves dificultades a los mandos de un aparato fuera de control evolucionando a unos seiscientos nudos en los parajes inmediatos. Un impacto sufrido en una zona sensible del Thud vacía con rapidéz los sistemas hidráulicos de los mandos por servo. La importancia de la pérdida en fluído depende del sitio y de la naturaleza del impacto recibido, pero una vez la presión caída, los mandos ya no responden y es imposible controlar el aparato, incluso de forma momentánea. Tal era la triste situación de Crab 2. Bob se encontraba cabalgando un mostruo que se precipitaba ciegamente en un medio hostil donde todo y todos se coaligaban para matarle. Solo algunos segundos después de haber sido tocado, Bob comprendió su impotencia y supo que se iba a estrellar sobre el suelo. Evaluó su posición en un segundo y resolvió eyectarse a alta velocidad bajo una lluvia de proyectiles. Lanzó:

 

-"Salto"

 

Y abandonó su aparato en el corazón del infierno, en pleno ataque a Hanoi. El Thud percutió el suelo a una velocidad que debía sobrepasar los seiscientos nudos ¡¡¡

 

Crab 3 y 4 estaban desnortados por los giros desordenados que habían sufrido y en un principio creyeron que el avión de cabeza se había estrellado ne medio de los saltos sucesivos. En un sector como este era rigurosamente imposible venir en ayuda de un piloto que ha saltado; no puedes estar ni seguro de lo que le ha pasado. Y si se observa el impacto es únicamante debido al azar. Si se modera la velocidad o se da la vuelta para ver lo que ha pasado, uno es derribado a su vez. Es una de las reglas del juego. Cualquiera que sea tocado y se ve obligado a saltar en esta zona se encuentra totalmente solo.

 

Hizo falta cierto tiempo para que su patrulla para recuperar el aliento y organizarse para regresar a la base y no hay duda que esta salida se inscribirá en los anales como una de las misiones de caza más duras. Sin embargo los aparatos lograron reagruparse y volver.

Fue una verdadera aflicción. Bob era un muchacho tan gentil y, en nuestro medio, nos sentimos naturaalmente atraídos por los jovenes llenos de empuje y de entusiasmo porque esas son las cualidades que buscamos. La pérdida de Bob fue dolorosamente sentida por toda la escuadrilla e incluso por toda la Escuadra, pero más por sus compañeros de patrulla.

 

Tan pronto como acabó el vuelo y se terminaron las formalidades tácticas, cada uno se puso a pensar en lo que acaba de ocurrir. Por desgracia es dificil explicar este genero de cosas en detalle y es a veces necesario desplegar extraños esfuerzos de memoria para reconstruir sucesos que se han desarrollado tan rápido y con tanta violencia. Qué pensar en un caso así? Ciertamente no se quiere pintar un cuadro demasiado sombrío a juzgar que se ignoralo que le ha ocurrido al piloto. Tampoco dejar demasiada esperanza porque se sabe que tras una eyeccióbn a tal velocidad, las esperanzas de sobrevivir son escasas. Las baterías escupían en todos los sentidos y el corto descenso en paracaídas había sido sin duda extremadamente pelogroso. Los riesgos de heridas en el momento del contacto con el suelo eran muy elevados.

 

Esa misma noche, la radio de Hanoi anunció que un avión americano había sido derribado durante la jornada en un raid sobre la ciudad. La noticia se inscribía en una de las emisiones de propaganda de la que es dificil separar lo verdadero de lo falso, pero aquella noche, Hanoi declaró que el piloto americano, "un muchacho grande y atlético", había sido abatido y gravemente herido y que a pesar de todos los esfuerzos de los médicos vietnamitas, murió poco después de su hospitalización. Era imposible dar crédito de todas las noticias lanzadas por la propaganda y solo el tiempor permitiría controlar la veracidad de las declaraciones; sin embargo, yo estimé interesante analizar la terminología empleada en la emisión. La mayor parte de las veces cuando Hanoi se refería a los americanos, se mostraba particularmente injuriosa; nos trataba de bandidos, piratas del aire, perros yanquis, imperialistas deshonrados, etc. Sin embargo, en este caso preciso, el piloto al que la radio se refería, era descrito como un " muchacho grande y atlético". Yo me pregunté entonces si esta forma hábil de presentar la cosa estaba destinada a hacer vibrar nuestras cuerdas sensibles o si el jóven Bob había causado en nuestros adversarios norvietnamitas la misma impresión que a nosotros mismos.

 

 

(Aquí acaba capº y tradución por esta noche. Mañana por la tarde leeré y seleccionaré. Mientras tanto, saludos)

Link to comment
Share on other sites

Cuando la trompeta suena y millares de hombres se tumban de espalfas y disparan con armas de pequeño calibre, que Dios guarde al piloto que se aventure en esos parajes.

 

Eso es tan cierto, como increíble :o

 

Vamos hombre, descansa y no te aburras, que nosotros seguimos atentos este fascinante relato ^_^

Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

(Pero no habíamos quedado que yo estaba de vacaciones? Bueno, todavía sigo aquí, pero ya oigo el ruido del mar...)

 

Jack Broughton hace un par de comentarios sobre un compañero en la base de Takhli. Son muy descriptivos)

 

 

-Gordo (Gordon Atkinson, Tte. cnel y piloto de los F-105 también en Tailandia) obtuvo su primera Silver Star después de una de las misiones más peligrosas que hayamos conocido. Se le había encomendado la puesta a punto de un dispositivo para bombardear objetivos puntuales en Vietnam del Norte en condiciones metereológicas desfavorables, sin tener que recurrir al sistema de radar del que disponen todos nuestros aparatos, cualquiera que sea el tamaño. Se trataba de considerar la cuestión bajo otro ángulo y de descubrir un medio que permitiera llegar al objetivo enemigo aún con techo bajo y baja visibilidad, lanzar las bombas sobre un objetivo sin aproximación pre-reglada, sin evolucionar a alta cota y sin la ayuda del radar. Era una tarea particularmente dificil que exigía un vuelo a muy baja altitud , una navegación a gran velocidad, a los que añadir las malas condiciones metereológicas que azotan permanentemente, sobre un sector en extremo hostil. Los pilotos estarían obligados a soportar el fuego de las baterías del suelo; tendrían que evolucionar en zonas en la que incluso los muchachos intentarían alcanzarles hasta con una honda. Los sistemas de armas complejosque utilizamos en nuestros días - avión es una palabra demasiado simple para dar una idea de su complicación - pueden ser abatidos y el piloto muerto tanto por una pistola como por un proyectil de artillería antiaérea de 100 mm o por un SAM si el disparo acierta en el sitio adecuado. Total, pedimos que Gordo partiera en condiciones metereológicas espantosas y demostrara que era posible, o no, sobrevivir, en tales condiciones y alcanzando a la vez el objetivo con sus bombas.

