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Libro "Pilotos de Combate"


jenisais

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Buenasss

 

(Dejamos a Robert L. Scott. Jr. y sus Flying Tigers haciendo círculos a su máximo techo, 6.500 m. sobre Kweilin (su base), y preguntándose por qué "El Viejo" (Chennault)no daba la órden de atacar a los aviones japoneses, ahora embebidos en ametrallar a los aparatos "cebo". Labor fácil donde las hubiera, bastaba con sumarse a la zambullida general, y cazarles mientras bajaban. Algo debía de estar tramando el Jefe del AVG.. Volvamos al decorado trepidante de aquel 3 de julio de 1942.)

 

 

 

 

El aire se encontraba lleno de humo y de los arrogantes aviones nipones. Hacían loopings, toneles, y toda clase de figuras acrobáticas encima de las imitaciones incendidas. Y arriba, en el sol, aguardaban los P-40 auténticos. Con frecuencia notaba (sigue contando Scott)que estaba descendiendo. Por algún reflejo, dejaba que la presión de mi mano bajara la proa del avión. La formación me seguía. Pero en cada ocasión recordaba a tiempo, volvía a ascender y continuaba volando en círculos. Finalmente, los señuelos quedaron convertidos en cenizas; el palio de humo se había adelgazado y se elevaba tanto que pude olerlo. Entonces llegó la órden que esperábamos, en forma tersa y dramática:

 

-¡Dénles, Tigres, dénles duro¡ Están maduros y esperando.¡Duro, Scotty¡

 

Descendimos sin órdenes verbales, nada más un movimiento del timón y una inclinación de mi ala para indicar la dirección. Detrás de mí, los diferentes líderes de escalón transmitieron mi señal. En un momento estábamos picando sobre ellos. Todos los Zeros fueron puestos en formación cerrada por sus líderes y prácticamente iban desfilando sobre la ciudad de Kweilin. Crecieron en la mira de mis armas a 1.000 m. de distancia y luché contra la tentación de abrir fuego. Habíamos esperado mucho tiempo y esa primera pasada debía ser la buena. Olvidé la superioridad numérica. Me alegra mucho haberla olvidado. Pero fue un alivio tal recibir la órden, terminar la espectación y descender de aquel vuelo incesante alrededor. Su formación era tan perfecta y cerrada (advertencia más que repetida por Chennault en sus conferencias didácticas. N. del T.), que no podíamos fallar. Aún los muchachos nuevos recordaron no disparar contra toda la formación, sino concentrarse en un avión cada vez, con ráfagas cortas y luego deslizarse hacia otro. Esperen apuntando y luego disparen... ¡siempre ráfagas cortas¡ No nos vieron hasta que fue demasiado tarde. Veinte o más iban ya cayendo y los que no ardieron a la primera pasada, se dispersaron y huyeron en todas direcciones. Después del primer picado, luego de ascender hacia el sol para ganar altura, también nos dispersamos y nos lanzamos tras los retrasados. Yo seguí con mi wingman a uno hasta Cantón, a 300 kms. al suroeste y lo derribé cuando el piloto bajó su tren, preparándose para aterrizar en el aerodromo "Nube Blanca". Ése día abatimos 34 aviones japoneses en nuestra victoria, pero más que eso, nos convertimos en combatientes.

 

Cuando llegamos al circuito de aproximación, noté que mis depósitos estaban casi secos. Mi voz sonó rara y extraña en mi tradio, cuando pedí instrucciones para aterrizar. Sonó como la de otra persona y quizá lo era. Y si pudiera haber oído esa noche el lamento de Tokyo Ross, me habría hecho bien, pero ella no se oyó al oro lado de las montañas de Kweilin. Después, recibimos un informe de la Inteligencia británica, oculta en las orillas de Kowloon, diciendo que había rabiado esa noche. Destacó que seguíamos la cobarde traición establecida ya por los asesinos mercenarios de Chennault y derribamos a un inocente alumno piloto, cuando estaba a punto de tomar tierra en el aerodromo de Cantón. Se jactó de los 48 aviones P-40 que sorprendieron y destruyeron los japoneses en nuestro aerodromo de Kweilin. Pero no mencionó los 34 aparatos que sabíamos que perdieron ellos de forma definitiva. Los chinos de Kweilin y de los arrozales vecinos fueron para traer a Chennault evidencias de esos 34 aviones, como orgullosos testimonios. Rosa de Tokyo aseguró que, al atacar la base japonesa de entrenamiento en "Nube Blanca" un día antes de estar oficialmente en servicio, habíamos violado algún convenio de la Convención de Ginebra. Estábamos comenzando en la misma forma cobarde en que terminó el Grupo de Voluntarios Norteamericanos.

 

Los aterrizajes fueron ese día más que cuidadosos, buscando con atención los cráteres de las bombas en la pista. Pero los chinos estuvieron allí casi antes de que cesara el ametrallamiento, para reparar los baches y retirar los despojos. Estacioné otra vez mi Tomahawk en la selva, lejos de las cenizas ardientes y mientras caminaba hacia la cueva, tuve que llenar de aire mis pulmones y de recuperar la compostura. El General Chennault, como siempre, parecía más joven que cuando lo dejamos para ir al combate. Siempre se calmaba después que salía bien algo que había proyectado. Lo encontramos practicando la lucha india con uno de nuestros pilotos, un deorte en que, para mi conocimiento, nunca fue derrotado. Cuando me vió llegar a la boca de la cueva, interrumpió su ejercicio para felicitarme. No podía dejar de sentirme feliz, ni ocultar mi alegría.

 

-¿Ve cuán fácil es, Scotty? ¿Alguna pregunta?

 

-Sí, señor -repliqué-. Tengo una pregunta. Por favor, dígame por qué esperamos tanto tiempo. ¿Por qué estuvimos volando en círculos?

 

Como no intentaba dudar de su juicio, me apresuré a decir que habíaa pensado que su radio podía estar averiada, que tal vez una de las bombas la tocó, o que la mía estaba descompuesta.

 

Se inclinó para frotar las orejas de Joe (el perrito mascota. N. del T.)y sacar un cigarrillo de su bolsillo en la chaqueta de cuero.

 

-Mire, Scotty -dijo finalmente-, póngase en el lugar de ese comandante japonés. ¿Qué pensaría si Vd. hubiera estado donde él estaba, en lugar de allá arriba, donde se encontraba Vd? ¿Qué estaría pensando cuando llegó a ver esas imitaciones?

 

Bueno, eso era fácil. No me iba a sorprender con eso.

 

-Pensaría en cuántos iba a incendiar en tierra. Hubiera estado haciendo cáculos respecto a esas dos líneas de P-40, una a cada lado de la pista. Sorpréndelos, antes de que enciendan los motores.

 

Chennault siguió frotando las orejas de Joe sobre el suelo de la cueva. Después se levantó y me miró directamente a los ojos, casi riendo en voz alta.

 

-Eso fué lo que pensó el japonés. Después de que lo vieron picar, elevarse y gastar la mayor parte de sus municiones y de su carburante y dejar que su disciplinada formación se saliera de su mano. Todo el tiempo que Vds. estuvieron ocultos allá arriba, él se sentía cada vez más y más inseguro respecto a esas imitaciones que ardían con tanta rapidez. 20 minutos, media ahora... y todo el tiempo, él está sintiendo más y más confianza. Pero también está preocupándose. De hecho, está a punto de pensar que las cosas no son como parecen ser, cuando doy la órden. Levanto la mirada en dirección del peligro, pero es demasiado tarde. Levantó la mirada hacia el sol cuando empezó a preocuparse por algo. ¿Sabe por qué, Scotty?

 

Seguro, lo sabía. El viejo zorro. Me sentía también un poco culpable, pero de cualquier modo, estaba feliz.

 

-Su combustible, general. Ahora comprendo. Yo habría estado preocupándome, pensando si tenía o no el suficiente para llevarme de regreso a Kai-Tak, o a "Nube Blanca", o a donde tuviera que ir.

 

Entonces sonrió ampliamente y me hizo un guiño. Había visto eso hacía tiemepo, tantas veces. Y esa tarde estuvo allí, en su puesto de vigilancia, pensándolo todo, mientras yo volaba en círculos y me preguntaba qué estaría esperando.

 

 

 

 

(Antes que nada, por si se me olvida, escribo el Copyright. Extrac de "Flying Tiger, Chennault of China", por Robert L. Scott Jr. Copyright, 1959. por Robert L. Scott, Jr. Reproducido con permiso de Doubleday & Co., Inc.

 

Otra vez, y van... siento mucho que se acabe el capítulo-extracto. Ha sido un texto más que entretenido. La aventura en CBI del American Volunteers Group dió órigen a una buena cantidad de libros a cual más atractivo de leer. Voy a mirar a ver si puedo conseguir el libro éste en cuestión. Y solo si está traducido, en castellano o francés. En inglés, aún entendiédolo, no disfrutaría. Envío fotos pertinentes a Rockofritz.)

 

Saludos

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Scott, Robert L. Cinta de 12,7 mm

 

scottrobertlcintade127m.jpg

 

Scott, Robert L Cargando su avión El Angel Exterminador

 

scottrobertlcargandosua.gif

 

AVG Justo al pasar a formar parte de la 14th Air Force J. Alison, Dave (Tex) Hill, A (Ajax) Baumler y Mack Mitchel

 

avgjustoalpasaraformarp.jpg

 

Chennault, Claire L. su mejor y más conocida fotografía.-

 

chennaultclairelsumejor.jpg

 

Chennault´s 23rd Fighter Group , 75th y 16th Fighter Sqn. Over ssouth China, 5 agosto 1944. Cuadro de Robert Taylor.

 

chennaults23rdfightergr.jpg

 

 

Chennault, claire Lee Estátua en China.

