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Libro "Pilotos de Combate"


jenisais

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Buenasss

 

(Veo que las anotaciones en sus Carnetsfluctuan de mes a mes. Estando en aerodromo de lo más activo, inmerso siempre en operaciones de talante ofensivo, treinta días son mucho tiempo para mantener vvas las anotaciones, que siguiendo a las salidas, casi serían diarias. A favor de Mouchotte juega una memoria privilegiada, casi locativa. Y se nota que ha tenido responsabilidades de mando anteriormente. Leamos de nuevo de su capacidad de análisis, la marcha de este 341 Sqn. (free french) de la RAF en el rompeolas que se supone es Biggin Hill, hogar de Escuadrones de mucho prestigio, durante esta segunda quincena de abril y la primera de mayo de 1943.)

 

 

 

 

Reflejar los acontecimientos de esta última semana, describirlos con todos sus detalles y este color de actualidad que les harían tan "excitantes" para todos nosotros, me ocuparía un tiempo que no tengo, me exigiría sobre todo cualidades de escritor que estoy lejos de poseer.

 

Esbozo, pues, rápidamente, mencionando que, persistiendo el buen tiempo, continuamos haciendo operaciones de barrido con una media de una o dos por día. Además, en el Mando que las establece y nos las impone parecen convertirse cada día más y más audaces. Nunca habíamos ido tan lejos con tan poco combustible, y la perspectiva de un combate aéreo que pudiera prolongarse nos dejaría como única consecuencia un baño en pleno mar del Norte... Un día, vamos a Amberes a acompañar bombarderos americanos; al día siguiente es a Coutrai; enseguida, es a Meaulte, cerca de Albert, en pleno Somme; justo ayer, partiendo de Cornwall, tuvimos que visitar la Bretaña, por encima de esa ciudad tan preciosa como Morlaix. ¡Cuánta agua¡ ¡Qué cantidad de agua a atravesar¡

 

Preparaba, con motivo del bautismo de mi grupo, la organización de un gran baile, merced a la generosidad de nuestra madrina la SrªIda Rubeinstein. Eso me llevó mucho tiempo, sobre todo en razón de las dificultades de guerra, de encontrar ginebra, whisky, etc. además de presentar un buffet apropiado alrededor del cual unas trescientas cincuenta personas deberían venir a calmar su sed y su apetito. El Hall de uno de los más distinguidos hoteles de Londres me sirvió de marco apropiado, mientras que me proponía invitar a un distinguido ramillete de personalidades célebres, a saber el Ministro del Aire, su esposa e hija Catherine, el Jefe del Mando de Cazas, el Air Marshall comandante del II Grupo, el general De Gaulle, etc... Algunas otras invitaciones fueron enviadas: Oficiales del Ministerio del Aire, nuestro general Valin, el general francés d'Astier de la Vigerie, el gral. Bouscat enviado por Giraud, una decena de Embajadores extranjeros; casi todos los oficiales del Estado Mayor y del HQ del Aire, algunas personalidades del Comité Nal. Francés (de la Francia Libre), y alguno más que se me olvida. Ya antes de la fiesta, su solo anuncio había tenido ya bastante eco, pues no se veían en Londres bailes de una tal envergadura y con tanto chic. Pues era exactamente lo que me hacía falta para "lanzar" al Grupo Alsacia en la socidad londinense... ¡a falta de victorias¡ Nunca quise sumar todos estos datos que bailaban en mi cabeza, tanto miedo tenía de ser fulminado a la vista de todo lo que habría que contemplar como coste final. ¡Pobre querida madrina¡

 

El conjunto que conformaba la estación aérea de Biggin Hill a la que pertenecemos , detenta el número más grande de aviones enemigos destruídos por escuadrillas despegando de su terreno. Existe una competencia entre las estaciones del Comando de Caza, y es precisamente Biggin Hill que va en cabeza con la cifra de 995. Estaba previsto desde hacía tiempo que el día en que "Biggin Hill lograra su nº 1000", sería testigo de fastuosas fiestas y celebraciones. Desde cerca de un mes, funciona una especie de "comité festero".

 

El 10 de mayo de 1943, un piloto del Sqn. 611, que trabaja con nosostros, derriba del alemán nº 996. Los espíritus empiezan a calentarse. El 14 de mayo, vamos a Bélgica, en Courtrai nos vimos enganchados con los Fw-190; yo ataco a dos de ellos, pero no pudiéndome aproximar a menos de 350 m. en picado vertical, a pesar de la terrible velocidad alcanzada, 540 millas, juzgué preferible economizar mis municiones y subir a reunirme con mi Squadron. Durante ese tiempo, Martel, como consecuencia de otro "dogfight", se encuentra de pronto aislado, remontando como una flecha hacia lo que él cree son tres Spitfires, cuando, bajo su vientre, descubre unas cruces negras. Dispara y ve explotar y desintegrarse en el aire a uno de ellos. Los otros dos prefieren apartarse y huir... ¡Bien hecho, Christian¡ He aquí la primera victoria del Squadron, con la que se coloca Biggin Hill en un total de 997... Los círculos de pilotos se agitan ruidosamente.

 

Salimos esta tarde, 15 de mayo. Por la mañana, no hay "barridos". Pasamos la mañana deseando que nada venga a molestarnos e impedirnos nuestra preparación, adecentarnos, "ponernos guapos", etc...

 

¡Mala suerte¡ Despegue a las 16h, para una pequeña operación de apariencia inofensiva... Cada uno se prepara de muy mala gana. Salimos. Primero el vuelo a ras de las olas hasta ver la costa francesa, enseguida una ascensión trepidante que te corta la respiración, talmente desagradableque parece que te quedas con los pies en el aire. Se tiene la impresión que el ángulo de subida es tan agudo que si el motor se para de repente, sería la caída con la cola por delante. El controlador nos anuncia que "hay" enemigos, muchos enemigos. Comprobamos los contactos del colimador, asegurando, por mero reflejo, que el disparador está sin seguro ya... El Havre se desliza lentamente a nuestra izquierda; he aquí Trouville a 7.000 m.. Y, súbitmente, el lío. Gritos en la radio, el otro Squadron ataca; veo ya un paracaídas. Doy entonces órden de virar, proponiéndome ir en su ayuda colocándo con el sol a la espalda, para caer así más facilmente sobre la presa que se presentara.

 

Apenas había empezado a girar a la derecha, cuando una pequeña sombra se desliza bajo mi ala derecha. Basculo sobre el dorso, incluso antes de haberle podido identificar. Logro una velocidad terrible, dando al Spitfire toda su potencia. A la vez que pico detrás de ese alemán, pues ahora puedo ver brillar sus cruces negras, doy rápidamente órdenes por radio, para que mis fieles soldados protejan mi ataque. El otro continuaba su picado vertical hacia el suelo. "Tanto peor, yo pruebo"". La experiencia de la víspera me había mortificado demasiado... Aproximo lentamente la cabeza (al colimador), y tiro. La enorme distancia que nos separa me da pocas esperanzas. Pero lo que veo me deja atónito: una explosión violenta se produce en el fuselaje del Focke Wulf, seguida de una enorme llama; el avión se endereza hacia el cielo, luego estalla en pedazos, pareciendo desintegrarse en el aire, y es un milagro que pueda pasar sin sufrir daños mayores. La vuelta al aerodromo hubiera hecho palidecer de celos a las porteras de París. Nunca hubo radio más atiborrada de charloteos inútiles. Exultábamos todos, pues el Squadron Leader Charles, del 611 Sqn. había derribados dos, lo que hacía así la cifra total mágica de mil aviones enemigos abatidos por la Estación de Biggin Hill. Tras el aterrizaje, grave problema, consistente en saber quién, si Charles o yo mismo, había logrado el tercer derribo... Lo que yo afirmaba es haber visto el paracaídas que garantizaba la primera victoria del Sqn. Leader Charles, unos dos o tres minutos antes de que yo disparara al mío. Luego Charles había conseguido los suyos consecutivamente. Me recuerdo haber dicho nada más disparar: "Eh, chicos, yo también tengo otro". El Oficial del "Op. Room" confirmará, pues, que el nº 1000 me pertenece.

 

 

 

 

(Y con esta natural alegría de René Mouchotte, cerramos la traducción de esta noche. Y a pensar en la fiesta que se avecina. Conforme iba haciendo la traducción me iba acordando de que tengo "esas" fotos que se produjeron inmediatamente después de tomar tierra ambos vencedores. Tan solo queda "encontrarlas" y enviarlas a Rockofritz. Parece obvio que, previamente, con las cifras tan aproximadas al número 1000, hubiera en Biggin Hill un "retén" de máquinas fotográficas deseosas de retener ese momento histórico.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Acabamos anoche pensando todos en el fiestón que les esperaba. Pero por encima de esta celebración, digamos un poco terrenal, estaba, y es lo que pienso sentiría Mouchotte, no solo la satisfacción del deber cumplido, sino la constatación de que la 341 Alsacia, recuerdo totalmente compuesta por franceses libres, estaba a la altura de lo que se esperaba de ella. Había superado esa piedra de toque, que implícitamente le habían colocado las autoridades aeronáuticas de la RAF. Ahora ya eran "Socios de número" del elitista club de los Escuadrones de línea de la Royal Air Force... Y para siempre.

 

Pero es momento de dar rienda suelta a los componentes del Escuadrón Alsacia. Conviene tener en cuenta que la edad media de estos free french no superaba los 25 años. Y además estaban, como los emigrantes, en "tierra extraña". Dejemos, pues, a su patrón, el serio y circunspecto René Mouchote explicarnos esa celebración.)

 

 

 

 

Pero la maravillosa coincidencia de todo esto es que nuestra Fiesta estaba ya preparada y calculada, para esa misma noche... ¡Qué regalo para la celebración del bautismo del Escuadrón¡... Fue una fiesta magnífica, de las que casi ya no se ven hoy en día. Muchos personajes influyeentes, generales, etc... y cantidad de mujeres bonitas. Las ventanas abiertas desde el principio de la tarde daban al Park, y la suave temperatura de un fin espléndido de jornada de primavera permitía a las elegantes de exhibir su presencia ante los curiosos. Además, traje una orquesta británica (¡conseguida por los pelos¡), una segunda orquesta-cornemusa (gaita) francesa. Tuvo un éxito loco. Le cocktail gustó mucho también. Tuve que hacer, como pude, de "señora de la casa", pero a causa de mi éxito de pocas horas antes, más el hecho del asunto de los 1000 de Biggin Hill, hizo que tuviera que estrechar el doble de manos, poniendo en dura prueba a mi templada modestia. El escritor Joseph Kessel estaba allí; pensaba venir a pasar algunos días con nosotros. Un productor artístico célebre, algunas famosas estrellas inglesas, políticos, enviados militares de Giraud, periodistas, etc... Un conductor de la Radio Francesa incluso me anunció que tenía la intención de hablar del "Mil" la misma noche en la radio a las 2 de la madrugada... En resúmen, todo este mundo parecía divertirse y disfrutando de la reunión.