 

Manifiestamente, ni nos habíamos planteado una aproximación convencional, seguida de un bobardeo en picado que exige un techo netamente más alto y una buena visibilidad. Consideramos un reconocimeinto armado, en malas condiciones atmosférocas , que nos permitiera tal vez descubrir blancos que merecieran la pena y destruirle y a la vez volver indemnes a la base. Se trataba de un verdadero desafío cuyos peligros inimaginables no podían ser conocidos más que por una misión real. Gordo se preparó para ello así como sus hombres muy minuciosamente. El género de atención que dedicó a los menores detalles durante esta misión los conservo en la memoria: consagró la misma energía a los detalles más nimios que yo le pedí de cumplir. Escogió juiciosamente su momento, un día en que la visibilidad estaba reducida al mínimo, las nubes casi a ras del suelo, y optó por un objetivo particularmente dificil. Como táctica y dispositivo de navegación debía verdaderamente ser puestos a prueba no buscó la facilidad.

 

En el camino al objetivo, se vió obligado a sobrevolar a muy baja altitud sectores provistos de defensas compactas; nubes y lluvias le costriñeron a veces a descender hasta cien pies del suelo. Cuando logró llegar a la zona escogida, realizó con éxito un reconocimiento armado en las peoras condiciones. Los planes que había establecido y su competencia permitieron a su patrulla destruir varios emplazamientos erizados de armas automáticas que tiraban sobre los aparatos mientras que estos intentaban localizar y aniquilar un convoy de carburante. Los chóferes de los camiones isternas no se esperaban ciertamente que estos estúpidos americanos emergieran de las nubes y de la lluvia para caer sobre ellos mientras conducían en unas condiciones que les autorizaban a creerse seguros. Gordo y sus muchcachos les bombardearon así como a las instalaciones antiaéreas que protegían el convoy. Tan pronto como hubo acabado su misión de forma particularmente brillante, Gordo consideró que su tarea no había hecho más que comenzar. Tras haber lanzado una gran parte de sus bombas, condujo la patrulla hasta la zona de re-avituallamiento en vuelo a pesar del mal tiempo y dlos tiros enemigos. Aproximándose al avión cisterna, supo que otro piloto, Finch 2, había sido derribado al norte del Rio Rojo, en el corazón mismo del sector tan pesadamente defendido que acababa de dejar.

 

Hizo el pleno de carburante y se apuntó voluntario inmediatamente para el salavamento. Rehizo el camino y volvió a partir hacia la zona donde sabía que el mal tiempo y un fuego nutrido le esperaban. Las mejores condiciones atmosféricas que volvió a encontrar fueron techos de ochocientos a mil pies y lluvia. Sobre este fondo, ofercía un blanco perfecto para los numerosos cañones de la zona ya que sus sirvientes conocñia la altura exacta de la base de nubes y que podrían localizarles simplemente levantando los ojos. Gordo debía sin embargo afriontar una dificultad suplementaria; necesitaba moverse con bastante lentitud para estar seguro de peinar cuidadosamente los parajes a la búsqueda del piloto abatido, lo que es una tarea para asustar, incluso en excelentes conidiones.

 

Rebuscó en uno de los peores sectores del norte de Vietnam, en condicoones metereológicas infames, durante treinta minutos y, en el momento en que se se aproximaba a la zona de donde venía antes, el tiempo que se degradó aín más le obligó a descender hasta una altitud comprendida entre los cien ylos doscientos pies. No localizó al piloto derribado y se vió obligado a volver hacia el avión cisterna. A estas altitudes y en tales condiciones, el consumo de carburante es fantástico. Gordo no era el único buscando a Finch 2, Finch 1 había vuelto sobre los parajes y se entregaba a la misma búsqueda. Por desgracia Finch 1 no lo hizo mejor que Gordo y, cuando este volvió de su segundo re-avituallamiento , supo que Finch 1 había sido también derribado. Volvió otra vez al mismo infierno comprendiendo ahora quera preciso buscar a dos hombres, y que las probabilidades de logralo eran débiles y de que la probabilidad de un regreso sano y salvo disminuía a cada tentativa. No flaqueó en su deber, aceptó el desafío y se aprestó a rehacer todo lo posible, incluso si tenía que dejar allí la piel, para intenta salvar a dos hombres desconocidos, caídos en campo enemigo.

 

De vuelta al sector, una nueva sorpresa le esperaba. Aunque los SAM solían tener una eficacia limitada a baja altitud, habíamos podido observar varias veces que podía ser lanzados y seguir operativos a alturas que en principio les estaban vedadas. Mientras que Gordo evolucionaba en la lluvia y en la niebla bajo un techo mínimo, quedó estupefacto de ver un SAM qu venía derecho hacia él. El misil no trazaba un arco por encima del techo de nubes, venía derecho por debajo de este. Apenas estaba en condiciones de de distinguir y a situar exactamente en la bruma, pero avanzaba a la velocidad extraordinaria de la que es capaz de alcanzar un SAM cuando acelera. Eso colocaba a Gordo en una situación sin salida. Si subía sobre el techo, no podría apreciar los progresos del misil respecto a él. Perdería también todo contacto con el suelo, que le impediría continuar luego su búsqueda, y le obligaría a pasar un tiempo precioso intentando descubrir una zona que le permitiera volver a bajar por la aparte inferior del techo. Si tomaba altura le permitiría seguir mejor las evoluciones del SAM. De todas formas sabía que estaba sobrevolando un sector en la que todos los cañones automáticos le apuntaban. Bajar más abajo todavía en este momento, sobre todo con un tiempo tan cerrado, le haría correr riesgos seguros. Pero, de los dos males, escogió el menor y perdió altura a pesar de las baterías que acababan de derribar dos Thud. Un fuego nutrido de la DCA le acogió, pero logró desbaratar las maniobras del SAM que se estrelló en el suelo y superó con éxito el tiro de las baterías que escupían sin parar.

 

Siguiendo sus pesquisas , gordo descubrió algo inesperado. La víspera, el pilot de un avión recco. se había estrellado y había sido considerado como perdido, hecho prisionero o muerto. Mientras él se encarnizaba intentando ecncontrar a Finch 1, y 2, Gordo percibió una señal de emergencia. Maniobró para localizarla y, para sorpresa de todos, descubrió al piloto abatido el día anterior. Este había esperado tranquilamente en la jungla a los equipos de salvamento pero ciertamente no imaginaba que vendrían este día dadas las condidicones atmosféricas tan deplorables. Gordo alertó a los servicios de búsqueda y pidió que se enviara a los Spad y a un helico para intentar sacar al hombre de este mal paso. Miesntras describía círclos para lograr la posición exacta, continuaba a enviar llamadas al centro de salvamento, un nuevo SAM se presentó y Gordo se volvió a encontrar con el mismo dilema que antes. Una vez más a pesar de las defensas en el suelo, frustró las maniobras del misil, volvió a elevarse para ponerse fuera del tiro de las baterías y constató que aún seguía vivo y que le quedaba todavía por cumplir la parte más dura.