 

chennaultclaireleeesttu.jpg

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Buenasss

 

(En efecto, Racoon, Chennault era co...rajudo. Pequeño de estatura, pero largo en hechos. En un país enorme (envuelto además en una enorme guerra de agresión), para él antes desconocido, supo montar una máquina de combate, modesta en sus efectivos pero importante en sus logros militares, y con una repercusión (ahora diríamos que mediática) a nivel mundial. Siempre tuvo fe en su gran capacidad de conocimientos aeronáuticos. Y merced a su vocación primera e innata de enseñante, supo inculcarla en lo que a lo primero era una dificil mezcolanza de pilotos, la mayor parte de ellos inadaptados (véase por ejemplo a Gregory Boyington), que solo tenían en común una idea: Luchar en el aire.

 

Racoon, Chennaut no tenía cara de "malo". En secreto sus hombres le conocían como "cara de palo", mala traducción del inglés original: "Leather's face", Cara de cuero. En los textos en francés, utilizan "Face de cuir". Esa cara tan llena de arrugas, no es sino la cosecuencia de sus miles de horas de vuelo en cazas sin cabina protectora, al aire.

 

Aclarado esto, Racoon, solo queda agradecer, de nuevo la gentileza de Rockofritz subiendo las fotos que le envío para ilustrar los textos.

 

Para acabar con la enorme peripecia del AVG, prometí hablar de la primera peli que protagonizaron los Tigres Voladores. Tuvo algún merito al rodarla aún con la guerra abierta. Se estrenó mediado 1945, lo que indica se rodó incluso corriendo 1944. Hubo suerte en lo tocante al importante tema de guión. Aquí se resolvió fácil y rápido. Bastó adaptar el conocido libro de uno de sus líderes en la segunda vida del AVG. En efecto, Robert L. Scott, Jr. uno de los oficiales más directos de Chennault había escrito una obra mayormente autobiográfica sobre su colaboración con "El Viejo", que en la peli es encarnado por un actor, como no podía ser menos, "de carácter", como se suele decir en términos cinematográficos: por el famoso Raymond Massey.

 

No tengo esta obra. No he encontrado edición ni en castellano ni en francés. Pero podemos difrutar de los trailers en youtube. En uno de los que he visto, Robert L. Scott, Jr. sale personalmente presentando el film. En el que el Hay varios trailers, y nos podemos hacer una idea de lo que es la peli. Aprovecharon los cineastas los P-40 en sus varios modelos, que estaban todavía en dotación en la USAAF. Hay un par de fotos en que se les ve en pleno rodaje. Rocko las subirá, con alguna más del film.

 

El guión, previsible para los tiempos de guerra que corrían. Los norteamericanos, aún mercenarios, son presentados como un dechado de virtudes, incluso religiosas (con una actuación muy destacada del pater del AVG)Y los japoneses, arteros y pilotos, como mucho, mediocres. Para dar un punto más patriótico, el enfrentamiento en el aire entre el protagonista (repito, sosias del Scott) y el "malo" del film, un japonés con muy mala pinta, se decanta, con claridad, de parte del hábil piloto estadounidense.

 

Como detalles: se rodó en el aerodromo auxiliar Luke, en Arizona. Se emplearon como una decena de bombarderos medios B-25 para rodar la última secuencia de la salida de bombardeo. Se pueden ver en las fotos. Como de costumbre los Zeros adversarios son T-6 Texan debidamente "arreglados". Ultima curiosidad, Scott falleció en febrero de 2006, a los 97 años. Con la increíble cifra de 33.000 horas de vuelo.

 

Por fortuna, se re-editó en DVD en 2008. Y no será dificil su adquisición en los circuitos y páginas dedicadas al cine o a la venta de pelis. Hoy se la considera como una "película clásica de guerra".

 

No facilito la ficha técnica completa (se puede consultar por ejemplo en w.imdb.com)

 

 

(Con algo de melancolía acabó aquí el tema del AVG y sus Tigres Voladores. Animo a los foreros a seguir buscando en la red y leyendo acerca de los American Volunteers Group. Hay cantidad y variedad, sobre todo en lengua inglesa.

 

Yo sigo subiendo más temas del inagotable libro de extractos autobiográficos de pilotos de caza, de Stanley M. Ulanoff "Fighter Pilot".)

 

Saludos

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Buenasss

 

(En efecto, Racoon, Chennault era co...rajudo. Pequeño de estatura, pero largo en hechos. En un país enorme (envuelto además en una enorme guerra de agresión), para él antes desconocido, supo montar una máquina de combate, modesta en sus efectivos pero importante en sus logros militares, y con una repercusión (ahora diríamos que mediática) a nivel mundial. Siempre tuvo fe en su gran capacidad de conocimientos aeronáuticos. Y merced a su vocación primera e innata de enseñante, supo inculcarla en lo que a lo primero era una dificil mezcolanza de pilotos, la mayor parte de ellos inadaptados (véase por ejemplo a Gregory Boyington), que solo tenían en común una idea: Luchar en el aire.

 

Racoon, Chennaut no tenía cara de "malo". En secreto sus hombres le conocían como "cara de palo", mala traducción del inglés original: "Leather's face", Cara de cuero. En los textos en francés, utilizan "Face de cuir". Esa cara tan llena de arrugas, no es sino la cosecuencia de sus miles de horas de vuelo en cazas sin cabina protectora, al aire.

 

Aclarado esto, Racoon, solo queda agradecer, de nuevo la gentileza de Rockofritz subiendo las fotos que le envío para ilustrar los textos.

 

Para acabar con la enorme peripecia del AVG, prometí hablar de la primera peli que protagonizaron los Tigres Voladores. Tuvo algún merito al rodarla aún con la guerra abierta. Se estrenó mediado 1945, lo que indica se rodó incluso corriendo 1944. Hubo suerte en lo tocante al importante tema de guión. Aquí se resolvió fácil y rápido. Bastó adaptar el conocido libro de uno de sus líderes en la segunda vida del AVG. En efecto, Robert L. Scott, Jr. uno de los oficiales más directos de Chennault había escrito una obra mayormente autobiográfica sobre su colaboración con "El Viejo", que en la peli es encarnado por un actor, como no podía ser menos, "de carácter", como se suele decir en términos cinematográficos: por el famoso Raymond Massey.

 

No tengo esta obra. No he encontrado edición ni en castellano ni en francés. Pero podemos difrutar de los trailers en youtube. En uno de los que he visto, Robert L. Scott, Jr. sale personalmente presentando el film. En el que el Hay varios trailers, y nos podemos hacer una idea de lo que es la peli. Aprovecharon los cineastas los P-40 en sus varios modelos, que estaban todavía en dotación en la USAAF. Hay un par de fotos en que se les ve en pleno rodaje. Rocko las subirá, con alguna más del film.

 

El guión, previsible para los tiempos de guerra que corrían. Los norteamericanos, aún mercenarios, son presentados como un dechado de virtudes, incluso religiosas (con una actuación muy destacada del pater del AVG)Y los japoneses, arteros y pilotos, como mucho, mediocres. Para dar un punto más patriótico, el enfrentamiento en el aire entre el protagonista (repito, sosias del Scott) y el "malo" del film, un japonés con muy mala pinta, se decanta, con claridad, de parte del hábil piloto estadounidense.

 

Como detalles: se rodó en el aerodromo auxiliar Luke, en Arizona. Se emplearon como una decena de bombarderos medios B-25 para rodar la última secuencia de la salida de bombardeo. Se pueden ver en las fotos. Como de costumbre los Zeros adversarios son T-6 Texan debidamente "arreglados". Ultima curiosidad, Scott falleció en febrero de 2006, a los 97 años. Con la increíble cifra de 33.000 horas de vuelo.

 

Por fortuna, se re-editó en DVD en 2008. Y no será dificil su adquisición en los circuitos y páginas dedicadas al cine o a la venta de pelis. Hoy se la considera como una "película clásica de guerra".

 

No facilito la ficha técnica completa (se puede consultar por ejemplo en w.imdb.com)

 

 

(Con algo de melancolía acabó aquí el tema del AVG y sus Tigres Voladores. Animo a los foreros a seguir buscando en la red y leyendo acerca de los American Volunteers Group. Hay cantidad y variedad, sobre todo en lengua inglesa.

 

Yo sigo subiendo más temas del inagotable libro de extractos autobiográficos de pilotos de caza, de Stanley M. Ulanoff "Fighter Pilot".)

 

Saludos

 

 

ahora es a ti a quien habría que ponerle una estatua,tan solo po ponerte escribir las pedazo de parrafadas que haces,geniales..........si pero yo no me podria escribir tanto para los desgraciados del E69 :D :D

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Supongo que cada uno de vosotros tiene un recuerdo de su niñez respecto a un avión, hecho o escuadrilla.

 

Tengo que decir que a mí los primeros que me "marcaron" fueron los "tigres voladores", con esos P-40 con las fauces de tiburón pintadas en la toma de aire del radiador. Entonces me parecían el mejor caza de la historia (ahora no pienso igual, pero si que sigue siendo de los que más bonitos me parecen).

 

Comento esto porque como yo los descubrí fue a través de una revista llamada

 

COMBATE

Revista Grafica Semanal

 

 

9916101.jpg

 

 

 

y que valía 25 pesetas cuando salío. De esa publicación tengo un par de ejemplares que tratan de los tigres voladores, aunque curiosamente en el cómic hacían continuas referencias a los "tiburones negros" no a los "tigres voladores" ¿tal vez una equivocación en la traducción? ¿o hubo alguna escuadrilla conocida como los Tiburones Negros? Ojála Jenisais sepa algo, yo no puedo aportar más información.

 

Os pongo unos cuantas imágenes de esos comic en B/N y en pulpa. Por desgracia ese tipo de papel no soporta muy bien el paso del tiempo, pero para ser solo en B/N me parecen unos cómics con una calidad increíble, refiriendome a los dibujos. Son tan buenos que intentar ser los más fieles posibles al avión e incluso al mayor Chennault.

