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Ante el creciente ataque realizado por ondas vudú de procedencia gafe, hemos decidido cancelar la misión aérea.
En su lugar, todos los pilotos vamos a poner dinero de nuestro bolsillo para enviar a Radges de vacaciones a Seosan portando una cámara fotográfica. Es de suponer que todas las fotos que tome nuestro hamijo salgan veladas y que las tarjetas de memoria queden atascadas dentro de la cámara y se rompan al intentar sacarlas, pero el objetivo secreto es que nuestro infiltrado vaya acariciando todos los buques y vehículos militares que encuentre por la zona.
Invariablemente, estos elementos colapsarán y quedarán reducidos a cenizas en los 15 minutos siguientes al "roce de la muerte" producido por nuestro espía, con lo que conseguiremos el mismo efecto que tras una misión de ataque combinado aereo.
La dificultad añadida se encuentra en la realización previa de los trajes con 512 patas de conejo cada uno que debemos confeccionar para dotar a cada tripulante del habion que llevara a su destino a nuestro infiltrado y que se vea libre de todas estas "ondas gafez"
Señor Radges, tambien conocido como Ragdes, preséntese en las oficinas para el briefing previo. Las encontrará facilmente. Son las de paredes de plomo con ristras de ajos colgando.