 

Habiendo otra vez agotado su carburante, tuvo que subir para volver al avión cisterna. Reavituallado, volvió al sector donde había descubierto al piloto derribdo y se dió cuenta de que el tiempo se había vuelto a degradar. Buscó desesperadamente a Finch 1 y Finch 2 a la vez que dirigía las operaciones de rescate desplegadas para venir en ayuda del hombre que él había descubierto. No cesaba de estar expuesto a condiciones atmosféricas muy duras y a un fuego nutrido que hubiera hecho desistir al piloto más aguerrido. Permaneció en el sitio hasta que hubo gastado casi todo su carburante y, después de haber guiado a los aparatos de rescate más lentos hacia la zona, volvió otra vez hacia el avión reavituallador. El equipo de socorro logró recuperar al piloto recco. y a llevarle sano y salvo a la base. Gordo llenó sus depósitos y finalmente aterrizó en su base tras siete horas de vuelo, o sea diez horas desde que recibió sus instrucciones de vuelo, y once horas desde que se despertó. Decir que Gordo había tenido una jornada dificil es un eufemismo; había hecho prueba de una singular tenacidad para una persona apacible, y de hablar suave.

 

 

(Aprovecho aquí un doble punto y aparte ; y parar. Tal era el climax de los pilotos americanos en los momento álgidos de la guerra aérea sobre Vietnamdel Norte, los años 1967/68. Mañana acabo con otra aventura del citado Gordo. Saludos)

Link to comment
Share on other sites

Si subía sobre el techo, no podría apreciar los progresos del misil respecto a él. Perdería también todo contacto con el suelo, que le impediría continuar luego su búsqueda, y le obligaría a pasar un tiempo precioso intentando descubrir una zona que le permitiera volver a bajar por la aparte inferior del techo. Si tomaba altura le permitiría seguir mejor las evoluciones del SAM.

 

 

Aquí hay una contradicción ¿no?. Lo he releido varias veces temiendo no haberlo entendido, pero sigo igual.

¿Alguien lo puede explicar?

Edited by Eomer
Link to comment
Share on other sites

- Me acabo de leer todo del tirón, y no puedo mas que agradecer a jenisais el curro que se está dando en traducirlo. -

 

Eomer, hasta donde entiendo, subir sobre el techo querrá decir situarse cerca de la capa de nubes ( por tanto no podrá seguir la evolución del SAM ). Al tomar una mayor altura - sobreentiendo que varios miles de pies por encima de la capa de nubes - le permitiría mayor margen de tiempo con una buena visivilidad del SAM.

 

Bueno. He de irme a dormir, que mañana me levanto a las 7am... que vida esta.

 

De nuevo, volver a agradecer a jenisais el curro. Sé que se puede hacer realmente extenso el traducir un texto, y mas un texto lleno de tecnicismos y expresiones propias del idioma. Te animo a que sigas con esto, pues cuando te hayas cansado de traducir mas capítulos, recogeré todos en un documento para conservarlo en mi ordenador.

 

Un saludo a todos

Edited by Deliverator
Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

(Eomer, gracias por tu continuada atención. Claro que he revisado la traducción de mi último día, bueno noche, porque si los de allende el charco se tomaran la molestia de mirar la hora en España de mis mensajes... Verás, Eomer, sustituye el primer verbo "subía", por perforaba. Tal vez así sea más grafica la acción de perforar esa capa de nubes a la que me refiero con frecuencia. Y digo frecuencia, pues no conviene olvidar que traduzco sobre traducción anterior: el original está en ingles/americano, este traducido al francés y yo lo traduzco al castellano/español. Pasa por dos tamices, y siempre debo extraer lo que el cnel. Broughton quiere decir exactamente. Me ayuda el que llevo ya "unos" años en esto de la Aviación.

Tal vez Deliverator (gracias también por tu interés; y por la estupenda foto del Scout Bomber Douglas de tu "Contenido": Sí, es uno de mis aviones preferidos. Y ya ves yo ni sé poner/rellenar mi perfil.... Y yo cansarme, no me canso, lo que me da yuyu es que pueda cansar a mis amigos Foreros) ha captado mejor que yo la frase y la ha explicado estupendamente.

 

Todavía queda un poco del libro a traducir. Un poco pero diferente, aunque ya decía Clostermann que nada se parece más a un combate que otro combate. Expurgaré, pues, la mitad del libro que aún queda para ofrecer una mezcla variada de rigor y amenidad.

Y al tajo.

Considerar solo un par de puntos y aparte.)

 

 

 

En el momento en que Gordo se aproximaba a su misión nº 100, demostró una vez más su bravura y su audacia. Recibió una segunda Silver Star poco después de la primera, de nuevo por el heroismo del que hacía prueba en el sector de Hanoi. Su ascenso al grado de teniente coronel llegó aproximadamente por estas fechas en que los éxitos contínuos que registraba dirigiendo las operaciones de su escuadron eran particularmente ejemplares. Para el hecho de armas que le valió su segunda Estrella de Plata él volaba de nº 3 a la vez que supervisaba el comportamiento de un nuevo piloto durante la delicada misión consistente en llevar una patrulla en el sector de Hanoi. Procedíamos con una prudente lentitud en lo que concernía a nuestros nuevos pilotos, guiándoles paso a paso cuando teníamos la impresión de que estos hombres tenían aptitudes de buenos jefes de patrulla. Los últimos tests siempre tenían lugar con ocación de un asalto sobre Hanoi en compañía de un jefe ya experimentado ocupando la posición nº 3. Si el piloto era capaz de dar total satisfacción a su valedor, a pesar de prejuicios y de simpatías o antipatías de éste, el nuevo jefe de patrulla estaba presto a asumir sus funciones.