 

Como mínimo los he considerado curiosos para acompañar los excelentes relatos de Jenisais.

 

 

comic03.jpg

 

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Buenasss

 

Gracias, Stark, por las "flores". Será porque me lees con buenos ojos. Lo que pasa es que se nota que disfruto escribiendo para este Foro.

 

 

Chapas, estupenda la revista Combate. Y una suerte que la conserves, y más que puedas mostrarnos sus virtudes. Muy acertados los dibujos y la historia: Incluso plasma con acierto la figura y personalidad de "El Viejo" Chennault.

 

Animado por su interesante lectura, he recordado que "tenía" algo parecido, "allí" en mi Archivo. Me ha costado todo un día encontrarlo. Pero ha merecido la pena, de verdad. Nada menos que la vida y milagros de George "Screwball" Beurling. También en Cómic. Procede de la inacabada biografía del As canadiense en su azaroso periplo defendiendo Malta desde el verano de 1942, en que llegó a la isla volando desde el portaviones Eagle,(me ha recordado, pues, lo que escribí no hace tanto en el Foro)Digo inacabada pues cesó de repente su aparición en el mercado. E ignoro, hasta la fecha, si se continuó o no. Hurgando,(que no investigando, -éso se lo dejo a "experten" como tú) en Internet, he encontrado una pagª sobre el artífice del citado Cómic: Juan Abellán Gª-Muñoz. Más que dibujante, pintor excepcional, que ha dedicado su larga vida a ilustrar casi con exclusividad Aviones. Aviones con mayúscula, pues son de una calidad excepcional. Realizó a petición del IHCA (Instituto de Hª y Cultura Aeronáutica), del Ministerio de Defensa un monográfico acerca de todos los Aviones de la Guerra Civil española. Obra imposible de superar. A pesar de su avanzada edad, nació en 1926, sigue trabajando incansablemente en su vocación pictórica.

 

La citada pagª la he "captado" y la envío a Rocko, para subirla al Foro. Me explico, en ésta pagª hay un dibujo del citado Cómic de Beurling. Lo mando como adelanto, pues, y esta es la novedad: Envío a Rocko fotocopiadas todas las páginas del Comic de Juan Abellan que poseo. Han salido un poco oscuras. Son de lo más interesantes. Y no van a defraudar. Un poco de paciencia y aparecerán en el Foro. Son solo 7 pags. Creí que tenía más. Seguiré buscando por si aparece alguna.

 

Respecto a tu pregunta concreta sobre los Escuadrones del AVG, (cita tu revista "Sqn.Tiburones Negros") debe ser una licencia del dibujante. Solo hubo tres Escuadrones "Tigres Voladores": 1º Sqn. Adanes y Evas; 2º Sqn. Panda Bears (Osos Panda); y el 3º Sqn. Hell's Angels (Angeles del Infierno)

 

 

Reanudo la transcripción, como dije, del libro de S.M. Ulanoff, fuente inagotable de textos autobiográficos de Ases.

 

Saludos

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Buenasss

 

Gracias, Stark, por las "flores". Será porque me lees con buenos ojos. Lo que pasa es que se nota que disfruto escribiendo para este Foro.

 

 

Chapas, estupenda la revista Combate. Y una suerte que la conserves, y más que puedas mostrarnos sus virtudes. Muy acertados los dibujos y la historia: Incluso plasma con acierto la figura y personalidad de "El Viejo" Chennault.

 

Animado por su interesante lectura, he recordado que "tenía" algo parecido, "allí" en mi Archivo. Me ha costado todo un día encontrarlo. Pero ha merecido la pena, de verdad. Nada menos que la vida y milagros de George "Screwball" Beurling. También en Cómic. Procede de la inacabada biografía del As canadiense en su azaroso periplo defendiendo Malta desde el verano de 1942, en que llegó a la isla volando desde el portaviones Eagle,(me ha recordado, pues, lo que escribí no hace tanto en el Foro)Digo inacabada pues cesó de repente su aparición en el mercado. E ignoro, hasta la fecha, si se continuó o no. Hurgando,(que no investigando, -éso se lo dejo a "experten" como tú) en Internet, he encontrado una pagª sobre el artífice del citado Cómic: Juan Abellán Gª-Muñoz. Más que dibujante, pintor excepcional, que ha dedicado su larga vida a ilustrar casi con exclusividad Aviones. Aviones con mayúscula, pues son de una calidad excepcional. Realizó a petición del IHCA (Instituto de Hª y Cultura Aeronáutica), del Ministerio de Defensa un monográfico acerca de todos los Aviones de la Guerra Civil española. Obra imposible de superar. A pesar de su avanzada edad, nació en 1926, sigue trabajando incansablemente en su vocación pictórica.

 

La citada pagª la he "captado" y la envío a Rocko, para subirla al Foro. Me explico, en ésta pagª hay un dibujo del citado Cómic de Beurling. Lo mando como adelanto, pues, y esta es la novedad: Envío a Rocko fotocopiadas todas las páginas del Comic de Juan Abellan que poseo. Han salido un poco oscuras. Son de lo más interesantes. Y no van a defraudar. Un poco de paciencia y aparecerán en el Foro. Son solo 7 pags. Creí que tenía más. Seguiré buscando por si aparece alguna.

 

Respecto a tu pregunta concreta sobre los Escuadrones del AVG, (cita tu revista "Sqn.Tiburones Negros") debe ser una licencia del dibujante. Solo hubo tres Escuadrones "Tigres Voladores": 1º Sqn. Adanes y Evas; 2º Sqn. Panda Bears (Osos Panda); y el 3º Sqn. Hell's Angels (Angeles del Infierno)

 

 

Reanudo la transcripción, como dije, del libro de S.M. Ulanoff, fuente inagotable de textos autobiográficos de Ases.

 

Saludos

 

Y antes de que "subas" la última traductotranscripción, pues te saludo Jenisais.

Ya te imagino en hora de desvelo tecleando para nuestro goce y disfrute y yo, que en este instante te llevo horas de retraso, ya estoy que cierro los ojos de sueño.

 

Un gran abrazo y te seguimos ;)

Edited by racoon
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Al re-leer lo que acabo de subir, veo que me he dejado una aclaración.

 

En mi anteúltimo párrafo, y citando la pagª que envío a Rocko para que la suba, digo que hay un dibujo del Cómic dibujado por Abellán. En efecto, salen 3 figuras: La que está de espaldas en 1º plano es Beurling. El texto que va con la foto explica la escena. Ah y sobre todo, intentar leer el final del anteúltimo párrafo de la pagª citada. Explica un poco lo que acabo de escribir.

 

Gracias

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Buenasss

 

(Vamos a ver si recuperamos el tono y ritmo del libro de Stanley M. Ulanoff, "Fighter Pilot", que todavía tiene mucho por leer.

 

Volvemos a ETO. Entremos en la idiosincrasia tan especial de la RAF. Y si tenemos que elegir un piloto de caza lo más representativo de la forma de volar, entender y practicar la guerra aérea, debemos referirnos a James Edgard Johnson, Johnnie Johnson. Iremos desgranando su biografía a lo largo de varios días, los que lleve trascribir el extracto de su libro "Wing Leader" que recoge S.M. Ulanoff. Solo diré, antes de empezar con el relato, que si algo le faltaba a Johnnie Johnson para ser un piloto de caza, con mayúsculas, lo logró siendo fiel wingman (mo me encuentro a gusto empleando las palabras españolas, punto, o alero) del genial Douglas Bader en los momentos más cruciales de la Batalla de Inglaterra.

 

Yo he aprendido, y disfrutado, mucho con el texto que sigue.

 

 

 

 

Líder de Ala, por el capitán de Grupo J.E. "Johnnie" Johnson, R.A.F.

 

 

... Y así, la RAF volvió a Francia por vez primera, desde nuestra abrupta partida en 1940... cuatro años después.

 

Luego de un bocadillo, caminé hasta la orilla del huerto. Allí avanzaba lentamente una procesión contínua, naríz con cola, de camiones, tanques, vehículos blindados y otro material, hacia las líneas del frente, después de ser vomitados en la costa normanda por varios barcos, a cerca de 2 kms. del aerodromo. Observé por algún tiempo el torrente interminablede vehículos y eso me demosrtró con claridad nuestra completa superioridad en el aire. Si una escena similar hubiera ocurrido en territorio enemigo, entonces la columna habría sido destruida inmediatamente por nuestros Jabos, que volaban sobre Normandía buscando dichos objetivos. De hecho, siempre podíamos decir de qué lado de las líneas estábamos, notando el contraste notable en la actividad y el esparcimiento del tráfico en los caminos.

 

Nos hicimos al aire otra vez, después de la comida y aunque nuestra patrulla transcurrió otra vez sin eventos, nos sentimos razonablemente satisfechos con el trabajo del día. Habíamos aterrizado en Francia, reabasteciéndonos de carburante, lo cual constituyó una importante piedra miliar en nuestro progreso. Aún cuando el asalto a la costa de Normandía no logró expulsar a la Luftwaffe, quitá la batalla consiguiente por Francia produciría alguna reacción.

 

Pronto despegamos por última vez de Ford (Inglaterra). Nuestro personal de tierra y nuestro equipo habían llegado a salvo a Normandía, estableciéndose en St. Croix y estábamos preparados para operar el Ala. Metimos nuestras escasas propiedades, consistentes en una camisa de repuesto, una muda de ropa interior y los útiles de afeitar, en varios rincones desocupados de nuestros Spits, dimos las gracias al personal de tierra que atendió nuestros aviones en Ford y 30 minutos después, nos hallábamos en la pista de St. Croix. Me complació unirme una vez más con Varley, y mi perro labrador, Sally, quien también llegó a la escena. Varley me recibió con una taza de su té especial.