 

Tuve la satisfacción de escuchar de Pompei que me dijera que el Consejo de la Orden de la Liberación tenía a bien recibirme como Compañero. Estoy tremendamente orgulloso de obtener esta decoración, concedida a tan poca gente.

 

 

16 de mayo de 1943

 

Volvemos a nuestras operaciones de barrido, sin piedad para nuestra noche sin sueño. Despegue rápido, aterrizaje una hora y cuarto después en el extremo de la punta oeste de Cornualles. Tras el almuerzo, despegamos para acompañar a unos bombarderos sobre Morlaix. Cuatro horas y media de vuelo tras no haber dormido más que tres horas la noche anterior.

 

 

17 de mayo de 1943

 

Otra vez a Caen. El año pasado, dañé Un Messerschmitt 109 en Caen: anteayer, este Fw-190, otra vez en Caen. Hoy derribo aquí un Me-109.

 

Era mediodía. A unos 7.000 m. Como de costumbre el controlador nos anuncia alemanes por los alrededores. Más abajo, a 4.000 m., los bombarderos Boston, en dos grupos de seis, avanzan en formación cerrada y atravesando la costa pican directamente sobre su objetivo. A derecha e izquierda, superponiéndose a nosotros, cinco o seis escuadrillas de Spitfires les acompañan como perros pastor. Y entonces, de manera brutal, la batalla... Algunos virajes y los alemanes, en vuelo invertido, se nos escapan sin posiibilidad de poder seguirlos...

 

Algunos minutos más tarde, tras lograr reorganizar mi Sqn., logro ver detrás de nosostros a cuatro aviones sospechosos, que a lo primero tomo por Spits en razón de su forma de volar, absolutamente idéntica a nuestras formaciones. Sin embargo, doy la órden de ataque y cambio mi dispositivo. En efecto eran un grupo de alemanes, cubiertos, me dí cuenta demasiado tarde, por una sombrilla mucho más importante de colegas suyos. Se entabló un combate emocionante, que empiezo escogiendo a mi víctima, Pero justo en el momento en que le disparo mi primera ráfaga, desgraciadamente en deflexión horizontal, mi atención es captada por unos gritos: "¡Hola, Rojo uno¡, ¡hola Rojo uno¡, tengo un Messer en mi cola". Volví la cabeza para intentar localizar al pobre infortunado, fue suficiente para que mi presa escapara para siempre. Pero tuve la suerte de localizar inmediatamente a mi pobre pájaro enfermo. Y, siempre seguido de mi fiel Nº 2, volteo mi aparato, a través de una extraña sucesión de aviones compuesta de dos Spitfire girando desesperadamente seguidos a igual distancia por un 109 y dos Focke Wulf. Me abalanzo sobre el primero, mientras que los otros dos, al verme desaparecen picando en invertido. El Messerschmitt, viéndose perseguido también, abandona su caza y huye como puede conmigo detrás. (Supe tras el aterrizaje que los dos Fw-190 habían vuelto a ssubir para intentar ayuda a su líder, y, sin la presencia de ánimo de mi Nº 2, que les plantó cara dispersándoles, nos hubieran atacado, aprovechando que estábamos tan ocupados poniendo al alemán en nuestra mira... y probablmente nos hubieran abatido.)

 

Empecé a disparar al fugitivo una primera descarga desde una distancia de unos 250 m., sin observar más resultado que el descenso inopinado de su velocidad, teniendo que parar brúscamente mi motor para no sobrepasarle, mientras creía que iba a chocar con él. La ametralladora fotográfica da una impresión extraña, de corta que fue hecha la toma. Por mala fortuna, solo funcionó uno de mis cañones; resultado, cada vez que yo tiraba, mi Spitfire pivotaba a la derecha. Poca precisión. La tierra se me venía encima, puesto que picábamos verticalmente. A mi pesar, abandoné a mi presa que iba dejando un delgado hilo de humo de color negro. Siguiéndole con la mirada, le pude ver explotar en el suelo en medio de una bola de fuego. Este diablo de alemán no creía acabar la guerra tán rápido. Pensé, para endurecerme el corazón en todos nuestros desgraciados compatriotas que caen cada día bajo sus golpes. Suplico al cielo que me dé suficiente vida como aviador de caza para vengar, vengar por anticipado a toda esta joven generación francesa martirizada y hambrienta, que querría luchar, y a todos los que sufren en Francia, encadenados como esclavos...

 

 

 

 

(Mañana leeremos la que le esperaba a Mouchotte a su llegada a Biggin Hill. Repito que tiene que ver con las fotos que enviaré a Rockofrtiz. Todas consecuencia de los "Mil", del día 15 de mayo. Será toda una dura prueba para el cmte. del Grupo Alsacia. Pero todo sea por "lanzar" a nivel nacional a los pilotos de la FAFL (Fuerza Aérea de la Francia Libre)

 

Saludos

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Buenasss

 

(De una forma pormenorizada, como era su costumbre, el Comandante René Mouchotte desgrana la, para él, desgracia en forma de periodistas, a los que teme más que unos de esos barridos mañaneros que están empezando a minarle la salud. Pero dejemos que sea el mismo patron del 341 Sqn. Alsacia el que empiece a purgar su éxito en la sociedad y en el cielo.)

 

 

 

 

Lo que me esperaba al volver a Biggin Hill era pura y simplemente pagar ese momento de orgullo que involuntariamente había anidado en mí: la noticia de este nuevo éxito había llegado a Biggin Hill incluso antes de nuestra vuelta al aerodromo. Una treintena de periodistas, llegados en ocasión del los "Mil," nos aguardaban con las plumas bien afiladas... Retirada estratégica a mi oficina, donde pude saber que el Grupo Alsacia se había distinguido brillantemente, ya que Boudier y Bouguen también habían derribado un alemán cada uno. Una pérdida a deplorar, por desgracia el jóven sargento Bourgès, al que un testigo ha visto saltar en paracaídas. Tres por uno...

 

Me escapo a comer. Me llaman al teléfono. Me huelo la faena y hago decir que me encuentro ausente. Incapaces de encontrarme, el altavoz del campo se desgañita reclamándome por dos veces. No tengo escapatoria, debo dar la cara. Me vuelvo al "Intelligence Room", donde, pacientemente, mordiendo sus lapiceros, los periodistas esperaban a su víctima. Dos encantadoras jóvenes se distinguieron como las más encarnizadas. A la salida, fotógrafos ansiosos nos asaetearon sin piedad. Yo estaba acompañado por "Sailor" Malan, y Alan Deere, máximas autoridades de Biggin Hill, y cómo no, por Jack Charles, Sqn. Líder del 611 Sqn. Por fin, inocentemente, creí que con esto acababa la sesión y me aprestaba a volver al Mess, cuando Malan me tomó por el brazo: "René, es el precio del éxito; ahora toca a los del cine, y me temo que vas a tener que decir algunas palabras...". ¡Era el colmo¡ Todo eso causado por un pobre alemán que había tenido la mala pata de colocarse delante de mi colimador...

 

Durante más de una hora, tuvimos que hacer de astros cinematográficos, articular frases estúpidas, repetirlas sin descanso, pues cada vez había alguna cosa que salía mal. Tuve que estrechar la mano al Sqn. líder Charles al menos unas diez veces, cada vez de una forma mas teatral. Y repetir como un loro: "Sí, lo compartimos (el milésimo). Pienso que esto será lo mejor."

 

Y luego tocó el turno a la radio, la BBC. Tuve que improvisar una vez más y volver a contar nuestras breves batallas, para acabar repitiendo la comedia de. "Vamos a compartir el milésimo deportivamente". A continuación simulamos y revivimos el combate y el famoso regreso hablando entre nosotros por la radio, como si nuestra conversación del otro día hubiera sido grabada en aquel momento, etc... Eso duró hasta la hora del té, momento en el cual fuimos dejados en libertad.

 

 

 

 

(Aunque haya sido breve por hoy, quería separar lo que fue estrictamente el show de la llegada a Biggin Hill, y la emboscada perfectamente preparada por lo que hoy, modernamente, llamamos "los media". Conociendo un poco a Mouchotte, y la docena de veces (mínimo) que he re-leído su libro (amén de multitud de citas acerca de él), modestamente puedo opinar acerca del tormento psico-físico que debió pasar en ese lapso de tiempo que se alargó de forma inmisericorde. Espero encontrarle mañana más recuperado, alegre y confiado en su futuro, y en lo que más le preocupaba siempre, el porvenir del Sqn. 341 (free french) como estandarte y representación de todos los pilotos franceses que formaban parte de la FAFL. En cuanto a él, Mouchotte, como había escrito en su "Testamento", mostrado al principio del capº, había hecho el don de su persona ya desde el inicio de la contienda.

 

Mañana acabaremos, lo escribo con pesar, este emotivo retrato personal de René Mouchotte.)

 

Saludos

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Del archivo de jenisais, algunas fotos del Comandante René Mouchotte

 

Mouchotte, René. Los Carnets, 1ª Edición, Flammarion, 1949. Es el libro que tengo. Uno de los favoritos de mi bcª

 

mouchotterenloscarnets1.jpg

 

Mouchotte. C. Mannsfeld, Holmes, Checketts, Jack Charles, M, S. Malan, Tte Michel Boudier FAFL. Biggin Hill, 1000 vict. 15-5-1943.

 

mouchottecmannsfeldholm.jpg

 

Mouchotte felicité par Jack Charles, 15-5-1943 par 1000 vict. Biggin Hill.

 

mouchottefelicitparjack.jpg

 

Mouchotte, René 1914-1943. En Inglaterra circa 1942

 

mouchotteren19141943eni.jpg

 

Mouchotte 3º por la izdª De Gaulle centro y Maridor último a la derª 30-10-1942 en Manston.

 

mouchotte3porlaizddegau.jpg

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Buenasss

 

(Como de costumbre, siento una cierta melancolía cada vez que acabo de subir un libro al Foro. Y en esta ocasión lo confirmo. Ha sido una obra querida por mí, y creo se habrá notado. Hacía tiempo que no encontraba un libro más adecuado para compartir con los Forero/lectores. Ha contenido todos los ingredientes que tanto nos gustan: Acción en el aire; aviones a tope, y unas biografías bien elegidas. Todo ello adobado con un amplio espectro de teatros de guerra para que todos los aficionados se sientan implicados. Y de la Primera Guerra Mundial hasta la guerra de Corea. Vamos, que ha dejado el listón muy alto para futuras actuaciones.

 

 

El capítulo que he traducido, y que termino esta noche, hace el número 20, de 21 que componen el libro. Recuerdo su título: "René", comandante del Grupo Alsacia, logra la victoria número 1000 de Biggin Hill. Solo decir que este capítulo es el compendio de todo el libro que en forma de Carnets, escribió Mouchotte. Lo que se agradece, dado que la mayoría de Forero/lectores no podrán hacerse con él, por diferentes razones entre no es la menor la dificultad del idioma. Si es así, aconsejo ampliar conocimiento sobre este esforzado del aire, en este medio que, seguro, domináis mejor que yo: el Internet. No quedáréis decepcionados.