 

La misión que Gordo se había asignado aquel día consistía en neutralizar las baterías antiaéreas a lo largo de la ruta que seguían las oleadas de asalto ( aéreo USA) enviadas a la región de Hanoi. La aniquilación de las defensas del suelo es siempre una misión particularmente espinosa; sin embargo, ofrece más libertad de acción y libertad de movimiento. Nose busca tanto un blanco preciso, como un sector del que parte un fuego nutrido y no es dificil encontrar cantidad de ellos en los alrededores de la capital del delta. El problema no consiste en localizar un objetivo a bombardear sino determinar las baterías de DCA que son más susceptibles de oponerse con más peligro a las oledas (aéreas) de asalto que seguirían y de hacer todo lo posible para neutralizarlas. La operación presupone dificultades evidentes, pues antes de arrojar las bombas, es preciso asegurarse de que se ha localizado bien el emplazamiento entre multitud de ellos. Una penosa experiencia nos enseñó que la única forma de lograr ese resultado consiste en exponerse ante toda la potencia de fuego de las baterías, luego escoger la peor para destruirla. Para poder cumplir esta misión de manera satisfactoria, la patrulla debía tomar altura justo encima del objetivo y mantener potencia, velocidad y posición de forma de poder observar, evolucionar y atacar teniendo a la vez una oportunidad de salir de la zona indemne. Esto implica a veces la necesidad de volar invertido durante varios segundos durante los cuales todas las baterías entran en acción. Esta poisición no puede durar más que algunos segundos, pero parecen horas. Los exterminadores de baterías antiaéreas experimentan una satisfacción considerable cuando las destruyen, sabiendo que permiten así a las escuadrillas siguientes de llevar a cabo su misión.

 

Gordo cumplió su tarea con su brío habitual y atrajo el máximo de fuego defensivo. En el momento en que se preparaba a efectuar su vuelo invertido antes de arrojar sus bombas, se dió cuenta, uno tras otro, del lanzaamiento de tres SAM. Continuó sim ambargo atacando el banco que había elegido. En este instante iotros miembros de su patrulla le previnieron, no sin pánico, que los tres misiles progresaban rápidamente y se perfilaban directo contra él. El aviso de sus camaradas no le enseñaron nada nuevo pues ya había visto los tres SAM y comprendido que estos ya habían "adquirido" su avión en sus cabezas buscadoras y que le apuntaban solo a él. Aceleraban. Yna vez más, el cazador debía tomar una decisión en una fracción de segundo. Largar las bombas y esforzarse en escapar a los SAM para salvar su piel? O proseguir el ataque a fin de neutralizar las baterías para las nuevas oleadas de asalto que se aproximan al objetivo y asegurarles una mejor oportunidad de éxito? Con un hombre del temple de Gordo, el proceso de discusión interior era inutil. Continuó. Picó de morro en dirección de las baterías que escupían sin descanso y viró hacia los tres SAM que subían en su búsqueda para pulverizarle. Continuó si picado, pasando entre los tres misiles supersónicos que le estaban directamente destinados y engañó sus espoletas de proximidad. Largó sus bombas directamente sobre una importante concentración de baterías que apagaron su fuego y perdieron todo interés hacia los aviones americanos que se aproximaban.

 

El comandante del dispositivo no había tenido tanta suerte; su aparato fue gravemente dañado al sobrevolar un nido de baterías en el sector del que era responsable. La mejor manera de empujar a los artilleros a revelar su posición, sin exponerse demasiado es particularmente dificil de determinar. El comandante lanzó el aviso para anunciar que había sido tocado y Gordo dedicó inmediatamente toda su atención sobre la protección del camarada en apuro. Mientras que el comandante se esforzaba en retomar el control de su aparato y de buscar una altitud salvadora , las dificultades a las que hacía frentese debían aún agravar en razon de la presencia de MiG 21 en espera en el sector, con la esperanza de atrapar a algín retrasado. Vieron enseguida al avión herido. El MiG-21 de cabeza se lanzó al ataque del Thud visiblemente dañado. Gordo no necesitó más que unos segundos para localizar el avión de su comandante en peleigro y en darse cuenta de su posición vulnerable.

 

El comandante no podía maniobrar; apenas podía mantenerse en el aire y dedicaba todo su esfuerzo en permanecer en el aire, ganar altura y alejarse en la esperanza de encontrarse en un sector más favorable por si se veía obligado a saltar. Subiendo, penetró todavía más profundamente en un altitud en las que las performances de los MiG eran superiores a las de los Thud. Pero como sucedía tan a menudo en el Norte, no tenía elección. Obligado a evolucionar más lentamente de lo que hubiera deseado limitó sus maniobras al mínimo. Gordo localizó la formación de los MiG, encendió la post-combustión y se lanzó sin pensar a la pelea. Los que seguían tuvieron consciencia de la situación y hubieran llegado al rescate si la distancia y la velocidad no les hubieran condenado al rol de simples espectadores. A toda prisa avisaron a Gordo de la presencia de otros dos MiG 21 - habaiendo comprendido que se aprestaba a volar en socorro del F-105, los aparatos enemigos se lanzaron en su persecución.

 

Los Mig tenían todas las ventajas, tanto del número como de la altitud y la maniobrabilidad. Gordo no tenía casi probabilidades de sosbrevivir a la maniobra de tijera en la que se hallaba atrapado. Estuvo perfectamente en su derecho de romper el combate. De hecho, si proseguía su acción, se arriesgaba mucho de ver misiles de cabezas buscadoras enfilarse en dirección a su tobera. Pero Gordo acusó tranquilamente recepción de las advertencias y continuó acelerando para ayudar a su camarada en dificultad. Como el MiG de cabeza debía maniobrar y frenar para ponerse en posición favorable para acabar con el avión dañado, Gordo logró aproximarse a la popa del Mig, y desde que estuvo a buena distancia, lanzó una rafaga del cañón Vulcan. Sus dos perseguidores llegaban rápidamente a tiro de misiles pero, el piloto de cabeza de los Migs no estaba tan motivado como Gordo y, cuando los preyectiles de 20 mm crepitaron a su alrededor, prefirió romper el combate y se eclipsó. Esto colocaba la posición de Gordo un poco menos crítica, pero le dejaba en disputa con dos aparatos extremadamente maniobreros detrás de ély en posición de tiro. Lanzó su avión en una serie de maniobras evasivas brutales que todavía hoy en día es incapaz de describir. Solo Dios sabe cuales fueron sus evoluciones y las exigencias a que sometió a su aparato, pero lograron desalentar a sus perseguidores y el tiro de estos falló a la vez tanto sobre su Thud como sobre el avión dañado del comandante. Los Migs comprendieron enseguida que la partida les venía grande; rompieron el combate antes de que este furibundo no les hiciese cualquier locura arriesgando comprometer su situación y la de su santuario. Una vez liberado, Gordo pasó a invertido, divisó al avión dañado detrás y por debajo de él, enderezó y se fue a colocar cen posición de alero a fin de escoltar el Thud del comandante fuera de la zona de fuego hasta la base

 

 

 

(Con las aventuras de un subordinado del cnel. Broughton acabo por esta noche. Elegiré, para ir acabando, fragmentos escogidos y/o novedosos en lo posible)

 

Saludos

Link to comment
Share on other sites

bueno noche, porque si los de allende el charco se tomaran la molestia de mirar la hora en España de mis mensajes...