 

No volé nuevamente ese día, sino pasé el tiempo en tierra, inspeccionado el pequeño grupo de vehículos que formaban el centro neurálgico del Ala. Los dos oficiales de enlace del ejército se encontraban trabajando con ahínco, marcando las posiciones en tierra, aliadas y enemigas, en mapas a gran escala que colgaban de los lados de nuestra tienda de breafing. Nuestros espías estaban ocupados con los muchos informes y sumarios de actividad enemiga y me deleitó oir que los esperados refuerzos de la Luftwaffe habían llegado y ahora se hallaban estacionados en varios campos aéreos, al sur y al sudeste. La Inteligencia estimaba que más de 300 cazas alemanes fueron llevados para oponerse a nosotros y el Jagdkorps 2 podía reunir alrededor de mil aviones de todos los tipos. Dí instrucciones de que los diferentes dispositivos de la Luftwaffe fueran acotados cuidadosamente en un mapa adecuado, pues le haríamos una visita de cortesía a la primera oportunidad. El personal de Señales había establecido buena comunicación con el 83 Group, el cual podía controlar nuestras actividades en el aire. Fue aparente para mí que los muchos movimientos tácticos ensayados continuamente en Inglaterra habían pagado un buen dividendo. La maquinaria de la organización de control estaba trabajando con suavidad y eficiencia. Eramos la 1ª Ala con base en Normandía: como tal, poseíamos un radio de acción mucho mayor sobre Francia, que el de aquellos Spìtfires que todavía operaban desde la metrópoli. Debíamos poder penetrar en lo profundo del territorio enemigo y si sus escuadrones no despegaban, los buscaríamos en sus cubiles y los borraríamos del mapa. Altamente satisfecho, subí a mi jeep para inspeccionar el campo aéreo. Después de asegurar de que los 3 escuadrones estaban bien preparados para un período de combates intensos, regresé a mi caravana donde Varley y yo desempacamos mis pertenencias personales.

 

Varley ya había pasado 2 ó 3 noches en Normandía e insistió en que la andanada nocturna de costumbre era bastante desagradable. De acuerdo con él, unos pocos aviones enemigos de reconocimiento y bombardeo aparecían poco después de oscurecer y todos los cañones de la cabeza de playa abrían fuego contra los intrusos. Varley sugirió que tal vez el lugar más seguro para mi lecho sería en una angosta trinchera, pero temo que puse poca atención a su consejo y estaba determinado a dormir en la caravana... una decisión que iba a lamentar antes que hubieran pasado muchas horas.

 

Me retiré bastante temprano, ya que ése fue un día fatigoso y deseaba el beneficio de un buen sueño para las actividades del día siguiente. Fui despertado rudamente por el fuerte tableteo de un antiaéreo Bofors situado a unos 20 m. de mi caravana. Pude oir con dificultad el zumbido típico no sincronizado de un avión enemigo y era tan importante el clamor de nuestra cortina de disparos, que era imposible dormir. Sería mejor que me vistiera y viera qué sucedía. El firmamento estaba iluminado hacia el suroeste por grandes fuegos, pero el enemigo dirigía su atención a la masa embarcada en la playa. Los artilleros navales abrieron fuego con todo lo que tenían y las trazadoras anaranjadas rasgaron el cielo con fantásticos dibujos zizagueantes. Pedazos de metralla caliente cayeron sobre mi caravana y los miles de cañones antiaéreos concentrados en un área relativamente pequeña, hicieron el estrépito casi insoportable. Los reflectores buscaban en el firmamento, pero eran obstaculizados por las nubes bajas de base y en ocasiones, la tierra reverberaba al iampacto de las bombas. Decidí que el techo de lámina de mi carabana ofrecía poca protección contra esta especie de cosas y fui en busca de Varley, para que pudiéramos mover juntos mi lecho a una posición más segura; pero el tipo listo ya se había ido a tierra desde hacía tiempo, llevándose al perro con él.

 

Bajé mi saco de dormir de la cama y lo arrastré hasta ponerlo debajo del eje posterior de la caravana. Eso, cuando menos me proporcionaría protección contra la metralla, pero el sueño fue imposible, ya que la Luftwaffe envió esporádicas incursiones hasta las primeras horas del día y, para mi pesar, nuestros artilleros no parecían sufrir escasez de municiones. El alba me halló frío y desdichado... me arrastré fuera de mi bolsa de dormir húmeda y atravesé caminando el pasto mojado hasta la tienda comedor, para una bebida caliente. Me pregunté cómo la habrían pasados mis 3 comandantes de escuadrón, Browne, Russell y McLeod, durante la exhibición de fuegos pirotécnicos, pero después los encontré, calientes y cómodos, en un refugio subterraneo solidamente construído en el huerto por los alemanes. Los observé durante unos momentos, mientras yacían en profundo sueño y resolví que la noche próxima me encontraría junto a ellos.

 

Doce de nosotros estábamos preparados en las cabainas de nuestros Spitfires, dispuestos para un rápido combate. Yo había decidido volar con el escuadrón de Wally McLeod y él conducía el otro escalón de 6 aviones. Si el enemigo mostraba alguna actividad en el aire, sus movimientos serían descubiertos por el radar del 83 Group y acotados en la mesa de operaciones del centro de control del grupo. "Kenway", el nombre en clave del centro, llamaría entonces por teléfono a nuestra caravana de Ops. y ordenaría que el escuadrón preparado se hiciera al aire. La señal de despegue sería una luz Very disparada desde la caravana de Ops. Una vez en el aire, recibiríamos instrucciones por radio, directamente de Kenway. Después de media hora en la cabina, enguantado, enmascarado y listo para despegar, estaba un tanto somnoliento como resultado de mi falta de sueño de la anoche anterior, pero mi posición incómoda y apretada era suficiente para mantenerme despierto. De pronto, una luz Very roja se elevó desde el huerto. Con loss interruptores abiertos, mis dedos oprimeron el botón de arranque y el Merlin cobró vida con un rugido. Después avancé por la angosta pista de taxeo e hice el viraje en ángulo recto para entrar en la pista de despegue a velocidad excesiva, pues el ala de estribor se inclinó hacia abajo en un ángulo peligroso. Pocos segundos después, los 12 nos encntrábamos en el aire, en desorden, pero los muchachos empezaron a adoptar su formación de batalla.

 

-Kenway a Greycap. Bandidos activos a 8 kms. al sur de Caen a baja altura. Investigue, por favor.

 

-Greycap a Kenway. Roger (sí). ¿Alguna altura definida de los bandios?

 

-Kenway a Greycap. No, pero estan a menos de 1.500 m. Fuera.

 

Había nubes esparcidas entre 1500/2000 m. y arriba, el sol brillaba desde un firmamento despejado. Si la información de Kenway era correcta, probablemente sería un grupo de bombaderos incursores. Lancé los Spitfires a través de una brecha y los llevé un poco más abajo de la base de nubes.

 

-Permanece bajo el sol, Wally, y tan cerca de la base de nubes como puedas, Bajaré unos cientos de metros.

 

-Tres azul a Greycap. Bandidos a las 9, 600 m. abajo.

 

-Roger, tres azul, ya los tengo. Vienen hacia nosotros. Virando a babor.

 

Los bandidos era una mezcla de Fw-190 y Messers 109. En total, alrededor de una docena. Ahora estaban inmediatamente abajo de mí, volando hacia Caen. No volaban a mas de 600 m. y teníamos el sol detrás. Poseíamos todo para un ataque perfecto.

 

-¡Allá voy, Wally¡ -exclamé-. Cubre mi sección. Liquida a cualquiera de los bastardos que se ponga sobre mí.

 

 

 

(Mañana más; que el combate se me va de las manos. Y la noche me confunde.

 

Todo huele a acelerón y a adrenalina a tope. Evolucionando a esa altitud los resultados suelen ser fatales. Las maniobras se efectúan de memoria, no hay tiempo ni de pensar. Se reacciona, sin darse cuenta, como en un entrenamiento bien engrasado. El tiempo parece pararse, y todo tu cuerpo mira a través del colimador. Los parámetros espacio/tiempo se funden. Y se concentran en lo que hay entre tu mira y el avión que aparece delante y que "debes" derribar de inmediato. Porque "él" puede hacer lo mismo contigo,ya.

 

 

Volvemos a recordar la atmósfera de tensión suprema de los combates de Closterman, ¿no?. A ver si es verdad. )

 

Saludos

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Subo algunas fotos de Johnnie Johnson del archivo de jenisais:

 

Johnson, James E Johnnie. Liderando el 402 Sqn. RCAF

 

johnsonjamesejohnnielid.jpg

 

Johnson, Johnnie Rowan On my tail

 

johnsonjohnnierowanonmy.jpg

 

Johnson, Johnnie, Spitfire Mk IX

 

johnsonjohnniespitfirem.jpg

 

Jonnie Johnson visita a Kenneth More que está rodando Reach for the Sky. Proa al cielo

 

jonniejohnsonvisitaaken.jpg

Edited by Rockofritz
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Buenasss.

 

(Esta noche va fatal esto del Internete. Zanjaré la cuestión acabando únicamente el Dogfight sobre Caen pendiente. Además no sabemos su desenlace. Aunque parecen los británicos con ventaja. Sin darse cuenta han montado una emboscada sobre una docena de cazas alemanes, que parece no se han dado cuenta de la llegada de los Spits por arrriba y el sol...

 

Punto y Aparte.)

 

 

 

 

Mi sección iba picando, pero aún estaba bien fuera de tiro, cuando nos vieron los Hunos (me sigue molestando este apelativo por parte de los aliados, en concreto los ingleses. Igual, lo de "indianer" (indios) para designar los germanos a los norteamericanos. N. del T.), probablemente porque éramos fápiles de ver contra el fondo de cúmulos blancos. Se desplegaron bajo nuestro ataque en una forma experimentada y comprendí que eran conducidos por un veterano.