 

El último capº, el 21, apenas contiene tres páginas, y su título es bien explícito: El sacrificio supremo.

 

Quedan aún los flecos del gran día. Veamos con qué modestia los reseña el comandante René Mouchotte. Como siempre, intentará desviar la atención de su persona, canalizándola hacia sus pilotos. Que, repite, se lo merecen todo.)

 

 

 

 

Recibo los días siguientes numerosos telegramas de felicitaciones, algunos verdaderamente conmovedores. Uno de ellos, dirigido al "Señor Comandante René", decía: "Nuestros más cordiales felicitaciones por su magnífico éxito. Con ternura. Familia Austin."

 

Recibido igualmente un muy hermoso telegrama de lady Sinclair: "Todas mis felicitaciones a Vd. personalmente y a su magnífica escuadrilla. Mi marido y yo estamos reconocidos desde el fondo de nuestros corazones de esta nueva demostración del espíritu combativo de Francia. Viva el "Alsacia". Marigold Sinclair."

 

Es inimaginable lo ávidos que son los ingleses de autógrafos. Me dí cuenta cuando tuve que responder a multitud de cartas de desconocidos, enviándome para dedicar mi foto sacada de la prensa.

 

 

Africa del Norte por fin está liberada... Millares de prisioneros, un botín enorme. Túnez en delirio. ¿Va a partir de ahí el próximo trampolín para el desembarco en el continente?

 

Duperier vuelve de América, donde ha efectudo una gira visitando escuelas de vuelo e industrias americanas. Le añado al Grupo, participará aquí en nuevas operaciones.

 

Las veladas, fiestas, comidas en celebración del famoso "Mil" se suceden. La última fiesta, aquí en el Mess, d urante la cual el Mariscal del Aire Saunders nos entregó al Sqn. L. Jack Charles y a míun cheque de 90 Libras Esterlinas a cada uno.

 

Continuamos con nuestros barridos de caza libre como de costumbre. Nada especial a señalar, sino que sigo contemplando Francia con la feroz determinación de volver allí victorioso. Me pregunto de nuevo al precio de cuántas vidas francesas se efectuará ese desembarco. ¡Pero sé que los alemanes pagarán cara su ambición de esclavizar al mundo¡

 

He encabezado el Wing (Ala) de Biggin Hill una decena de veces, y he confesado al Wing Commander Alan Deere mi ambición de mandarla el día que aterricemos en Francia por vez primera. Para mi gran satisfacción, me lo ha prometido, lo que me proporcionará el honor de ser el primer francés en dirigir el primer Squadron que pondrá pié en nuestro pobre suelo.

 

Acabo de probar un avión nuevo de una clase muy reciente, y que nuestro Sqn. tal vez será de los primeros a pilotar. Su rendimiento es asombroso: subida a 6.500 m. en 4:30 según mi reloj. Y pienso que todavía lo puede hacer mejor. El ángulo de ascenso es tal que sentado en la carlinga, las piernas se ponen a la altura de la cabeza. Misma sensación que cuando se empieza a efectuar un looping. Para ver el suelo, tienes que mirar detrás de tí. Las velocidades picado son netamente superiores a las de nuestro Spitfire IX A, probando un picado a la vertical desde 6.000 m. obtuve 560 mph (casi 900 km/h) sin forzarle. Tuve que interrumpirle, mis oídos sufrieron un dolor irresistible. (No cita Mouchote el nombre de ese prototipo, pero por lo dicho, y la fecha en que se produjo, no dudo en avanzar que se trataba del Hawker Typhoon. N. de la T.)

 

La famosa Fiesta ofrecida en Londres por Biggin Hill en honor del "Mil" tuvo lugar en el hotel más grande, el Grovesnor House. Fué, en opinión general, "la más gigantesca recepción de la guerra". ¡Costó la bagatela de 2.500 Libras Esterlinas¡ Centenares de patos, pollos, langostas perfectamente preparados se ofrecían a la gula de unos dos mil invitados. Entremeses suntuosos, cerveza, cocktails, champán, todo servido con generosidad. Vickers, el constructor del Spitfire, corrió con los gastos de la noche. (Ver una de las fotos que envío a Rocko, en la que se distingue encima de los comensales, un Spitfire colgado del techo. N. del T.) Las legendarias Windmill Girls, que asistían a todas las fiestas de Biggin Hill (por alguna misteriosa razón) ofrecieron lo mejor de su repertorio. Numerosas celebridades de la Aviación se encontraban entre los invitados. Además de los Jefes, tales como Leigh Mallory, Saunders, etc. se puedo ver a Jimmy Rankin "Sailor" Malan, Screwball Mc Mullen, Johnny Walker, Appleton. ¡Los fotógrafos volvieron a "acordarse" otra vez de mí. Francamente ridículo.¡...

 

 

 

 

(Tal como predije, Mouchotte se despide de este ante-último capítulo de su libro Los Carnets, lamentando el atentado, para él intolerable, de los medios de comunicación, en concreto de los fotógrafos. Era introvertido hasta extremos insospechados.

 

Me da un poco de pudor, y no es la primera vez, hacer aquí y ahora un bosquejo biográfico de un piloto en particular, y si es de René Mouchotte, mucho más. Como recuerdo con toda nitidez el magnífico relato que hace Pierre Closterman, en su admirado libro "Le Grand Cirque" (The Big Show) acerca del último combate que libraron juntos (Closterman siendo su wingman), no puedo sino dirigir a los Forero/lectores a re-leer ahí esta dramática batalla, en los cielos de St. Omer, en una operación de envergadura donde, amén de una potente formación de B-17, participaron como escolta las Alas de Caza de Biggin Hill, de Tangmere, Hornchurch, y Kenley. Con 14 Grupos de Thunderbolts norteamericanos, de reserva.

 

En ella desapareció, ese 27 de agosto de 1943, el Patron del Sqn. 341 (Free French) Alsacia. El mar liberó su cuerpo, en la cercana costa belga de Middelkerke justo una semana después. No presentaba ninguna herida. Inhumado en la citada ciudad belga, no fue hasta abril de 1949 que pudo ser localizado e identificado. Tras un sentido funeral militar en Los Inválidos, de París, sus restos fueron conducidos al panteón familir en el cementerio P. Lachaise, en la capital de Francia.

 

Como mínimo homenaje, me permito, para finalizar, traducir el sucinto Informe Oficial de la RAF, acerca de su desaparición: "El 27 de agosto (1943), a las 18.O2, el comandante Mouchotte despegaba a la cabeza del Ala (de Biggin Hill)compuesta de dos Escuadrones, del que formaba parte el 341 (Alsace). Entablado combate entre St. Omer y la costa, con un enemigo muy superoor en número, la caza aliada tuvo que sostener combates muy violentos. El comandante Mouchotte se encontró aislado del resto del Escuadrón, y la última información que se tiene sobre su posición es un mensaje emitido a las 18:48 señalando que se encontraba a la derecha de los bombarderos que estaba encargado de proteger.")

 

Saludos

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El otro día leí que en la escuadrilla 341, a Clostermann le "hacían" responsable de la muerte de Mouchoutte, y esa era la más probable razón por la que Clostermann pidió el traslado a la 601, traslado que se le concedió.

 

Y aunque estas sensaciones que he leído hace poco de que Clostermann no estaba bien visto en la 341, no las he podido percibir ni en el libro de "el gran circo" ni en los pasajes de Mouchoutte que has traducido. Posiblemente no fuesen de su agrado y las evitase en su libro.

 

¿tienes alguna información sobre este hecho?

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Buenasss

 

(Tenías que ser tú. Siempre con esas cuestiones tan, tan interesantes. Voy a intentar poner algo de luz en este tema presente cada vez que hablamos de Pierre Clostermann.

 

Cuando a mediados de junio del 2009, traduje parcialmente el libro "Une sacrée guerre": Conversaciones de Closterman con Daniel Costelle (Ed. Flammarion, mayo 1990), englobado en el tema gral. The Big Show (Le Grand Cirque, dejé sin mencionar si no capítulos enteros, sí páginas completas, por aquello de no cargar demasiado de un libro que totalizaba más de doscientas cuarenta pags. Entre ellas, Costelle, no podía dejar de abordar este tema, objeto hoy de tu pertinente pregunta.

 

Como no podía ser de otra manera, he vuelto al libro Une sacrée guerre, para leer lo que Clostermann contestó a Costelle más de cuarenta años después de haber escrito Le Grand Cirque.

 

Como siempre, traducción literal.)

 

 

 

 

Daniel Costelle: Abordamos ahora un capítulo doloroso y controvertido, el de la desaparición del comandante Mouchotte.

 

Pierre Clostetmann: Puedo hablar de ello con conocimiento de causa pues no tengo nada que reprocharme.

 

 

D.C. Debo decir que es una constante del espíritu francés, desde que alguien tiene éxito, en no importa qué campo, hay siempre un montón de gente alrededor, invitados o chupatintas, para inmediatamente mostrar que saben más que los otros. Hemos visto eso con la revista "Lui" y la historia del "negro" literario.

 

P.C. Esta actitud de éxito mal digerido era típica entre los franceses en general. Éramos todos hermanos, pero desde que tú abatías un avión, todo el mundo a menudo te hacía de menos... Entre los ingleses, muy al contrario, era la fiesta... Debemos tener una especie de propensión mórbida para el fracaso. Las derrotas gloriosas son una gran especialidad nacional: Bazenville, Camerone, Dien Bien Phu, "la Guardia muere pero no se rinde", "los últimos cartuchos" "¡Ah, los hombres valientes¡"...

 

 

D.C. Un detractor, siempre hay uno. Le han reprochado esencialmente en un libro esto: el 27 de agosto de 1943, durante un grand show (es así como denominaban en la RAF las grandes operaciones aéreas. Un "big show"u era un "circus", incluidos bombarderos como gran espectáculo. De ahí viene el título "Le Grand Cirque"), abandonaste a Mouchotte del que eras wingman, el protector, y él fue abatido.

 

P.C. Sí, y ese tipo osó incluir en la primera edición de Los Carnets de René Mouchotte algo así como: "Clostermann ha escrito que el comandante era uno de esos jefes por los que uno está dispuesto a morir, sin importarle que el día en el que Mouchotte fué derribado, no muriera con él." Yo, exigí que retirara eso de la edición siguiente, si no iba a recibir una colección de bofetadas en público, no una querella, no, sino talmente unas bofetadas. Mis camaradas por otra parte se encargaron de ello en el Aero Club de Francia la noche de la entrega del premio literario a "Le Grand Cirque."

 

 

D.C. Veamos el comienzo del relato de este asunto en Le Grand Cirque:

 

"... Hace hoy un día pesado y, oprimido en mi Mae West por los atalajes del paracaídas y el cinto de segridad, me axfisio.