 

Vamos Jenisais :blink: , que no somos abusadores...si sabemos que trasnochas para compartir estas páginas, lo que pasa es que, cuales niños frente a unas golosinas, nos impacientamos si te demoras en darnoslas, jajajaja :lol: .

Gracias, hombre y dobles gracias pues se valora que lo que te motiva, es simplemente el placer de compartir. (algo no muy común en este mundo , no? ;) )

Y vamos!, vamos!!!... a traducir!!! :icon_mrgreen:

Link to comment
Share on other sites

[...] y por la estupenda foto del Scout Bomber Douglas de tu "Contenido": Sí, es uno de mis aviones preferidos. [...]

 

Entonces, no puedo mas que facilitarte la fotografía original: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/comm...and%2C_1943.jpg además de un diagrama que he localizado del SBD5: http://airwar.ru/image/idop/sww2/sbd/sbd-2.gif

 

Gracias por el nuevo capítulo!

 

Por cierto, si deseas que te explique esas cosas, nada mas que avises y te lo explico encantado.

 

Saludos

Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

 

(Proseguimos en el Sudeste Asiático. Tras un día de asueto y dos noches fallidas intentando trasmitir lo traducido. Menudo cabr... llevo encima. No solo no podía enviarlo sino que se me borró... todo. Como no tenéis ninguna culpa, vuelvo a empezar otra vez ( me lo sé de memoria <_<)

 

(Empezamos capº nuevo: otro subordinado del cnel. y sus cuitas. A lo primero tiene poca acción pero sí mucha enjundia. Sirve, y muy bien, para reflejar el trasfondo de la vida interna de una Escuadra de caza (caza-bombardeo diría yo) en una base "secreta" en la entonces neutral Tailandia. Y fotografía fielmente la idiosincrasia del autor, ver si no el final del 5º párrafo... y siguientes)

 

 

 

El momento en que se decidió tomar medidas tardías e incluso vacilantes para intensificar los ataques llevados a cabo contra el complejo siderúrgico de Thai Nguyen, coincidió con una noticia que atañía a mi amigo Geeno. Supo que a su vuelta a los EEUU, sería destinado a la información. A pesar de que Geeno fue uno de nuestros comandantes de escuadrilla mas arrojados, que se entregaba a fondo en cada misión.

 

(...)

 

Un sábado por la mañana, durante la conferencia de las instrucciones de vuelo, Geeno fue designado como Comandante de misión, a la vez de un escuadron de Korat (ver mapa: la otra base "secreta" en Tailandia, gemela a Takhli, la de Broughton) y uno de los nuestros para ir a bombardear el depósito ferroviario de Thai Nguyen que aprovisionaba a la acería. Se trataba de una instalación importante, y por lo tanto, los vietnamitas nos harían pagar el precio máximo cuando ataacaramos ese sector. Disponían a la vez de baterías AA suficientes para proteger ambos objetivos. Siendo dos objetivos yuxtapuestos a defender, los misiles suelo-aire SAM y los Migs se beneficiaban de una cobertura común de defensa. Las rampas de lanzamiento estaaban instaladas de forma de cubrir la aproximación a Thai Nguyen cualquiera que fuera nuestro angulo de penetración. Se aprovechaban del entrenamiento exhaustivo que les había aportado nuestros itinerarios habituales atravesando la línea de las Crestas. Sabiendo que evitaríamos los santuarios de MiG de Phuc Yen y Kep, así como los círculos magicos que rodeaban Hanaoi y Haiphong, tenían la posibilidad de espiarnos a lo largo de todo el trayecto y de dedicarnos los SAM desde que los radares y los ordenadores de las rampas de lanzaamiento indicaaran condiciones favorables.

 

Yo me he extrañado a menudo de la falta de éxito de los MiG. Conozco bien los aviones de caza y los tres años que mandé la famosa patrulla acrobática de los USA, los Thunderbirds. He combatido contra los MiGs en dos guerras -ya sean declaradas, reconocidas, populares o no - y no he tenido la ocasión de constatar que los pilotos de MiG que hemos enfrentado hasta aquí hayan dado muestra de toda la habilidad querida y hayan extraído la quintaesencia del material que les había sido confiado. Ruego al lector que recuerde que expreso solamente una opinión de profesional. Declaro simplemente que los pilotos de MiG 21 podrían hacernos picadillo si harían convenientemente su trabajo.

 

Les falta clase mientras que a la vez nuestros muchachos son a la vez competentes y llenos de mordiente. Esa es toda la diferencia. Yo he tenido a varios de estos pilotos tras de míen momento en que disponían de mejores aparatos, pudiendo ir más rápido, virar mejor y capaces de aceleraciones increíbles. Me pasó de encontrarme en la proporción de dos contra dieciséis, lo que es bastante serio. En este caso me han perseguido durante veintitres minutos, lapso de tiempo casi unicopara un combate de caza, incluso en el inicio de la guerra de Corea como fue el caso. No me causaron el menor rasguño, únicamente porque sus proyectiles no hubieran acertado con una vaca en un pasillo. Les ví colocarse en mi cola escupiendo obuses trazadores rojos. Si sus cañones hubieran estado bien reglados con los visores, me hubieran abatido, sin ninguna clase de duda. Me desgañito en proclamar que no nos hemos medido nunca a pilotos de MiG verdaderamente expertos, pero no he logrado hacerme entender.

 

Pero los acontecimientos a los cuales Geeno devía enfrentarse se desarrollaban a otro nivel. SAM, MiG y defensas AA estaba prestas a recibirle en esta siniestra mañana en que puso rumbo al norte por última vez - y él sabía que era esperado. Igual que los otros pilotos de Thud, no subestimaba nunca las fuerzas puestas en su contra. De todas formas raros eran los que flaqueaban ante el muro de acero que los acogía. No hubo más que cuatro quwe no pudieron dar la talla, cuatro solamente que se dejaron dominar por el miedo y se vieron infligir la más severa derrota que un hombre pueda sufrir - la capitulación ante la cobardía, la huída ante el enemigo mientras que sus camaradas continuaban corriendo el riesgo de morir o de pudrirse en prisión a fin de preservar a los cobardes el derecho sacrosanto de faltar a su deber hacia sus hermanos de armas, y esto, en total impunidad. Este estado de cosas es lamentable y nuestro sistema se equivoca de tolerarlo. Que se intente de cambiarlo si se puede; cada vez que lo he intentado, no he logrado más que repulsas. Cualesquiera que sea la órden, el soldado que falta a su deber ante el fuego enemigo es un miserable al que los remordimientos ahogarán.