 

-Adentro, Wally. Estos brutos se quedarán a pelear.

 

Ahora 24 aviones de caza giraban y serpenteaban, buscando una situación ventajosa. Mi número dos llamó:

 

-¡Greycap¡ Sigue virando. Tienes un 190 detrás.

 

Segúi con el viraje y vi el feo hocico del 190 por encima de mi hombro.Pero no pudo disparar contra mí y pronto fue ahuyentado por un Spitfire. Tomé nota mental de invitar a un trago a mi número dos, de regreso a St. Croix.

 

El líder enemigo debió dar la órden de retirarse, pues su máquina picó hacia tierra, y estableció un curso hacia el sur. Entonces descubrí 4 Fw-190 volando en una amplia formación de dedo, con espacios iguales, pero la nave de estribor iba fallando y en su posición, no podía ser cubierta por sus colegas.

 

-Dos rojo. Cubre mi cola. Voya atacar al 190 de estribor.

 

-Muy bien, Greycap. Estás libre. No hay nada atrás.

 

Acorté la distancia entre mi Spitfire y el Focke Wulf. Sus tres camaradas continuaban delante de él y era un blanco fácil. Me deslicé a un lado, de modo de no tener una baja línea de tiro a popa y me levanté levemente sobre él, para esquivar algunos árboles elevados, mientras me concentraba en disparar. Lo toqué con la primera ráfaga en la tolva de su motor. Otras granadas de cañón penetraron en su cabina y el 190 se desplomó a tierra, a pocos metros más abajo. Volábamos sobre un área bien defendida, pues mientras me elevaba, nos envolvió considerable artillería ligera.

 

Elevé mi Spit en espiral y miré por última vez a los tres 190 restantes. Indiferentes a la suerte de su compañero, continuaban alejándose a baja altura y después de asegurarnos de que no iban a regresar, volvimos a St. Croix muy separados.

 

De regreso en el aerodromo, supe que Wally había derribado un Fw 190 y Don Walz una tercera víctima. Fue una lástima que los Hunos nos hubieran visto cuando lanzamos el ataque incial; si hubiéramos logrado una sorpresa completa, podríamos haber derribado media docena. Aún así, tres victorias eran más que ninguna y el empeño marcó nuestros primeros triunfos, despegando de St. Croix. Mi anotación personal era ya de 28 victorias.

 

Pero, por desgracia, Walz fue derribado ése día, más tarde, con otros 3 pilotos. De momento no supimos nada de las circustancias, excepto el hecho desnudo de que una sección de 4 aviones no regresó del combate. La sección había despegado por la tarde y descubrió una fuerza de Focke Wulf, a la que atacaron. A la luz escasa, no pudieron adivinar que era una fuerza muy superior, los alemanes comprendieron su posición ventajosa, aceptaron la pelea, y los cuatro Spitfires fueron deribados. El avión de Walz fue tocado en el motor y los tanques de combustible explotaron. Perdió poco tiempo en saltar y aterrizó a salvo en un campo. El incidente fue especialmnete doloroso para Dal Russell, cuyo hermano menor era uno de los 3 pilotos que murieron en esa misión.

 

Una vez más, el tiempo cayó con nubes bajas y lluvia. Eel vuelo era imposible y aprovechamos la oportunidad para acomodarnos en St. Croix. Nuestro refugio subterráneo era caliente y seco y ofrecía amplia protección contra las andanadas nocturnas, que continuaban sin disminuir en intensidad. El alcalde de la aldea fue a verme, con uno de los franco-canadienses actuando de interprete y me dijo que los almanes habían abandonado en la localidad varios buenos caballos del ejército. También tenía "requisadas" algunas sillas y bridas y sugirio que podía ocupar dos o tres de los corceles, para nuestra diversión. Uno de mis pilotos, Johnny Irwin, tenía cierto conocimientos de los caballos, así que junto con el alcalde y Varley, fuimos a St. Croix para inspeccionar los animales. No eran exactamente el tipo de caballos que vería uno en Caballería, pero desde mis días en los cuerpos de Guardias sabía algo de la materia y me parecieron estar sanos de remos y de resuello. Irwin confirmó mi diagnóstico. Él y yo cabalgamos de regreso al aerdromo con algún estilo, mientras Varley conducía el jeep. Con estos animales, disfrutamos de mucha diversión y duro ejercicio. En una ocasión, asombré a un oficial superior de enlace del ejército, quien pertenecía a un regimientode caballería de línea, cuando me presenté en mi corcel en el 83 Group para una conferencia. Waly adoptó el pasatiempo con algún celo y cabalgaba como volaba... a toda velocidad. Pronto descubrió que era mucho más fácil permanecer sobre el lomo de un caballo al galope que al trote y paseaba por Normandía al galope o al paso.

 

Nuestro comedor estaba en una gran tienda, a un lado del huerto. Vivíamos exclusivamente de las raciones de campaña enlatadas y pronto nos aburrimos de esta dieta adecuada, pero monótona. Los canadienses deplorabaan la ausencia de carne fresca, leche y jugos de frutas y querían buen pan fresco, en lugar de galleta dura. Todos los días aterrizaba en St. Croix un Avro Anson bimotor llegado de Tangmere, llevando correo, periódicos y pequeñas refacciones que requeríamos con urgencia. Me senté en mi caravana a escribir una nota a Arthur King, al "Unicornio", en Chichester. Le expliqué lo tedioso de nuestra alimentación y le pregunté si podía enviar a Tangmere un suministro de vegetales frescos, lo mismo que pan y tal vez alguna carne. Si podía mandar eso a Tangmere, el piloto del Anson se encargaría del resto y nosotros quedaríamos muy agradecidos.

 

Al día siguiente, el Anson llegó con una caja de tomates, hogazas de pan fresco y langostas suculentas, junto con una cantidad razonable de cerveza. Arthur mantuvo su organización de suministros privados, hasta que nos alejamos de los angostos confines del área de la cabeza de playa y pudimos comprar en las fuentes locales lo que considerábamos que nos era necesario para vivir. Un día, un pequeño grupo de corresponsales de prensa llegron a visitar el Ala y los invitamos a quedarse a comer. Se mostraron un tanto reacios a aceptar mi oferta, ya que habían pensado ir a Bayeux, donde podía obtenerse uministro adecuado. Sin embargo se interesaroni mucho en los procedimientos, cuando fueron puestos ante ellos las langostas y el vino local. Por supuesto, preguntaron respecto a los areglos para el sumnistro de esas necesidades y les hablamos de nuestra organización de base en Sussex, centrada en torno a Arthur King.

 

 

 

 

(No me atrevo a seguir más, no se que se me cuelgue. Mañana seguiremos con el interesante relato de Johnnie Johnson. No puede uno sino intentar imaginarse en qué condiciones estarían sus oponentes de la Luftwaffe, hostigados sin cesar día y noche por los Typhoons en busca de sus aerodromos. Con las vías de comunicación cortadas por la Resistencia y por los bombarderos medios. Penuria de reposición de material, y lo que era peor, de sustitución por pilotos recién salidos de las Fliegerschule, solamente con un puñado de horas de vuelo. Hacía ya tiempo que los Experten ya eran cosa del pasado.)

 

Saludos

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Bueenasss

 

(Leamos como quedó el asunto del "suministro" clandestino a Johnnie Johnson y su escuadrilla en tierras de Normandía. Fue reprendido de manera indirecta. Se centraron sobre todo en el asunto de la cerveza trasladada subrepticiamente al frente de batalla. "Advirtieron" a la fuente de que si persistía en su actitud sería acusado de "Exportación ilícita de bebidas alcohólicas al extranjero", con el agravante de hacerlo "en tiempo de guerra". Estos rigoristas ingleses siempre igual.

 

Más importante es reseñar que el Squadron de Johnnie Johnson tuvo el honor, históricamente hablando, de ser el primero en tomar tierra en territorio francés, en Normandía. Tuvo su importancia mediática: todos, y sobre todo en la RAF. se acordaban en Inglaterra de la salida vergonzante del continente europeo a primeros de junio de 1940, del contingente del AASF (Advance Air Strike Force), la Aviación británica enviada al continente para coadyuvar a la defensa de Francia, desde el comienzo de la guerra, a primeros del ya lejano setiembre de 1939.)

 

 

 

 

Pocos días después, la historia fue publicada en uno de los periódicos nacionales. Tuvo una secuela divertida, ya que Arthur King (el "suministrador". N. del T.)fue visitado por un representante de los Aranceles de Su Majestad, quien le dijo solemnemente que necesitaría una licencia de exportación, si persistía en esas actividades.

 

Desde su introducción al servicio, en 1939, el versátil Spitfire había participado en muchos papeles diversos y peleado en una variedad de batallas de tierra. Aparecía como avión de caza, Jabo y como avión recco táctico y fotográfico. Entonces cumplió con otro papel, quizá no tan importante como las tareas desempeñadas en el pasado, pero de suprema importancia para nosotros. En Inglaterra, alguna mente ingeniosa modificó las perchas de bombas debajo de cada ala, de modo de poder llevar un pequeño depósito/tonel de cerveza en cada ala, en lugar de una bomba de 225 kgs. Esta versión moderna del carretón del cervecero atravesaba volando el Canal diariamente y aterrizaba en St. Croix. La cerveza no sufría malos efectos por este viaje poco ortodoxo y le dábamos la bienvenida en nuestro comedor. (Tengo la suerte de tener la foto de este particular Spit; se la envío a Rockofritz que la subirá seguidamente. N. del T.)

