Guss Posted May 7, 2013 Report Share Posted May 7, 2013 Permitirme que os trascriba un magnifico articulo en estos momentos tan amargos. "Los seres humanos llevamos coevolucionando con nuestras herramientas millones de años. La estructura misma de nuestro cuerpo y nuestra mente está forjada en la interacción con esos intermediarios de nuestra voluntad para modificar el universo que en conjunto llamamos 'tecnología'. Hemos llegado a donde estamos porque podemos relacionarnos con nuestras herramientas de un modo íntimo y personal. En parte es porque las personalizamos; porque atribuimos a nuestras extensiones tecnológicas una personalidad, una intención, una vida que sólo está dentro de nuestras cabezas. Pero que nos puede llevar no sólo a pensar que una máquina está viva, sino incluso a quererla; a sentir amor. ¿Exagerado? Pregunte a un soldado por su rifle, a un agricultor por su tractor, a un motero por su cabalgadura. a un marino por su barco. A menudo describirá una relación intensa, tumultuosa, reñida, y apasionada. Amor por la máquina; un efecto secundario de nuestra fácil relación con la tecnología que es particularmente común entre los aficionados a la aviación. Y que como en las más tristes historias de amor algunas veces acaba en tragedia. Como ocurriera en el accidente que destruyó el pasado 5 de mayo de 2013 al HA-200 Saeta de la Fundación Infante de Orleans y le costó la vida a su piloto. Mantener en vuelo aviones antiguos es un vicio complejo y caro. Cualquier avión, incluso el más moderno, cuesta mucho dinero en compra y manutención. Pero los costes se disparan en los aparatos de época: la mayoría jamás fueron diseñados para durar tanto tiempo, mucho menos volarndo. Su construcción no respeta las normas de seguridad actuales, mucho más estrictas, y adaptarlos para obtener las correspondientes licencias no es ni sencillo ni barato. Para mantener la autenticidad y la operatividad hacen falta repuestos que hay que perseguir por colecciones de museo y cementerios aeronáuticos. Para colmo las técnicas de mantenimiento de determinadas tecnologías pueden haberse perdido, o ser muy poco comunes: el mejor modo de reparar y mantener aviones de madera recubierta de tela, por ejemplo, o motores rotativos, o aparatos de combate diseñados para durar apenas unas pocas horas de vuelo. Y que jamás fueron diseñados con la economía de combustible entre sus requisitos operativos: los viejos aviones queman gasolina como si no hubiera un mañana. Para restaurar y poner en vuelo de modo más o menos regular un avión de época hace falta dinero, muchos voluntarios que arrimen el hombro gratis e ingentes cantidades de pasión. Por eso lo que hace gente como los miembros de la Fundación Infante de Orleans (FIO) es indistinguible del amor. El Hispano Aviación HA-200 Saeta es un avión de entrenamiento y ataque a tierra diseñado por el famoso ingeniero alemán Willy Messerschmitt entre 1952 y 1955. Su diseño era típico de la primera generación de aviones a reacción, y el fuselaje y planta alar recuerda más a un aparato a pistón de la Segunda Guerra Mundial que a los posteriores reactores. Propulsado por dos reactores franceses Turbomeca Marboré (versiones II y IV en distintas variantes del aparato), unos turbojets sencillos de potencia ridícula para los estándares actuales, que proporcionaban al Saeta un característico silbido en vuelo. Ni la estructura del aparato ni los motores ni la instrumentación o sistemas son complejos, pero sí muy diferentes de los que equipan a los aviones actuales. Como ocurre con frecuencia en el mundo de la aviación de época, el principal reto de quien pretende mantener en vuelo estos aparatos consiste en obtener pilotos y mecánicos formados que sean capaces de volarlos, y de mantenerlos en condiciones operativas. Además, por supuesto, de los recambios, el combustible y los permisos, una pesadilla en sí mismos. Quizá por ello, o por el natural desgaste del material en aparatos que llevan muchas décadas volando (y que a menudo han pasado antes mucho tiempo parados, en almacenes o museos), los accidentes son frecuentes en la aviación de época, a menudo en festivales y exhibiciones. Como muchos accidentes aéreos, con consecuencias mortales. En los primeros meses de 2013 un piloto australiano se mató al estrellarse con su Spitfire réplica en Adelaida; en el año 2012 se estrellaronun Hawker Sea Fury en una carrera, un F2G ‘Super’ Corsair durante un ensayo, un Interstate Cadet de 1942 en un show cómico (el piloto sobrevivió), un De Havilland DH.53 de 1923 y un Zlín T Trenér 6 de 1950. Además un par de Aero L-39 Albatros de los años 60-70 tuvieron también accidentes o incidentes, y a un Fairey Firefly AS.6 le falló el tren de aterrizaje, por suerte en tierra. Volar aviones antiguos es una ocupación de riesgo. Y los pilotos que los vuelan lo saben. Arriesgado, caro, y ayuno de cualquier satisfacción profesional, porque tener la habilitación de tipo de un avión de la Segunda Guerra Mundial o de los años 50 no hace avanzar la carrera de nadie. Así, que, ¿por qué lo hacen? ¿Por qué un piloto militar o civil dedica tiempo, dinero y sudor a aprender a volar aparatos viejos, delicados y temperamentales cuyos caprichos pueden ser letales?