 

Es imposible de prever qué individuos corren el riesgo de cometer la imperdonable fechoría consistente en flaquear en acción. Nuestros cuatro hombres pertenecían a diferentes tipos. Uno de ellos era piloto de caza de carrera desde hace varios años; adoraba los viajes, la aventura y el gusanillo de la aventura que le aportaba el ejército del aire en tiempo de paz. Amaba su avión y estaba orgulloso de las proezas logradas con su aparato durante las sesiones de entrenamaientoencima de los campos de tiro. Pero cuando la presión de los acontecimientos le obligó a encontrase frente a aviones que replicaban con fuego, otros que explotaban, ante hombres que morían , se arrastró sobre el vientre y mancilló su imágen de hombre capitulando ante el miedo . Otro había servido en los bombarderos del SAC; se encontró inmerso en un plan de reconversión y destinado a nuestros aparatos de caza. Estaba fuera de su elemento, casi tanto como los pobres tipos que se pudrían en las cárceles de Hanoi desde hacía más de dos años. Arrojó la esponja diciendo. "No puedo más". Hasta allí había creído desgraciadamente en la divisa del Strategic Air Command: "La Paz en nuestra profesión" y se reveló incapaz de comprender que nuestra profesión es la guerra - como por otra parte lo habían hecho la mayor parte de sus camaradas salidos de las escuadrillas de bombarderos. Nuestro tercer fracaso fue un teniente que se quebró incluso antes, mientras que nadie disparaba contra él. Hubiera tenido que haberlo descubierto desde ese instante, pero no hicieron falta más que algunos miserables obuses de 37 mm que además explotaron a una buena distancia para desenmascara a este habil farsante en uniforme. Declaró que prefería ser oficial de servicio en el suelo durante el período de hostilidades y, segun mis últimas noticias, parece que lo logró.

 

El cuarto era el peor. Llevaba el anillo de los titulados de la Marina USA de Annapolis. Siempre he estimado la habilidad de la que dan prueba los de la Marina, pero que no hayan descubierto las maniobras de este payaso en los últimos diez años y que le permiitieran ser trasferido a la US Air Force y a nosotros, es algo que me supera. Fue el peor de todos en el sentido de que había demostrado sus aptitudes para desempeñar su tarea en combate. Nos abandonó en plena ruta en el momento en el que nos habría podido ser realmente útil. Adujo, entre otros, fobia de la altura, después de diez años de experiencia siendo pilot de avión a reacción.Se estudió todos los reglamentos, los manuales de psiquiatría y supo sacarles el máximo rendimiento. Cuando todo lo demás se le desmontó, logró hacerse evacuar alegando surmenaje.Su conducta fue, por sí misma, una vergüenza para todo el ejército del aire.

 

Se puede imaginar que Geeno tenía miedo despegando en la media luz que precede al alba? Probablemente. Todo hombre que ignora el miedo es un incosciente. Es perfectamente plausible y además una experiencia enriquecedora el trasformar este miedo en valor dinámico y en determinación Geeno sabía lo que se esperaba de él. Debía conducir dos escuadras completas de F-105 por encima de uno de los objetivos más temibles del Norte mientras que él personalmente y suas tres aleros tenían por labor la supresión de la defensa antiaérea con el fin de permitir a la primera oleada de bombardear el blanco.

 

Cuando se conducen dos escuadras pertenecientes a bases diferentes y además tiene que destruir las defensas antiaéreas, lo que le obliga a llegar el primero a la zona del objetivo y ser el último en partir, no se puede impedir estar aplastado por la responsabilidad que te incumbe. En esta misión más que en ninguna otra, swe tiene la conciencia del hecho de que toda la operación, así como la vida de los compañeros de la tribu, reposa sobre tí. El éxito o el fracaso del asalto depende de tí. Por muy minuciosamente que se hayan hecho los planes, y por muy importante que haya sido el número de expertos en el suelo para dar consejos que no han tenido nunca ocasión de experimentar, ahora te toca a tí. Eres tú el que dirige la maniobra mientras que hombres y aparatos ganan el extremo de la pista y se esfuerzan en despegar en buen órden. El encendido del reactor es la señal absoluta de que no hay marcha atrás destinada a todos los concernidos. "O.K., ya está, vamos allá", y la medida de confianza, de calma y de competencia que emanan de tu voz es más importante de lo que se pueda creer para los resultados de la misión e incluso para la supervivencia de los pilotos que tenemos a nuestro cargo.

 

Este aspecto de la cuestión me vino a la mente con claridad con ocasión de una discusión con uno de nuestros médicos que se ocupaba de un caso de fobia potencial del vuelo. En realidad, el piloto sentía este miedo, y parecía que a cada misión él se exponía a ver acrecentarse su temor. Pero era un tipo bien que apelaba a cada onza de inteligencia y de fuerza interior de la que disponía, y aunque yo estaba persuaduido (el coronel Broughton) de que no llegará nunca a vencer su miedo, él lo controla y realiza su misión. Esforzándose en venir en ayuda del hombre en cuestión, el médico evocaba las emociones de los pilotos que debían afrontar cotidianamente la pérdida de uno de sus camaradas de combate, y remarcaba que todos los seres dotados de razón sentían miedo.

"Crees que los coroneles que mandan esta formación no tienen miedo?" preguntó el médico al hombre al que intentaba reconfortar.

"Quiere Vd. decir que ellos también tienen todavía miedo?" se extrañó el muy joven piloto.

 

A final, solo cuenta la manera en que se reacciona respecto a su emoción.

 

Desde la víspera por la noche, Geeno había tomado conciencia de las responsabilidades que le incumbirían durante esta misión del sábado por la mañana. Cuando las órdenes llegaban, cada uno se apasionaba por el rol que le habían seleccionado. En una formación tal como la nuestra en la que los jefes tomaban parte en los combates, era preciso siempre que el patrón formara parte de la primera misión prevista pra el día siguiente. Así el patrón tomaba sus decisiones según los efectivos disponibles y elegía la hora de su misión. Las cosas eran lo que eran, despertarse a las 2 de la mañana no era nada apreciado por aquellos de entre nosotros que pertenecían al mando. Es sin embargo maravilloso despegar en el momento en que el sol se levanta; se tiene la impresión de estar bien resuelto para esta nueva jornada, de ser dueño de la situacióny se piensa que todo irá bien. Se experimenta también un sentimiento de plenitud cuando todo empieza pronto, antes de que la mayor parte de los hombres estén levantados, sabiendo que a esta hora matinal se ha cumplido ya con su tarea. Está uno derrengado, hasta tal punto que la fatiga es dolorosa. Los oficiales de servicio que han pasado la mayor parte de la noche estableciendo los planes de vuelo tienen la posibilidad de lograr algunas horas de reposo, pero los jefes tienen siempre que ocuparse de los detalles y, antes incluso de que se hayan dado cuenta, han realizado una doble jornada de trabajo. Cada uno de nosotros había pasado por estas series de salidas permanentes al alba y nosotros estábamos todos agotados por esta causa.