 

 

Ahora nos enfrentábamos todos los días a la Luftwaffe, sobre los campos de Normandía. Siempre que el tiempo lo permitía, se mostraban activos sobre el área de combate y volábamos muy hasta el sur, para poderlos interceptar antes de que pudieran atacar a nuestras tropas de tierra. Por lo general operaban en formaciones pequeñas, rara vez de más de una docena de naves. En consecuencia, recurríamos a vuelos y luchas con efectivos de un escuadrón, y el Ala rara vez volaba como una formación completa; 36 aviones serían dificiles de controlar y demasiado visibles. Yo volaba una o dos veces diarias, conduciendo en turno a los diferentes escuadrones, de modo de no perde rmi asociación íntima con todos los pilotos. Entonces, la anotación total de victorias confirmadas del Ala llegaba a una cifra agradable y mi anotación personal era de 29, todas las cuales eran contra cazas monomotores. Había especulaciones extendidas respecto a cuánto tiempo pasaría antes que igualara la marca de Sailor Malan de 32 victorias, pero me negué a discutir el tema y no lo consentía en mi mente. Si continuábamos teniendo éxito en nuestros combates contra la Luftwaffe y si ellos seguían operando con la misma intensidad, tendría muchas oportunidades de luchar en el futuro inmediato. Mi obligación era liderar a los pilotos al combate y asegurarme de que nuestro equipo derribara el número máximo de aviones enemigos. Mi anotación personal y cualquier marca consecuente a ella, eran una consideración secundaria. No intentaba correr riesgos indebidos y me contentaba con la velocidad actual de nuestro progreso. Sin embargo, el 23 de junio perdí una oportunidad de oro de agregar una o dos cabelleras a mi cinturón.

 

Era un día excelente para volar y yo estaba en la punta de lanza del Squadron de Wally. Él conducía una sección de dos aviones a mi lado de estribor. El sol brillaba en la altura, desde un firmamento azul, pero había gran cantidad de cúmulos blancos y plumosos a unos 1800 m. Estas nubes estaban interrumpidas y cubrían casi la mitad del campo. Algunas continuaban por 9 ó 10 kms. y luego volábamos por una extensión clara, donde podíamos ver la tierra. Después de cruzar el cinturón de Flak enemiga al sur de la carretera Caen-Bayeux, dejé caer el Sqn. a la base de la nube, porque no quería que destacara, recortándose contra ese blanco delator.

 

Habíamos dejado Alençon a babor, cuando vi una jauría de "bandits" a las tres. Era una formación de Fw-190 que viajaba en la misma dirección que nosotros. Como yo, su líder prefirió viajar bajo la base de las nubes, para no ser atacados desde arriba. En esas circustancias, solo tenía dos métodos de ataque. Podía llevar el Sqn. cerca del nivel del suelo y tratar de arrastrarnos hacia ellos desde abajo, en un ataque a sus vientres vulnerables, o elevarnos a través de una nube, volar siguiendo el mismo rumbo que el ene migo y atacar desde el sol, cuando aparecieran desde la cubierta de nubesinterrumpida. Adopté la táctica de elevarnos y con los aceleradores totalmente abiertos, nos elevamos atravesando la nube, hacia el sol. Ahora llevábamos el mismo curso que la formación alemana y pude ver que, 9 ó 10 kms. más adelante, la nube terminaba en una línea desgarrada. Si mi cálculo era correcto y el enemigo seguía volando en línea recta, entonces llegaríamos a la orilla de la nube al mismo tiempo.

 

El líder enemigo mantuvo su rumbo obedientemente y 12 ó 14 Fw-90 aparecieron ante nuestra vista. Ordené al líder azul que atacara las máquinas de babor y llevé a los 6 Spitfires de la secciópn roja a un picado rápido sobre los Focke Wulf de estribor. Al acortarse la distancia miré por encima de mi hombro, cosa que hacía de forma automárica, para asegurar de que no estaba ningún aeroplano enemigo sobre nosotros. El firmamento se encontraba vacío, pero cuando volví a enfocar mis ojos en los alemanes, vi que habían empezado a virar a estribor. Wally estaba en mi lado de estribor, a unos 200 m. y ahora los 190 se hallaban más cerca de él que de mí.

 

 

 

 

 

(Lo dejo aquí. Mañana acabo este estupendo capítulo/extracto del libro de Johnnie Johnson. Repito, que siempre me cuesta hacwrlo cuando estoy a gusto con el relato.

 

Por cierto que en algunos textos escriben Johnnie, y en otros lo hacen como Johnny. Y a veces me despisto. Intento seguir/escribir Johnnie, tal y como aparece en los escritos originales en las páginas de la RAF.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Retomamos la imágen congelada.

 

Confluyen las dos formaciones de cazas, con la principal diferencia que una sabe lo que va a encontrarse; la otra, sale de la nube, despreocupada, dentro de lo que cabe en un cielo de Normandía lleno de aviación enemiga, noche y día. De pronto, todo se precipita: los alemanes ven a los ingleses, y reaccionan virando al unísono(avisados freneticamente por su líder, supongo. N. del T.) Y se van a encontrar con el wingman de Johnnie, que volaba a su derecha conduciendo a su sección, dos Spits. Pero dejemos que lo cuente Johnnie Johnson que lo hace infinamente mejor.

 

Tras un Punto y seguido rapidísimo.)

 

 

 

 

Él,(Wally) tocó un 190 con los primeros disparos de sus cañones. Las llamas saltaron de la cabina; el avión cayó invertido y picó verticalmente hacia tierra. La sorpresa, pasó, pero los alemanes no se confundieron con nuestra llegada repentina y siguieron virando y serpentenando en el área. Otro 190 má estaba delante de mí. Iba virando a babor, pero sin demasiada inclinación. Un blanco facil. Sólo una poca defelexión. Una mirada hacia atrás. Vuelta a mirar al 190. El pulgar sobre el botón de disparo. Pero ya está rasgando el capot de su motor y la raíz de un ala con granadas de cañón. ¡El Focke Wulf, mortalmente herido, se une allá abajo con algunos compañeros, en la pira funeraria, pero yo no he disparado¡ El 190 fue atacado desde abajo, y un Spitfire, el matador, se eleva cien metros delante de mí. Otra búsqueda, ya que todavía no he disparado mis armas. Pero los aviones enemigos huyeron o están ardiendo en los campos. Doy la órden de reorganizarse y pongo rumbo a St. Croix, sintiéndome bastante frustrado. Descubrí a los alemanes, los llamé a cuentas, varios de ellos fueron destruídos, pero yo, el líder, no hice un solo disparo. De regreso a St. Croix, caminé hacia el Spit de Wally. Los armeros ya estaba reabasteciéndolo.

 

-Fue una buena exhibición de puntería, Wally. ¿Supongo que derribó el segundo?

 

-Sí, liquidé un par de ellos. ¿Vió el segundo, jefe?

 

Esos último lo dijo con una sonrisa que me desarmó.

 

-No, únicamente lo ví. Me hallaba a punto de derribarlo- reliqué.

 

-¡Mala suerte, señor¡ Vi un Spitfire detrás del alemán, pero pensé que era mejor asegurarme - ¡Por supuesto, no sabaía que era Vd.¡

 

-De cualquier modo, lo bueno es que alguien los derribe. Nunca vi mejor forma de disparar. ¿Cuántas balas usó

 

-No sé todavía. Oigamos qué dicen los armeros.

 

Supimos que Wally solo había disparado 13 balas de cada uno de sus dos cañones. Cada cañópn llevaba un total de 120 proyectiles, así que Wally solo empleó alrededor de una décima parte de sus municiones. Fue una exhibición de habilidad para volar y disparar y hasta donde sé, su actuación nunca fue igualada.

 

La Luftwaffe cambió de táctica una vez más y empezamos a encontrarnos con formaciones bastante grandes de cazas enemigos. Algunas veces eran hasta 50 máquinas, pero sus líderes no podía controlar formaciones tan dificiles de manejar y nosotros nos contentamos con operr con efectivos de un escuadrón. Uno de los líderes enemigos era facilmente identificaable en el aire, ya que sin variar, volaba en un Fw-190D naríz larga, cuando guiaba su mescolanza de Messerschmitt. Por varios fragmentos de información de que pudieron disponer, nuestros informadores dedujeron que el piloto era un veterano bastante conocido por el apellido poco teutónico de Matoni. Nos encontramos con él en el aire en varias ocasiones, pero era un tipo huidizo, hábil, peliroso y dificil de atraer al combate, a menos que él mismo decidiera hacerlo.

 

La presencia de Matoni era una especie de reto y nos hubiera agradao un justa con él. Una vez en el aire, formamos el hábito de llamar a Kenway y preguntarle si tenía noticias de Matoni, Algunos de mis canadienses hacían rudos comentarios por la radio, con la esperanza de que el servicio de radioescuchas alemanes, que indudablemente monitoreaba nuestras conversaciones radiofónicas, pasara nuestros comentarios al piloto germano.

 

La historia de Matoni y nuestra vana búsqueda de él llegó a los oídos de los castores ambiciosos de la prensa. Ellos siempre estaba alertas en espera de una historia humana personal de ese tipo y varios de ellos fueron a verme. Les expliqué los hechos establecidos en este relato q me tomé algún trabajo en explicarles que los épicos "duelos a muerte" anticuados de la guerra pasada ya no eran posibles en las condiciones impuestas en el combate en equipo. A pesar de mi explicación del caso, la historia fue adornada adecudamente y publicada en la prensa popular. Fue una historia de primera plana y en contenido, en sustancia, era que yo había retado a Matoni a un combate personal sobre Normandía. Esta falta de buena fe por parte de ciertos corresponsales de guerra, significó que fuera sometido a puyas inmisericordes por mis compañeros. También me causó molestias personales, pues Paula escribió para decir que pensaba que yo estaba corriendo bastantes peligros, sin arriesgarme más.

 

El episodio de Matoni tuvo una secuela interesante. La historia llegó hasta los periódicos alemanes y fue llevadaa la atención del piloto enemigo. Mas, para entonces, había sido derribado y yacía herido en un hospital. Supe de él poco después de que acabara la guerra, cuando escribió desde una dirección del Ruhr y lamentó no haber podido aceptar "el reto". ¿Pero tal vez no fuera demasiado tarde para presentar sus respetos? En mi respuesta, le pedí que cenara cono nosotros, pero nunca lo hizo.