 

El comandante Mouchotte, se ciñe los atalajes. Por primera vez desde que le conozco, se ha puesto, por encima de su jersey blanco, su guerrera francesa de uniforme. Oigo a Pabiot que se lo comenta al pasar:

 

-¡Ah, le responde Mouchotte con una sonrisa, nunca se sabe, hay que estar preparado para acabar bien¡...

 

17:58. Su silueta tan adelgazada se desliza en la cabina, y antes de colocarse el casco de cuero con la máscara de oxígeno, me hace "thumbs-up" (pulgares arriba para indicar que todo va bien. N. del T.), acompañado de su irresistible sonrisa a la vez amistosa y alentadora...

 

18:03 Ruido de trueno, los motores arrancan, uno tras otro."

 

 

(P.C. Yo preferiría hoy comenzar de otra forma.

 

La primera vez que conocí a Mouchotte, fue al día siguiente de mi llegada al Sqn. Alsacia. Entré en su despacho, me dijo: "Es Vd.Clostermann? Muy bien, tengo su dosier, déjeme su Libro de Vuelo. ¡Oh¡ caramba, no está nada mal todo esto... Confío, pues, en Vd. para que rápidamente sea un de jefe de patrulla."

 

Me ha seducido enseguida, este hombre delgado, alto, elegante, un señor en todos sus actos. Tenía entre 30 y 35 años. Es verdadero lo que he escrito, tenía una sonrisa irresistible. Me eligió a menudo como wingman. Me gustaba volar con él, era a la vez prudente y también valiente. Yo sabía que nunca me metería en una encerrona. Con frecuencia me llevó en "rhubarb", esas misiones de caza libre a dos, con mal tiempo, a ras del suelo sobre Francia o Bélgica, como lo que realizamos juntos, el 25 de agosto, justo dos días antes de su desaparición. Totalmente diferente de los rhubarb con Chrstian Martell que, cada vez que divisaba un avión alemán - aunque fueran veinte - nos abalanzábamos sobre ellos como galgos. Era exaltante, pero se necesitaban nervios sólidos... Al contrario que con Mouchotte, los riesgos eran calculados. Continuemos con la historia del 27 de agosto de 1943)

 

 

"... Estamos unos treinta kms. dentro de Francia. A izquierda y abajo, las Fortalezas están envueltas en una masa confusa de Focke Wulfs, unos cincuenta aprox.

 

Lo mismo da, no podemos hacer nada.

 

Sin nosotros, serían cien. Mantenemos a los otros apartados solo con nuestra presencia. ¡Pero, no por mucho tiempo¡

 

.¡Turban Red Section Break Port¡ ¡Sección Roja apartáos a la izquierda¡

 

La órden en los auriculares me perfora los oídos. Una mirada a la izquierda me descubre de veinte a treinta Fw-190 que caen desde el sol. Los tres primeros están ya a 800 m. de mí, en mi cola...

 

-¡Turban Squadron, quick 180 Port Go¡

 

Un alemán abre fuego; sus trazadoras pasan rozando los extremos de mis alas. Decididamente tiene malas intenciones.

 

Acelero a fondo y tiro desesperadamente de la palanca para seguir a Mouchotte que ejecuta un viraje muy ceñido, subiendo casi a la vertical."

 

 

(Acabábamos de recibir Spitifre IX B, era una buena máquina con fuerza bajo el capot. Pero el IX B tenía el defecto de su cualidad mayor: un turbo-compresor reglado para abrir automáticamente su segundo paso hacia los 6.000 m., y nosotros estábamos escoltando Fortalezas que más bien volaban entre 3.500/4.000 m. Debíamos, evidentemente, descender a svolvíau nivel, luego ascender, y sin parar el compresor se encendía, se apagaba, se encendía, se apagaba. Es exactamente lo que me pasó.)

 

 

"... He tirado demasiado fuerte y el motor se para en seco, durante un segundo crítico en que, con el alma en un hilo, me quedo con el avión colgado del morro, mientras que los primeros alemanes comienzan a desfilar entre nuestras secciones, ckmo bólidos... Con una gran sacudida, el motor se vuelve a poner en marcha, pero demasiado tarde: he perdido el contacto con mi sección, a la que entreveo cien metros por encima, subiendo en espiral."

 

 

(Cuando nos dispersamos por parejas, en el momento en que los alemanes nos cayeron encima, Mouchotte rfrctuó una subida a la vertical de 5.500 a 6.000 m., y mi motor se caló una fracción de segundo mientras que se volvía a encender el compresor. (...) Esto es lo que pasó aquel día: Mouchotte, con su gran cincia del pilotaje - recordar que él había sido Tte. de la Reserva en el Ejército del Aire, y que ya era piloto de caza, cuando yo estaba aún en el bachillerato - Mouchotte completó perfectamente su maniobra y subió como una flecha. Yo, con esta historia del compresor, estaba atrapado, perdiendo mi impulso, y me encontré literalmente inmovil en el cielo, parado en medio de la batalla. Blanco ideal, hubiera podido ser derribado enseguida.

 

A continuación mi avión comenzó a caer en semi-pérdida, 50, 100 m. - mi corazón se paró también . y cuando el Merlin arrancó, busqué a Mouchotte como un loco. ¿Pero qué podía hacer yo? Había multitud e aviones en el cielo. ¿Cómo quiere Vd. que reconozca al comandante en medio de 80 Spitfires enloquecidos, con Focke Wulfs por todos los sitios?)

 

 

"... Dos Spits pican a fondo persiguiendo a un 190. Taimadamente otro Focke Wulf se desliza a la cola de ambos y tira. Veo las trazadoras de sus cuatro cañones...

 

(...)

 

Paso a invertido - un vistazo a derecha e izquierda - y ataco al último 190 desde trescuartos atrás. Al abrir fuego, me ve y se aparta a derecha picando.

 

Será mío."

 

 

 

 

(Mañana continuaré con la traducción del relato explicativo de Clostermann en su "Une sacrée guerre", escrito, repito en 1990. Que espero me/nos proporcione alguna luz más sobre este controvertido asunto. Que de vez en cuando aún colea en las páginas web aeronáuticas francesas.

 

Vuelvo a revivir las sensaciones de cuando escribí sobre Clo-Clo en este Foro a mediados de junio del año 2009. Recordando todavía los ratos agradables con los entonces Forero/lectores de aquel hilo.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Voy a ver si esta noche me doy un poco de maña, y acabo con el tema tan interesante que planteó Chapas sobre lo que motivó la salida de Pierre Clostermann de su 341 Sqn. (Free French)"Alsacia". Y no había forma mejor que ir al libro madre: "Une sacrée guerre"; libro de respuestas a Daniel Costelle, fechado en 1990, con el que Clostermann quería acabar para siempre con esa pregunta que sigue bailando por las páginas web aeronáuticas francesas. Espero que la lectura de lo que sigue aclare en el Foro las cosas.

 

Y nada mejor que seguir con la traducción cuidadosa de las contestaciones del propio Clostermann. Le dejamos en plena bagarre. Reaccionó con profesional rapidez al shock que le produjo haber perdido, él creía que momentáneamente, a su líder, el comandante del 341 René Mouchotte. La inmediatez del combate, ¿le dejará encontrarle?)

 

 

 

Daniel Costelle. En suma, recuperado el instinto de cazador, Vd. se lanza...

 

Pierre Clostermann. No tenía elección en esta situación. Y además,¡me pagaban - no mucho - por eso¡.

 

 

"... La velocidad sube en el anemómetro - 600, 640, 680 kms/h... Apreto el disparador y el retroceso de los cañones hace temblar mi Spit. El alemán queda bien encuadrado en el colimador -5º grados de corrección, alcance 200 m. ¡Bang¡ ¡Bang¡ ¡Bang¡. Disparo en ráfagas cortas...

 

Tres explosiones sobre el ala derecha entre el fuselaje y las cruces negras.

 

¡Vamos ahora a más de 700 km/h¡

 

Un obús sobre la cabina cuya vidriera sale por los aires pasando a unos metros de mi aparato...

 

Gano terreno. Ahora tiro a menos de 100 metros y distingo la cara del piloto que se vuelve

 

(...)

 

La persecución se sigue ya en vuelo horizontal. Aprieto ahora el botón múltiple y desencadeno esta vez el fuego de todas mis armas - los cañones y cuatro ametralladoras - para acabar de una vez.

 

(...)

 

El puesto de pilotaje vomita un nube de humo negro. El piloto desaparece.

 

Lentamente el Focke Wulf pasa a invertido. No estamos a más de 300 metros de altitud..., Las carretera y los pueblos desfilan bajo nuestras alas...

 

Algunos resplandores aparecen ahora entre la humareda. Está tocado de muerte.

 

(...)

 

Un campanario de iglesia pasa a mi altura..

 

Debo reducir gases a fondo para evitar adelantar a mi alemán.

 

He agotado mis municiones y no oigo más que el silbido del aire comprimido y el chasquido de las culatas al cargarse en vacío.

 

(...)

 

¡Pero al fin fue mío¡

 

(...)

 

El Focke Wulf, siempre en invertido, toca el suelo, se desliza sembrando restos incandescentes, deja un rastro de gasolina ardiendo, atraviesa dos setos y se estrella contra un talud en un haz deslumbrante de chispas."

 

 

Yo reconozco que seguir a un avión enemigo para acabarle en estas condiciones era idiota. Así que me encontré solo, totalmente solo en el cielo de Francia en el acto lejos y detrás de todo el mundo. Hice la única cosa que me faltaba por hacer: poner rumbo a la costa. Escuché en la radio la voz, lejana de Christian Martell: "¡Allô¡ Red two, where are you?" Le respondí que estaba en la vertical de Le Touquet. Me reuno con él en medio del Canal y volvemos juntos.

 

En Biggin Hill, nada de Mouchotte. Catástrofe. "Sailor" Malan , que mandaba en la base, uno de los grandes de la Batalla de Inglaterra, sudafricano, llegó enseguida con Al Deere que mandaba todo el Ala de Biggin Hill. Todo el mundo se arremolinó junto a mí. El comandante francés Duperier que había quedado en tierra reemplazó en el acto a Mouchotte. Inmediatamente después me dijo: "Queda suspendido de vuelo, hasta que se sepa exactamente lo que ha pasado."

 

Yo estaba loco de rabia. ¿Qué se creían? Conté mi historia, nada más que decir. Esta desaparición de Mouchotte me ponía malo... Tenía lágrimas en los ojos... ¿Que tenían contra mí?

 

 

D.C. En realidad, ellos pensaban que Vd. se había precipitado sobre una presa, instinto de cazador, abandonando a Mouchotte...

 

P.C. Bien entendido, era eso lo que ellos tenían en la cabeza. Si yo no habría abatido un avión alemá nadie habría hablado de nada de esto. Siempre la misma historia. Y además fue una victoria indiscutible, unas tomas cinematográficas fuera de toda duda. Hollywood no lo hubiera hecho mejor, lo que no era siempre el caso, como se verá a continuación.