 

Así pues, este viernes por la tarde, después de que el comandante de escuadra y yo mismo fuimos recusados (apartados), la misión le cayó a Geeno, tercer oficial de la escuadra en órden jerárquico.

Inmediatamente después de la conferencia de la noche, reunió a sus comandantes de escuadrilla y de escuadrones así como a los oficiales encargados de los planos en la sala de briefing. Todos se pusieron a estudiar los innumerables detalles indispensables en vistas a escoger y establecer el rumbo del dia siguiente por la mañana. La entrada y la salida de la zona del objetivo fueron cuidadosamente examinados y, cuando el comandante de la misión se declaró satisfecho de su plan de acción, conservó cerca de él a un piloto de cada una de las patrullas que debían participar en la misión con el fin de preparar planos e instrucciones que distribuirían a sus camarados de vuelo. Esta reunión fue relativamente breve pues casi todos conocían perfectamente la zona y este objetivo. No había casi libertad de elección en cuanto a la ruta y nada nuevo que decir sobre las defensas del sector. Las baterías enemigas estaban siempre en su sitio como cada uno tendría ocasión de constatar desde el día siguiente por la mañana. Después de haber puesto a trabajar a los pilotos de los que estaba encargado, Geeno no tenía más que asegurarse de que él conocía perfectamente la ruta escogida así como los detalles de la maniobra y la manera en la que conduciría la misión del día siguiente.

 

 

 

 

 

(Dejo la cosa así. A punto de empezar la cojo-misión. Disculpas por el suspense, pero así nos centramos solo en el ataque. Promete)

 

Saludos

Link to comment
Share on other sites

Buenasss

 

(A ver si tengo fuerzas para acabar este capítulo. ¡¡¡ Las vacaciones agotan ¡¡¡

 

Sigo con lo de anoche. Me gustó porque las instrucciones que recibían las tripulaciones por boca de sus jefes eran precisas y minuciosas ( a pesar de que los actores casi ninguno era novel). Y eso nos coloca a los lectores como si fuéramos los espectadores de un documental. Recobremos, pues, el clímax de ayer.

Tras un escueto punto y aparte)

 

 

 

 

Al día siguiente por la mañana, las cosas no se presentaron muy bien. La primera dificultad residía en el número insuficiente de aparatos para poner en línea. Después de bien de discusiones con el oficial mecánico y los cambios de último minuto, designaciones y números de identificación de las patrullas, pilotos y cargas de bombas se pusieron en su sitio. Es particularmente importante que todas las disposiciones previstas sean respetadas y que cada unidad opere por elementos de cuatro. Los servicios de mantenimiento están siempre encima a fin de que estos monstruos, a veces recalcitrantes, estén en estado de participar en la misión sin el menor fallo de su multitud de dispositivos y sistemas. Si no lo lograran (los de mantenimiento) lo que pasaba raramente incluso en la peores condiciones, el resultado sería más grave que si el despegue se hiciera con uno o dos aparatos menos o que un asalto fuera efectuado con un cargamento de bombas inferior al que estaba previsto. La misión quedaría comprometida porque una o dos unidades no se beneficiarían de su autonomía, no pudiendo aportarse la cobertura mútua que no es posible más que cuandos los aparatos vuelan por parejas. Faltaría, tanto en el plano ofensivo que defensivo, un par de ojos y una combinación hombre-máquina perfectamente insertos en el puzle de apoyo. La unidad a la que un avión falta se convierte automáticamente en una patrulla compuesta de dos aviones más un rezagado, y Thai Nguyen no era precisamente un lugar propicio para los rezagados.

 

El zafarrancho de antes del alba obtuvo los resultados previstos y finalmente la formación despegó con los efectivos completos. Como estaba previsto, Geenoencontró mal tiempo en el reavituallamiento, pero maniobró con brío y sus aparatos al completodejaron al avión cisterna para poner rumbo hacia la línea de las Crestas de la Muerte. Aproximándose a la zona del objetivo, constató que las condiciones atmósféricas no mejoraban y amenazaban de comprometer la misión. Bancos de nubes dispersas recubrían el valle del Rio Rojo. Aunque tales nubosidades no fueran muy dificiles de perforar, obligaban a cambiar de forma considerable la táctica a utilizar contra las defensas y modifican el trayecto haacia el objetivo. Que se elija permanecer por encima de la capa, de pasar por debajo o de disimularse dentro, plantea problemas suplementarios.

 

Si se mantiene la marcha hacia el objetivo por encima de las nubes, se puede vigilar los ataques de los MiGs, pero sin beneficiarse de la vista del suelo que permite verificar su rumbo. Además, tampoco estamos en medida de localizar las salidas de SAM que levantan una nube de polvo durante su lanzamiento. Si no ves a los misiles al principio de su ascensión, cuando aún son relativamente lentos y buscna todavía establecer su trayectoria guiada de persecución a la vez que aceleran, se puede decir que las cosas se presentan mal; en efecto, cuando rompen la capa nubosa a plena velocidad y caen sobre nosotros, no hay muchas posibilidades de evitarles. Si se evoluciona por debajo de las nubes, se distingue mejor el lanzamiento de los SAM y la navegación es más segura, pero se ofrece a los lanzadores de misiles y a los sirvientes de las baterías AA AA una silueta perfecta que se aprecia limpiamente contra la capa nubosa dando la altitud exacta en la que vuela el avión. Si se deciende muy bajo por debajo de las nubes, el consumo de carburante sube y se está más expuesto a las armas automáticas de pequeño calibre. El único espacio que queda es el de dentro justo de la nubosidad. Conducir una importante formación de aparatos pesadamente cargados, sin visibilidad, en medio de turbulencias, sobrevolando una región cuyos defensores no dudaban hacer fuego con todas su armas y lanzar sus SAM hacia las nubes si su radar indicaba la presencia de un enemigo, sin tener en cuenta el gastos de munición. Todos los que se contraron un día sin darse cuenta en esta situación del juego del escondite darían cualquier cosa por no repetir la experiencia.