 

 

 

 

(Como de costumbre, cuando acabo un capº/relato que me gusta, lo siento. Sé del libro de donde S.M. Ulanoff extrajo el relato, "Wing Lider". Se sigue imprimiendo. Es otro libro capital sin traducción al castellano. Conozco su edición en francés: Chasseurs dans le soleil (Cazas en el sol). Johnson también escribió "Full Circle" sobre la guerra aérea en la SGM.

 

Como última curiosidad, el Matoni que cita Johnson en la parte final del relato, sí existió. Walter Matoni (1917-1988), en el período citado era Gruppenkommandeur I/JG 11 en Normandía. Y resultó herido, como dice Johnson, en un accidente en el invierno de 1944-45. Y no volvió ya a volar. Fue titular de 34 victorias en 400 vuelos. Yo supe de él tras leer el libro sobre el Fw-190 de J.Y. Lorant, también por su relacion con los Rammjäger de la JG 300, de Walther Dahl, cuyo libro subí al Foro. Buscando en mi Archivo, encontré su foto: la envío a Rokofritz...)

 

Saludos

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Un poco atrasadas pero, coloco igual estas fotos relativas a la Pelicula GOD IS MY PILOT que correspondían al Post Nº 98 (tras un pequeño problema de conexión con Jenisais o confusión mía ^_^ )

 

godismycopilotportadaca.jpg

 

God Is My Co-Pilot Portada-carátula del DVD moderno

 

godismycopilotportadaca.jpg

 

God is my Co-Pilot foto promocional del film

 

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Scott, Robert L. Película de su libro. Los protagonistas

 

scottrobertlpelculadesu.jpg

 

God-Is-My-Co-Pilot Cartel peli en castellano

 

godismycopilotcartelpel.jpg

 

God is my co-pilot Fotos del rodaje 1

 

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God is my co-pilot Fotos del rodaje 2

 

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  • 2 weeks later...

Vale, tal vez sea un poco tarde pero no he podido dejar pasar la oportunidad, al parecer existe algún P-40 superviviente de los Flying Tigers

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Beware of the Claws por The Rocketeer, en Flickr

 

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The Right Tools for the Right Job por The Rocketeer, en Flickr

 

Esta foto se tomó el 26 de febrero, 2011 en Dekalb Peachtree Airport, GA, Estados Unidos

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Para ilustrar el capitulo último de Jenisais. Un poco tarde pero igual vale:

 

 

Johnson, James E Johnnie El Spit de la cerveza que cita Johnson en el texto, con los barriles subalares.

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Johnson, Johnnie Greycap Leader, by Robert Taylor

 

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Johnson, James E Johnnie El libro citado, prologado por Douglas Bader, del que fue wingman.

 

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Johnson, Johnnie, eso es un barrido y no el que hace mi santa en casa.-

 

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Matoni, Walter.

 

matoniwalter.jpg

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Buenasss

 

Después de tribulaciones varias, avería gorda ordenador y borrado de contraseña entre otras, otra vez vuevo a estar en circulación. Con gran alegría por mi parte. A los Foristas, decirles... que peor lo he pasado yo.

 

Bueno, empezaré a recobrarla normalidad, mencionando el Copyright del último capítulo. Capítulo estupendo por cierto, dedicado al As británico James E. "Johnnie" Johnson. Este es ése Copyright: Extracto de "Wing Leader", por el Group Captain J.E. Johnson. Copyright, 1956, por Chatto & Windus., Ltd. Copyright, 1957, por Ballantine Books, Inc. y Chatto & Windus, Ltd.

 

Y a otra cosa. Si acabamos con un As de campanillas, mi rentrée no se merece otro de menor categoría. He pensado en otro As muy querido en su tiempo, y que no ha perdido nada de vigencia. Se trata del héroe británico del aire por excelencia en la lejana ya Primera Guerra Mundial. Para lograrlo sostuvo gran competencia con otros dos Ases tan grandes como él, como fueron McCudden y Mannock. Tal vez fue su extrema juventud al desaparecer en los cielos de Flandes, 20 años, lo que inclinó a la población inglesa a su favor. Me estoy refiriendo, aunque la mayoría ya lo habrá adivinado, a Albert Ball.

 

Ya hablaremos de su corta biografia, al final. Vayamos directamente al extracto logrado por S.M. Ulanoff, englobado en "Fighter Pilot".

 

 

El inmortal Ball, por el capitán Cecil Lewis, Reales Cuerpos Aéreos, y luego RAF.

 

Con la excepción de Ball, la mayoria de los pilotos de caza famosos noderribaban sus enemigos en combate franco. Preferían medios más seguros. Pasaban hora sincronizando sus ametralladoras y sus elementos de puntería, de modo de poder disparar con exactitud a, digaamos, 2 o 300 m. Entonces

salían de patrulla, solos, desccubrían su presa (en tales casos, por lo gral. biplazas en misión recco o de fotografía), maniobraban con cuidado para colocarse en posición, procurando permanecer donde no pudieran ser vistos, estos es, abajo y detrás del empenaje del enemigo. Desde allí, aún cuando el observador los descubriera, no podía apuntar su ametralladora, sin peligro de hacer pedazos su propia cola o su timón. El merodeador no se apresuraba a alcanzar a su presa, sino se mantenía alerta, para asegurarse de que él mismo estaba a punto de ser atacado.

 

 

Atención, para mi desgracia vuelvo a tener serias dificultades. Cierto es que escribo desde un Ordenador portatil, no desde mi lugar de residencia, y hay problemas con el Wifi. Con pesar debo dejarlo aquí. No desesperar (como yo estoy en este momento), mañana cambiaré de emplazamiento y espero así continuar con este capº tan interesante. Disculpas

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Albert Ball "El colegial mortífero" . Esta foto enviada por Jenisais, la tengo en el libro "Pilotos de Caza de Patrick Bishop. Allí se dice de Ball: "el lustroso cabello y la mirada perdida escondían un extraño temperamento. Derribó 43 aviones alemanes y obtuvo la Cruz de la Victoria.-"

 

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Ball, Albert, V.C. Foto inédita

 

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Ball, Albert Biogª by Colin Pengelly

 

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Ball, Albert Sagittarius Rising, by Cecil Lewis

 

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Buenasss

 

(Entro a horas intempestivas, a pesar de seguir con problemas con Yahoo, con el solo fin de seguir con el relato que empecé anoche. Sigo con un Portatil, pero he cambiado de lugar, ahora con Wifi garantizado (o eso dicen). Así que sin más preámbulos, sigo con el texto de Cecil Lewis, en su obra "Sagittarius Rising". Rockofritz, al que nunca agradeceré bastante que siga subiendo mis fotos de Archivo, ha tenido a bien mostrar la portada de este libro que le envié. A tenor de lo poco transcrito(yo he leído previamente el capítulo), me parece una biografía más que notable. Me he preocupado en entrar en Iberlibro: No hay traducción en castellano. Otra frustración más, y van... Los angloparlantes aunque en franco auge no constituyen todavía mayoria. Y el "macizo de la raza" sigue siendo monolingüe, mal que nos pese.

 

Bueno, con un Punto y Seguido nos re-incorporamos al texto interrumpido.

 

 

 

 

Se aproximaba poco a poco, siempre en el punto ciego, apuntaba sus ametralladoras con cuidado y entonces una descarga prolongada y mortal hacía todo.

 

Dichas tácticas eran empleadas por el capitán James McCudden, Cruz del Valor, D.S.C., y también por Georges Guynemer, el as francés. Por supuesto ambos eran soberbios en combate franco, pero fue en una de dichas actuaciones que ambos murieron.

 

Anotación típica del Libro de Vuelos:

 

"5/5/17. Patrulla ofensiva: 3.500 m. Hoidge, Melville y yo en patrulla voluntaria. Flak densa sobre Douai. Perdí a Melville en una nube y después ataqué a 5 aviones de caza rojos. Me largué cuando acudieron otros 7 en su ayuda. Dos contra doce "non bon". Ascendimos haccia Occidente y elos hacia el Este y después los atacamos, al unírsenos cinco Tripehounds (Triplanos ingleses de la casa Sopwith, el as canadiense Raymond Collishaw voló este tipo de avión. N. del T.), haciendo la proporción de 7 vs 12. Creo que derribé uno y Hoidge también derribó otro. Ambos fueron concedios por el Ala."

 

El Sqn. estaba haciéndolo bien con los alemanes. Ball regresaba todos los días con una o más víctimas que agregar a su cuenta. Además de su SE5, tenía un Nieuport scout(de caza), la máquina en que tan bien había actuado el año anterior. Tenía una comisión independiente y con dos aviones, volaba cuaatro horas diarias. De los grandes pilotos de caza, sus tácticas eran las menos hábiles. Absolutamente sin miedo, las proporciones no constituían para él ninguna diferencia. Siempre atacaba, apartaba a su hombre y se lanzaba sobre él. En varias ocasiones, casi embistió al enemigo y con frecuencia regresabacon su aeroplano hecho pedazos.

