Una noche, hace ya muchos años, Mikoyan y Gurevich volvían borrachos después de una fiesta en el Kremlin, y Gurevich le dijo a Mikoyan, que estaba que se caía por el alcohol:
—Oye Miki, a qué no tienes cojones de diseñar un interceptor en este papel con este lápiz, en la nieve, y antes de llegar a casa.
—Pues no puedo Guri, tengo una cogorza de tres pares. No puedo ni trazar una línea ahora. —Guri asintió sonriente, y respondió:
—Ya veo. No tienes cojones. ¡Gallina! ¡Eres un gallina! —Miki miró con cara desafiante a Guri, mientras se metía otro trago de vodka en el gaznate, le arrancó el papel en blanco y el lápiz a Guri, y dijo:
—¡Trae acá ese puto papel!
Un año más tarde el primer prototipo del MiG-21 hacía su debut en la Plaza Roja de Moscú.
Ahora ya sabéis la historia. Pero no la contéis, o tendría que mataros.