 

Yo estaba, pues, suspendido, era muy injusto, pero también inevitable pues el wingman (alero o punto)es siempre culpable. Empezaba verdaderamente a gruñir, cuando se me envía a pesar de todo a efectuar una misión de calibración radar, y he aquí que derribo un Messerschmitt. Yo me bajo preguntándome: con tal que la película del combate sea buena, sino, qué me va a ocurrir...

 

 

D.C. Era el mundo al revés... Deberían haber estado contentos de esta misiión.

 

P.C. ¡Claro¡...He aquí lo que escribo en "El Gran Circo", pues guardé el recuerdo de lo que empezaba:

 

 

"... Cuando despegué con la ayuda del campo iluminado, y empecé a subir hacia mi rumbo, era aún noche negra. Apenas distingo el ténue resplandor fosforescente de mis instrumentos y las llamaradas azules de mis tubos de escape.

 

Trepo duro y rápido franqueando la costa inglesa a unos 6.500 m.

 

La niebla, se concentra en los valles estrechos. El aire está tan traquilo, que distingo en la sombra, allá abajo a lo lejos, la humareda de un tre cerca de Dungeness, inmovil, como anclado al suelo. La Mancha no es más que una masa confusa y opaca orlada de una ola plateada a lo largo de los acantilados.

 

Ni una nube.

 

Subo en el anillo de sombra que circunda la tierra, hacia el cielo ahora luminoso de donde huyen las estrellas...

 

De repente, sin transición, como un nadador, me lanzo en plena luz dorada. Las alas de mi Spit se llenan de púrpura. El estallido de luz es tal que debo bajar mis cristales de sol sobre mis ojos.

 

Más allá de Holanda, allá abajo, muy lejos en plenoa la izquierda, el sol emerge como un lingote al rojo vivo sobre el mar del Norte

 

Bajo mis alas, está la noche - y estoy solo, a 10.000 m. de altitud en pleno día. Soy el primero en aspirar, en el frío glacial, la vida cálida de los rayos que perforan las pupilas como si fueran flechas...

 

En Francia, en Inglaterra, en Bélgica, en Holanda, en Alemania, los hombres sufren en la noche, mientras que en pleno cielo poseo para mi solo el día naciente - todo me pertenece, la luz, el sol y pienso con un tranquilo orgullo: ¡todo eso no luce más que para mí¡

 

Aquellos minutos compensan tantos sacrificios y tantos riesgos...". (He traducido íntegra esta especie de ensoñación de Clostermann, que puede pegar mal con el ambiente inmediato que estamos leyendo. Está tan bien escrito que no cuesta traducirlo. Parece que está pintando un cuadro...¡qué colores¡. Dejémosle, buena le espera al bajar del Spitfire... N. del T.)

 

 

Pasados unos días, "Sailor Malan", comandante de la base me convovca con Al Deere, otro héroe de la Batalla de Inglaterra, Patrón en vuelo de toda la Escuadra. Los verdaderos jefes son gentes que ven enseguida lo que pasa. Me dicen:

 

"Entonces, Clostermann, tenemos la impresión de que no eres muy felíz.

 

-No, no precisamente.

 

-Bueno, si quieres marcharte, con tus calificaciones, yo puedo conseguirte el destino que tu quieras."

 

No reflexioné mucho tiempo: Jacques Remlinger había hecho sus maletas hacía dos meses. Él prefería los Grupos ingleses para jugar rugby y no estar haciéndose mala sangre por montones de pequeñas cosas militares. Él había vuelto al 602 Sqn., Ciudad de Glasgow.

 

Yo dije que me gustaría ir al 602. Malan me respondió que iba a intentarlo, pero que para empezar había que ver si el comandante del 602 me quería aceptar.

 

Lo que ocurrio al día siguiente. Tenían todavía los viejos Spit V. Yo llego con el IX nuevecito de Duperier (sucesor de Mouchotte a la cabeza del 341 Alsacia. N. del T.) que me le había prestado, les hago una demostración de vuelo de muchos quilates. Mas Sutherland, que mandaba el 602 me dice:" De acuerdo, tengo ya dos franceses (eran Jacques y el capitán Aubertin), y donde comen dos, comen tres..."

 

Es así que ingreso en el 602 Sqn. y que me reencuentro con mi amgo Jacques. Encontramos la paz - en fin, es un decir.

 

 

D.C. ¿Qué pensaba Jacques Remlinger del affaire (asunto) Mouchotte?

 

P.C. Para empezar pensaba que ese asunto terminaba muy bien porque me había permitido volver a encontrarle en el 602, y seguidamente, su juicio era definitivo: "Son todos unos majaderos..."

 

 

(He aquí cómo lo contó en el libro original "El Gran Circo", más de 40 años antes: traduzco lo que aparece aquí en "Une sacre guerre", 1990; no consultando ni siquiera con mi libro El Gran Circo, en castellano, de los años 70's - N. del T.):

 

 

"28 setiembre de 1943.

 

"Es con pena y algo de despecho en el corazón que parto de Biggin Hill y me separo del Grupo Alsacia con quien yo había librado mis primeras batallas, donde yo había encontrado camaradas cuyo patriotismo, ardor y ciencia en el combate me había restituido el orgullo de ser francés."

 

 

 

 

(Y hasta aquí puedo contar, que decían en la tele. Espero haber puesto el grano de arena que haya hecho comprensible la marcha de Clostermann de "su" 341 Sqn. Alsacia, a un Sqn. inglés, el 602, de mucha solera, pero inglés. No puedo posicionarme: debo creerme lo que he traducido. Sigo pensando que es una lástima que "Une sacrée guerre", de Clostermann, no se haya traducido al castellano, habiendo transcurrido ya más de veinte años de su edición. En otro órden de cosas, si encuentro alguna foto olvidada)

 

Saludos

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Del archivo de jenisais:

 

Mouchotte. Su wingman, Pierre Clostermann era un buen dibujante ilustró a todo el 341 Sqn aquí Mouchote aparece con su Spit Mk IX, NL.L

 

mouchottesuwingmanpierr.jpg

 

Mouchotte, con gorra, en el centro. Sqn 341 Alsace. 4º x derª Clostermann, a su derª Jacques Remlinger, su amigo. En el centro, bajo el buje, Martell. En Biggin Hill

 

mouchottecongorraenelce.jpg

 

Biggin Hill 1.000 victorias. El Sqn. Líder Jack Charles cifra en la hélice de su Spitfire IX

 

bigginhill1000victorias.jpg

 

Mouchotte, René. Foto postrera , justo antes de despegar, tomada por su wingman alquel día, Pierre Clostermann...

 

mouchotterenfotopostrer.jpg

 

Mouchotte, René. Su foto más difundida

 

mouchotterensufotomsdif.jpg

 

Galland, A. Es el cuadro de P. Lengellé sobre el final de René Mouchotte. No se ve la relación.-

 

gallandaeselcuadrodeple.jpg

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Buenasss

 

(Ha venido al pelo la subida por Rockofritz de las fotos. Son todas espectaculares, lo sé. :rolleyes: Pido atención para la última. Como puse en el poco espacio que queda para el texto, es muy raro que hayan aprovechado este cuadro del conocido artista aeronáutico Paul Lengellé para "colarlo" como portada del libro de Adolf Galland, "Los Primeros y los Ultimos" en edición francesa de Yves Michelet. Que yo sepa, Adolph Galland en esa fecha General de la Caza alemana debía estar en otros menesteres más importantes que en medio de una acción directa sobre St. Omer, Francia, precisamente.

 

Tuve la suerte de ver el cuadro completo (aquí solo se ve poquito más de la mitad) en el Museo del Aire, de Le Bourget, aprovechando una de las visitas que hice al Salon (bi-anual), del citado Bourget. Formaba parte de una serie de cuadros, magníficos, sobre la "Historia de la Aeronáutica", pintados por Paul Lengellé. Éste tenía el título de "Mort du Commandant Mouchotte". Y Concretamente hacía el nº 12. Como anécdota ponía a pié de cuadro que Lengellé le pintó siguiendo las indicaciones de pilotos de las FAFL que intervinieron en ése combate. Lo recuerdo porque quedé tan impresionado que compré su facsimil en la Boutique del Museo. Es como una postal a todo color de 21 x 15 cm. De mucha mejor calidad que lo representado en la portada del libro de Galland. Apenas se nota en la foto de la portada del libro que en toda la parte de abajo se ve la flota de los B-17 que protegían entre otros los pilotos del 341 Sqn. Alsacia.

 

Creía que tenía la foto del cuadro en mi archivo, pero no la encuentro (nada raro, tampoco). Voy a insistir en ella, pues merece la pena.

 

Aunque anoche acabé, creía, con el affaire Mouchotte y su "salida" del Sqn. francés, seguí leyendo "Une sacrée guerre" y vi que la cosa continuaba: Clostermann acaba con este tema del final de Mouchotte. Y no he podido aguantarme, lo voy a traducir, es una cita breve pero pertinente.

 

 

"En fin, lo que Vd. etiqueta como "caso Mouchotte" no se termina ahí, sigue contestando Clostermann a Daniel Costelle.

 

Pues, tras la guerra, el Jefe del Servicio de búsqueda e Identificación de los cuerpos de la RAF, Noel Archer, vino a verme a París y me dijo:

 

-"Tengo un problema y Vd. puede ayudarme. Hemos encontrado eel cuerpo de un desconocido. Estaba vestido con un uniforme azul marino (color del Ejército francés. N. del T.), he aquí un botón.

 

Y me enseña botón.

 

-Pero este es un botón de Ejército del Aire (francés), entonces es un francés.

 

-Ah sí? Y en sus bolsillos también se encontró esto..."

 

Y me enseña una foto de un portaminas que los alemanes no habían robado, contrariamente a lo que ha sido escrito entonces.

 

Antes de enterrar a Mouchotte en la tumba I-87 (del cementerio belga de Middelkerke, pueblo costero, donde fue arrastrado por la corriente marina. N. del T.) su cuerpo ue examinado por el juez de paz belga y la lista del contenido de sus bolsillos, relacionada; y entre estos objetos el famoso portaminas a cinco colores que yo utilizaba para hacer los dibujos (uno de los cuales encabeza las fotos que ha subido ayer Rockofritz. N del T.) del Sqn. 341 Alsacia; también se relacionaba un mechero "redondo, rojo con incrustaciones en oro" y un reloj de pulsera llamado "de 8 días", estanco, con datógrafo, detenido el 3 de setiembre a las 8h 17', es decir cuando el choque de las olas que han arrojado el cuerpo sobre la playa paró el mecanismo. Mouchotte por prudencia daba cuerda a su reloj cuando lo sincronizábamos en el briefing de salida. Todo concuerda pues para confirmar una caída en el mar inexplicablemente lejana, fuera de todo itinerario razonable. Sobra con mirar un mapa, trazar allí el itinerario de vuelta de los B-17 que nosotros escoltábamos a partir de St. Omer.