¿Por qué mecánicos de aviación se empeñan en redescubrir las técnicas y los métodos de sus antecesores para mantener operativas máquinas que han sobrepasado con mucho su fecha de caducidad? ¿Por qué se crean organizaciones, como la FIO, con el expreso fin de enterrar enormes cantidades de tiempo, esfuerzo burocrático y dinero en mantener estos aviones en vuelo? Esta pregunta solo tiene una respuesta: la gente que mantiene, financia y pilota aviones antiguos lo hace por amor. Porque hay un cierto estremecimiento del alma que mueve a un piloto cuando contempla la silueta en vuelo de una de estas maravillas del pasado. Porque el sonido de determinados motores es capaz de colocar una sonrisa en la cara del más endurecido mecánico. Porque los espectadores que no conocen los detalles ni están empapados de la mística de la aviación sienten este mismo tipo de estremecimiento cuando una de estas maravillas voladores carretea en tierra, enfila la pista y despega, demostrando que muchos lustros después de su construcción estas máquinas mágicas todavía son capaces de caer al suelo y fallar; una de las más cínicas definiciones del vuelo. Amor por las máquinas, amor por la aventura, amor por la arrogancia de la especie humana, que osa volar; amor que a veces acaba en tragedia y nos devuelve la humildad. Por eso lo ocurrido en Cuatro Vientos es una historia de amor, y no sólo del comandante Ladislao Tejedor Romero, QEPD, sino de todos aquellos que forman la FIO y contribuyen a este pequeño milagro que es que un puñado de aviones de época sigan volando en España. En esta ocasión la historia ha acabado mal, pero el amor no se extinguirá; hace falta para que más niños puedan contraer el virus del vuelo. Como cualquier enamorado hubiese querido." Pepe Cervera http://blog.rtve.es/retiario/2013/05/morir-por-raz%C3%B3n-de-amor.html Quote Link to comment Share on other sites More sharing options...
Cloud Dancer Posted May 7, 2013 Report Share Posted May 7, 2013 Precioso Quote Link to comment Share on other sites More sharing options...
Falke_Wolf Posted May 7, 2013 Report Share Posted May 7, 2013 Joder, que bonito. Creo que lo define perfectamente. Gracias Guss. Quote Link to comment Share on other sites More sharing options...
Angelito1327 Posted May 7, 2013 Report Share Posted May 7, 2013 Muy bonito guss. Quote Link to comment Share on other sites More sharing options...
Miñato Posted May 7, 2013 Report Share Posted May 7, 2013 Qué bien escribe Pepe Cervera. Además de ser un estupendo divulgador es también un apasionado de la aviación (muchos de sus artículos tratan temas relacionados con la aviación o la tecnología aeroespacial). Pero lo que le hace ser un gran contador de historias es una capacidad para la empatía, una sensibilidad que encuentra emoción y humanidad donde otros solo verían un suceso. Muy bien contado, y muy bien traído, Guss, gracias. Saludos. Quote Link to comment Share on other sites More sharing options...
Korrea Jong-un Posted May 7, 2013 Report Share Posted May 7, 2013 ¡Está genial! Gracias Guss por compartirlo. Quote Link to comment Share on other sites More sharing options...
Tofolo Posted May 7, 2013 Report Share Posted May 7, 2013 Es un escrito muy bonito, pero permitidme discrepar en cuanto a la siguiente afirmación: ... los accidentes son frecuentes en la aviación de época, a menudo en festivales y exhibiciones... Creo que todos somos conscientes de la maravillosa labor de los mecánicos y las manos de los pilotos a los mandos. En 25 años la FIO no ha sufrido ningún accidente, dato clave para entender este tipo de aviación. Quote Link to comment Share on other sites More sharing options...
Palfox Posted May 8, 2013 Report Share Posted May 8, 2013 Muy bonito y emotivo. Larga vida a la FIO. Quote Link to comment Share on other sites More sharing options...
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