 

Una mañana, antes que el resto de nosotros saliéramos de patrulla, lo vimos llegar y aterrizar de manera incorrecta. No era un piloto acróbata, pero volaba con bastante precisión y seguridad, así que, al verlo, no pudimos comprenderque aterrizara flotando en esa forma torpe. Pero cuando taxeó hacia los cobertizos, pudimos ver que sus elevadores (alerones) aleteaban, sueltos... ¡sus controles le habían sido arrancados a tiros completamente¡ ¡Regresó volando de las líneas y aterrizó haciendo subir y bajar su cola ajustable¡ Era increíble que no se hubiera estrellado. Tenía el depósito de aceite acribillado y su cara y toda la proa de su avión estaban escurriendo, empapados en aceite de ricino. ¡Se encontraba tan colérico por haber sido acribillado así, que caminó de inmediato hacia los cobertizos, se limpió con un trapo el aceite de la cara y de los hombros, ordenó que sacaran su Nieuport y dos horas después se hallaba de regreso, con otro alemán en su cuenta¡

 

Ball era de pequeña estatura, silencioso, sencillo. ¡Su única distracción era el vilolín y su diversión favorita después de la cena, era encender una luz roja de magnesio afuera de su cabaña y dar vuelta en torno a ella, en pijama, tocando su instrumento¡ Era meticuloso en el cuidado de sus aviones, sus ametralladoras y en el exámen de sus municiones. Nunca volaba por diversión. Los únicos viajes que hacía, aparte de las patrullas ofensivas, eran el mínimo requerido para probar sus motores o disparar contra el blanco de tierra, ajustando sus miras. Nunca alardeaba o criticaba, pero su ejemplo era tremendo.

 

 

 

 

(Como veo que todo va bien en el nuevo emplazaamiento, esta noche seguiré con la vida de Albert Ball. Y enviaré más fotos de mi Archivo a Rockofritz. ¡¡Le tengo contento¡¡)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Para no perder la magia, sigo con el biopic de Albert Ball, del inspirado Cecil Lewis. Ahora sí, con un Punto y Aparte)

 

 

 

 

El Escuadrón sale con efectivos de once, en la patrulla vespertina. Once balas color chocolate, esbeltas, ruidosas, elevándose, meciéndose, levantándose en formación, dos grupos de cuatro y uno de tres, girando y ascendienco, alejándose hacia el frente. Salen a enfrentarse a Richthofen y su circo de Albatros rojos.

 

La tarde de mayo está cargada con masas amenazadoras de cúmulos, nubes majestuosas, de aspecto sólido como montañas nevadas, llenas de cuevas y riscos, de valles y cañadas, senderos extraños y secretos en los continentes sin mapa del firmamento. Abajo, la Tierra se convierte en un mapa de ordenanza, verde pálido y amarillo, cruzado por las líneas del frente, trazadas de cualquier forma, como dibujadas por un niño caprichoso con un lápiz de doble punta. ¡Las ceñudas líneas divisorias¡ Privadas desde el aire de todo significado.

 

El grupo de cazas se eleva más y más, volando entre precipicios de nubes. Algunas veces, allá abajos se deslizan las calles de una aldea, la esquina de un bosque, unas pocas figuras oscuras moviéndose, pasan como la placa de una linterna mágica y se ocultan otra vez.

 

Pero la mirada del piloto de caza no está en tierra sino moviéndose sin cesar a través de las extensiones bajas y elevadas del firmamento, atisbando con ansiaa través de los lentes cubiertos de piel, para descubrir esos puntos negros que se mueven despacio destacando contra la tierra o las nubes, los cuals significan todo el acelerador abierto, músculos tensos y la zambullida de cabeza con cables ulantes... Un alemán ante las smiras y el relámpago de las trazadoras.

 

Una luz roja se eleva de la carlinga del lider y cae. ¡Acción¡ Él altera un poco su dirección y la patrulla se mantiene unida como una manada de lobos sobre la pista de una presa, cambiando acelerador y timón. ¡Ha visto y ellos verán pronto, seis cszas, novecientos metros más abajo¡ Parece interminable hasta que los once llegan a la distancia de picada. Los pilotos cuidan sus motores, determinados y dispuestos, prueban sus armas y observan sus indicadores. Por fin, el líder se desvía a un lado, como señal de que cada quien debe escoger su hombre y se deja caer de pronto.

 

Las máquinas caen apartándose, la tierra se eleva a toda prisa, la patrulla enemiga, sorprendida, vira y se dispersa. ¡Cada uno a su hombre¡ Los rayos color chocolate apuntan, fijan sus aeroplanos rugientes y disparan. Una ráfaga, cincuenta proyectiles... ha terminado. Han pasado y el enemigo, tocado o ileso, se pierde por el momento. El piloto nivela su montura desbocada, sacándola de su picada con una mano, vuelve la cabeza a derecha e izquierda, tratando de seguir a su hombre, de poner a otro bajo sus miras, de apoyar a un amigo en peligro, de derribar a otro en llamas.

 

 

 

 

(Esperando que todo el texto salga bien, mañana seguimos con las consecuencias de este primez round. La tarde es joven todavía, y el cielo a veces encierra terribles cosas ocultas e inesperadas.)

 

Saludos

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Buenasss

 

(Dejamos a los aviones de color "chocolate" ganando el primer round. Pero ya dije anoche que la tarde era joven todavía. Y añado que no todo el monte es orégano. El cielo tiene muchos recovecos, y el cielo del Frente Occidental, mucho más.

 

Si la acción se hubiera desarrollado en España (¡Dios no lo hubiera querido¡)yo hubiera deseado con aire imparcial: ¡Qué Dios reparta suerte¡

 

Así que tras un azaroso y sin respiro Punto y Aparte...)

 

 

 

 

Pero el Sqn. lanzado en acción no ha visto, lejos, aproximándose desde el Este, el escalón de rescate de aviones Albatros rojos, patrullando arriba del grupo de máquinas contra las cuales han picado, para cuidarles la popa y secundarlas en el combate. Éstos, viendo la masa de aeroplanos que giran, se zambullen para unirse a ellos. Los cazas británicos, empeñándose y perdiendo el contacto, como un grupo de moscas girando a medio día, durante el verano, pronto encuentran a los recién llegados sobre ellos. Después, como atraídos por algún poder misterioso, como buitres llevados hacia un cadáver en el desierto, otros cuerpos de máquinas descienden de las cimas de las montañas de nubes. Más cazas enemigos y por buena suerte, un escalón de triplanos navales (británicos. Son los Sopwith Tripehounds, de los que hablamos ayer. N. del T.)

 

Sin embargo, el enemigo, con efectivos dobles, mayor poder y peleando con habilidad y valor, superan a los británicos, cuyos aviones se dispersan, diezmados bajos los cazas escarlata alemanes.

 

Sería imposisble describir la acción de esta batalla. Un piloto, en el segundo transcurrido entre sus ataques, puede ver un alemán en picada vertical, con un SE 5 a su cola, otro alemán tras la cola del SE 5y sobre éste, otro caza británico. Estos cuatro, picando a 300 kms/h., con las ametralladoras tableteando, las trazadoras dibujando sus trayectorias, se apartan de pronto. El germano de más abajo se zambulle llameando hacia su muerte, si no está ya muerto. Su vencedor parece estremecerse, ejecuta repentinamente un gran salto, saliendo de la picada, como salta una trucha al extremo de un sedal y luego, volviéndose sobre su vientre, desciende y gira en una vertiginosa caída en espiral, con final en tierra. El tercer alemán y el último de ese cuarteto meteórico lo sigue, disparando... Pero esa visión fugaz, que dura tal vez 10 segundos, es interrumpida por el tableteo seco de otro ataque. Dos máquinas se aproximan de frente a velocidad fulminante, disparando una contra otra y las trazadoras silban en torno de ambos aeroplanos, cada uno de los cuales se desliza lateralmente sobre su timón, para esquivar el fuego del otro. ¿Quién resistirá más? Doscientos metros, cien, cincuenta, y después, sin que ninguno de ellos haya sido tocado, como de acuerdo, desvían sus aviones a los lados, se ladean y viran, esforzándose cada uno de ellos por apuntar sus armasaa la cola del otro, ambos mirando con furia a través de las gafas de vuelo, calculando, en tensión, girando, ceñudos, dispuestos solo a matar o morir.

 

Pero, desde arriba, este extraño circular atormentado es visto por otro alemán. Se deja caer. Su ametralladora habla. La máquina británica, distraída por el enemigo repentino no visto, se eleva , recibe una descarga a través de su motor y cae con el vientre hacia arriba a través de las nubes y de la profunda desolación interminable del firmamento crepuescular.

 

El juego de escarapelas y cruces negras, que empezó a 4.500 m. sobre las nubes, pierde altura ataque tras ataque. Amigos y enemigos se dispersan. Un último SE 5, presionado por dos germanos, pica y gira, con la ametralladora atascada, como una palmípeda sobre los pantanos, se lanza hacia más abajo, encuentra refugio en la bruma terrestre y desaparece.

 

Ahora, las nubes bajas oscurecen la tarde. Abajo, los relámpagos del fuego de artillería acuchillan el velo de la oscuridad que desciende. ¡La batalla ha terminado¡ Los campos de combate no muestran señales. En el firmamento claro serenas montañas de nubes se agrupan y se mueven incesantemente. ¡Allí, donde tabletearon las armas y la muerte arrancó los espíritus de los valientes, está como si nunca hubiera sucedido nada¡ El cielo se cubre con la noche, pasiva, soberbia, negligente.

 

 

 

 

(Lo dejamos aquí recién acabada la acción. Ya solo queda el texto justo para acabar el capítulo mañana.

 

Lástima, para mí, no poder leer este libro de Cecil Lewis, "Satturday Rising", y tantos de los que he citado aquí. No hay ni uno de todos los que he trascrito/traducido que no quisiera tener en mi biblioteca. Pero sigo con mi frustración de no poder traducir con la exactitud que quiero un texto en inglés, pues rechazo de plano una traducción "aproximada", que es lo que ahora me pemitiría mi nivel de la lengua de Shakespeare.)

 

Saludos

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Ball, Albert VC Foto poco conocida, recién condecorado

 

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Ball, Albert VC Hélice y cono de hélice rojo para su Nieuport

 

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Ball, Albert VC Una de las raras fotos sonriendo.

 

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Ball, Albert VC y su Nieuport 17 derribando un LVG, cuadro de Iván Berryman

 

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Ball, Albert VC Estátua conmemorativa en Nottingham Castle

 

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