 

Es así cómo el cuerpo de Mouchotte al fin encontró la identidad. El estudio de las corrientes del mar del Norte, la cronología de los hechos y el informe de las autoridades civiles belgas establecido a partir del descubrimiento del cuerpo intacto, sin ninguna herida, sobre la playa de Middelkerke probaba que él no había sido abatido por los alemanes. No llevaba el arnés del paracaídas - solamente su chaleco salvavidas - lo que tendía a probar que había saltado. Probablemente víctima de un desfallecimiento que explicaba su estado de gran fatiga - revisar "Los Carnets de Mouchotte - (me parece haber escrito alguna vez de la extrema delgadez en sus últimos tiempos del que había sido un hombre fornido. N. del T.)- él había debido de derivar muy lejos en el mar del Norte en un estado de semi-inconsciencia, y saltar por reflejo antes de que su Spitfire corto de carburante se precipitara al mar. Cosa curiosa, prácticamente no tenía casi agua en sus pulmones.

 

Escribía Mouchotte al final de sus Carnets publicados tras la guerra:

 

"Las operaciones de barrido (sweeps) continúan a una cadencia terrible. Experimento una fatiga despiada... Siento desgastarse mis nervios. El menor esfuerzo me agota, tengo una necesidad imperiossa de descanso¡"

 

 

Cuando un hombre del temple de Mouchotte escribe estas cosas, es que está al límite de sus fuerzas.

 

¿Quién, pues, hoy en día aceptaría pilotar dos veces al día, sin presurización a 10.000 ó 12.000 m. de altititud, con temperaturas de menos -60º en una cabina mal calentada en la que la temperatura interior rara vez estaba por encima de los 5 grados?

 

¡Y dicho esto, seguir así 50, 100 ó 200 veces¡

 

Su cuerpo no fue arrojado a la playa hasta el 3 de setiembre, es decir tras una semana del combate fatal. El estudio de las corrientes indica que Mouchotte cayó al mar al menos a 250 kms. al norte de la costa belga.

 

 

"Comandante Mouchotte, Cruz de Guerra, Compañero de la Orden de la Liberación, DFC.

 

Fue para nosotros el jefe eejemplar, justo, tolerante, osado y calmo en el combate, verdadero francés con alma templada, sabiendo, cualquiera que fueran las circustancias, imponer respeto." (Extracto de "Le Grand Cirque".)

 

 

 

 

(Y esto que acabo de traducir, con un punto de emoción, es todo lo que Clostermann escribió, en 1990 repito, en su libro-entrevista con el famoso documentalista francés Daniel Costelle, en relación con lo que se llegó a conocer, como el "affaire (asunto) de la desaparición en vuelo del Comandante del 341 Sqn. (Free French) Alsacia, René Mouchotte.

 

Todos sabéis de mi affeción, por mis intervenciones en este Foro, acerca de la figura de Pierre Clostermann. Y qué decir tiene, también, por la del Comandante Mouchotte. Es por ello que he contestado con sumo gusto a la pregunta del siempre atento Chapas. Ojalá haya logrado aclararle algo más sobre la personalidad de Clostermann, que él también aprecia, lo sé.

 

Buscaré ésa foto del cuadro del postrer combate de René Mouchotte, obra del conocido Paul Lengellé: rezuma dramatismo y fuerza. El Foro merece ver ese cuadro. Mientras, nos conformaremos con esa portada (apócrifa) del libro de Adolf Galland.

 

 

Copyright de Los Carnets de René Mouchotte: Staples Press. Extracto de "The Mouchotte Diaries, 1940-1943", porRené Mopuchotte, editado por André Dezarrois, traducido por Philip Stead. Reproducido con permiso de Staples Press, Londres.)

 

Saludos

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Complementamos las fotos del Commandant Mouchotte, con los comentarios de Jenisais:

 

Mouchotte, René Foto inédita, tal vez antes de la WW2

 

mouchotterenfotoinditat.jpg

 

Mouchotte Diaries, The Cerberus Pub. Ltd. 2005 Fortunes of War

 

mouchottediariesthecerb.jpg

 

Mouchotte, René. Pequeña muestra de la celebración. Mouchotte. Sailor Malan, jefe del sector de Biggin Hill, y Charles, Sqn. L. Y un detalle del fiestón.-

 

mouchotterenpequeamuest.jpg

 

Mouchotte, René Los carnets de R M. Col. J'Ai lu. Bolsillo. Tengo la 1ª ed. 1949 Flammarion.

 

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Mouchotte, René. No sé si es él. El pié de foto lo afirma, y en 2 sitios diferentes. Ojo al dibujo en el avión.

 

mouchotterennossieslelp.jpg

 

Mouchotte, Mes Carnets Juin1940-Aout1943. Ed. 2000. SHAA. 22,71€

 

mouchottemescarnetsjuin.jpg

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Buenasss

 

(Creía haber acabado con el tema Mouchotte. Pero la importancia del Comandante del Sqn. 341 (Free French) Alsacia supera las líneas contenidas en mis anteriores mensajes. Sin casi querer, he encontrado una Presentación realizada a sus Carnets. Y la subo aquí, esperando la aceptación y comprensión de los Forero/lectores.

 

Comienza con una como introducción a su figura:

 

 

Pierre Clostermann recoge en Le Grand Cirque estas palabras del cmte. Mouchotte partiendo pasa su última misión sobre St. Omer, el 27 de agosto de 1943: "Hay que estar preparado para acabar bien."

 

Este héroe prestigioso que murió "magníficamente" como había vivido y que fue declarado desaparecido sobre Francia, su patria, ha dejado estos Carnets íntimos donde se recogen sus pensamientos y sus combates.

 

El comandante Mouchotte no solo era un gran piloto que realizó 300 misiones de guerra, es también un jefe militar con una energía indomable, con espíritu claro y organizador. Supo imponerse como la figura más destacada de las FAFL (Fuerzas Aéreas de la Francia Libre). Dirigió sobre todo al Grupo Alsacia Sqn, 341 (Free French) de la RAF, y posteriormente también todo el Escuadrón de la Caza del importante aerodromo de Biggin Hill, el más ilustre de la Royal Air Force.

 

En el libro de este joven jefe de alma ardiente y corazón generoso, de este soldado animado del más puro espíritu de sacrificio, los lectores encontraráan motivos de exaltación, orgullo y de esperanza.

 

 

¿Quién es René Mouchotte? Célebre bajo el nombre de "René" en toda la RAF, y que Radio Londres comenzó a revelar a los franceses en 1942.

 

Un parisino nacido el 21 de agosto de 1914, simple sargento de reserva en 1939. En junio de 1940, cuando otros aceptan el Armisticio, él se apodera en el aerodromo militar de Orán, en una hazaña digna de nuestros antiguos corsarios, del avión bimotor de su coronel, aterriza en Gibraltar y se alista, uno de los primeros, en la Real Fuerza Aérea durante la batalla de Londres.

 

Demostró tan altas cualidades, tales aptitudes al Mando británico, que los dirigentes de la Caza hicieron rápidamente de él un jefe de escuadrilla en el famoso 602 "Sqn. Churchill"; después del mando de un Grupo de sus pilotos de caza: "Nunca parecido honor se había concedido antes a un francés..."

 

El general De Gaulle le encarga, en 1942, poner en marcha el Grupo Alsacia. Él fue allí el animador prestigioso "jefe único, por el cual uno se haría matar, casi con placer", dijo Clostermann, que precisamente debutó a sus órdenes.

 

Maravillados de sus dotes de táctico del aire, de su dominio de la maniobra de las unidades de Caza, los británicos le confían la célebre Escuadra de Caza de Biggin Hill, que dirigía al combate sobre el cielo de Francia cuando desapreció, a la cabeza de veinticuatro de sus pilotos, el 27 de agosto de 1943.

 

Figura ya legendaria en las dos aviaciones aliadas cuya honestidad, nobleza moral, su fe en los destinos de la patria, así como su disposición al sacrificio, le hacen comparable a Georges Guynemer.

 

 

 

 

(Iba a cerrar ya definitivamente el libro de Mouchotte, sus "Carnets", cuando me he detenido a leer la reflexión que hace el que era entonces su Segundo, el Comandante Bernard Dupérier, justo al volver de un viaje al Estado Mayor, y recibir la fatal noticia.

 

Creo merece la pena leer,

 

 

Al Márgen de un informe oficial... (En Biggin Hill, 27 de agosto de 1943.)

 

"Acabo de vivir una hora atroz intentando redactar un informe de la operación de este día sobre Francia... Hace poco, volvía a Biggin Hill, tras un día informando en el HQ. Caía la tarde. El paisaje familiar de la estrecha carretra mezclaba a la hora presente mil recuerdos desgranados al ritmo monótono de los vuelos y los comabtes. Como un veneno sutil, la guerra, penetrándonos por todas nuestras fibras vivas, ha insensibilizado el cuerpo y el alma. Y sin embargo, el ritmo de nuestras pérdidas permanece el mismo. Pero el juego cruel, había dado a los veteranos una sensación extraña de invulnerabilidad. Siempre era "el otro" el derribado. Y, cuando el compañero de tantos recuerdos y de tantos combates un día no vuelve, el asombrodisputa su lugar al dolor. La pequeña falange, sin embargo, disminuía sin cesar y tres años de combates han visto desaparecer casi todos los que, en junio de 1940, había querido mantener en combate, muy alto en el cielo, las escarapelas francesas. En Biggin Hill, todavía quedábamos dos; yo tenía ahí conmigo a René Mouchotte, uno de los primeros entre los Franceses Libres y que era ya mi compañero en el 615 Sqn. en 1941. Juntos, en esta época, habíamos patrullado la inmensidad gris del mar del Norte donde, cada día, afrontábamos el infierno desencadenado por la flak alemana. Más tarde, habíamos formado a nuestros muchachos para crear el Grupo "Ile de France", que juntos, condujimos a su primer combate. Es tambieen juntos que hicimos "Dieppe" y mil detalles, mil recuerdos nos atan en lo sucesivo. ¿Cómo no he presentido volviendo al terreno la terrible noticia que me esperaba? Michel Boudier, Jacques Martell, de Saxcé esperaban impacientes mi llegada y sobre sus rostros abatidos, pude leeer de repente entero todo el drama.

 

Mouchotte estaba "missing". Mouchotte el sabio, el gran piloto hábil y tranquilo, no había vuelto, aislado de sus compañeros, que en vano había intentado reunir en la inmensidad hostil y fría del cielo crepuscular, donde, solo, ha encontrado en el cielo de Francia, la muerte del soldado. Una muerte que él ha debido mirar bien de cara, con esa mirada aguda y penetrante que tenía en las horas graves, la mandíbula voluntariosa, un poco crispada, los dientes apretados, los labios cerradaos. Pero René Mouchotte cayendo por su país, le dejaba al morir lo mejor de sí mismo. Su espíritu permanecía y los que él había formado harán pagar caro a los alemanes su victoria. Poco hombres han sabido nunca hacerse querer como él lo era de los pilotos, de los cuales cada día, él tenía los destinos en su mano. Su desaparición, esta tarde, hacía brillar lágrimas en ojos de soldado." Firmado, Dupérier

 

 

 

 

(Este desahogo del Segundo de Mouchotte, el cmte. Dupérier me ha parecido sincero, evocador y emocionante. (como todo lo escrito estás noches sobre Mouchotte, y por supuesto sobre Clostermann, invitado de excepción en todo este drama) He enviado, pues, a Rocko, más fotos de Mouchotte.