 

 

Geeno comenzaaba su descenso progresivo hasta una altura que le colocópor debajo del techo, lo que parecía un mal menor en las condiciones presentes, cuando cohetes SAM contribuyeron a acelerar a la vez su decisión y su pérdida de altitud. Tres SAM, como tres largos postes telegráficos de color blancuzco, se diirigían directo sobre la patrulla de cabeza. Maniifiestamente acababan su trayectoria de equilibrio lento y, cuanto más iban a acelerar, más rápidamente debíamos reaccionar. Geeno estaba ya en contacto visual con el suelo, anunció los tres cohetes por el micro y zambulló a su patrulla hacia el suelo para pasar por debajo de los misiles. Agradeció estar prevenido y entrenado, porque los SAM se dirigen hacia tu avión, el viejo aflujo de adrenalina se dispara, las palmas de las manos se humedecen, y la voz se estrangula. Si se sufre de problemas cardiacos, algunos paseos por esta zona son suficientes para convencerte de que la bomba ( el corazón) es frágil...

El resto de la formación había sido alertado por la llamada de Geeno y los pilotos pudieron asistir desde una buena posición a una bella demostración de acrobacía aérea miestras que la patrulla líder evitaba los SAM antes de volver a poner rumbo al objetivo. En todo caso, ninguna duda podía quedar; la defensa estaba en pie de guerra esa mañana y, cuando ocurría esto a una tal distancia del blanco, no había que romperse la cabeza para comprender que el resto del trayecto estaría cuando menos sembrado de emboscadas. Visto así, no es malo toparse con una dificultad antes de sobrevolar el objetivo; parece ser como un estimulante antes de atacar el pedazo grande. Cuando se sale ganador de este primer envite, se experimenta un sentimiento de superioridad. Por contra esto no evita el charlotea en la radio y numerosos pilotos siente inmediatamente la necesidad de anunciar un gran número de noticias urgentes. Es por tanto, el instante peor escogido para saturar las frecuencias. Es necesario conservar la posibilidad de comunicar claro y rápido a fin de prevenir a las otras unidades de la posición y de las acciones de la defensa. Es diificil hacerse una idea de la cantidad de pilotos y aparatos perdidos simplemente porque algunos charlatanes han trasmitido llamadas inútiles que impidieron pasar una llamada urgente. Es un problema que exige la atención constante y no es raro verse obligado a atar en corto brutalmente conversaciones inútiles dando a un piloto orden de cerrar la boca bajo pena de sanción.

Por fortuna, las habladurías cesaron, si no Geeno en verdad nunca hubiera llegado hasta el objetivo. En este momento estaba resuelto a continuar su ruta bajo las nubes. Comenzó pues su cuenta atrás mieentras examinaba uno a uno los puntos de referencia anotados en su mapa por líneas gruesas de color rojo que anunciaban que en dos minutos el infierno se desencadenaría por encima de los depósitos ferroviarios. era el momento en que se querría que todo se dsarrollara despacio, con calmaa fin de efectuar una navegación perfecta y empezar el picado bajo el ángulo deseado. Pero aquella mañana, el cielo hostil estaba demasiado concurrido. La salida de una segunda salva de tres SAM proyectó nubes de polvo sobre sus sirvientes y los misiles apuntaron otra vez hacia la patrulla líder. Al diablo la navegación; era necesario evitar los SAM, si no los problemas de rumbo preciso serían irrisorios. Geeno alertó de nuevo a sus camaradas y les invitó a picar de nuevo tras él raseando el terreno a toda marcha. La maniobra cogió a contrapié a los misiles de alas cortas que se esforzaban en seguir las instrucciones de su telemando; dos entraron en barrena y cayeron mientras que el tercero se puso en trayectoria balística, acelerando continuamnete para acabar por explotar, él solo, al final de su loca carrera. Pero los SAM había obtenido un resultado: habían obligado a Geeno a tomar una decisión negativa en el momento preciso en el que no pensaba en otra cosa que en su táctica de ataque. Le obligó a escoger entre la destrucción de la instalación de misiles o continuar sobre el objetivo previsto.

En esta época, una rampa de misiles que se descubría constituía un blanco autorizado que nos gustaría destruir. Este objetivo se ofrecía a toda una escuadrilla cargada de bombas. Las tres columnas de polvo levantadas por el lanzamiento se elevaban indicando el emplazamiento de la rampa; estos indicadores no se disiparían más que trascurridos algunos minutos. Era un blanco magnífico, de los que sueñan los pilotos. Baterías de DCA debían proteger la instalación, otros misiles se encontraban probablemente sobre las rampas de lanzamiento y otras todavía en almacenaje, en las proximidades. Un pequeño vehículo de control estaba allí con sus antenas, justamente en el centro. Un lote de bombas podrían hacer un buen trabajo sobre este emplazamiento. Nadie hubiera criticado esta decisión, pero Geeno no podía olvidar que él mandaba el conjunto de la misión, que a él le incumbía la carga de conducir sus aparatos y los de otra escuadra hasta los siniestros nudos ferroviarios. Debía también atraer sobre él el fuego de las baterías que defendían el objetivo principal, esforzarse en reducir la piezas al silencio para que los que le seguían tuvieran la mejor ocasión para cumplir su misión. Sabía lo dificil de reformar las patrullas con todos esos aparatos tras las maniobras llevadas para desembarazarse de los SAM y luego atacar el blanco mayor en buena formación. El nudo ferroviario representaaba el objetivo principal para lo que había recibiido instrucciones precisas y que deseab tanto ver destruído con el fin de no tener que volver. La decisión fue instantánea y automatica. Geeno condujo sus aparatos a 600 nudos en dirección del del nudo ferroviario que se adivinaba ya a lo lejos.

 

Yo me encontré con una situación análoga, casi en la misma época, después de haber recibido por misión aniquilar las baterías antiaéreas. La defensa de este sector se reveló en particular virulenta y mi rumbo me hizo sobrevolar el sacrosantos aerodromo de Phuc Yen, todavía prohibido. En el momento en que llegaba vi cuatro MiG 21 en el borde de la pista , prestos a despegar para atacar a los aviones que me seguían. Bien entendido, eran tabú en tanto que sus ruedas no se despegaran del suelo, pero yo disponía de armas que causarían daños dificiles de identificar y hubiera sido un regalo destruir los cuatro aviones de una tacada. Aceleré a fondo para atacar a las baterías. Como previsto los MiG despegaron, recogieron su tren de aterrizaje, efectuaron un viraje de 180º y trabaron combate con la patrulla que me seguía. Todos los MiGs fueron derribados en segundos.

 

 

 

 

(Pues no, esto es más largo de la previsto. Como creo recodar dice Racoon: estoy raja. Pero prometido mañana acabo capítulo)

 

Saludos

Link to comment
Share on other sites

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Reply to this topic...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.


×
×
  • Create New...

Important Information

Some pretty cookies are used in this website