 

Tras esta experiencia última, voy a repasar, también, los dos libros implicados de Closter,ann, por si se me "ha quedado" algo de interés para los Forero/Lectores.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Gracias Bear. Sí, es una reflexión llena de recuerdos la del cmte. Bernard Duperier al tener que redactar un informe que nunca creyó tener que hacer: la desaparición no solo de su Jefe inmediato, sino de un compatriota amigo con el que compartió todo desde su huída de la Francia recien ocupada por los alemanes.

 

Ambos llegaron, desamparados, a un país extraño, en el que el deconociemeento total del idioma no era el mayor de los inconvenientes. Debieron sufrir, como todos los franceses escapados de su patria, una cuarentena, dolorosa por lo incomprensible, hasta que se les encontró "seguros". Tuvieron que soportar, algo que rozaba lo humillante: empezar desde cero en las escuelas de aviación británicas. A pesar de que, la mayoría de ellos, eran ya aviadores veteranos y probados en la feroz lucha de la Batalla de Francia, donde la Luftwaffe quedó tan debilitada que no pudo presentar a la RAF en la Batalla de Inglaterra, sus efectivos completos.

 

El citado comandante Bernard Duperier, ya había escrito un libro, especie de Diario desde que huyó de Francia, hasta el 1º de diciembre de 1942, en que llegó al Sqn. 341 (Free French) Alsacia, a petición propia. Tuve la suerte de hacerme con este libro, un verdadero incunable, en su 1ª edición, 1950, de Berger-Levrault. La obra en cuestión se titula "La vieille équipe", y la acabó de escribir Duperier justo al acabar la guerra, en noviemebre de 1945, siendo ya Tte. Coronel. Tras dejar el Ejército del Aire, llegó a dirigir el importante Aéroclub de Francia durante muchos años.

 

 

 

Y repito la frase de hace unos días: "Creía haber acabado" el tema... Pierre Clostermann, pero... tras "repasar", como dije, sus dos libros he encontrado como "otra reflexión", esta vez, claro, de Clostermann; y con ello zanjamos (de momento, y hasta que Chapas "provoque" otra vuelta hacia la personalidad inagotable de Pierre Clostermann) este asunto.

 

Se trata del Prefacio a modo de Prólogo que Clostermann escribió para su primer y más importante libro, "Le Grand Cirque" como lo conocen los francófonos, o "The Big Show" como mayormente es leído en todo el mundo angloparlante. Lo subo al Foro, porque me doy cuenta que muchos Forero/lectores no han podido conseguir aún este libro. Leer este Prefacio/Prólogo les encantará, y les animará todavia más a que de una vez por todas se decidan a comprarlo.)

 

 

 

 

Hijo único, diez mil kms. me separaron durante cuatro años de mis padres, Franceses Libres como yo.

 

De Londres a Brazzaville , la correspondencia era dificil y las cartas severamente censuradas, sobre todo las relacionadas con actividades militares.

 

El reducido espacio de la correspondencia aérea que se nos autorizaba a escribir una vez al mes, no me permiitía relatar cómo se desarrollaba mi vida en Inglaterra con la RAF y con las FAFL (Fuerzas Aéreas de la Francia Libre).

 

Pero yo quería poder contarles a mi padre y a mi madre aquella mi nueva vida, tan llena de emociones e imprevistos - ingrata, sí, pero también muy bella. Quise que pudieran conocerla minuto a minuto, incluso si yo no volvía...

 

Por eso, teniendo por confidente de mis impresiones un viejo cuaderno de ordenanza del Ministerio del Aire inglés, que llevaba grabadas las iniciales del Rey de Inglaterra, G.R., todas las noches les he contado los sucesos de la jornada.

 

Un sobre viejo, pegado a la tapa del cuaderno, contenía mi testamento - ridículo testamento, pues los "mercenarios" del general De Gaulle no teníamos más bienes temporales que legar como no fuera nuestra fe en Francia y nuestros inseguros sueños en el porvenir.

 

En la portada había escrito: "En caso de que resulte muerto en acción o declarado desaparecido, deseo que este libro sea enviado a mi padre, capitán Jacques Clostermann, Cuartel Gral. francés, en Brazaville. 10 de marzo de 1942", con la esperanza de que en ambos casos, pudiera llegar a ellos. Y quería que mis padres, al recibirlo, al leerlo, encontrasen en él como un consuelo, mi presencia y mi palabra.

 

Este cuaderno me ha acompañado a todas horas... Unas veces, estrujado bajo el peso de mi paracáidas; otras, manchado de té en la mesa del "Mess", o tirado sobre la hierba del "Dispersal" durante las largas y monótonas horas en alerta.

 

Estos cuadernos, pues al fin de la guerra ya eran tres, me han seguido a todas partes. Desde las islas Orcadas a Cornouailles, del Condado de Kent a Escocia, de Normandía a Dinamarca, pasando por Bélgica, Alemania y Holanda.

 

Sin embargo, el destino, que tan cruel fue para muchos de mis compañeros, ha querido que sobreviva a 420 misiones de guerra.

 

Por fin, un buen día, el día más hermoso de mi vida, terminada la guerra, pude contar de viva voz a mi padre la historia de estos cuatro años.

 

Junto con unos pocos sobrevivientes de las FAFL, he tenido la triste misión de visitar a las familias de los amigos que no volvieron, intentando proporcionarles el amargo consuelo de la descripción de la vida de sus hijos.

 

Pero no pudimos visitarlas a todas...

 

También he encontrado a muchos franceses que no tenían ni la más remota idea de lo que había ocurrido al otro lado del Canal de la Mancha, o que preferían ignorarlo...

 

Pero también vimos que muchos franceses intentaban saberlo para, quizá, encontrar en estos hechos algo con que mantener su esperanza y su fe.

 

A todos ellos van dirigidas estas páginas.

 

Mi amigo Jacques (Remlinger) y yo las hemos leído con melancolía... Cambiando las fechas y algunas circustancias secundarias, se puede decir que narran la vida diaria de quinientos jóvenes aviadores franceses. Sin duda, cualquiera de mis compañeros de las FAFL podría encontarar los mismos episodios al hojear su Cartilla de Vuelo.

 

Ruego al lector que no busque en este libro una obra literaria, ya que, simplemente, he hecho constar, por ecrito y de manera ordenada, ciertas impresiones, instantáneas fotográficas e imáagenes grabadas en mi memoria.

 

Hubiera necesitado mucho talento para hacer revivir bajo forma al mismo tiempo literaria y verdadera el transcurso de la vida de un piloto de caza de esta guerra. Y, precisamente porque en estos cuadernos todo era cierto, porque en ellos la acción tenía vida, no he querido hacer ningún cambio.

 

He intentado conservar las expresiones inglesas. Y aunque algunas palabras casi constituyen barbarismos , sin embargo, no podía suprimirlas, puesto que durante cuatro años las hemos usado a todas horas.

 

Además, el inglés, con todas sus palabras de Código aerónáutico y de argot de la RAF era obligatorio en la radio. Por eso he creído que era mejor no traducir las conversaciones-radio en el texto, para no hacerles perder su fuerza y su brevedad.

 

Esta obra constituye, por su orígen y su concepción, una especie de reportaje.

 

Pero existe otra dificultad.

 

La vida de un piloto de caza es monótona. Los "Sweeps" (incursión en cielo enemigo lejana y en caza libre. N. del T.), las largas horas de alerta, las misiones de bombardeo en picado, las de escolta o de ametrallamiento al suelo se suceden todas de manera parecida.

 

Nada se asemeja tanto a uyn combate aéreo, como otro combate aéreo. Salvo algún detalle técnico secundario.

 

A causa de esto, he tenido que elegir, entre unas cuantas acciones típicas de cada época de esta guerra, las más interesantes, limitándome a resumir, de manera concisa, los hechos, con sus períodos intermedios, para unirlos entre sí de forma inteligible.

 

Quizá ciertas reflexiones o relatos extrañarán por su sinceridad o su crudeza. Pero no hay que olvidar que estas páginas las escribí para mis padres, que eran mis amigos y confidentes, a los que podía exponer sin rodeos mis debilidades, mis amarguras, mis alegrías o mis chiquilladas. Es lógico que ante algunas páginas me haya detenido bastante rato, pensando en suprimirlas, por una especie de pudor íntimo, pero, con estas supresiones, la verdad hubiera quedado incompleta.

 

Además, al fin y al cabo éramos todos unos muchachos que reaccionábamos igual ante el peligro, las victorias y las injusticias... Lo que yo expreso, todos los FAFL lo hemos vivido, sentido y pensado.

 

Que todo ello sirva de ayuda al que intente narrar detalladamente la historia atroz, pero al mismo tiempo maravillosa, de esta larga guerra.

 

Que también pueda servir para que algunos tengán más dicrección o más pudor en sus juicios y para que se acuerden que si los aviadores de la Francia Libre no tienen monumentos, plazas, calles o estaciones de Metro dedicados a su memoria, no por ello han dejado de alcanzar una gloria muy pura en el cielo y haber acrecentado el prestigio de Francia.

 

Que, finalmente, pueda quitar a otros ese complejo de inferioridad que les lleva a ensalzar las victorias de nuestros aliados y a ignorar completamente las nuestras.

 

Esto es mi único deseo, y esto será mi orgullo.

 

Pierre Clostermann. Nº de matrícula 30.973 de las FAFL.

 

 

 

 

(Poco tengo yo que añadir a este Prefacio/Prólogo de Closterman a su libro Le Grand Cirque. He leído su libro tantas veces, en su original francés, y en la estupenda traducción ofrecida por de José Gil-Delgado Crespo, en la edición que en 1965 Fermín Uriarte, Editor puso en las librerías, en su excelente colección La Guerra Aérea, que coincido en el fondo y en la forma de presentar el libro.

 

 

La mejor forma de clausurar estas mis líneas sobre Clostermann, es reproducir (con respeto y emoción) la dedicatoria, múltiple, de su libro:

 

A Jacques Remlinger, mi antiguo compañero de patrulla, en recuerdo de las 200 misiones que hemos realizado juntos.

 

A los Comandantes Mouchotte y Martell del 341 Sqn.(Free French) Alsacia, y a todos mis camaradas de las FAFL muertos por Francia.

 

A mis camaradas pilotos de la RAF, muertos también por la liberación de Francia.

 

A todos vosotros, a quienes tanto debemos y que tan pronto habéis caído en el olvido, os dedico con afecto estas páginas de vuestras vidas...)

 

Saludos

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Esa "marginación" también la sufrieron muchos pilotos de otras fuerzas aéreas cuyos países habían caído bajo el empuje del III Reich: polacos, checoslovacos... y españoles, aunque estos en la gran mayoría en el frente oriental.

 

Supongo que algunas veces bajo la sospecha de una lealtad dudosa, otras veces por una pura cuestión pragmática de métodos y tácticas, pero creo que la verdad es que los ingleses para las cosas de su patria siempre han sido muy suyos.

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Algunas fotos enviadas para el último post:

 

 

Duperier, Bernard La vieille équipe Ed Berger-Levrault, 1950.-

duperierbernardlavieill.jpg

 

Duperier, cmte Suillerot, Lt R Mouchotte y Lt Maurice Choron. En el Spit, De Scitivaux. w aviation-ancienne.

 

duperiercmtesuillerotlt.jpg

 

Duperier en su Spitfire de la FAFL.

 

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Clostermann en su Spitfire IX, LO.D y su amigo Jaques Remlinger sobre Alemania. Según capº de El Gran Circo, Escoltas. Artista B. Freudentahl.

 

clostermannensuspitfire.jpg

 

Clostermann, Pierre. En su fiel Tempest JF.E Le Grand Charles. Foto inédita.-

 

clostermannpierreensufi.jpg

 

Clostermann, Pierre. Tempest V, Le Grand Charles, 1945

 

clostermannpierretempes.jpg

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Se me quedaban atrás algunas de las más intersantes fotos enviadas por jenisais ^_^ :

 

Mouchote Cuadro de Paul Lengellé. Museo del Aire, Le Bourget. Colección Hª Aeronª, nº 12. Muerte del cmte. Mouchotte

 

mouchotecuadrodepaullen.jpg

 

Clostermann, Pierre y Jacques Remlinger

 

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Mouchotte, René y Charles Guerin en el Goeland hacia Gibraltar 30 junio 1940. Foto de Henri Lafont.-

 

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Clostermann Pierre Ed Baltam USA 1979 foto anuncio en inglés je l'ai

 

32497227.jpg

 

Clostermann, Pierre. W.flyandrive.com

 

clostermannpierrewflyan.jpg

 

Clostermann-, Pierre Legion-honneur 1º Chasseur de France.-

 

clostermannpierrelegion.jpg

 

Ulanoff Stanley M Pilotos de combate. Fighter Pilot. Disponible en Iberlibro- el de la biblioteca de jenisais. Subido al Foro

 

pilotosdecombate.jpg

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Buenasss

 

(Hora es ya de volver a la labor; una vez acabado el libro de Stanley M. Ulanoff "Pilotos de combate" (Fighter Pilot) con, puede ser, el mejor de los capítulos, el de René Mouchotte, tan relacionado con Pierre Clostermann. Por cierto que queda pendiente un envío de fotos, precisamente en el que está la del Cuadro de Paul Lengellé sobre la muerte del cmte. Mouchotte. Como no logro encontrar el cuadro, hice una foto de mi postal.

 

Para sustituir a la interesante obra de Ulanoff, he abandonado, de momento, la historia de los pilotos franceses de la FAFL, y he escogido otra tan interesante o más. Se trata de "Pilotos de Caza" de Edward H. Sims. La editó en 1967 Harper & Row, New York, con el título original de "The greatest Aces". Yo tengo su versión en castellano, que editó en Madrid en 1970 la entonces conocida Librería-Editorial San Martín.

 

Edward H. Sims nació en los EEUU en 1923. Piloto de caza en ETO participó en más de treinta misiones en los últimos meses de la guerra sobre Alemania. En la inmediata postguerra formó parte de la USAAF de ocupación. Y luego llegó a ser Cónsul norteamericano en Munich donde conoció a muchos Ases de caza de la Luftwaffe, Fruto de esta fecunda relación nació el libro que nos ocupa. Le sobró original de estos años , con los que pudo realizar otros libros del mismo tema: American Aces; Fighter Exploits; Fighter Tactics & Strategy, y Greatest Fighter Missions.

 

 

En el capítulo de agradecimientos, Sims, queda reconocido a Hans Ring, historiador de la Orgº alemana de Pilotos de caza (Gemeinschaft der Jagdflieger e.v.) en Munich. Que incluso le ofreció su asesoría. Y a fé que se nota.

 

En el apartado de pilotos logró importantes contactos entre otros con Adolf Galland, Gral. de la Caza de la Luftwaffe. De Eduard "Edu" Neumann, jefe directo de H.J. Marseille, para su extraordinario capº dedicado a la Estrella de Africa. Reinet Pöttgen, de JG 27, piloto y compañero del As por excelencia del Africa Korps colaboró en ése capítulo.

 

Sims logró contactar con Willy Messerschmit, el más famoso constructor aeronáutico del Reich que le informó tanto sobre el Me-262 así como cifras de producción de su factoria.

 

Este libro hace vivir al lector alguna de las hazañas más memorables de los más grandes pilotos de caza y también hace un breve exámen de pilotos y de sus aparatos, así como algunas de las campañas de Cazas de la SGM.

 

Fruto de la excelente relación con los más famosos pilotos, es de resaltar que el propio As inglés Douglas Bader prologó este libro que voy a subir al Foro. Lo podemos leer a continuación)

 

 

 

 

Prólogo de Douglas Bader.

 

Es dificil escribir el prologo de un libro en el que una aparece personalmente -en especial cuando el autor nos describe como "un buen Chico"-. Sin embargo, lo hago con gran placer.

 

Hay muchos libros escritos por militares, marinos y oficialesde las Fuerzas aéreas de la Segunda Guerrra Mundial. En cada caso el autor ha visto la guerra a través de los ojos y desde el punto de vistarelativamente limitado de una persona. Este libro es distinto. Habla "de la guerra de los pilotos de caza". Su autor, Edward H. Sims, ha elegido, con la ayuda y asesoría de los Gobiernos respectivos, a cuatro pilotos de la RAF, tres de la Luftwaffe y uno de la USAAF. En el libro se habla de ellos, de los aviones que pilotaron y las campañas en las que participaron, y se incluye un relato detallado de una misión-tipoespecífica realizada por cada uno de ellos. El resultado es una obra única en su género, sumamente interesante, lo mismo para los veteranos de la guerra que para otra clase de lectores. El profesional descubrirá la exactitud de lo narrado mientras que el lector aficionado podrá identificarse con las personas y hechos descritos.

 

Los libros de guerra son siempre interesantes, y este es un libro del mismo tema, aunque muy especial. Es una obra escrita por un piloto de caza acerca de los pilotos de caza, profesión en la que Ted Sims fue también figura destacada.

Douglas Bader Londres, 27 de junio de 1967.

 

 

 

 

(Debido a la hora, empiezo a tener dificultades con el teclado y la impresión. Mañana empezamos con el primer relato.)

 

Saludos

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Jenisais, esperamos ansiosos como siempre.

 

 

Esa "marginación" también la sufrieron muchos pilotos de otras fuerzas aéreas cuyos países habían caído bajo el empuje del III Reich: polacos, checoslovacos... y españoles, aunque estos en la gran mayoría en el frente oriental.

 

Supongo que algunas veces bajo la sospecha de una lealtad dudosa, otras veces por una pura cuestión pragmática de métodos y tácticas, pero creo que la verdad es que los ingleses para las cosas de su patria siempre han sido muy suyos.

 

Eso que comentas Bear lo explicó perfectamente Luís Lavín el día que dió magistralmente su conferencia en l'Aeroteca.

 

Luís Lavín fue uno de los "niños de la guerra" españoles. Con 15 años falsifico su documentación para poder alistarse y volar contra los alemanes. Aqui tenéis su vida relatada por un vídeo de Tuckie:

 



 

Lavín explicaba como después de la guerra, unos de los pilotos "españoles", deserto con uno de los aviones más avanzados de entonces, el La-9. A raíz de esto, todos los pilotos españoles fueron expulsados del ejercito ¡después de todo lo que había hecho!

 

Otra película que trata magistralmente el tema de la "marginación" es "un mundo azul oscuro". Altamente recomendada. Posiblemente junto con "la Batalla de Inglaterra", la mejor película de cazas de la 2 GM

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Otra película que trata magistralmente el tema de la "marginación" es "un mundo azul oscuro". Altamente recomendada. Posiblemente junto con "la Batalla de Inglaterra", la mejor película de cazas de la 2 GM

 

Buenísima película.

 

Y opino que los mejores pilotos que tuvo la RAF, con diferencia, fueron los Polacos.

 

Saludos.

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Pues acabado un nuevo libro vuelvo a agradecerte tu trabajo Jenisais. Continuo leyendo con regularidad tus aportaciones, que nos permiten a muchos asomarnos a un mundo que nos fascina y que en general nos está vedado por falta de ediciones en castellano o por estar agotadas y descatalogadas.

 

Mil gracias.

 

Una guia de como de popular es este hilo, es que tiene ya nada menos que 6439 visitas.

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Y opino que los mejores pilotos que tuvo la RAF, con diferencia, fueron los Polacos.

 

Mucha gente piensa eso. De hecho alguno de los aviones en estado de vuelo de Duxford, esta pintado con los colores de la escuadrilla polaca ¿coincidencia?

 

El spit que esta justo detrás de los pilotos en la fligth line, se le puede apreciar en su morro el distintivo Polaco. Esta foto la sacamos en el viaje que hicimos a Duxford en el 2007

 

DSC02063.jpg

 

Esta otra es del 2010

 

dsc0040qw.jpg

 

En esa ocación, les tributaron un más que merecido homenaje, sabiendo el papel que ejercieron durante la Batalla de Inglaterra

 

4970196021_b094ff9d53.jpg

 

En casa tengo más fotos del homenaje que les hicieron, a ver si luego subo alguna.

 

Por cierto, los pilotos de la películo "un mundo azul oscuro" son checos, no polacos.

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Uff, lo de Lavín da para una serie documental entera.

Tengo el placer de conocerlo en persona y de haberlo visitado en diversas ocasiones. Un gran tipo con una gran historia a sus espaldas.

Lo de la expulsión de los españoles fue una manera de purgar gente que resultaba incómoda. Demasiado PCE, demasiadas ganas de urdir intrigas y demasiada mala leche... por parte de los propios españoles. Igual que el hecho que fueran apartados/ninguneados por las fuerzas aéreas cuando en 1941 podían ser los mejores pilotos/instructores que podía tener la URSS en ese momento.

 

Volviendo al tema, como anécdota que no recuerdo donde habré leído, parece ser que los pilotos polacos no compartían la flema británica y eran bastante charlatanes por radio, lo cual por lo que se ve exasperaba bastante a los controladores de tierra de la RAF.

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Volviendo al tema, como anécdota que no recuerdo donde habré leído, parece ser que los pilotos polacos no compartían la flema británica y eran bastante charlatanes por radio, lo cual por lo que se ve exasperaba bastante a los controladores de tierra de la RAF.

 

Coño, conozco uno de esos, se llama Antiguo :xd:

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